- Kyojuro tuvo un pequeño problema, por lo que me asignaron la misión a mi.

Giyuu bajó la mirada hacia el suelo frente a su asiento.

- Qué sucedió con él, Tomioka San?

- Debió ir a otra misión más importante... Fue después de hablar contigo en la finca mariposa que Oyakata sama me llamó y me dijo que viniera en su lugar...

- Oh, entiendo.

Tomioka ladeó su cabeza mientras apoyaba su codo en el borde de la ventana.

- Te molesta verme aquí, Tanjiro?

- Eh!? No! Cómo podría? Realmente estoy muy feliz de verlo Tomioka San!

Tanjiro sonrió y retiró de su espalda la caja en donde cargaba a Nezuko para dejarla en el suelo y después tomar el asiento vacío al lado del pilar del agua.

Sus cejas tuvieron un pequeño movimiento, como si se hubiera sorprendido por el gesto de Tanjiro. No dijo nada al respecto.

- Ahora tendré mucho más tiempo para hablar con usted y agradecerle lo que hizo por mi y mi hermana!

- Agradéceme permaneciendo con vida, Tanjiro.

- Eh?

Giyuu bajó sus manos hasta la parte inferior de su silla y buscó algo que estaba guardado allí.

Por mientras, Tanjiro volteó hacia la derecha para ver a sus compañeros, cuando notó a Zenitsu con su mirada pegada a él con una expresión de ira y lágrimas en los ojos.

Inosuke se encontraba a su lado riendo con sus manos apoyadas en la silla delantera mientras que mantenía sus pies en el aire, como siempre presumiendo sus habilidades.

Zenitsu se levantó y se puso a su lado, susurrandole al oído a Tanjiro.

- Desgraciado... Asegurándote la vida junto al pilar del agua! Yo iba a sentarme ahí... Tanjiro...

- Z-Zenitsu! Calma! Estoy a menos de dos metros de ustedes, no hay de que preocuparse... Si quieres puedes cuidar... De Nezuko. S-solo un momento...

Zenitsu cambió su rostro de molestia y sonrió, dando saltos de emoción mientras abrazaba a Tanjiro con un intenso color rosa en sus mejillas.

- GRACIAS! NO TE ARREPENTIRÁS TANJIRO! SI QUE SABES LO QUE HACES, EH?

Zenitsu cargó la caja hasta dejarla al lado de su asiento y se sentó con una enorme sonrisa en el rostro. Parecía ya no importarle todo el ruido que estaba haciendo Inosuke a su lado.

Eso era bueno, pero Tanjiro no quería dejar a su hermana ahí. Aunque era la única manera de calmar a Zenitsu y que dejara de gritar.

- Tanjiro.

La voz apagada y suave de Tomioka llamó su atención.

- Si? Tomioka San.

- Dime Giyuu.

- Oh, si... Giyuu San.

- Toma.

El Pilar del agua le extendió una pequeña caja de comida tibia sellada.
Los palillos estaban atados en la parte superior con una cuerda delgada y fina.

- Oh! No debía preocuparse por esto! No gaste su dinero en mi, yo-

- No lo compré para ti, Tanjiro.

- Eh? Entonces por qué me lo entrega a mi?

Estaba confundido.

- Cuando compré mi comida, la niña que atendía me regaló otra caja.

- Y?...

- Te la regalo.

Tanjiro le miró con una sonrisa incomoda y aceptó la caja.
A veces Tomioka podía expresarse de una manera confusa pero aún así le agradaba.

- Cuando... Me viste a mi en lugar de Kyojuro estabas decepcionado. Acaso buscabas conseguir algo de él?

- Podría decir que si, quería hacerle una pregunta. Pero no importa, después lo veré y le consultaré de mi duda.

- Hmm.

Nunca había hablado tanto con Tomioka, eso era algo positivo de la misión.
Aunque en realidad estaba muy ansioso de saber un poco más sobre la danza del dios de fuego y Rengoku era lo más cercano a una respuesta.

- Ibas a preguntarle algo sobre la respiración de fuego o algo parecido?

- S-si! Cómo lo sabía?

- No lo sabía. Pero es lo único que se me ocurre que le podrías preguntar a alguien tan fanático al entrenamiento.

- Claro! Jajaja. Pues... Cuando estaba en la pelea con el demonio que usted mató en el bosque, hubo un momento en el que no usé la respiración de agua. No sé si me entienda.

- Hmm.

- M-me explico. Ese demonio usó una increíble técnica de sangre, si? Creí que moriría en ese momento porque mi espada rota no cortaba los hilos, pero recordé un baile que hacía mi padre cuando yo era pequeño. Era algo llamado la danza del dios del Fuego.
Ahí fue cuando el agua de la décima postura se volvió algo parecido al fuego! Pero no era la respiración del fuego, creo. Todos los hilos se cortaron y estuve a punto de arrancarle la cabeza, pero hubieron... Unos cuantos problemas y casi muero.
En la finca mariposa hablé con la señorita Kocho y me dijo que no sabía nada respecto de eso, pero que Rengoku San era el adecuado.
Quizás él tendría conocimientos respecto al tema y podría explicármelo más a fondo.

- Hmm.

Tomioka San si que era intimidante y frío... Su rostro no expresaba ningún sentimiento, y la sombra que provocaban sus cabellos en el rostro lo hacían ver más sombrío de lo habitual.

- Ah, Tomioka San. También le tengo una pregunta a usted.

- Hmm.

- P-pues... Cuando usted me salvó ahí en el bosque del ataque de la señorita Kocho, ella le dijo algo extraño.
Lo trató un poco mal, a mi parecer.
A qué se debió eso? Ustedes dos se llevan mal o algo parecido? No quiero ser irrespetuoso con mi pregunta.

Tomioka abrió su caja de comida y usando los palillos empezó a comer, ignorando la pregunta de Tanjiro.

- Tomioka San?

El pilar del agua estaba muy concentrado comiendo los trozos de salmón que decidió cortar con la conversación.

Tanjiro olió su incomodidad y suspiró, dejando su caja de comida reposando en el suelo.

Segundos después llegó un hombre con un uniforme gris y la mirada perdida. Se veía pálido y cansado, mientras que en sus manos con guantes sujetaba una pequeña herramienta de metal.

- Podrían entregarme un momento sus boletos, por favor...?

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Continuará! Espero que les haya gustado! ^_^ se les quiere mucho! :D