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Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.

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Naruto observaba con sus ojos desinteresados a la mujer quien le sonreía, no sabía porque pero sentía que debía esta lejos de los brazos de esa mujer.

Naruto dio un paso para atrás ya que sintió peligro mientras que Reaven inflaba sus mejillas en un puchero al ver al pequeño terrón de azúcar se alejaba de ella.

La Guardia de Reaven sudo al ver la sabia decisión de ese niño, ellos sabían debido a la experiencia que ellos habían visto con los hijos de Reaven que Naruto tenía sentidos muy afilados ante el peligro.

-Muy bien nos vamos, ven pequeño te escoltaremos-Habló Reaven mientras daba un pequeño bufido mientras que Naruto asentía.

Naruto fue levantando como un gato mientras era cargado con su cabeza entre los enormes senos de Reaven y siendo cargado como un peluche.

Un chibi Naruto se intentó zafarse del férreo agarré de Reaven fallando miserablemente.

Como un peluche Reaven cargó al niño mientras que los guardias no decían nada ya que sabían que serían castigados si lo hacían.

Los cuatro guardias siguieron a Reaven un metro atrás de ella prestando atención a su alrededor por si eran atacados.

Afuera.

Los seis estaban afuera de la entrada de la cueva, Reaven vio de reojo a uno de los guardias quien asintió.

Un enorme círculo mágico apareció al frente del hombre, en el círculo se formaron surcos de poder.

-[Fallen Star]-Habló el hombre mientra que una esfera salió del círculo y entró a la cueva a una velocidad sorprendente.

BOOOOOM.

La tierra se sacudió mientras que Reaven pisaba más fuerte para no resbalarse para atrás.

Naruto abrió sus ojos ligeramente al sentir tal poder destructivo en una técnica mágica, era sorprendente.

La tierra tapó la entrenada de la cueva sellandole para evitar que algo así volviera a suceder.

-¿Te gustó?-Preguntó Reaven viendo para abajo mientras veía la cabellera del pequeño terrón de azúcar desinteresado.

-Fue impresionante-Habló Naruto mientras que el guardia no sabía si estar molesto y feliz ante aquel elogió ya que era plano y sin felicidad.

Reaven sonrió ante aquello, era normal ya que ellos eran impresionantes.

-Nos vamos tenemos negocios que hacer-Habló Reaven mientras daba media vuelta y se retiraba del lugar, ya con Jenny muerte ella no tenía nada que hacer aquí.

Reaven informaria después de comprarle a este pequeño el producto que tenía y haría su reporte, seguramente su esposo podría dormir mejor ya sabiendo que Jenny no estaba masacrando a su pueblo.

Reaven le presentaría a su pequeña este pequeño terrón de azúcar, ella no permitiría que su bebé se convirtiera en una perra con complejo de superioridad, ya tenía suficiente con el idiota de su hijo.

Cada noche Reaven rogaba a los Satanás que viniera un demonio y hiciera que su hijo escupiera sus dientes junto con la vara de tres metros que tenía en su trasero, ella sin duda le mandaría un sacubo a aquel que lo hiciera.

[Enton: ¡TRAIGANME A RAISER! ¡UNO PA UNO SIN CAMISETAS PAPÁ! ]

Los seis se comenzaron a retirar de aquellas cueva de vuelta al bosque, estaban a dos horas de la aldea destruida a pie pero al ser demonios ya veteranos extendieron sus alas y de un aleteo se elevaron al aire velozmente.

Con Naruto.

Naruto chibi observaba el bosque mientras sentía el viento pegar contra de su cara.

El niño sabía que su madre estaba seguramente preocupada por él debido a que ya se había tardado, eran casi la cinco de la tarde y llevaba una hora de retraso.

-Podría darse prisa, madre debe de estar preocupada-Habló Naruto mientras pedía que Uta hubiera echo comida.

Reaven asintió ya que sabía a que se refería ya que ella era madre de tres pichones y un idiota.

