•|CAPÍTULO DIECIOCHO
[S i n E d i t a r]
La blanca y delicada piel se sentía tan suave bajo sus manos, las caricias eran avariciosas ante cada toque y cada gemido, sus manos acunaron los blancos pechos y los masajeron concentrándose específicamente en los rosados pezones: sus labios se dirigieron hacia el pecho izquierdo mientras masajeaba el otro, el cuerpo bajo él se removía con urgencia y de los labios rosados salían suspiros de placer y uno que otro ruego, dejó de masajear el pecho derecho y fue bajando lentamente su mano hasta llegar a la entrada de la chica bajo él, ella gimió ante la anticipación a lo que él la calló dándole una pequeña mordida en el pezón que aún chupaba provocando que la chica soltará un pequeño grito.
— Te dije que no hicieras ruido— le recordó, mirándola a los ojos.
Una sonrisa satisfactoria se instaló en su rostro al ver la expresión desesperada y sudorosa de ella, los ojos verdes lo miraban con lágrimas en los ojos y una súplica silenciosa.
— Por favor, Harry.
Harry adentró su dedo índice en la entrada de ella y con el dedo pulgar daba leves masajes que hacían a la chica cerrar los ojos y removerse ante las sensaciones que recorrían su bajo vientre.
— shhh— tarareó—, No hagas ruido, Clare y recuerda que soy tu amo.
— ah...mmm...amo— gimió al sentir el segundo dedo introducirse en su interior.
Harry le dió una palmada en los pechos con fuerza como advertencia, Clare se removió sin embargo evitó soltar un quejido: sus manos se encontraban atadas y lo único que podía mover eran sus piernas, sentía el escozor en sus pechos justamente en la parte en la que Harry le había pegado con la palma de la mano.
— Clare eres mía, ¿Verdad?— preguntó, acelerando las embestidas con sus dedos. Clare mordía sus labios para evitar soltar algún ruido y sus ojos permanecían cerrados, estaba por venirse.— Dí que eres mía, que me perteneces— fue desacelerando las embestidas.— Mírame y dime que eres mía.
Clare abrió los ojos que se encontraban vidriosos, ambas miradas se encontraron y mientras Clare dejaba soltar gemidos, Harry se acomodo entre sus piernas al mismo tiempo que sacaba los dedos de su interior.
— Soy tuya...te pertenezco— aseguró entre suspiros. Harry sonrió alegremente y de una sola estocada la embistió. Clare soltó un gemido mientras que Harry gruñó al sentirse unidos.
— Dí que me amas, dilo— ordenó entre embestidas, agarrando las caderas de Clare con fuerza.
— ¡Harry...ah...te amo!,¡Te amo!
Harry quiso decir algo pero no salió nada de sus labios sin embargo junto sus bocas en un beso lleno de pasión y lujuria. Harry desató las manos de Clare e hizo que ella se aferrara a él, las caricias los besos todo se sentía tan bien, él extrañaba esto y ahora la tenía entre sus brazos.
— Te amo, Harry, te amo— murmuraba Clare entre suspiros.
Harry la miró directamente a los ojos y de repente sintió como si algo lo jalara para alejarlo de Clare, él se aferró a ella sin embargo el tirón se sentía tan fuerte y doloroso, cerró los ojos an sentir como si ante cada jalón le estuvieran arrebatando algo porque sentía que ya no podía aferrarse de Clare. Giró su cabeza hacia tras para tratar de descubrir a la persona que lo alejaba de esa manera de Clare y se encontró con la figura de su hermano menor: Nathan y este parecía mirarlo con odio y frialdad en su mano llevaba lo que parecía ser una cadena de fuego ardiente que se enredaba con su cadera.
¿Qué estaba pasando?
— Harry te amo— escuchó decir a Clare así que se giró a verla, ahora ella se encontraba con lágrimas que se resbalaban por su rostro—¿Tú me amas?
Harry quería decir algo pero cuando trato de abrir la boca de nuevo sintió el tirón y gritó de dolor, cerró de nuevo los ojos.
—Harry... Harry— sintió una pequeña caricia en su rostro que lo hizo abrir de nuevo los ojos: sintió como aquella cadena se desvanecía ante la caricia de Clare así que abrió los ojos esperando encontrarse con ella sin embargo Clare ya no estaba—, Harry...te amo.
