El plan de Lina y Lisa
Esta historia se trata del final que tenía concebido originalmente para "El plan de Lina", pero debido a un fuerte desacuerdo por el mismo con quien me encargó el proyecto, me siento en la necesidad de igualmente exponer para que todos sepan cómo hubiese preferido llevar originalmente la historia, dándole incluso más protagonismo a Lisa.
El concepto de "Loud House" y todo lo relacionado con el mismo con excepción de los Oc's pertenecen a su autor y casa productora: Chris Savino & NICKELODEON/Viacom © 2016. La historia se realiza sin fines de lucro.
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Lina se sentía orgullosa del plan que había ideado con sus primos acerca de lo que había hecho para meter a su tío Lincoln de vuelta en el juego. Sin duda no pasaría mucho antes que alguien respondiera al perfil de citas que le habían armado, entonces recompondría su hogar, recuperaría a sus hijos y su familia estaría completa una vez más al lado de una nueva mujer en su vida.
Sus cinco primos, los hijos de Lincoln y Hugh, que en ese momento estaban viendo la televisión junto a ella en la sala de los abuelos Loud, no lo tenían del todo claro.
—Esto no va a funcionar —suspiró Linka—. De verdad, Lina. Este plan tuyo tiene bastantes fallas.
—Tranquilas. Tengan fe. Verán que todo saldrá más que bien —Una notificación llegó a su celular y se levantó sorprendida—. ¡Sí! Su papá ya recibió la respuesta de una mujer interesada en conocerlo, de hecho... ¡Vaya! Es muy directa y le pidió una cita.
Los chicos estaban sorprendidos.
—¿Cómo es su perfil?
—No dice nada, ni siquiera una foto —Lina ya se había puesto a eso un tanto desilusionada al no encontrar nada interesante—. Parece que esta mujer no confía mucho en las redes sociales. Sólo da su edad, es apenas un par de años mayor que él. Dice que es muy perseverante, eso explicaría por qué quiere ir al punto con mi tío. —Comenzó a textear algo.
—Bien —Hugh se puso de pie poniendo su mano sutilmente alrededor del hombro contrario de Linka tan pronto se le fue acercando, sin que esta dejara de escribir en su celular—. Debemos de pensar concienzudamente un modo en que mi unidad fraternal no reconocida acceda a tener un encuentro con esta persona, naturalmente tras que hagamos las averiguaciones pertinentes acerca de quién se trata la fémina interesada y si es acorde en compatibilidad con él.
Lina se quitó la mano de Hugh de encima y terminó de textear.
—¡Listo! Le mandé la ubicación a la chica de dónde está mi tío en estos momentos para que vaya a su encuentro. Será mejor que ella haga el primer acercamiento y consiga conquistarlo por su cuenta.
El pequeño Lincoln estaba escandalizado.
—¡Ni siquiera sabemos cómo es esa mujer y ya lo enviaste con papá! ¿¡Te volviste loca!? ¡Por lo que sabemos podría ser un anciano mañoso haciéndose pasar por una mujer!
Sus hermanos se mostraron de acuerdo molestando a Lina por haber actuado de forma tan precipitada, lo mismo incluso Hugh. Lina los alejó moviendo sus manos.
—Tranquilos. Estoy segura de que se trata de una mujer. Me da un buen presentimiento el que diga ser tan perseverante. Además, no es tan vieja. Parece que es apenas un par de años mayor que mi tío.
—Aun si no te equivocas —el pequeño Lynn tomó la palabra—, esto no tiene ninguna garantía. ¿Qué clase de mujer podría seguirle el ritmo a papá siendo como es y ejercer cierto control sobre él?
En ese momento justamente su tía con quien compartía su nombre al igual que con su abuelo, bajó las escaleras a la primera planta colocándose una chaqueta felizmente.
—¡Hasta luego, chicos! Si llama su tío Clyde otra vez fastidiando de que le dé una oportunidad de que regresemos, díganle a ese tonto que su tía Lynn fue a una cita romántica con alguien que conoció por internet.
Los chicos boquiabiertos por la sorpresa no pudieron decir nada, tampoco reaccionaron a tiempo, sino hasta que la escucharon cerrar la puerta, por lo que cuando fueron a asomarse, la vieron subir a un taxi y marcharse sin soltar su teléfono celular.
Consternados, los cinco chicos miraron a Lina de mala manera, quien tragando saliva suspiró.
