6
Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.
Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.
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Shirone movió su nariz al oler el característico olor de pescado cocinandose, sus orejas se levantaron mientras su cola se movía.
Lentamente la niña se levantó mientras observaba que estaba en aquella habitación donde su hermana le había dicho que domirian, observó a su hermana quien seguía durmiendo pero salivando debido al olor.
La niña se levantó ya que su curiosidad y hambre le indicaban que siguiera el rastro de aquel magnífico olor.
Sin levantar a su hermana o esa mujer pelirroja se levantó y camino a la puerta con sumo cuidado de no despertarles.
Abrió puerta, pasó y la volvió a cerrar oliendo que el olor indicaba que fuera a la derecha.
La niña sonrió mientras con ojos iluminados comenzando a caminar y siguiendo el olor.
Una caminata más tardé.
Shirone se asomó por una puerta notando que su señor estaba en un banco mientras movía una cuchara dentro de una olla.
Naruto volvió a revolver la sopa mientras daba una pequeña cuchara a la sopa de carne de pescado que estaba haciendo.
Fue a pescar unos peces en el río cercano, sabía que Kuroka querría al menos siete por lo que duro hora y media sumergido mientras pinchaba los peces necesarios para su alimentación.
El sueño de Naruto era pescar al poderoso Magma, un gran salmón que se decía que media diez metros largo y cuatro ancho y su fuerza era incomparable, deambulaba por el río devorando a animales para seguir creciendo, muchos pescadores intentaron derrotarle pero todos fueron devorados, el poderoso Magma era el invicto del agua y sembraba terror el sólo mencionar su nombre en las pescaderías.
Naruto echo un poco de pimienta negra así como otra pizca de sal, volvió a revolver bufando de satisfacción al ver que todo estaba como debería de estar en su sopa, completamente perfecto.
Naruto agarró un tazón que había arriba de él, vio que había chile en rodajas y lo echo a la sopa.
-¡Qué haces!-Chillo Shirone al ver que le echaba chile a aquél manjar.
Shirone salió de la casa mientras caminaba a él quien estaba en un armazón techado donde se cocinaba todos los días en una cocina de fogón.
Naruto observó con el rabillo del ojo a Shiro quien le veía con el ceño fruncido.
-Estoy cocinando Shiro, veo que te has levantado es bueno verte sana-Habló Naruto mientras seguía prestando atención a la sopa.
-¡No se le echa chile al pescado!-Chillo Shirone mientras que Naruto daba media vuelta viéndole con sus ojos desinteresados.
Naruto inclinó su cabeza ante aquello, no sabía porque Shiro estaba enojada, el chile le daba sabor a una sopa cualquiera que fuera.
-Ven acompañame a cocinar-Habló Naruto ya que le gustaba la compañía de Kuro por lo que Shiro también le gustaría.
Shirone se movió ante aquello, no le gustaba estar cerca de alguien ya que tendría tiempo de reaccionar por si le lanzaba un golpe, todavía recordaba a ese carnicero que casi le corta una pata con un cuchillo cuando ella se acercó a él quien le había sonreído con un pequeño pedazo de carne en su mano.
-*Mi nee-chan dijo que él bueno, debo confiar en mi nee-chan*-Se pensó Shiro ya que Kuroka le había informado que se quedarían aquí para siempre.
Shirone sintió la presencia de Naruto, ronroneo al sentir lo cálida que era, inconscientemente se acercó a él.
Naruto observó como Shiro restregaba su mejilla en su hombro ronroneando felizmente, no le interesó y siguió haciendo sopa.
-Cuando añades chile a una sopa debes hacerlo en la porción adecuada, mucho hará que sea demasiado picante y poco hará quedes disgustado por no sentir ese "sabor picante"-Habló Naruto explicando mientras revolvia la sopa y Shirone prestaba atención.
Ella nunca había oído hablar de eso, sólo tres veces había podido comer pescado y sólo en una estaba bueno, pensó que el chile arruinaria el pescado.
Naruto y Shirone disfrutaron del silencio mientras cocinaban, Shirone tenía sus orbes amarillos abiertos mientras disfrutaba el ver como Naruto cocinaba la comida.