Se giró hacia donde provenía la voz y con un dolor en el pecho vió a Clare vistiendo un vestido color crema que la hacia ver como un ángel de cabellos rojizos y estaba junto a Nathan, ambos estaban agarrados de las manos y ella se veía tan radiante.
— Clare— la llamó—, Clare no me dejes.— suplicó al verla alejándose junto a Nathan.— Tú me amas— Clare se detuvo y lo miró de una manera indescifrable.
— Pero tú a mí no— y sin más ella se desvaneció junto a Nathan.
—¡No!,¡Clare!,¡Vuelve!— gritaba con tanto dolor:¿Por qué le dolía que ella se fuera?.— Por favor— susurró antes de despertar.
Harry se despertó entre las sabanas de seda que adornaban la cama King size de su habitación el sudor brillaba sobre su cuerpo y los mechones largos de su cabello se pegaban a su frente, su respiración era errática e inconscientemente apretaba con fuerza las sabanas bajo de él: miró a todos lados esperando encontrarse con Clare pero su mente le trajo de inmediato las hechos reales,Clare no estaba con él, ella estaba realmente junto a Nathan y parecía que ella lo amaba.
—¿Por qué diablos soñe eso?— se preguntó escondiendo su rostro entre sus manos.
Hace unos días que había regresado de Benson con la promesa de regresar cada fin de semana para visitar a Edward pero en esa semana que llevaba lejos de su hijo él había empezado a tener ese tipo de sueños en los que empezaban con Clare como protagonista y en varios escenarios en los que él la hacia suya pero terminaba siempre con ella dejándolo y yéndose con Nathan. Miró su mano en la que la herida que se había hecho anteriormente ya estaba cicatrizada y que poco a poco comenzaban a desaparecer, decidió ir a tomar una ducha pues dudaba volver a dormir, mientras se levantaba verificó la hora e inevitablemente pensó en lo que Clare estaría haciendo, posiblemente aún estuviera durmiendo: una sonrisa surco su rostro al imaginarse a Clare dormida recordando aquellas veces en las que la había visto dormir cuando ella se quedaba en su casa.
—¿Por qué soñé eso?— se preguntó en un susurro, levantándose con solamente los pantalones de la pijama.
Al salir de tomarse una ducha y con una toalla amarrada a su cadera se dispuso a salir de su habitación para ir a la cocina y prepararse un desayuno más no contaba con que su ama de llaves estuviera en la habitación ya tendiendo la cama.
— ¿Qué haces aquí,Marie?— preguntó.
La mujer sin dejar de tender la cama y mirar a Harry, respondió.
— Ya le tengo preparado su desayuno, solo estoy esperando indicaciones de usted para planchar su traje que llevara hoy— comentó.
Harry miró hacia la ventana de la habitación y se dió cuenta que las cortinas ya estaban abiertas dejando ver el amanecer.
¿Cuánto se habían tardado en la ducha?
— ¿Qué haces aquí?
— Jóven— lo miró después de terminar de hacer lo que estaba haciendo—, mi deber como ama de lleves es tener todo listo para usted.
Harry evitó rodar los ojos, a haces le daban ganas de despedir a la mujer pero su mamá no lo permitiría ya que era ella la que había mandado a la mujer para servirle aunque sospechaba que también para vigilarlo. Caminó hacia su closet en donde escogió el traje que llevaría y se lo entrego.
— Trae mi desayuno no quiero bajar— ya que estaba ahí,¿Por qué no aprovechar?. La mujer asintió y llevándose el traje salió de la habitación.
Se puso unos bóxers y con la toalla "seco" su cabello o mejor dicho solamente lo humedició estaba pensando seriamente en cortarselo, escuchó la puerta ser tocada a lo que él murmuró un «adelante» y la mujer ingresó con una charola en donde llevaba el desayuno.
— Aquí le dejo el desayuno, en unos cuantos minutos su traje estará listo por cierto le informó que su madre marco ayer después de que usted se fuera a dormir para pedirle que fuera el esté Sábado a su casa ya que habrá otra reunión familiar.
—¿Reunión familiar?— preguntó con el ceño fruncido.
— Sí señor eso es lo que su madre dijo.
— Retirate.
Después de que la mujer salió de la habitación Harry se quedó sumido sus pensamientos, preguntándose la razón de aquella reunión solo esperaba que no fuera algo malo.