—Estoy segura que eso sólo se trató de una coincidencia. Aún si no lo fuera y se tratara de mi tío, obviamente en cuanto lo vea se decepcionará y regresará molesta a casa por la desilusión de quien resultó ser su cita.
Liberty no estaba muy segura.
—Bueno... la tía Lynn quiere mucho al tío Lincoln.
Pero incluso Linka tan escéptica como Lina la regañó.
—Piensa con la cabeza, Liberty. Lina tiene razón. Aún por mucho que lo quiera, sigue siendo su hermano y tanto ella como papá se tomarán a mal lo ocurrido. Sólo esperemos que lo hagan con un poco de humor y no se enojen mucho con nosotros cuando averigüen quién les armó la "cita".
El chico Lynn se preocupó como su hermano y su primo al respecto.
—Lo mejor será que no estemos aquí cuando tía Lynn regrese en unos minutos. Vámonos al cine o algo así.
Todos secundaron la idea y se marcharon con la impresión que Lynn regresaría hecha una furia por el desencanto que sufriría.
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—¡Vaya! La película fue genial —Lynn exclamó cuando regresaron a casa—. Tendrá sus años, pero Pattinson sigue interpretando a un excelente Batman.
—¡A mí no me gustó! —el pequeño Lincoln se quejó—. ¿Por qué rayos Robin era negro y gay?
—¿Qué te sorprende? —Hugh le contestó—. Todas las películas en la actualidad están obligadas a ser políticamente correctas e inclusivas. Por eso en última de Marvel tuvimos la infame escena entre el profesor Xavier asiático y un Magneto árabe no binario.
—¡Oigan! —Liberty preocupada los interrumpió—. ¿Creen que tía Lynn ya esté en casa?
—Es seguro —Linka asintió con miedo—. La pregunta es qué tan molesta estará por el mal trago que la hicimos pasar, por no mencionar si también averiguo que fuimos nosotros quienes sin querer la mandaron a una cita con su propio hermano.
Lina suspiró.
—Saben, ya pasaron tres horas. Es seguro que para estos momentos se le bajó el coraje, por lo que lo mejor sería confesar lo que hicimos, a esperar a que nos de nuestro escarmiento en cualquier momento, que así tenemos la oportunidad de no salir tan mal parados si nos explicamos apropiadamente.
Hugh asintió.
—Es verdad. Vamos entonces a su habitación.
Los chicos subieron con Lina al frente hasta la habitación de blancos donde se quedaba a dormir con su tía. Tras llenar de aire sus pulmones conteniendo el aliento, abrió la puerta y encendió la luz con temor.
—Tía Lynn, queremos decirte que... ¡¡¡OH, POR DIOS!!!
Los chicos gritaron y la tía Lynn desnuda en la cama se subió la cobija a la altura de su pecho para taparse, del mismo modo el tío Lincoln la imitó cubriendo la mitad inferior de su cuerpo desnudo para que no lo vieran.
—¿¡Es que no saben tocar primero!? —La mujer les reclamó.
—¿¡Es que no sabes que ese de ahí es tu hermano!? —Lina le espetó—. ¡Cómo rayos pasó esto!
—Ah... bueno, pues... saben que las cosas no están bien entre el tío Clyde y yo y pues... abrí un perfil para buscar alguien con quien salir.
Lincoln continuó mirando a sus hijos y sobrinos reprendiéndolos.
—Además, parece que alguien me hizo un perfil para conseguir citas sin mi autorización.
—Pero no fue tan malo —Lynn continuó explicándoles a los chicos—. Digo, su tío y yo nos llevamos bien y una cosa llevó a la otra y pues...
—¡No queremos escucharlo! —Linka gritó tapándose los oídos y volviéndose a su prima—. ¡Todo es tu culpa, idiota!
—¿Yo? ¡Fue tu padre el que terminó en la cama con nuestra tía!
Lincoln Sr. zanjó el asunto.
—¡Es culpa de ustedes en general! Nos armaron una cita a su tía y a mí sin darse cuenta. ¿Qué esperaban entonces que ocurriera?
Hugh lo miró enarcando una ceja.
—Pudiste decirle que no estabas interesado, padre.
Lincoln y Lynn hicieron una mueca de culpabilidad.
—Supongo que... un momento, ¿padre?
