17. Castigos, equipo de fútbol y posesividad.


Capítulo diecisiete: Castigos, equipo de fútbol y posesividad.

Cada vez que un periodo terminaba, mi corazón latía cada vez más y más rápido, y encima los minutos pasaban rápidamente. Aunque es normal tener problemas en algún momento de la vida, simplemente me olvidé de que yo tenía razón cuando abofetee a Jamie (se lo merecía y punto).

Simplemente me sentía avergonzada y nerviosa.

No estaba arrepentida, eso jamás; sabía que estaba mal lo que había hecho, pero en realidad, si no hubiera hecho nada para defenderme, ellas seguramente aún seguirían hablando de mí, por lo menos ahora ya no hablarán de mí cuando yo esté delante. 

La razón por la cual estaba tan nerviosa era porque Liam estaría allí; podría burlarse de mí, o posiblemente coquetear conmigo. Ya ha pasado un mes desde que él se convirtió en mi niñero y él todavía no había cambiado nada. 

Liam seguía siendo Liam.

Coqueto, arrogante, y el Playboy que siempre había sido.

- ¿Quieres que vaya contigo? - Me preguntó Dakota. - Es decir... a mí no me importaría.

Negué con la cabeza un multiplo de veces, pero al mismo tiempo me sentí halagada de que Dakota, al menos, se ofreciera a ayudarme.

- ¡No, no, no! - Repetí mientras agitaba las manos en el aire. - Gracias, pero tú no has hecho nada, no tienes por qué hacerlo.

Este castigo sin duda me recordaría por qué nunca hago estas cosas.

Por lo menos, no tendría que estar en detención; por lo general hay una gran cantidad de gente mala por allí. Afortunadamente, cuando fui a detención con Liam, no hace mucho tiempo, parecía que no había nadie ese día.

Es decir, formar parte del equipo de limpieza del equipo de fútbol, no es tan malo, ¿no?

Algo bueno debe tener. Supongo.

Dakota y yo fuimos por caminos opuestos, mientras que ella se fue de la escuela yo se suponía que debía ir junto a el entrenador de fútbol en diez minutos. Desde luego, no quería entrar en su lista negra, así que ir temprano probablemente me daría un plus. Además, tendría que cambiarme de ropa, no había forma en la que fuera a limpiar con pantalones vaqueros, por no decir que no quería sus sucios olores en mi ropa recién lavada.

El chándal de gimnasia estaría bien.

Una vez me cambié en el vestuario de las chicas, salí al pasillo hacia el gimnasio donde se suponía que debía juntarme con el entrenador. 

El entrenador Adams me estaba mirando mientras miraba algo en su libreta.

- Uh... entrenador, soy la que limpia hoy. - Dije con timidez, juntando las manos detrás de la espalda mientras le miraba.

Mis esperanzas aumentaron cuando pensé que quizá me mandaría limpiar en un lugar privado. Sería mi salvador.

- Mi nombres es Ariel, por cierto.

El Sr. Adams asintió con comprensión.

- Muy bien, Ariel, como ya sabes, debes limpiar mientras el equipo está entrenando, y acaban de comenzar. - Explicó con cuidado. - El equipo está en el campo, cerca de las gradas.

En silencio, suspiré con decepción.

Sin embargo, aún me quedaba la esperanza. Sí, esa pequeña esperanza de que quizá los chicos estarían demasiado ocupados como para fijarse en una chica pelirroja caminar por el campo mientras limpiaba.

Y ahora que lo pienso esto es asqueroso. Y deben apestar.

Corren, sudan, y están llenos de hierba.

Asqueroso.

Mientras caminaba fuera de la escuela hacia el campo, lo primero que escuché fue al equipo haciendo ejercicios como calentamiento antes de practicar para el próximo partido. En Angel High, los estudiantes tomaban al equipo de fútbol algo de lo que estar orgullosos.

 La principal razón era muy simple: nuestro equipo era realmente bueno.

Me dí cuenta de que los chicos no estaban usando la equipación, y me imaginaba que sería porque estaban haciendo ejercicios sencillos que no requerían el uso de ellos. No sabía si eso era beneficioso o no, por ahora no podrían verme porque estaba muy lejos de donde ellos estaban. 

¿Debería correr?

Había pros y contras de hacerlo.

Sus ventajas serían que no iban a tomarme mucho en cuenta ya que pasaría corriendo como una vala el campo.

¿Sus contras? Pues sería bastante raro ver a una chica cruzar el campo como si nada, lo que eso llamaría la atención.

Pero decidí caminar.

Una vez que estaba a mitad de camino, me alegré de que no muchos de los chicos se hubieran fijado en mí, después de todo, tenían que concentrarse en su entrenamiento. El Sr. Adamas había regresado hacía poco para no dejar que se distrayeran o de lo contrario les castigaría.

Mantuve mi cabeza baja, de vez en cuando lanzaba miradas hacia ellos, y para ser honesta:

Eran tremendamente sexys y comestibles.

No es anormal pensarlo, estos jugadores tenían músculos y eran altos. Pensar que no lo eran sería lo anormal.