Oh si tan solo hubiera sabido lo que le esperaba en ese noche.
Cuando el sábado había llegado todo parecía estar con una calma asfixiante o al menos así lo sentía Harry, había hablado con Clare anteriormente por teléfono para saber si estaría ella ese día a lo que ella había respondido que sí, así que Harry había tratado de convenserla para que hablaran con los padres de Harry sobre la paternidad recién adquirida sin embargo ella se había mostrado nerviosa y le dijo que aún no era el momento adecuado.
¿Entonces cuándo lo sería?
Harry quería que todos supieran que ese niño era suyo y quería reclamar a Clare para ir al registro y cambiar el apellido de Edward pero eso también Clare se había negado argumentando también que no era el momento adecuado.
— Tonterías— había dicho Jack cuando se lo comentó en una noche de tragos después de un largo día en la empresa—, esa mujer de seguro quiere negarse a que le des el apellido al niño.
Harry se había quedado con las palabras de su "amigo" en la mente, ¿Realmente Clare estaba haciendo eso?. Soltó un suspiro mientras acomodaba su corbata odiaba tener que usarla pero al ser presidente de Publicity Styles se vía obligado a usarla todos los días y ese día también tenía que llevarla puesta ya que al parecer iba a hacer una cena de etiqueta.
Se miró por última vez al espejo y salió de su habitación, mientras iba caminando por el pasillo de las habitaciones llegó hasta la habitación en la que solía encontrarse con Clare cuando ella era su sumisa, sacó la llave que siempre solía llevar a todos lados de su pequeño estuche con forma de encendedor y abrió la puerta, se quedó a pie en el umbral de la puerta, sin embargo encendió las luces y de inmediato la habitación se iluminó: todo estaba en su lugar como la última vez que él había estado ahí después de la partida de Clare desde ese día algo le provocó no volver querer estar ahí, después de que retomo su papel como Dominante ni siquiera había llevado a sus sumisas a la habitación, él simplemente las había citado en algún hotel además de que sus sumisas solo le duraban una vez o dos si el sexo le había gustado pero ahí en adelante ya no las volvía a buscar por supuesto que aquellas sumisas solían pertenecer a otro Dominante que le gustaba compartir así que ya tenían experiencia. La única con la que había repetido más de una vez después de Clare había sido Louise, con ella el sexo era bueno aparte de que con Louise podía hacer todo lo que con Clare se contenía ya que a Louise le gustaba ese tipo de sexo y él no le veía inconveniente aprovecharlo.
— Al final— murmuró en voz alta—¿Fuiste realmente mi sumisa?.
Su voz pareció escucharse como un eco al interior de la habitación o tal vez solo fue en su mente que aún resonaba la pregunta que no esperaba ser respondida.
Clare se encontraba en la habitación que anteriormente había sido asignada cuando había venido la primera vez, ella se sentía nerviosa y no sabía por qué, simplemente sentía que esa noche algo pasaría.
—¡Mami!— dejó de ver el paisaje del jardín trasero y miró a Edward.
—¿Qué pasa cariño?.
—¿Estás bien?— preguntó al ver a su mamá tan pensativa. Se acercó a su mamá, Edward vestía un pequeño smoking y sus rulos estaban ligeramente peinados pero sin perder su toque.
— Sí tesoro— le acarició suavemente el rostro, ganándose una encantadora sonrisa por parte del pequeño que recalcaban sus hoyuelos—, está noche es hermosa— Edward miró hacia el jardín que brillaba ante las lámparas alumbrando en camino y la luna llena haciéndole compañía a la tenue oscuridad.
— Como tú mami— halagó el pequeño, pasándose de puntitas para darle un beso en la mejilla a Clare.
—¡Mi pequeño caballero!— abrazó a Edward haciendo que riera infantilmente.
— ¡Vamos abajo mamá!— gritó para que lo escuchará ya que aún seguía entre los brazos de su mamá—, quiero ver a mi papá— susurró.
Edward sabía que no podía decirle papá a su papá Harry, su mamá le había explicado que sus abuelos no sabían que él era su nieto así que no podía decirle papá en público a su papá Harry algo que lo entristecía.
— ¿Harry ya llegó?— le preguntó, separándose de Edward.
— No pero quie...— trataba de pronunciar bien ya que como le había dicho a su papá, él iba a aprender a pronunciar bien la "r"— quie...— frunció su pequeño ceño e hizo un puchero. Clare rió.