—Sí, ya sospechaba fuertemente que eres mi padre y el que no tuvieras reservas en relacionarte con una de tus hermanas actualmente, prueba que tampoco las tuviste en hacerlo de forma previa con mi unidad materna.
Lynn se mordió el labio.
—Ahí te agarró, apestoso.
—¡Ya no me llames apestoso! No fui yo quien soltó hornos daneses cuando te la estaba...
—¡Ya cállense! —Linka les gritó—. ¡Sólo vístanse mientras nos vamos de aquí!
Apresuradamente la mayor por pocos minutos de los cuatrillizos, sacó a sus hermanos, a su prima y a... aparentemente su ya confirmado medio hermano de la habitación.
Consternados, los niños regresaron a la sala y el chico Lynn le plantó cara a Lina.
—¡Mira lo que provocaste!
—¡Bueno, ya! No pensé que las cosas podrían terminar así. Además, ya cálmense —señaló la segunda planta—. Esos dos de ahí arriba son hermano y hermana. Sé que se ve mal, pero fue una aventura de una sola noche, por lo que no debe de significar nada como cuando su padre se revolcó años atrás con la tía Lisa.
—¡Oye! —Hugh le reclamó.
—Perdón. Pero como les decía, no tienen nada de qué preocuparse. Le buscaremos una novia más acorde a mi tío Lincoln, su papá. Entonces tía Lynn después terminará por regresar con el tío Clyde. Nosotros no diremos nada y la vida continuará como siempre su curso. Confíen en mí esta vez. No habrá ninguna consecuencia de lo que ocurrió hoy.
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Nueve meses después
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—¡Puja, mi amor, puja!
Clyde trataba de correr junto a la camilla buscando sujetar la mano de su esposa que iba al quirófano para dar a luz, pero ella molesta lo manoteaba.
—¡Deja de fastidiarme, Clyde! —volteó al otro lado de la camilla—. ¡Todo es tu culpa, apestoso!
—¡Oye! —Lincoln al otro lado de la camilla le reclamó—. Fuiste tú quien dijo que eran sus días seguros.
Clyde gruñó mirando con ira a quien fuese su mejor amigo.
—¡Aléjate de mi esposa, imbécil!
—¡No le hablas así a mi hermano! —Lynn le reclamó—. Además, no deberías quejarte. Gracias a él es que regresamos tú y yo, ¿no eras el que estaba obsesionado con tener un bebé?
—¿Entonces la culpa es mía por no especificar que quería uno propio? —Sarcásticamente le preguntó.
Lisa, que era una de las doctoras a cargo, usando su gorro y mascarilla, los regañó.
—¡Ya cállense todos y ustedes dos vayan a la sala de espera!
Los dos varones se apartaron y dejaron que Lisa se marchara con Lynn y otra doctora un poco más robusta que ella, de ojos pequeños, cuya cara estaba cubierta con la mascarilla y gorro del hospital. Resignados, los que anteriormente habían sido los mejores amigos le hicieron caso.
En la sala de espera, nerviosa, Lina junto con sus primos como el resto aguardaba por el resultado. Hugh era el único que estaba inusualmente tranquilo, por lo que trató de contagiar esto a sus medios hermanos y prima.
—Tranquilas. Todo irá bien. Se los garantizo.
—Es un bebé que nacerá de dos hermanos —Linka insistió—. ¡Cómo eso puede terminar bien!
—¿Debo recordarles que yo soy hijo de dos hermanos?
Lynn se volvió hacia él.
—Entonces ya deberías saber por qué estamos tan preocupados, fenómeno.
Hugh le gruñó.
Preocupada y con un cierto temor repentino, Lina se levantó de su asiento y se dirigió a sus madres que estaban en un rincón esperando noticias.
—¿Qué sucede, cariño? —Luna le preguntó al verla acercarse.
—Mamá... lo que mi tío hizo con mis tías Lynn y Lisa... ¿no se lo hizo a ninguna otra de mis tías como a... ti?
Luna parecía escandalizada.
—¡Lina! Sé que tu tío... es... ¡pero no! Hasta donde sé, eso no lo repitió con ninguna otra y mucho menos conmigo.
La niña exhaló aire aliviada.
—Perdón, mamá. Gracias por aclarármelo. Por un momento me dio miedo con que de pronto alguien saliera a decir que yo también soy hija de él o algo así.
Lina se marchó más tranquila, pero Luna miró de mala manera a Sam que avergonzada, se encogió en sí misma hasta que se cansó y le reprochó.