-Niños apresuren en paso-Habló Reaven mientras volaba más rápido.

"HAI"

Los cuatro hablaron mientras que de un aleteo se convertía en una estela de luz.

Las mejillas de Naruto se hicieron para atrás mientras que sus dientes se veían, sus ojos se achinaron debido a la velocidad y el viento, mientras que se aferró al brazo de la mujer para no salir volando.

Reaven dio un chillido al ver a ese pequeño terrón de azúcar aferrarse a ella, cada vez lo amaba más.

-*Si lo secuestró será que esposo se enoje, tengo el sexo para convencerle de conservarlo*-Se pensó Reaven mientras pensaba la manera en secuestrar a este pequeño terrón de azúcar.

Los cuatro se estremecieron de miedo al ver que su señora sonreía inocentemente, sintieron pena por el pequeño que había provocado el interés de la matriarca.

Ellos eran huérfanos que Reaven crío como sus hijos y se convirtieron en su guardia personal así como los de su hijos, eran los doce mejores guerreros que el clan Phenex tenía en estos momentos, todos clase suprema que rechazaron sus noblezas y siguieron siendo los guardias personales de Lord y Lady Phenex así como los hijos de ellos.

Para ellos el Clan Phenex lo era todo, ellos fueron los que les tendieron la mano y les ayudaron a seguir, ellos los habían cobijado y entrenado para que fueran alguien en esta vida, ellos les habían dado un empleo respetable a cambio de una cosa que ellos juraron darles hasta sus muertes.

Su lealtad.

Treinta segundos después.

Reaven tocó el suelo suavemente mientras que ponía al pequeño en el suelo.

Naruto se tambaleo al sentir una de las pocas veces una descompresión, rápidamente hizo que su cuerpo se estabilizara.

-*Interesante*-Habló Reaven al ver a ese niño estabilizar su cuerpo en tres pasos, incluso adultos se desmayaban por ir a cuatrocientos kilómetros por hora de un momento a otro.

Naruto camino lentamente a la aldea oyendo hablar a varios sujetos, fue seguido por los cinco.

En la aldea destruida.

Una mujer hermosa se mordió el labio mientras que observaba a varios soldados buscar entre escombros.

-¿Ese maldito mocoso no vino?-Se dijo la mujer al ver que no habían encontrado nada.

Ella pensó que si guiaba a esa extraviada en el momento justo a la hora indicada, luego ella salvaría a ese niño y ella quedaría como una heroica mujer y él le debería la vida para toda la eternidad.

"¡LO HEMOS ENCONTRADO!"

La voz de un soldado hizo a la mujer alegrarse que al menos ese mocoso había dejado el cargamento de aceites para baño y para después de bañarse.

La mujer se aproximó al soldado quien quitó los escombros que Naruto utilizó para esconder su carga.

La mujer abrió la canasta con cuidado mientras sus ojos ganaban felicidad al ver las botellas intactas.

-Al menos ese asqueroso clase baja supo esconder su carga, murió sin saber que una sola de estas pequeña botellas se vende en cuatrocientos mil dólares, murió como la escoria que era, incluso asco me daba darle el dinero-Habló la mujer burlonamente mientras observaba los aceites.

"¿Eso vale?"

La voz de Naruto hizo a la mujer sentir un frío pasar por su columna, rápidamente volteó al origen de la voz.

-Ra-Reaven-Habló la mujer al ver la rubia sonreirle amablemente con un aura oscura rodeandole.

-Fernanda que haces aquí, los Glasya-Labolas según tengo entendido están a setecientos mil kilómetros del territorio Phenex-Habló Reaven mientras que observaba a la mujer tragar.

La mujer no dejó que su miedo se viera a simple vista mientras ponía una mueca arrogante.

-Eh venido a reclamar algo, verás uno de mis soldados fue asaltado por ese pequeño bribón, exijo un castigo-Habló Fernanda mientras señalaba a Naruto quien inclinó su cabeza confundido.