— No te esfuerces cariño.
—¡No!— gritó cruzándose de brazos—, tengo que deci...decilo— soltó un suspiro al darse cuenta que aún no podía pronunciar la "r".
— Pronto pronunciarás bien, cariño— le sonrió—, ahora vamos abajo.
Edward tomó de la mano a Clare y ambos salieron de la habitación, Clare sintiendo su corazón latir desmesuradamente pero con una sonrisa sincera en el rostro, cuando bajaron hacia la sala Clare pudo apreciar que todo estaba muy bien decorado realmente le gustó como estaba todo, al llegar al final de las escaleras se encontró con la mirada de Abigail que acababa de llegar junto a Daniel y en ese momento saludaban a Mariel, Daniel se veía emocionado mientras que Abigail lucía nerviosa.
— Wow— murmuró Daniel al verla, sonriendo tímidamente.
A Clare nunca le desagrado Daniel, él se le hacía una persona buena y amable aparte de que le había hecho abrir los ojos a las ilusiones que ella sola se estaba haciendo al estar con Edward.
— Te ves muy bonita— le halagó.
— Gracias.
— Hola Edward— saludó, Daniel. Edward se escondió atrás de las piernas de Clare y solo asomó su pequeña cabeza.
— Hola.
Abigail se mantuvo callada y solo murmuró un "Buenas noches", para después llevarse de la mano a Daniel hacia la sala. Mariel se acercó a Clare.
— ¿Te gusta la decoración?— le preguntó.
Clare terminó de bajar los últimos escalones junto a Edward, se paró frente a Mariel.
— Es muy bonito,¿Ha visto a Nathan?.
— Está junto a su papá en el despacho.
—¿No ha llegado mi tío Harry?— preguntó está vez Edward, saliendo trás las piernas de su mamá.
— Aún no, seguro no tarda en llegar, ¿Por qué no vamos a la sala?.
Clare asintió y agarrando la mano de Edward caminaron a lado de Mariel hacia la sala donde había más personas, Clare frunció el ceño ya que no reconocía a ninguna de las que estaban ahí aparte de la familia de Nathan, vió a Abigail hablar con una pareja mayor que Clare no conocía, Daniel estaba a lado de Grace y su marido el cual parecía ignorar la conversación de ambos primos, la pequeña mano de Edward se aferró a ella con fuerza dando a entender que se sentía cohibido por tanta gente.
— En unos minutos pasaremos al salón principal— Avisó Mariel que seguía a lado de Clare.
—¿Mami pol qué hay tanta gente?— preguntó con timidez.
— Eso mismo me pregunto.
Mientras los minutos pasaron la gente fue llevada al salón de fiestas que se encontraba en el ala oeste de la Mansión, Clare solo había ingresado cuando Nathan le había dado un recorrido pero ahora se veía muy elegante y ella pudo percibir el toque de Abigail en cada adorno y detalle, miró a Abby la cual aún seguía viéndose nerviosa pero sonreía y platicaba amenamente con las demás personas alrededor, Clare la conocía bien así que le era fácil ver a la verdadera Abigail, buscó de nuevo con la mirada a Nathan pero no lo encontraba, pasó a sentarse en una de las mesas ahí junto a Edward que se mantenía callado y viendo de vez en cuando a la entrada de el salón.
— Hola Clare— saludó Grace, acercándose con esa típica elegancia de los Styles al caminar.
— Hola— le respondió.
—¿Cómo estás Edward?.
— Bien— la voz de Edward aún se escuchaba tímida.
— ¿Te gusta la fiesta?
¿Fiesta?
¿Qué no era simplemente una reunión familiar?
— Yo... sí.
— Oh— sonrió—, no mientas conmigo a mi tampoco me gusta mucho las fiestas.
Clare evitó fruncir el ceño, ella tenía entendido que antes Grace solía asistir a muchas fiestas, aunque tal vez lo decía por el embarazo.
— Abby si que tiene buen gusto— comentó, tomando asiento a lado de Clare.
Edward se mantenía también sentado a la espera de su papá o de Nathan.
— ¿Sabías que ella fue la encargada de la mi boda?— Clare negó, para ese tiempo ellas ya no hablaban—, fue muy bonito ese día— comentó con nostalgia, posiblemente recordando ese día—, aunque Harry se veía muy decaído durante la fiesta, él ni siquiera se presentó en la ceremonia— hizo una mueca.
