Refugio De Oishi Pt. 2


- Bueno Giyuu, ya debo irme a casa. Pueden darse cuenta de que estoy afuera y eso podría...

- Ya vete.

El tono frío de Tomioka le hizo estremecerse.

- Si que eres alguien poco comunicativo, eh?

- Hmm.

- Vamos! No sabes alguna otra palabra en tu vocabulario?

- Vete.

- Pero yo!-

- Vete.

-... Bien! Me iré!

Yuno cruzó sus brazos con molestia y salió de la casa de Tomioka sin dirigirle la mirada.

Estaba aliviada de salir de ahí, ya que había un intenso olor a podrido en la habitación principal del recinto y le provocaba un dolor de cabeza.
Estaba segurisima de que ahí había un cadáver en descomposición.

A pesar de todo estaba muy alegre por como habían terminado las cosas.
No podía decir que el demonio era su amigo, pero estaba dispuesto a ayudarle y liberarla de su infierno.

Aún seguía sorprendida. Un demonio. Había visto un demonio! Así cómo en las novelas que leía sobre seres mitológicos y místicos que no pueden ser vistos por el ser humano!

Se imaginaba a los demonios más horribles para ser sincera. Giyuu tenía un cuerpo humano común (Ignorando su cuerno, los colmillos y sus brazos azules) y en general tenía buena apariencia.

Todo eso ahora le daba lo mismo. De todas formas mañana sería el mejor día de su vida.

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Fue a buscar al demonio la noche siguiente a su refugio y esperó pacientemente a que Tomioka saliera por su cuenta.

Cuando lo vio asomarse a través de la puerta no pudo evitar tener una enorme sonrisa.

No había olvidado su promesa!

- Giyuu! Si viniste!

- Creías que perdería la oportunidad de comer?

- Claro que no. A todos les da hambre! Jajaja

- Estás demasiado animada como para ir a matar personas.

- Oh, lo siento... Yo creí que...

- No importa. Tampoco es como si los fueras a matar tú.

Yuno se puso a su lado y empezaron a caminar a la par dentro de uno de los paisajes del refugio Oishi, directamente hacia la casa de la mujer.

- Cuando lleguemos debes esconderte en algún lado.

- No puedo enfrentarlos de frente?

- Es que si haces eso vas a hacer mucho ruido y llamarás la atención de los vecinos! Lo mejor es hacerlo uno por uno.

- Entiendo.

- Ven, es aquí.

La mujer abrió una puerta corredera en la parte trasera de una casa pequeña de color rojo.

- Esta es mi casa y esta puerta lleva directo a mi habitación. Por aquí salgo siempre, así nadie me ve durante la noche.

- Sería muy fácil entrar a robar.

- Lo sé, igual ya me ha pasado muchas veces.

Ambos entraron y Yuno cerró la puerta de tal manera que no se escuchó absolutamente nada.

- Shhh... Guarda silencio y escondete en algún lado hasta que alguien venga...

Tomioka observó la habitación (Era bastante pequeña y sucia, con pocos muebles y los objetos se veían bastante antiguos) para después abrir la puerta de un armario de bambú y esconderse dentro.

Apenas entraba su enorme cuerpo entre las prendas de ropa de Yuno.

La mujer se asomó por el pasillo de su casa y vio las luces apagadas, así que supuso que el resto estaba durmiendo.

- Hey... Giyuu... Creo que están durmiendo, pero igual espera ahí donde estás... A veces se levantan durante la madrugada y se pasean por la casa para evitar que entren ladrones...

Se escuchó un pequeño gruñido por parte del demonio y Yuno sonrió.

La chica abrió su cama y retiró sus zapatos para sentarse sobre las sábanas, tapando su boca cuando soltó un pequeño bostezo.

- Debería dormir en un rato si es que nadie aparece... Puedes irte si te aburres, Giyuu.

-...

Yuno tapó su cuerpo con las escasas y frías mantas y se acurrucó con cuidado en su cama con la intención de dormir.