-No eh robado nada, no necesito robar para vivir, por favor me podría entregar mi carga la señorita presente la ha comprado antes que usted Lady Fernanda-Habló Naruto al ver que la mujer tenía su carga.

-¡ME LLAMAS MENTIROSA PEQUEÑA ESCORIA!-Bramo la mujer viendo con desprecio a Naruto, ya era inútil ocultarse, no con Reaven viéndole.

Naruto iba abrir su boca pero Reaven dulcemente se la tapó con su palma.

-Ya veo, disculpa por los inconvenientes Fernanda, vete y como matriarca del Clan Phenex pido disculpa y espero no verte por aquí nuevamente-Habló Reaven dando una ligera reverencia.

Fernanda se retiró junto a sus soldados, Reaven los aplastaría si se negaban, no era la sexta mujer mas poderosa del inframundo por nada.

Naruto iba objetar al ver que la mujer se retiraba rápidamente del lugar con su carga, observó que la matriarca tenía un rostro de tristeza.

-¿Porque le has dado mi carga?-Preguntó Naruto confundido al oír aquello, no fue robado así que él no había echo nada malo.

Reaven se arrodilló mientras besaba suavemente la frente de Naruto con el amor de una madre, tocó la mejilla del niño mientras sonreía.

-De verdad lo siento, pero Fernanda es una clase suprema, si esto se sabé sólo harás que te maten, aprende esto pequeño terrón de azúcar, el inframundo es muy injusto ante los clase baja cómo tú, si puedes evitar una pelea con un clase alta hazlo ya que el juez siempre fallará por el clase alta-Habló Reaven mientras observaba con tristeza que ese pequeño había perdido el trabajo que había echo.

Naruto entendió porque su madre le había dicho que no visitara las ciudades grandes, pudo entender que esa mujer le había engañado todo este tiempo pagando una miseria por su trabajó.

-Lo entiendo, no le vendere más-Habló Naruto ya que eso había resultado un mal negocio para su microempresa en crecimiento.

Reaven sonrió al ver que ese niño tenía buen autoestima, ella pagaría por todo lo que esa zorra Glasya-Labolas le había robado.

-Muy bien, ¿Cuánto te debo?-Preguntó Reaven mientras que Naruto inclinaba su cabeza.

-Pero no lo has comprado, ¿Porque has de pagar?-Habló Naruto confundido ante aquéllo.

-Consideralo que tienes nueva jefa, no dejaré está injusticia impune, te pagaré y tu me venderás solo a mi tu producto-Habló Reaven mientras inflaba su pecho con orgullo ante aquella idea.

Naruto se quedó pensando, su microempresa estaba al borde de la quiebra ante este enorme robo de ciento cincuenta aceites, básicamente había perdido un encargo millonario de aceites.

-Muy bien tenemos un trató-Habló Naruto ya que su microempresa se beneficiaría.

Ambos se estrecharon sus manos sellado el pacto.

Los cuatro guardias sudaron al ver a los dos chibis estrechar su mano y moverlo para arriba y para abajo.

-Lady Fernanda me pagaba los cuatrocientos dólares por cargamento-Habló Naruto mientras que Reaven asentía en aprobación.

Reaven en un pequeño círculo mágico hizo aparecer una billetera mientras sacaba cuatrocientos dólares infernales de adentro de la billetera.

Los dólares eran de color carmesí con la Maou Leviathan haciendo un signo de paz y sacando su lengua tiernamente.

Naruto recibió el dinero mientras sus ojos brillaban al ver que su empresa había sido salvada.

Reaven dio un chillido de emoción al ver que Naurto le veía con enormes ojos de cachorro abandonado.

-¿Me llevas a mi hogar?-Preguntó Naruto ya que a ella le tomaría sólo dos minutos llegar a su casa.

Reaven abrazó a Naruto fuertemente mientras que el niño sentía el aire irse de sus pulmones.