Clare pasó saliva, a ella le estaba empezando a incomodar la conversación, no quería saber el estado en el que Harry se encontraba después de que ella se fue.
— Aunque ahora tendrá que asistir a la próxima boda— rió. Clare la miró confundida.
—¿Próxima boda?— preguntó. Grace pareció darse cuenta de lo que había dicho.
— Sí ya sabes...— le sonrió— Daniel y Abigail.
Clare buscó con la mirada a su antigua amiga y la encontró está vez sentada a tres mesas de donde ella se encontraba, Abby también la miraba así que al toparse las miradas, Abigail desvió rápidamente la mirada y volvió a su conversación con Daniel.
—¿Daniel le va a pedir matrimonio a Abigail?.
Ahora entendía porque del nerviosismo de Abby y de la emoción de Daniel, tal vez si su amistad siguiera intacta ella estaría apoyándola.
— Oh,mira ahí está Nathan— respondió rápidamente Grace mientras se levantaba. Clare miró hacia donde había señalado Grace y vió a Nathan ingresando al salón, se veía tan guapo, sonrió al verlo.
— Papi Nathan también está usando un traje como el mío— señaló alegremente Edward, feliz de aunque sea ver a Nathan.
— Y los dos se ven hermosos.
— ¿Papá Harry también se verá hermoso?— preguntó inocentemente, provocando un sonrojo en las mejillas de Clare.
— Es posible, sí— tartamudeo.
¡Demonios!, Su hijo la estaba haciendo tartamudear, pero ella sabía bien que Harry se veía perfecto con lo que usará no importaba que. Olvidó esos pensamientos y junto a Edward caminaron hacia Nathan el cual al verlos les sonrió.
— Te extrañe— murmuró Nathan después de que Clare y Edward llegarán a su lado. Clare le sonrió cálidamente y le dió un beso en la mejilla.
— Yo también.
—¡Y yo!— gritó Edward, provocando risas por parte de la pareja.
Una hora después de la hora acordada en la que Harry tenía que haber llegado a casa de sus padres él iba llegando por fin, había tenido planeado llegar a la hora acordada sin embargo había tenido que pasar por Louise que le había pedido que fuera por ella, a regañadientes había aceptado ya que Grace también se lo había pedido, sospechaba que su hermana quería verlo con alguien aunque ese alguien sea una chica más jóven que él, era probable que su hermana haya malinterpretado todo después de verlos en más de una ocasión juntos en algunos eventos, debería dejar de hacer eso.
—¿Todavía sigues enojado?— preguntó Louise con expresión divertida, mientras terminaba de retocar por décima vez su maquillaje.
— Calla y mejor sal del auto— ordenó malhumorado.
— Oye tranquilo— se inclinó hacia Harry, tratando de acariciar el muslo de él sin embargo para diversión de Louise, Harry se lo impidió.
— Sal del auto— la miraba ferozmente. Louise sin dejar de sonreír se alejó de él y abrió la puerta.
— ¿Dónde ha quedado aquel caballero que conocí?— preguntó viéndolo sobre su hombro.
— Nunca existió.
— Por cierto— Harry la miró— Posiblemente hoy recibas una sorpresa— le guiñó el ojo y después de cerrar la puerta se fue, caminando como toda la modelo que era.
Harry tardo un par de minutos en salir, ignorando el último comentario de Louise. Salió del auto y se sorprendió al percatarse de que no era el único auto estacionado, ¿No que era una reunión?, Se preguntó mentalmente. Entró a la casa de sus padres y desde donde estaba podía escuchar la suave música clásica sonar en dirección al salón de fiestas, camino hasta llegar al salón encontrandose con amigos y socios de su padre y de él, estaba confundido.