—¡Bueno, ya mujer! Supéralo, que pasó hace mucho y gracias a eso tenemos una linda hija, ¿no?
Luna resopló aún disgustada teniendo que darle la razón.
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Mientras tanto en el quirófano, Lynn adolorida por estar en labor de parto, preocupada veía a su hermana Lisa ir y venir junto a su asistente del cubre bocas y el cabello cubierto que le daba un aire demasiado familiar. Esta se movía torpemente y temió que la lastimara al hacer más mal que bien al ayudar a Lisa.
—Unidad fraternal —Lisa la llamó—. Me temo que hay algunas complicaciones, nada graves, por lo que no tienes que preocuparte de nada, aunque me temo que tendremos qué anestesiarte.
—¡De ningún modo! No quiero perderme el nacimiento de mi bebé.
—Para empezar, si de verdad quieres que tu bebé venga sin ninguna clase de complicaciones, tendré que hacerlo. El riesgo será muy peligroso para ambos si no lo hago.
Fastidiada, a Lynn no le quedó de otra que aceptar que le pusiera la mascarilla. Tras dejar pasar unos momentos, Lisa se dirigió hacia su asistente.
—Está fuera de combate, doctora Loud. Proceda.
La asistente se quitó la mascarilla revelando una cabellera castaña más larga que la de Lisa, y al apartarse el cubre bocas reveló ser casi idéntica a la misma, si acaso unos pocos años mayor. De uno de los bolsillos de su bata sacó unos anteojos que al colocárdelos incrementó su parecido, del otro sacó un control con forma de varita el cuál activó viendo hacia un rincón solitario del quirófano, cuando de pronto se materializó un aparato que tenía cierto parecido a una cabina telefónica antigua.
—Vuelvo enseguida, doctora Loud.
La segunda Lisa ingresó a la cabina, cuyo interior estaba lleno de instrumental científico siendo por mucho más amplio de lo que parecía por fuera. Una bebé de un año en su cuna estiró sus manitas hacia ella tratando de llamar su atención.
—¡Mami, mami!
—Ahora no, Lulú. Mamá está ocupada.
Se dirigió hacia una incubadora que Lulú miró con interés sintiendo un deja vú. Lisa ingresó unos comandos en el tablero y la incubadora se abrió revelando en su interior a una bebé recién nacida con una fina capa de cabellos castaños sobre su cabeza. La pequeña hija de Lisa la señaló asombrada.
—¡Bebé!
—Así es, mi pequeña descendiente. Se trata de una versión mejorada de una de tus primas endogámicas, específicamente nacida de uno de los óvulos de tu tía Lynn Junior y tu padre, pero sin ningún padecimiento de ninguna índole a causa de su parentesco gracias a la manipulación genética con que la fabriqué. Es una suerte que haya interceptado esta anomalía en la actual línea de tiempo de esta dimensión para corregirla.
Sacó a la bebé y la envolvió con una de las cobijas del hospital sin siquiera limpiarla.
—Espérame un momento más, Lulú. Pronto terminaremos lo que vinimos a hacer aquí.
Cuando regresó al quirófano, la Lisa original miraba con suma preocupación al bebé que por medio de sus conocimientos médicos había conseguido que Lynn diese a luz sin problemas gracias a una cesárea.
—Mi estimada contraparte de otra dimensión... ya no estoy tan segura de proceder aún con esto. Sé que la bebé no es perfecta y tiene muy serios defectos que ya anticipaba, pero...
—Defectos que entorpecerán la vida no sólo de tu hermana correspondiente y su esposo, o la de tu hermano también, sino la de toda la familia en general al no estar preparados para sobrellevar lo ocurrido. Además, mira. Ya había creado al reemplazo de tu sobrina.
La Lisa de esa dimensión la miró. Tenía que reconocer que su contraparte había hecho un buen trabajo y la bebé parecía bastante saludable en comparación a la que estaba cargando. Miró a Lynn aún inconsciente, pero estremeciéndose, pues la anestesia que le proporcionó había sido muy poca para no dañarla a ella o a la bebé que tuvo, al menos no más de lo que ya estaba.
—¿Me prometes que será bien cuidada?
—Encontré una buena institución donde se encargarán de ella correctamente, lejos de esta línea de tiempo e incluso en otra dimensión para que no existan posibilidades de un choque entre nuestros congéneres con ella.