-¡Sí, sí, sí, sí! ¡Todo sea por ti mi hermoso terrón de azúcar!-Chillo Reaven mientras restregaba su mejilla con la de Naruto.

Era oficial, ella raptaria a este pequeño zorrito y lo adoptaría como su hijo.

-*Tal vez, sólo tal vez*-Se pensó Reaven con un sonrojo en su cara pensando en tener como hijo a Naruto mediante su Ravel.

Ravel era dos años menor que Naruto, así ella se quitaría el peso de tener a una fila de idiotas aristócratas detrás de su bebé y viendo lo noble que era Naruto sin duda sería un fantástico hijo.

-*Tengo que convencer a esposo*-Se pensó Reaven mientras sonreía tontamente ya que disfrutaría convencer a su esposo de aceptar.

-*Que Satanás te acompañe pequeño*-Se pensaron los guardias al ver que el alma de ese niño había caído en un diablo.

Con Kushina.

Kushina se mordia el labio al ver que Naruto no volvía a su hogar, a sus costados estaban Kuroka y Uta.

Tsubaki perforaba con su mirada a Kuroka ambas luciendo hematomas debido al entrenamiento de Kushina.

-*El es mío gata tonta*-Se pensó Tsubaki enviando una mirada afilada a Kuroka quien se la devolvía con gusto.

-*Ya veremos ~Nya~*-Se pensaba Kuroka sosteniendo su mirada.

Flush.

Las dos niñas se taparon del viento que azotó abruptamente, observaron impresionadas como una mujer con alas del fuego descendía con una delicadeza y nobleza increíble, como si fuera una deidad bajando de los cielos.

Kushina la reconoció al instante ya que ella había peleado contra ella en una ocasión, la sangre hirvio dentro de la pelirroja al ver que su hermoso bebé era cargado como un peluche, sólo ella podía tener ese honor y esta perra rubia estaba cometiendo tal sacrilegio.

Reaven sintió un pico de emociones homicidas provenientes de la mujer pelirroja quién le veía desaprobatoriamente apretando su mandíbula con ira.

Reaven abrió los ojos al ver que Naruto se soltaba de su agarre y caminaba a la mujer mientras le besaba la mejilla.

-Eh vuelto madre, Uta, Kuro-Habló Naruto mientras que Kuroka abría sus ojos.

-¿M-Me reconoces?-Jadeo Kuroka moviendo su cola ante aquello, no sabía porque pero sentía alegría.

Naruto asintió desinteresadamente mientras acariciaba el cabello de Kuroka oyendo el suave ronronear de la gata.

Tsubaki tuvo un tic al ver la sonrisa presumida que se formo en los labios de esa gata usurpadora.

-Hueles a peonía, ese es un olor que nunca podré confundir o olvidar-Habló Naruto mientras que Kuroka inflaba sus mejillas al sentir que las caricias se detuvieron.

Kuroka disimuladamente para su edad se olió mientras quedaba confundida ya que lo olía a nada.

Reaven dio una risita al ver aquello, al parecer su hija si todo salía como ella quería, tendría mucha competencia para poder reclamar el título de número uno.

Tsubaki sonrió al sentir que Naruto le acarició su cabeza, sintió la mirada de afilada de Kuroka pero no le prestó atención.

-Iré a terminar de hacer mis labores-Habló Naruto ya que debía alistar todo para mañana que tocaba lavar ropa, tendría que hacer un viaje para comprarle ropa a Kuro y Shiro ya que eran hermanas y si Kuro se transformaba en forma humana Shiro también.

Reaven observó como Naruto se iba mientras que la mujer le perforaba con la mirada.

-¿Hace eso todo el tiempo?-Preguntó Reaven al ver que Naruto no les prestó atención.

-Todo el tiempo, él sólo presta atención a lo que le es interesante-Habló Tsubaki mientras se Reaven asentía.