Se abrió paso entre las personas que lo saludaban con una sonrisa y se alejaba de inmediato al ver las intenciones de otros por querer hacer negocios con él, mientras caminaba agarró una copa de champagne traía un camarero en una charola,
Llevó la copa a su boca para poder darle un trago sin embargo el líquido jamás llegó a sus labios porque su mirada se topó con la figura de Clare, ella se veía preciosa, no, preciosa era quedarse corto, perfecta. Clare vestía un delicado vestido color azul marino que dejaba a la vista sus brazos y le llegaba hasta la rodilla, su cabello caía libremente en cascada resaltando las ondulaciones de este ella parecía brillar ante tanta suciedad, a su lado se encontraba su hijo riendo ante lo que sea que Nathan le estuviera diciendo, apretó los puños al ver como su hijo se divertía con su hermano mientras que este sujetaba de la cintura a Clare, él tenía que estar ahí, vió a Edward salir corriendo hacia donde se encontraba la mamá de de ambos.
Una melodía lenta y armoniosa comenzó a sonar y la expresión de Clare fue de sorpresa, le sonrió emocionada a Nathan y le dió un beso en los labios, Harry se detuvo mientras veía a Nathan decirle algo a Clare para después ella asentir y unir sus manos a la de él dando a entender que iban a bailar, las parejas se habían unido al baile y cada uno tomaba su ritmo lento y romántico conforme la canción avanzaba.
Espero a que aquel absurdo baile acabará para poder acercarse, sin embargo antes de poder llegar a donde su hermano y Clare se encontraban fue abordado por su hermana.
—¡Harry!— sintió como los delegados brazos de su hermana lo rodeaban en un abrazo.
— Grace— la miró. Su hermana se veía deslumbrante y con un pequeño brillo en la mirada que él supuso se debía al embarazo.
—¿Por qué llegaste tan tarde?— se alejó unos pasos de él.
—¿Será por culpa de tu amiguita?— respondió.
—¿Louise?.
—¿Quién más?— arqueó una ceja mientras llevaba la copa de champagne a su boca.
— Pero si ya sabes como es ella— rió— además de que seguro ustedes se entretuvieron— lo miró juguetona.
—¿Qué?, Grace— soltó un suspiro— sea lo que sea que te estés imaginando deja de hacerlo, no me gusta de esa manera tu amiga.
— Ay Harry no seas así— frunció el ceño—, yo los he visto muy juntos estos últimos meses así que no tienes que ocultarlo.
— No estoy ocultando nada, mira te seré sincero para que dejes esas estúpidas ideas de quererme emparejar con Louise— murmuró—, he de admitir que ella es atractiva y que de vez en cuando me he dejado llevar y hemos tenido sexo— la expresión de su hermana le dió gracia, parecía algo escandalizada—,sin embargo ella no es mi tipo.
—¿Entonces quién lo es?— cuestionó sin dejar de fruncir del ceño.
Harry miró rápidamente a Clare la cual ahora se encontraba a lado de sus padres y Edward, afortunadamente su hermana no se percató de ello.
— Alguien que sea todo lo contrario a Louise.
Clare miró a Nathan después de acabar con el baile, se había sentido tan bien estar entre los brazos de Nathan, ver la mirada de amor y adoración que le daba y que en cada beso le susurrara que la amaba, se sentía querida, amada, correspondida algo que espero no ser a lado de Harry.
— Clare— la llamó al separarse después de que la música se había detenido—, baila conmigo.
— Pero si la música ha acabado— señaló, sonriendo.
Nathan la agarró de la mano y la atrajo hacia él en el preciso momento que comenzaba a sonar no una melodía sino una canción, Clare miró con sorpresa a Nathan. Nathan se acercó a su rostro y besó su mejilla castamente, haciéndola sonrojar.
— You're just too good to be true Can't take my eyes off of you You'd be like Heaven to touch I wanna hold you so much — comenzó a cantar al compás de la canción cerca de su oido—Atong last love has arrived And I thank God I'm alive You're just too good to be true— una mano en la cintura y la otra unida a su mano mientras ella se sostenía con la otra mano en el hombro de él, le fue inevitable no pensar en su primer baile con Harry donde ella aún no sabía bailar pero con movimientos torpes lo había seguido: tenía que sacar esos recuerdos, en ese momento se encontraba con Nathan—, Can't take my eyes off you.
—Nathan— susurró, interrumpiendolo.
—¿Hmp?
—¿Qué haces?— preguntó, recargando su cabeza en el hombro de él.
— Catando— respondió con obviedad, provocando una risa por parte de Clare.
—¿Por qué?
I love you, baby
And if it's quite alright
I need you, baby
To warm a lonely night
I love you, baby
Trust in me when I say
La canción seguía mientras ellos se sumergían en el recuerdo de la primera vez que se conocieron y como esa canción había formado parte de eso ya que era la misma que se escuchó durante su trayectoria en el carro de Nathan.