Sonó un portazo en el pasillo.

- Oh, creo que alguien despertó. Giyuu, estás bien?

-Hm..

-Ojalá que no venga hacia acá...

Quería que murieran en manos de Giyuu, pero ahora la situación le daba miedo.
Quizás el demonio no pueda contra ellos y lo maten, y ella no quería que algo así de grave sucediera.

- YUNO! ESTÁS AHÍ, YUNO!?

Una voz ronca y áspera se escuchó fuera de su habitación junto a tres fuertes golpes sobre su puerta.

- S-si!

Un hombre viejo de cabello canoso entró en la habitación inundando el espacio con un fuerte y amargo olor a alcohol.

- Yuno! Dónde estabas!? Estábamos buscándote y no te encontramos aquí hace un rato!

- Yo había salido a tomar aire pero estuve poco tiempo afuera... De verdad lo siento mucho!

El tipo jaló su cabello y la levantó de su cama bruzcamente, arrojandola al piso.

- Ah! Sueltame!

- Eres una mentirosa! MENTIROSA! SÉ QUE QUIERES ESCAPARTE DE CASA! ACASO NO TE GUSTA LO QUE TIENES AQUÍ!? MAL AGRADECIDA!

- P-perdón! Perdoname por favor! Me duele el pelo! Sueltame! SUELTAMEEEE!

El hombre jaló su cabello con solo una mano, mientras que con la otra empezaba a acariciarle el rostro.
Apretaba sus mejillas con suavidad para después tomarla del mentón haciendo que elevara su cabeza.

- Sabes que un rostro bonito no lo tienen muchas mujeres. Tú eres especial, por eso estás aquí. Me entiendes Yuno? No quiero lastimarte pero tu mala conducta me saca de quicio y me dan ganas de destrozarte a puñetazos. Me entiendes?

- Y-yo...

- Así que... Un rostro bonito debería comportarse como una buena chica, cierto?

- GIYUU!

- Eh!?

Tomioka salió del armario rápidamente y con su espada le hizo un corte al hombre en el brazo para que soltara a Yuno. Después golpeó su cráneo con la parte inferior de su espada perforando su hueso y causando un derrame interno.

Obviamente murió, y sin siquiera dar un grito.

- Oh por dios! Está... Muerto!

- No era lo que querías?

- Si pero vivirlo es diferente. Es la primera vez que... Veo morir a alguien...

- Acostúmbrate, faltan cuatro hombres más, no?

- S-si pero sería un riesgo matarlos a todos ahora. Están durmiendo, así que creerán que este hombre solo está en un bar en vez de saber que está muerto.
Podrías atacarlos mañana o quizás más adelante.

- Como quieras. Esto va a ser una buena fuente de alimento durante estos días.

Giyuu cargó el cadáver sobre su espalda y se despidió de Yuno con una pequeña reverencia que la mujer rápidamente le devolvió.

Salió corriendo apresuradamente hasta volver a estar seguro en su refugio.

Nuevamente tenía comida, y ahora ya no tenía ningún problema en conseguirla.

Parecía no tener ni una pizca de arrepentimiento al matar humanos.
Tan fácil perdía la sensibilidad un demonio? Eso era muy bueno, para ser honesto.

Guardó el cuerpo en la habitación principal y le dio un bocado.
La carne no era mala, pero se notaba un poco más desabrida y dura a causa del alcohol y cualquier otra cosa que consumiera ese hombre.

Como había caído tan bajo? Se había dicho que no comería la carne de la personas del refugio Oishi, pero había terminado haciéndolo por culpa de Yuno.

Vaya, esa mujer si que le estaba causando graves problemas. Por alguna razón esa chica le recordaba a Shinobu... Aunque... Yuno era más amable y honesta. Kocho era una mujer falsa, manipuladora y cruel, que sólo disfrutaba su vida cuando le arruinaba la suya.

Definitivamente no debió haberse mudado a Gomon.

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Continuará! Espero verlos en el próximo capítulo y ojalá que les haya gustado!

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