-¿Qué eres de mi hermoso bebé?-Preguntó Kushina cortando cortesías y diciendo aquellas palabras en tono áspero.

-Soy su nueva jefa…-Habló Reaven mientras que Kushina suspiraba de alivio.

-Y su suegra-Terminó de decir Reaven mientras que Kushina se congelaba.

Tsubaki y Kuroka sintieron peligro ante aquéllas palabras provenientes de la boca de Reaven.

Noche.

Naruto dormía plácidamente a la par de Kushina, ambos estaban haciendo la cucharita.

Naruto arrugo su nariz al sentir que Kuroka se restragaba en su cara una y otra vez.

-Que ocupas Kuro-Habló Naruto adormilado abriendo sus ojos al ver la mancha blanca.

Kuroka depósito a Shiro en el suelo, lentamente restrego su mejilla en la cara de Naruto ronroneando.

-Tengo frío, no puedo dormir ~Nya~-Habló Kuroka ya que estaba haciendo un frío terrible.

Naruto agarró a Shiro con cuidado mientras sentía el morder de la gata, la metió en su yukata mientras que oía el ronroneo de Shiro debido a su calor.

-Ven, duerme conmigo-Habló Naruto mientras que Kuro se acomodaba rápidamente en los brazos de Naruto.

-Naru, ¿Tu me amas?-Habló/Preguntó Kuroka mientras sentía el cálido calor de Naruto.

Kushina tenía una sonrisa al sentir lo cálido que era su hijo, estaba con los ojos cerrados escuchando la conversación de ambos.

-Por supuesto que te amo, cada vida tiene relevancia para mí, hay algunas que se tienen que segar para hacer un bien mayor, ustedes son preciadas para mi como lo es Uta y madre, nunca vuelvas a dudar de mi amor por ustedes dos, la vida es el más hermoso regaló que debemos apreciar-Habló Naruto mientras cerraba sus ojos nuevamente.

Kuroka estaba a centímetros de Naruto mientras sentía la respiración del mismo.

Kuroka juró que ella sería fiel a Naruto y Kushina el resto de su vida, el escuchar aquellas palabras la lleno de una alegría incomparable.

Kuroka sintió que varios kilos salían de su ser y después de muchos años pudo dormir plácidamente.

Shiro ronroneaba, según su nee-chan él era un tipo bueno por lo que podría confiar en él, además el calor que generaba no podía ser malo ya que se sentía como si estuviera recibiendo sol.

Kushina sonrió mientras se acomodaba más a su bebé, agradeció a Minato por darle a su pequeño bebé y pidió que su esposo los viera donde quiera que estuviera.

Mañana siguiente.

Naruto sintió más peso de lo común mientras lentamente abría sus ojos.

Lo primero que vio Naruto fueron un par de orejas blancas y un par negras acompañadas de cabelleras del mismo color.

-*Así que ella es Shiro en su forma humana*-Se pensó Naruto al ver que la niña sonreía alegre mientras sentía que era abrazado por la cintura.

Roooooorgh.

El suave ronroneo de Kuroka y de Shiro hizo que Naruto se sintiera mal por despertarlas.

Con sumo cuidado Naruto salió del agarre de Shiro quien dejó de ronronear y fruncio el ceño al perder el calor agradable.

Naruto beso en la frente a ambas como su madre lo salía hacer, asintió al ver que seguían su sueño con una sonrisa feliz cada una.

Tiempo después.

Con Reaven.

Reaven sonreía mientras caminaba por los pasillos de su casa, su próxima parada era donde su hija.

La mujer sonrió al verle practicar tomar el junto a su instructora.

-Recuerda Ravel siempre levantar el meñique…-Hablaba la mujer mientras que tenía una taza de té en sus dedos.

Reaven observó que le haría un favor a su hija ya que tenía un cartel figurativo en su frente que decía claramente 'Agradezco al que me mate'.

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Fin del capítulo.

Sin mas que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.

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