— La gente nos mira.
— Solo ignoralos, ahora somos tú y yo.
Ella no se percató que eran los únicos bailando y efectivamente todos los miraban unos susurraban y otros solo se mantenían espectadores, Harry apretaba con fuerza pero sin llegar a romper la copa de champagne viendo a Clare bailando de esa manera tan íntima, tan especial con Nathan.
— ¿Sabías que Daniel le va a pedir matrimonio a Abby está noche?— preguntó.
—¿En serio?— respondió con un toque nervioso.
— Bueno, eso es algo que me ha dado a entender Grace.
Nathan rió, provocando que Clare separará su cabeza del pecho de él y lo mirará.
—¿Qué pasa?— cuestionó, confundida.
— Clare...
Oh pretty, baby
—...hemos pasado dos años de un noviazgo hermoso que jamás espere vivir, realmente ni siquiera esperaba tener una relación pero...— Clare de nuevo comenzaba a ponerse nerviosa, no entendía—, te conocí y aunque me costó entrar en tu corazón aún así me dista la oportunidad de pertenecer en tu vida y en la de Edward, ese pequeño niño que aunque no sea mi hijo yo lo quiero como tal— levantó la mano entrelazada que tenía con Clare y la llevo a sus labios para besarla, en ese momento ellos ya se habían tenido.
—¿Nathan?— preguntó al verlo arrodillarse.
No, eso no estaba pasando.
Pensó Harry anonadado ante lo que estaba viendo. Nathan no podía hacerle esto.
—Por favor permitirme formar parte de tu vida hasta que la muerte nos alejé, permitirme formar un hogar contigo ante toda la ley...— sacó una pequeña cajita de terciopelo donde la abrió para encontrarse con un hermoso anillo de compromiso.—Permiteme despertar contigo cada mañana, por favor ¿Te casarías conmigo?.
Clare llegó ambas manos a su boca completamente sorprendida, ella no esperaba esto, jamás lo esperó y aún pensaba que eso debía ser un sueño, lágrimas recorrían su rostro ante la mirada de todos.
Por favor, di no.
Por favor.
Clare.
Di no.
Suplicaba Harry.
— Sí, aceptó— Respondió aceptando el anillo en su dedo anular, Nathan se levantó del suelo y ambos se fundieron en un abrazo, la gente alrededor comenzó a aplaudir sin embargo la pareja ni siquiera lo notaba demasía sumergidos en su burbuja de felicidad sin percatarse que dos corazones se habían roto.
Harry dejó la copa sobre una mesa que estaba cerca de él y para sorpresa de Grace él salió a toda prisa del salón, aunque ella no era la única que se había percatado de su salida. Harry no entendía o tal vez no quería hacerlo el por qué de su corazón doliendo, empezaba a sentirse ahogado y necesitaba salir de ahí cuento antes. Cuando salió de la casa se detuvo abruptamente, parecía que las cosas estaba empeorando para él.
— Hola, Harry— saludo una dulce y suave voz.
Frente a él se encontraba la persona que jamás creyó volver a ver, luciendo espectacular y sonriéndole tímidamente.
— ¿Bianca?
Por fin terminé el capítulo, realmente me costó porque me sentí insegura y tuve que borrar la mitad de lo que ya había avanzado.
Ya quería que llegara este capítulo 😍
Gracias por su paciencia y a los mensajes tan lindos que recibo a través de Instagram 😘😘
Críticas al capítulo aquí 👉🏼
Críticas a la escritora aquí 👉🏼
Recomendaciones aquí 👉🏼
¿Se esperaban esto?
Realmente dí por así decirlo una pista en mi última publicación en Instagram. 🤗
¿Qué piensan de Clare?,¿Hizo bien o mal?
¿Y Harry?,¿Ahora que hará?
Llegó Bianca el primer amor de Harry ♥️ en el peor/mejor momento.
¿Quién escuchó la nueva canción de Harry?
Un deleite para el ojo y causante de fantasías pecaminosas el vídeo.
Canción de Nathan y Clare por si no la conocen: 👇🏼
♥️Amo este película ♥️
PD: Se supone que iba a actualizar en la noche pero mejor ahora porque posiblemente llegue a mi casa solo a dormir.
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