Ruuuuugh.
Naruto supo que debía darse prisa ya que pudo oír con claridad el estómago de Shiro quien rugio como un león sin comer durante días.
Shirone babeo al ver la enorme olla tener bastante pescado, sin duda ella comería todo lo que pudiera.
Una cocinada más tarde.
Shirone y Kuroka se movían impacientes esperando que Naruto volviera, al frente de ellas estaba la olla con sopa de pescado que soltaba un fragancia que se podía saborear la comida.
Shirone extendió su mano para tratar de agarrar la cuchara de la sopa y servirse un poquito.
Tas.
-¡NYA!-Chillo Shirone al sentir un pequeño golpe de su hermana en su mano.
Kuroka observó a Shirone con ojos duros haciendo que la niña pepliblanca bajará su cabeza viéndole tiernamente.
-~Nya~ Yo te enseñe esta técnica Shirone, estas a años luz que caiga en ella, debemos esperar a Naruto y Kushina-sama para comenzar a comer-Habló Kuroka viendo desaprobatoriamente a su hermana.
-Sólo un poquito, ellos no se darán cuenta-Habló Shirone viendo a su hermana, su estómago rugia y ardía en hambre.
-Noooo ~Nya~-Habló Kuroka mientras que observaba a su hermanita bufar molesta.
Kuroka también quería servirse comida pero eso sería de mala educación, ella no quería ofender la buena fe de Kushina al no tener modales y comer antes que ellos.
Flush.
La puerta se abrió y de ella pasaron madre eh hijo, Naruto estaba haciendo de soporte para que Kushina no cayera.
-Lamento la tardanza, Naru me ayudó a peinarme-Habló Kushina ya que su cabello amaneció echo un lío.
Kushina inflo sus mejillas al ver el cabello sedoso de su hijo, Naruto siempre amanecía con su cabello divino mientras que ella siempre amanecía con su cabello despeinado y echo una melena de león.
-No importa~Nya~/ Ya era hora ~Nya~-Hablaron Kuroka y Shirone al mismo tiempo.
Shirone gruño al sentir un suave codazo de su hermana, le fulmino con la mirada mientras dejaba salir un gruñido de enojo gatuno.
Naruto observó confundido a Kuro, más tarde le regañaria por pegarle a su hermana, pero ahora era la comida y no quería mancharla con un regaño.
Kushina sólo le sonrió a la pequeña niña, ella sabía lo que Shirone estaba sintiendo y no había dicho nada malo.
-El hambre es el enemigo y la comida es la espada para combatirlo, discúlpame pequeña Shiro debido a mi estado demacrado eh echo que esperes veinte minutos-Habló Kushina disculpandose con la pequeña.
Shirone bajó su cabeza al percatarse de aquello, sus orejas gatunas se aplanaron y su cola cayó.
-Disculpa a mi hermana Kushina-sama, al parecer tiene pocos modales-Se disculpó Kuroka ya que su hermana habían metido la pata.
-Ella no ha echo nada malo Kuro, cualquiera se enojaria por tener un manjar al frente suyo y no poder comerlo-Habló Kushina con una sonrisa amable mientras que Kuroka asentía.
Naruto sentó a su madre a la cabeza mientras agarraba y rápidamente le servía un gran plato de comida.
Naruto le sirvió una jarra de fresco de naranja que él había echo cuando la sopa se cocinaba, se la puso a la par de su plato.
-Gracias Naru-Habló Kushina al ver que Naruto le servía, hoy no tenía fuerzas en sus extremidades.
Naruto repitió el proceso con Kuroka quien babeo bajo la mirada divertida de Kushina.
Shirone inflo sus mejillas al ver que era la última en ser servida pero no pasó a más ya que aquella olla sin duda tendría bastante comida.
Naruto le sirvió a Shirone quién intentó agarrar la cuchara pero la mirada dura de Kuroka la detuvo de hacerlo.
Naruto se sirvió ya que era el último, puso su comida la frente de su asiento mientras se sentaba.
"Gracias por la comida"
Los cuatro hablaron al mismo tiempo ya que eran demonios no desagradecidos con lo que la tierra les puso en su mesa.
