Después de haberse colado en el tren por la parte trasera, Tanjiro, Zenitsu e Inosuke admiraban la luz de la luna que se posaba en el cielo durante la noche.

- Tanjiro...

Zenitsu se animó a hablar con un tono tembloroso.

- Si? Qué pasa Zenitsu?

- Deberíamos... Haber dejado a Nezuko en la finca mariposa. Puede estar en peligro aquí en el tren, no lo crees?

Tanjiro sonrió cálidamente, volteando su vista hasta la caja que cargaba sobre sus hombros.

- Prometí que Nezuko y yo no nos separaríamos nunca más... Además, ella es una mujer fuerte y yo estaré para protegerla de cualquier peligro.

- Lo sé, pero no puedo evitar ponerme nervioso. Y si te pasa algo a ti? Quien va a cuidar de Nezuko?

- En este tren vamos a estar con un pilar, así que no te preocupes Zenitsu.

- Eh!? Un pilar!? Aquí en el tren!?

Al inicio sonrió aliviado, pero después se tensó y abrazó a Tanjiro con los ojos llorosos.

- Idiota! No pensaste en eso!? Si estamos nosotros tres además de un pilar... SIGNIFICA QUE LA MISIÓN ES MUY PELIGROSA! TONTO! TONTO! TONTO!

- Oh. No lo había pensado. Zenitsu! Deja de llorar un momento por favor! Estaremos bien, si? Incómodas a las otras personas que están aquí!

- JAJAJA! ESO LO VA A HACER MÁS EMOCIONANTE! DESAFIARE A ESE PILAR Y SERÉ EL REY DE ESTE MONSTRUO JAJAJAJA!

Inosuke gritó con emoción mientras saltaba afirmandose de la baranda de metal. Eso puso más nervioso a Zenitsu.

- Deberíamos entrar, si? Vamos chicos.

Tanjiro los tomó a ambos de los hombros y abrió la puerta, ingresando a una gran estación del tren llena de asientos y mesas de color marrón.

- Vaya, esto se ve muy elegante.

- Elegante? Tanjiro, en qué clase de lugares has estado para encontrar esto elegante? Hay lugares mucho más bellos y modernos hoy en día.

- Pues... Yo vivía en la montaña. Nunca había visto algo como un tren en toda mi vida.

- Se nota.

Zenitsu se cruzó se brazos y empezó a caminar a la par de Tanjiro. Inosuke puso sus pies en cada uno de los asientos y saltó bruzcamente con una risa de alegría y dominio.

- Qué extraño. Desde aquí no siento el aroma del pilar que iba a estar con nosotros.

- Quién se supone que era?

- Me informaron que estaría con el pilar del Fuego Rengoku Kyojuro, pero su aroma no se nota en este lugar.

- Quizás está más adelante. Este tren es enorme y tiene demasiadas estaciones diferentes en la cual podría estar.
Al final su aroma se debe mezclar con otras cosas y por eso no puedes sentirlo.

- Claro Zenitsu, debe ser por eso, vamos a buscarlo entonces.
Inosuke! Basta de saltar en los asientos! Puedes dañarlos! Ven con nosotros ahora!

- Tú no me mandas! Soy el líder! El rey de este grupo! Obedeceme!

Inosuke bufó molesto y cruzó sus brazos, apoyando su pie derecho en la cabecera de una silla.

- Bien! Como quieras. Eres el líder si? Por favor ven con nosotros, hazlo como el buen líder que eres.

Tanjiro juntó las palmas de sus manos como si le estuviera rogando desesperadamente.

-... Bien. Solo porque mi subordinado me lo pide.

Inosuke se bajó de la silla dando un gran salto, aterrizando frente a ellos.
Tanjiro fingió aplaudir, pero Zenitsu le puso mala cara y pasó de largo.

Cruzaron 4 vagones más, pero no lograron encontrar al pilar por más que revisaran los asientos.

- Dónde está el señor Rengoku? Qué raro... No habrá venido?

- Ay no! SI NO VIENE QUIÉN NOS VA A PROTEGER!?

Zenitsu volvió a llorar abrazando la caja en donde estaba Nezuko.
Se escucharon unos pequeños rasguños desde el interior de la caja, junto a un par de suaves gruñidos.

- Yo te protegeré mi subordinado! Cuenta con eso! Jajajaja!

Inosuke le pateó la espalda y después se asomó por una ventana.
Todos los pasajeros le miraron con extrañeza y un poco de incomodidad.

- Oh. Esperen un poco...

Tanjiro respiró hondo, llamando la atención de sus compañeros.

- Tanjiro, dime que hueles al pilar del fuego por favor...

- No, pero siento un aroma familiar. No puede ser posible! Tengo que ir a comprobarlo!

Tanjiro se fue corriendo hacia la siguiente puerta y saltó al otro vagón con agilidad. Zenitsu se levantó del suelo y secó sus lágrimas,  para después agarrar del brazo a Inosuke para seguirle el ritmo a su compañero.

Los tres corrieron hasta llegar al penúltimo vagón delantero.
Tanjiro caminó al frente concentrado en su respiración, mientras que Zenitsu caminaba y vigilaba a  Inosuke para que no saltara por una ventana o golpeara a alguno de los pasajeros otra vez.

Ahí el pelirrojo reconoció desde lejos el cabello negro desordenado del sujeto que estaba sentado en medio de la estación.
No era el pilar del fuego, pero si era un pilar.

Uno muy importante para él.

Acaso era posible? Qué hacía él aquí?

Se acercó a trote suave hasta estar a espaldas del hombre y tocó su hombro para llamar su atención.

Cuando volteó, Tanjiro sonrió con una alegría enorme.

- Tomioka San!!! Eres tú!

Los ojos azules océano le quedaron mirando en silencio.
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Continuará! Esta es la primera historia que escribo que no es hecha con mis propios personajes, así que es un poco raro. Ojalá que les guste!