Suspirando, Lisa le entregó a la hija de Lynn recibiendo a la bebé castaña saludable.
—Espero no arrepentirme de ello.
La otra Lisa cargando a la bebé original con una mano, sacó con la libre de su bolsillo un papel que le entregó también.
—Aunque todo está perfectamente con la bebé, te recomiendo que le administren estos medicamentos sólo para fortalecer un poco más su sistema inmunológico.
Lisa leyó la nota prácticamente pegándosela a la cara.
—No entiendo qué es lo que dice aquí. ¿En qué idioma o tipo de escritura está? ¿Era necesario encriptarlo?
Gruñendo por lo bajo, Lisa le dijo verbalmente cuáles eran los medicamentos y por cuánto tiempo administrarlos.
—...Sólo una cucharada cada noche por una semana, lo especifiqué claramente en la receta.
—Gracias por aclarármelo. Hubiese tenido dificultades para descifrar esta escritura tan deficiente que me hace de pronto cuestionarme cómo pasaste siquiera el jardín de infantes.
—¡Estoy más acostumbrada a escribir por medio de un teclado o dispositivo que hacerlo a mano! ¿Está bien?
—Mis disculpas —la miró de arriba abajo con suspicacia—. ¿No me darías alguna recomendación para evitar tener tales defectos cuando llegue a tu edad tan a futuro?
—¿De qué hablas? Tengo casi tu misma edad.
—¡Oh! Lo siento. No debes de tener un ritmo de vida muy favorable en tu dimensión.
Sólo porque Lynn parecía a punto de despertar, la otra Lisa se ahorró la grosería.
—Me marcho. Hasta entonces.
—¡Asegúrate que esa niña termine en buenas manos!
—Por supuesto.
El aparatejo en el que entró desapareció, no porque se hiciera invisible de nuevo, sino que realmente con un estallido de luz se desvaneció.
—¿Qué fue eso? —Aturdida exclamó Lynn que alcanzó a ver el fuerte resplandor al despertar desorientada.
—Una luz que se está fundiendo, hermana. Felicidades, es una niña.
Lynn reaccionó enseguida y se reclinó al frente recibiendo a la bebé entre sus brazos maravillada soltando lágrimas de felicidad.
—¡Es tan hermosa y perfecta! ¿No habías dicho que iba a tener problemas al nacer?
—Supongo que me equivoqué. Igualmente le entregaré esta receta a tu esposo para que traten los primeros días a la bebé de cualquier posible incidente.
Lynn le dio un vistazo a la hoja.
—No entiendo lo que dice ahí, ¿tu hijo la escribió?
—¡Oye! Hugh tiene mejor caligrafía. Te la transcribiré en la computadora.
Lynn se encogió de hombros y regresó su atención a su pequeña hija.
—¡Hola mi amor! Te llamaré Lacy y te amaré por siempre, mi pequeña campeona.
Lisa al ver la escena, comenzaba a arrepentirse de lo que hizo. Sea donde fuese que su auténtica sobrina se encontrara, esperaba que fuese en un buen lugar.
Llamó a toda la familia para que entraran y conocieran al nuevo integrante McBride-Loud, aunque del primero la pequeña no tuviese nada además del apellido.
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Lulú miraba a la bebé a su lado asombrada. Le hizo un cariño al tocarle la cara y la niña que respiraba entrecortadamente abrió los ojos, lo que asustó a Lulú que retrocedió gateando.
—¡Mami, mami! ¡Ira!
La bebé señalaba a la recién nacida. Lisa suspiró terminando de colocar las coordenadas de su siguiente destino.
—Lo sé, Lulú. Deja de señalarla que eso es grosero. No te preocupes por ella. Encontré un lugar adecuado donde será bien tratada y nunca establecerá contacto con ningún integrante de nuestra familia —se puso un tanto pensativa—. Supongo que por lo menos le debo el nombre.
Sacó un papel y una pluma, entonces una duda la embargó.
—¿Su nombre lleva una "s" intermedia? —Una alarma sonó indicando que llegaron a su destino—. Lo que sea. Hay que hacer esto rápido. Veamos... "Hola, mi nombre es Lascy".
Dejó la nota en una canasta y ahí puso a la bebé recién nacida. Lulú hizo un puchero por tener que despedirse de ella.
Lisa salió afuera de la máquina. Habían llegado a una calle sumida en las tinieblas de la madrugada. Miró en todas las direcciones. El lugar estaba completamente solo.