Shirone y Kuroka comenzaron a comer mientras sentían que se derretian ante aquel sabor picante pero sabroso que tenía el caldo junto al salmón en trozos.
Naruto había usado magia para quitar las espinas del salmón y lo cortó en trozos grandes y jugosos para que sus gatas disfrutarán sin él preocuparse por una espina.
No les servía leche ya que era venenosa para ellas, los gatos no procesaban una enzima que la leche tenía por lo que era tóxica para ellas.
Kushina sonrió al ver el apetito de ambas nekomatas, siempre le causaba alegría ver a niños con tanto apetito.
Naruto en cambió comió tranquilamente con sus orbes llenos de desinterés, estaba pensando en si llevar primero las cobijas o la ropa para lavarla.
Una comida mas tarde.
Kuroka tenía un ligero sonrojo en sus mejillas al ver la sonrisa divertida de Kushina.
Shirone en cambió bufaba satisfecha ya que pudo comerse seis platos de aquel delicioso manjar.
El sonrojo de Kuroka se debía a que no pudo evitar repetir varias veces.
-Sin duda para tu edad comerse siete platos es un logro muy grande-Habló divertida Kushina mientras que Kuroka bajaba su cabeza avergonzada.
-N-No es mí ~Nya~ culpa que estuviera delicioso-Murmuró Kuroka pero fue escuchado Kushina.
Antes que Kushina siguiera molestando a Kuroka, Naruto abrió la puerta llevando atrás una enorme canasta en su espalda llena de cobijas ordenadas y dobladas.
-Te veré dentro de dos horas madre, cuidense Kuro, Shiro-Habló Naruto viendo a las tres mujeres que vivían con él.
Un círculo mágico naranja se formó en medio del patio haciendo que Kushina estrechara su mirada al ver que esa zorra volvía.
Reaven apareció sonriendo junto a Ravel quien llevaba un traje de safari verde musgo.
Kuroka estrecho su mirada mientras dejaba salir un maullidos de enojo y advertencia.
Shiro siguió su ejemplo ya que si su hermana lo hacía quería decir que ella tenía que hacerlo.
Naruto inclinó su cabeza al ver a su jefa aparecer en medio de su patio.
-¡Ho pequeño terrón! ¡Mira te eh traído a una amiga! ¡Ella es mi hermoso bebé Ravel! ¡Saluda Ravel!-Habló Reaven mientras daba un paso para adelante.
Giiiiii.
Kuroka dio un bufido gatuno de advertencia pero fue ignorado por Reaven.
Ravel se movió incómoda y se puso tras de su madre al ver a esa niña dar ese sonido, le recordó a su gato Chispas cuando se enojaba con sus hermanos cuando intentaban tocarlo.
Kuroka se puso tras de Kushina mientras movía su cola con hostilidad, aquellas palabras no sabía que significaban pero sus instintos le dijeron que eran peligrosas.
Naruto no supo porque pero se sintió atrapado en dos bandos que querían probar sangre de su enemigo.
-Buenos días Lady Reaven, veo que has traído un acompañante, debo ir a lavar ropa-Habló Naruto mientras que Reaven sonreía.
Chask.
Al chequear los dedos Reaven formó un círculo mágico arriba de Naruto y lo bajo.
Naruto no sintió nada diferente sólo sintió que su yukata volvía a estar limpio.
-Listo eh lavado la ropa, ahora, ¿No quieres hacer amistad con mi hija?-Habló/Preguntó Reaven viendo al niño quién le vio.
-Tengo más ropa que lavar-Habló Naruto mientras que Reaven extendía su sonrisa sin aceptar "No".
-Todavía tengo muchas reservas magicas-Habló Reaven ya que esta era una oportunidad que ella no desperdiciaria.
Más tarde.
Eran las ocho de la mañana y Naruto estaba impresionado ante lo versátil que era la magia.
Había adelantado los oficios de una semana al mencionarlos a su Lady quien con magia los hizo por él.
Ahora estaban en el dojo ya que Kuroka quería superar a Uta en el entrenamiento de equilibrio.