Excluyendo la posible vergüenza que podría superar el ligero toque de alegría de ver a estos Dioses practicar, de momento todo iba bastante bien.

Luego, oí el silbido procedente del Sr. Adams, diciéndoles que tenían un descanso de cinco minutos antes de continuar. 

Esto es tremendamente genial.

Cuando me agaché para recoger el paño de limpieza, alguien entonces apareció, y tiré el casco que estaba a punto de limpiar.

- ¿L-Liam? - Tartamudeé, dando unos pasos hacia atrás y dejando caer el casco que estaba a punto de limpiar. - ¿Qué necesitas?

Qué suerte la mía.

Me miró divertido, levantando una ceja. - ¿Este era tu castigo? 

Por la expresión de su rostro, no sabía si se sentía satisfecho por alguna razón, pero al mismo tiempo, su rostro también era divertido.

- Tengo que decirte que lo que le hiciste a Jamie fue la mejor cosa que has hecho. - Comentó. - Ella es una put...

Rápidamente le interrumpí, presionando mi dedo índice sobre sus labios antes de que pudiera decir esa sucia palabra.

- ¡No digas eso! No me gusta que hables mal.

Él se rió entre dientes. - ¿Y qué fue esa palabra que me dijiste cuando nos fuimos de la enfermería, princesa? - Replicó, sonriendo un poco, porque él sabía que no me gustaba cuando me llamaba así.

- No terminé de decir la palabra, así que no cuenta. - Le expliqué, por un segundo pensando que había ganado esa conversación.

Pero él era... Liam, y siempre tenía algo que decir; y por lo general eran buenas contestaciones.

- Además, ¡te he dicho muchas veces que no me llames princesa!

- Lo que sé es que no has dicho la mitad de esa palabra, pero la otra mitad iba para ella. - Respondió.

Y yo, literalmente, quería golpear su antebrazo. Liam acababa de decir la cosa más estúpida que había escuchado en mi vida, y sin embargo, era justamente cierto.

Sacudí la cabeza mientras suspiraba y me froté la frente con la mano.

- No importa. - Murmuré.

Dándome cuenta de que esta conversación no iba a ninguna parte. Eso era por lo general lo que hacíamos Liam y yo, podríamos estar hablando de cosas raras, luego volver al tema del principio, y luego volver a cambiar de tema.

De aquí a allá.

- ¿Por qué has venido? Tengo que limpiar estas cosas que la gente casi nunca limpia como es debido. 

Agitó las manos en el aire, diciéndome que me calmara. - Cálmate, Ariel. - Rió ligeramente. Y añadió. - He venido aquí para decirte que probablemente deberías cambiarte la camiseta.

Fruncí el ceño ante su sugerencia, mirándole con confusión.

¿Qué demonios quiere decir con eso?

¿Cambiarme la camiseta?

¿Será un comentario sucio?

¿Qué debo hacer, pegarle o simplemente reirme o ignorarle?

¿Quizá tengo la camiseta sucia?

Pero cuando miré hacia abajo, no vi ninguna mancha.

- ¿Por qué? No está sucia. - Le respondí.

- Porque... - Comenzó, dando un paso hacia mí. - Quiero que te pongas mi número, quiero que mis compañeros de equipo sepan que no les perteneces.

Mis mejillas se sonrojaron ante su declaración.

¿Por qué demonios me decía eso?

Eso sonaba tan... posesivo.

Y tan... sexy.

Y...

Otra vez deliro.

Arrugué las cejas con confusión.

- ¿P-por qué dices eso?

- Debido a que tú me perteneces.

* * *

¡Hola mis Playboy's! ¡Ya estoy de vuelta! Cheeky os echó de menos, ¿me echastéis de menos? Espero que sí. En fin, quería decir algo:

Quería dedicarle este capítulo a la gente tan maravillosa que conocí, no me arrepiento de pedir el whatsapp. Muchas gracias por todo. Playboy's Angeles Pervers xD.

¡No me mandéis más números de whatsapp! Cuando lo dije no creí que me llegarían tantos mensajes xD Ahora tengo una petación enorme, y prometo contestar a todos los mensajes privados que me enviéis, pero me tardaré algo debido a la enorme cantidad de mensajes que hay e.e Lo siento. El grupo de whatsapp ya está creado pero ya no necesito más números. Gracias por todo, de verdad, sois los mejores.

¡También quería agradecer la enorme cantidad de votos que ha recibido EPEMN! Nunca me imaginé una cantidad tan grande apoyo, en serio, lo agradeceré eternamente, y me alegra mucho saber que os gusta tanto mi novela :3

En fin, ¿que opinas del capítulo?

¿Por qué crees que Liam le ha dicho eso a Ariel?

¿Será parte de un juego o le empieza a gustar?

¡Me gusta leer vuestras suposiciones! Así que cuantas más sean mejor :3

Instagram de Liam: http://instagram.com/_Liam_Clark

Instagram de Ariel: http://instagram.com/ArielEPEMN


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Viva la publicidad.

Cheeky Love, xx.

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