OO2

Salí de la escuela, las clases terminaron y ahí estaba Taehyung completamente absorto en su móvil, me acerqué cuidadosamente.

—¿Qué estás haciendo Tae?—Taehyung pegó un brinquito y me miró.

—Ay Mierda, me asustaste—respondió con una mano en el corazón—Nada, nada.—dijo mientras escondía su móvil en su bolsa.

—¿Qué estas ocultando?—dije de brazos cruzados.

Taehyung bufó—Estoy hablando con unos amigos, acaban de abrir un bar y pues...Quiero ir.

—Aah, con que esas tenemos—me hice el enojado.

—Pensaba decirles, lo juro.—lo miré con el ceño fruncido—paso por ustedes a las ocho.

—¿Tan temprano?—dije algo aburrido

—Pues, en lo que se arreglan los chicos, ya sabes.

—Bueno, en eso tienes razón—mire mi reloj—¡No!, se me va a ser tarde, nos vemos al rato Tae.

—¿Ya te vas? ¿No piensas quedarte a hablar conmigo?—dijo haciéndose el dolido.

—¡Me encantaría, pero ya sabes que tengo algunos asuntos!—dije caminando al auto.

—Está bien, nos vemos al rato—dijo despidiéndose desde su lugar, entré a mi auto, tenía el tiempo perfecto para comprar algunas cosas e ir a casa, después de todo no quería quedar mal frente al amigo de papá así que me puse manos a la obra.

( ♡ )

Llegué a casa, tenía buen tiempo, pero mi papá no había llegado, se me hizo raro. Estaba por cocinar cuando mi móvil sonó, era él.

—Hablando del rey de Roma—me dije a mi mismo y contesté —diga.

—Jim, ¿ya estás en casa?

—Sí, ¿sucedió algo?—intente no sonar preocupado.

—Es sobre mi amigo—suspiró—su vuelo se retrasó así que llegaran más tarde, me dijo que mejor mañana va a comer con nosotros, y como es fin de semana tendremos más tiempo para platicar y esas cosas.

—¡Aa! Ya estaba por hacer la comida, bueno da igual, guardaré las cosas para otro día, y ¿cómo que mañana? Ya sabes que los fines de semana me voy con mamá—hace un tiempo que mis padres no están juntos, nunca entendí por qué, pero terminaron siendo rivales de trabajo, vivo con mi padre por que según ellos dos, es mejor para mí ya que podré aprender cosas de la empresa, de negocios, aunque nosotros bien sabemos que lo mío es el arte, pero da igual, los fines de semana son los días que salgo con mamá y son los más coloridos que tengo, aunque últimamente por ciertos temas no me ha dado tiempo de verla y eso me duele.

—Lo sé, pero después puedes reponerlos, hazlo por mi ¿sí?—dijo en un tono de niño pequeño.

—Está bien, no era tan necesario que usaras ese tono, por cierto, hoy saldré con los chicos.

—Bueno, solo no hagas nada malo, no llegues tarde, yo llegaré a casa como a las 9— dijo papá.

—Si, está bien, nos vemos papá, te dejaré la comida dentro del microondas.

—Si, gracias, nos vemos—y colgó sin más, solté un gran suspiro, pues, ya que más queda, haré un poco de comer para mi padre y para mí.

( ♡ )

Después de un buen rato de andar cocinando, ordenando y haciendo cada cosa, mire el reloj, Las 7. ¡Mierda se me hacía tarde!, subí rápido al baño y entré a la ducha, después de un rato salí y me arreglé, no quiero sonar egocéntrico pero no necesitaba de mucho para verme genial. Mi móvil sonó y contesté.

—Jimin, ya estoy afuera—dijo una voz al otro lado de la línea.

—Está bien Tae, ya bajo—tomé mis cosas y salí, efectivamente ahí estaba los chicos en el auto, sonreí y entré— bien, vámonos chicos—me senté al lado de Namjoon, Taehyung manejaba, Seokjin era el copiloto, nosotros dos atrás, mientras Jin y el Tae platicaban. Nam se acercó a mi oído.