PAM.
Kuroka dio un gemido de dolor al caerse para delante, no sabía de que diablos estaba echo ese suelo ya que era más duro que todos en los que había chocado en su vida.
-¡Hump! ¡Eso es fácil!-Se regodeo Ravel al ver que esa gata no se podía ni sostener.
-~ NYA~ ¡Inténtalo tu pollo asado!-Gritó Kuroka mientras que Ravel daba un sonido de ofensa.
Kushina alejó su mirada cómica de hostilidad de Reaven mientras observaba divertida la pelea
-¡No soy pollo! ¡Yo pertenezco a una línea de sangre noble de los infiernos! ¡Soy un Phenex una criatura que habita en los cielos!-Habló Ravel mientras que Reaven suspiraba haciendo una moral mental de alejar a Raiser de su hermoso bebé.
-Entonces eres un Yakitori-Habló Shirone sentada en los regazos de Kushina mientras comía galletas que Naruto le había dado.
-¡NYJAJAJAJAJAJAJA! ¡ESA ES MI HERMANITA!-Kuroka estalló en risas en el suelo.
Ravel se puso morada de enojo al ser llamada pollo frito.
-¡NO SOY POLLO FRITO! ¡LO HARÉ A LA PRIMERA!-Chillo Ravel mientras que Kuroka le veía.
-Inténtalo ~Nya~-Habló Kuroka desde el suelo ya que ella no se perdería de lo que estaba a punto de suceder.
PAM.
Ravel al tocar su pié afuera del círculo cayó para adelante mientras daba un quejido cuando su cara chocó con el suelo con brutalidad.
-¡NYAJAJAJAJAJAJA!-Estalló otras vez Kuroka mientras se resbalaba para un lado.
Ravel intentó levantarse pero fue en vano ya que cayó otras vez, siguió intentando pero cada esfuerzo era en vano.
La cara de Ravel pasó a ser roja de vergüenza al ver la mirada de burla de Kuroka.
-¡YA VERAS LO CONSEGUIRÉ!-Gritó una adolorida Ravel.
Reaven en cambió se sentó a la par de Kushina quién estaba sentada con Shirone en sus piernas.
La pelirroja acariciaba suavemente la cabeza de Shirone quien ronroneaba comiendo galletas.
-Eso es un buen inventó, así podrán afinar su centro de gravedad sin ningún entrenamiento peligroso-Habló Reaven al ver aquello y como las dos intentaban levantarse, ella tuvo que balancearar en una cuerdo arriba de un precipicio para afinar su centro de gravedad.
-Fue idea de mi esposo para entrenar a Naru, aunque fue en vano ya que este ejercicio lo hizo en su tecer intento-Habló Kushina con añoranza recordando a su amado Minato.
Reaven se sentó a la par de Kushina, a ella le importaba poco ensuciarse pero las apariencias eran lo primero en el mundo demoníaco.
-Lo sabía mi terrón es impresionante-Habló Reaven con orgullo cada vez más convencida de comprometer a su bebé con ese terrón de azúcar indiferente.
-¡No es tuyo!-Habló Kushina viendo de mala manera a Reaven quien solo sonrió.
Flush.
La puerta se abrió mientras que Naruto pasaba tranquilamente para adentro.
Naruto llevaba la tetera en su cabeza, en su mano izquierda un platón con vasos y en su derecha otro con galletas.
Reaven sonrió al ver aquello, Naruto les había echo té, observó como Naruto iba a dar un paso en aquel piso.
-¡Cuidado!-Chillo Kuroka al ver que Naruto iba a dar un paso, ella no quería que se lastimara.
Naruto camino por el piso con tranquilidad bajo la miradas incrédulas de las niñas y la orgullosa de Kushina.
Reaven en cambió asintió analizando a Naruto, por lo que podía ver su pequeño Naruchi tenía su centro de gravedad excepcionalmente pulido.
Naruto se acercó a las mujeres mayores mientras que dejaba el plató de galletas bajo la mirada interesada de Shirone por la comida.
-Aquí tienen, disculpen la tardanza-Habló Naruto mientras depositaba tetera y los vasos.