Se acercó a un enorme recinto que rezaba "Orfanato estatal de Michigan No.17" y dejó a la bebé frente a la puerta que enseguida tocó fuertemente.
—Hasta Luego, Lacy. Espero puedas perdonarme.
Corrió de regreso a la máquina que Ronnie Anne hace mucho bautizó como "Tardis" y desapareció con ella.
Una de las puertas del orfanato se abrió y por ella asomó una mujer que daba la impresión acababa de levantarse. Su aspecto parecía severo, acentuado por su molestia debido al llamado tan temprano, pero tan pronto vio a la bebé al pie de la puerta dentro de la canasta, su expresión cambió a una alarmada.
—¡Pero qué pasó aquí!
La mujer cargó a la bebé cuyo aspecto era demasiado inusual. Su piel era enfermizamente pálida y rosada, casi sin pigmentación, una pelusa blanquecina asomaba sobre su cabeza. La niña hipó y sus ojos se abrieron asustando a la mujer. Eran rojizos, no parecían alineados y eran tan opacos. Por la forma en que se movieron incapaces de centrarse en la mujer, ésta sospechó que la bebé tal vez era ciega.
—¡Maldita gente desalmada! —gruñó realmente molesta—. Miren que abandonar un angelito sólo por nacer así. Ven adentro, hermosa.
Recogió la canasta. Al entrar, uno de los docentes la miró sorprendido por la niña.
—¿Qué ocurre aquí? ¿De dónde salió ese bebé, señorita Hepburn?
La mujer le explicó el modo en que la encontró. Ambos se percataron del papel dentro de la canasta, el cuál tomaron para leerlo.
—¡Cielos! —exclamó el docente—. Qué letra tan horrorosa. Tal vez la madre era una preadolescente con poca educación. ¿Usted entiende qué dice aquí?
La mujer trató de leerlo teniendo las mismas dificultades.
—To... hola. Ni... mi num... nombri... nombre es Las... Les... cy... ly... "Hola, mi nombre es Lesly". Creo que es lo que dice.
Aclarado el nombre de la pequeña, fueron a la dirección para explicar lo acontecido.
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Lisa terminaba de hacer los cálculos para regresar tanto a su dimensión como a su tiempo, cuando sintió la mirada acusadora de su bebé de un año encima de ella.
—Deja de mirarme de esa manera, Lulú. Mis acciones aunque en apariencia ruines, eran necesarias para preservar una dimensión donde el incesto no debía de predominar de ningún modo. Estoy segura que Lacy estará bien donde la dejamos —reflexionó para sí misma—, bastante lejos de tu padre de modo que no haya ninguna clase de riesgo que pueda poner en peligro el universo... o al menos su integridad.
La niña refunfuñó.
—¡Mamá mala!
—Ya déjalo pasar. Además, piensa que esto nos sirvió para mantenernos alejadas de nuestra dimensión en este día en particular que representa un grave riesgo para nuestras integridades, siendo que tú tía materna Luan suele usarlo como pretexto para desatarse volviéndose una persona de la que no puedes confiarte.
Miró el calendario en una de las paredes de su nave.
—Aunque en términos generales, te recomiendo que en esta fecha en particular no confíes en nadie ni creas nada de lo que te cuenten, ¿entiendes Lulú? NO TE CREAS NADA DE LO QUE TE CUENTEN EL DIA DE HOY, QUE PODRÍA TRATARSE SÓLO DE UNA BROMA.
La niña, amedrentada por la forma en que su madre le habló, se encogió en su lugar y asintió nerviosamente. Lisa le hizo una caricia en el cabello para compensar el susto que le dio.
—Buena niña. Ahora, tal vez nos dé tiempo de visitar a nuestros bisabuelos en Canadá muy en el pasado antes de regresar a casa. ¿Alguna vez te hablé de la familia Silence, hija mía? En lo que atiendo asuntos con ellos, espero no te importe dejarte sólo un momento en el ático.
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Dedicada a StarcoFantasma (creador principal de lconcepto de "El plan de Lina") y a Dstriker21(creador del Oc de Lesly y el concepto principal de "Déjame ser tus ojos"),quienes cada uno por su lado me dieron dos ideas para escribir un par de inocentadas desde hace algún tiempo, y espero que a ambos les haya agradado el modo en que terminé por juntarlas en una sola, como al resto haberla leído.
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