—¿Qué sucedió con el chico que te presentó tu papá?

—Su vuelo se retrasó y pues...

—Oh ya veo, mejor, te tengo para mí sólito—soltó una risita. Después de unos minutos llegamos al bar, vaya que estaba cerca.

Los chicos y yo entramos, el ambiente, las luces, la música, eran cómodos y animados. Nos sentamos en unos pequeños sillones situados en una esquina de la planta alta, queríamos tener buena vista. A pesar de que el lugar acababa de abrir había una buena cantidad de gente.

—Pensé que habría menos personas— dijo Jin casi gritando.

—Pensé lo mismo—gritó Nam.

—Tae ¿por qué solo hay hombres aquí?— preguntó Seokjin, mientras miraba todo el lugar.

Bueno...Pues...Es que...—Tae se puso rojito—Es un bar gay—dijo mirando las aberturas en las rodillas de sus jeans.

—¡¿Qué?!—gritamos todos.

—¿Por qué nos trajiste?—preguntó Namjoon.

—Vamos chicos, todos ustedes me han dicho que son gays, bueno, Jimin aun no, pero no hace daño experimentar—dijo el muy cínico.

—¿Jin eres gay?—preguntó desconcertado Namjoon.

—Lo mismo me pregunto—dijo el Jin—Maldito Taehyung ¡te dije que cerraras la bocota!

—Es la última vez que te digo un secreto— contestó Namjoon molesto.

—Ay perdón, perdón. Además, somos amigos, tarde o temprano tenían que saber- —en eso Taehyung abrió los ojos mucho más de lo normal—...Guauuu.

—¿Qué pasa Tae?— pregunté mirando a la dirección en la que él miraba. Descubriendo que hizo que abriera los ojos. Con firmes pasos, entraron tres chicos, muy atractivos por cierto. Uno era realmente pálido, juraría que estaba muerto y su atuendo se basaba principalmente en ropas negras, el otro se veía el más alegre y extrovertido de los tres, sus cabellos algo rojos aparentemente ya que la luz del lugar no me ayudaba, y sus atuendos eran más coloridos. Pero el que estaba a la cabeza de los tres en su formación triangular, era un tipo alto de piel más o menos clara, un sexy tono, vestía unas ropas cómodas pero que delineaban su bien formado cuerpo, caminaba firme, se veía algo casando y miraba a todos lados. Los tres chicos se quedaron hablando en la barra que estaba al lado de la entrada. Mis amigos me despertaron de mi trance.

—Pero que chico tan guapo. Aparto al pálido, es mío.—dijo el Tae mordiendo su labio.

—¿Es enserio?—dijo Nam, pero Jin lo interrumpió.

—Pido al de cabello rojo—y mostró su hermosa sonrisa—¿Y el alto?

—Es para Jimin, te queda. —miré Tae.

—¡Estás loco! No.—dije escondiendo mi sonrojo.

—Si ajá, lo que tu digas, pues yo iré por ellos, ya regreso.—tragué saliva mientras  Taehyung llegaba al lado de los chicos. Era raro ver a Taehyung ligando, creo que es la primera vez que lo veo, y vaya que lo hacía bien, de no ser mi amigo, creo que si habría caído. Desde mi lugar podía ver como el chico pálido mordía su labio mientras veía a Tae de pies a cabeza hasta que, en cierto punto de la conversación señaló el lugar donde estábamos.

No pensé que esto pasaría, los ojos del chico alto y los míos coincidieron en una mira la cual no sabría describir... En el instante que el me miró, pude ver como sus ojos se abrieron más, creo que nos miramos por menos de tres segundos, pero, sea como sea, me di cuenta de dos cosas, una; había algo en mi estómago, un cosquilleo raro y dos; sentí que después de ese momento nada sería igual, ese chico...

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