Naruto comenzó a servirles té con tranquilidad, al terminar les acercó a ambas el té.
Reaven cada vez estaba más decidida a hacer su hijo a este terrón de azúcar, no sólo era tranquilo y obediente sino que sabía servir té con tanta elegancia para su edad eh incluso más que varios mayordomos de su mansión.
-Gracias Naru, hoy harás entrenamiento-Habló Kushina mientras que Naruto asentía.
Kushina desde pequeño le enseñó a Naruto a manejar una espada o cualquier tipo de arma, desde que tuvo edad para caminar comenzó a pulir sus sentidos y instinto de batalla.
Kuroka alzó sus cejas ante aquello, nunca pensó que Naruto podría hacer este entrenamiento complicado y ahora vería un entrenamiento con este maldito piso.
Naruto se levantó mientras sus ojos desinteresados observaron el armario donde estaban las armas con las que él practicaba.
Naruto abrió el armario mientras que Kuroka quedaba pasmada ante aquello.
-¿Abanicos?-Preguntó Kuroka al ver que el arma de Naruto eran un par de abanicos.
Eran un par de abanicos de bronce, elegantes y hermosos a simple vista con el filo de cada pedazo de bronce que lo conformaba afiliado.
Los abanicos eran rectángulos alargados de bronce donde se sostenían había una cuerda roja que las juntaba.
Naruto abrió los abanicos mientras los movía en tajos grandes acostumbrandose al peso que tenían.
Kushina sonrió al ver a su hijo comenzar a calentar con sus armas favoritas.
-*No son sólo abanicos, en manos de Naruto se convierten en armas mortíferas*-Se pensó Reaven viendo aquellos tajos que Naruto daba al aire, se notaban a leguas que eran elegantes y pulidos.
Kushina convocó un círculo mágico mientras cuatro esferas rojas salieron de el, lentamente levitaron hasta quedar cerca de Naruto.
-Ya sabes el entrenamiento, pierdes si eres tocado-Habló Kushina mientras que Naruto asentía en aprobación.
Las dos niñas se detuvieron al ver que Naruto practicaria, las dos no supieron porque pero aguantaron el aliento.
Los ojos de Naruto cambiaron radicalmente, ahora no eran ojos desinteresados, ahora eran ojos que prestaban atención al más mínimo detalle de todo.
Flush.
PAM.
La primer esfera hizo que Naruto moviera su abanico rápidamente mientras la golpeaba para evitar que golpeaba sus costillas.
Las tres esferas de energía se dirigieron a Naruto a una velocidad divinidad sólo siendo estelas de luz para las tres niñas que había presentes.
Naruto bloqueaba o desviaba las esferas de energía, sus ojos se movían de un lado a otro viendo las esferas y cuál ataque seguiría.
Las esferas se lanzaron en cuatro direcciones mientras que las niñas jadeaban a ver aquello.
Naruto piso duro observando la sonrisa de su madre quien esperaba que le mostrará una técnica nueva.
-[Mueitou Yamikiri]-Habló Naruto mientras que Kushina prestaba atención.
PAM.
PAM.
PAM.
PAM.
Las esferas salieron disparadas para atrás mientras que Naruto tenía un abanico por lo bajo y otro en lo alto con sus rodillas flexionadas.
Reaven y Kushina quedaron desconcertadas ante aquello, incluso a ellas les costó seguir el ritmo como si su cerebro no proceso los movimientos de Naruto.
Shirone tenía estrellas en sus ojos al ver que su señor eran tan fuerte, ella le pediría que le entrenará para ayudar a su nee-chan cuando lo necesitará.
Kuroka y Ravel tenían sus boca abiertas ante aquella demostración de Naruto.
Todo calló en silencio mientras que Naruto saltaba para atrás evitando que una esfera le golpeara.
Naruto se agachó en el aire al oír el silbido de una viniendo por atrás, aquella esfera le arranco unos cabellos pero no le tocó.
Los ojos de Naruto eran tranquilos mientras movía su abanico izquierdo y desviando una esfera que venía a su rostro.
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Fin del capítulo.
Sin mas que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.
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