Capítulo 12

No era para nada algo gracioso ni cómico, sino, algo peligroso. La pelirosa corrió lo más que pudo hacia el séptimo, el cual estaba cansado, detrás de su escritorio. Al entrar vio que su mano derecha, Shikamaru; no estaba.

—S-Sakura...—murmuró, mirando a su mejor amiga de arriba abajo. Le partió el alma verla así; tan revoloteada con signos de haber llorado...de nuevo. Jamás se acostumbraría a verla tan rota; aunque había que admitir que ese sería su día a día—, justo necesitaba verte.

Sakura dio un par de pasos hacia adelante, cerrando la puerta con sumo cuidado. Respiró hondo y habló.

—Séptimo, tengo noticia-

—Lo sé—replicó él, sin apenas dejarle hablar—. Sobre el concurso, ¿verdad?

—Sí, sé todo.

—¿Qué es lo que sabes, Sakura?

Quiso hablar. Sus labios tartamudearon como mil demonios, pero no podía decirle nada. Amaba a Konoha, pero más amaba a su hija.

"Créeme, si le cuentas el plan a alguien, me encargaré de que tus seres queridos no respiren más."

Cuando Orochimaru habló, ella rio. Pensó que era broma porque... sino, ¿para qué molestarse al saberlo todo? Hasta que cayó: A Orochimaru le encantaba eso; torturar las mentes fuertes era su debilidad, su atracción, y su estúpido hobbie. Sakura era fuerte, pero como toda persona, tiene una debilidad; su hija.

—N-No pasa nada—se retiró en el último momento. Si estaba ahí fue por impulso, por amor a su propia aldea—... Vi a la persona que lo organizaba.

—¿De verdad no hay problema?—quiso saber el Uzumaki observando a la Haruno, de forma atenta.

—N-No.

Internamente maldijo todo lo que pudo; el chantaje de Orochimaru. Pero con tan solo pensar en cómo la lengua de aquella serpiente tan resbaladiza se pasearía por el cuello de su azabache favorita, ella haría lo que sea. Incluso traicionar a sus seres queridos aunque... eso no era considerado traición, ¿verdad?

"¡Maldición!" pensó "Solo Sasuke-kun me podría ayudar..."

Esas palabras fueron tema en sus pensamientos durante mucho tiempo. ¡Y eran ciertas! Necesitaba a aquella persona de la que se enamoró, lo necesitaba a él. Aún su corazón latía por el azabache; y ese era su error. Solo Sasuke podría dar una respuesta inmediata, podría protegerlas a su hija y a ella. Era buena madre, o eso pensaba, se cuestionaba muchas cosas. No entendía nada.

—¿Estás bien?

—Siempre estoy bien, Séptimo-baka.

Aquella expresión en su amiga hizo reír al rubio. ¡Hacía mucho tiempo que no le llamaba baka, ni siquiera se esperaba aquello! Era impropio de ella, y él se alarmó.

—¿De verdad?

—N-Naruto—siseó a punto de echar el llanto, de dejar que aquellas lágrimas tan recurrentes cayeran de nuevo—... la verdad es que la cagué. Con Sasuke, con Lee, con mi vida... Realmente no lo siento, tengo a Sarada—sonrió bajo la mirada del Uzumaki, que poco a poco se levantaba de su silla encaminándose hacia ella—pero... hoy, San Valentín, recuerdo el día que él vino.



(Aquí explicarle el día en el que Sasuke volvió a la aldea, creo que no hace falta decir que es ficticio, no pasó en realidad. ¡Ojalá hagan ya una película SasuSaku!)



La tierra entera ya estaba a salvo, gracias a cinco héroes: Naruto, Shikamaru, Sai, Hinata y Sakura. La misión de protegerla fue todo un cansancio, ¡más para Hinata y Naruto! Solo había una pega: La pelirosa seguía sola. Al principio se alegró de ver a sus amigos juntos pero... ¿a quién iba engañar? Le recordó mucho; los ojos negros de aquel emo vengador, su cuerpo tonificante, la forma en la que se sonrojaba algunas veces cuando apenas entraban en la academia, cuando la protegió varias veces... Pero también recordaba aquellos momentos melancólicos en el que ella traicionó a sus compañeros queriendo matar a aquella persona que amaba tanto con locura, o aquella vez que la espada de Sasuke estaba tan cerca de ella, o aquel puño tan desgarrador con un chidori.

Aun así, caminó a paso lento hacia la aldea, de regreso. Esperaba un gran festejo, ¡sobre todo comida! Utilizó demasiado chakra en curar a su amigo además de aquella pelea, por Kami-sama, ¡parecían interminables!

Hinata se acercó a ella en cuanto su novio estaba distraído.

—Eh, Sakura-chan...—llamó a la pelirosa, la cual se acercó con una gran sonrisa—... muchas gracias, aún no sé por qué me ayudaste tanto...

La oji-jade guiñó un ojo a su amiga, la cual se sonrojó en un instante.

—Ya te lo dije, Hinata-chan, debemos apoyarnos mutuamente, ¿verdad? —rio.

—P-Pero yo no puedo ayudarte con Sasuke-kun—tartamudeó al decirlo, a ella también le dolía el alma aquel toque de realidad—... Lo siento, Sak-

—¡No digas más!—animó—. Ya lo sé, pero, no importa. Créeme, seré paciente. Él me dio esperanzas, ¿verdad? Aquel toque de dedos cuando se marchó... significó algo.

La Hyuga sonrió.

Síp, tienes razón.

Cuando llegaron a Konoha todo fue justo como Sakura se lo imaginó; la nueva pareja llegaron agarrados de la mano anunciando su compromiso, Shikamaru y Sai fueron con sus respectivas novias, ambas rubias y de ojos celestes.

Sakura sintió un toque en la espalda.

—Tsunade-sama...—murmuró anonadada—. ¿Qué hace aquí, que no está bebiendo sake?

Y era cierto; las mesas estaban repletas de comida, bebidas, ramen—algo que Naruto propuso, desde luego—y sobre todo, ¡mucho sake! De alguna forma pensaron que a Sakura le encantaría al ser la discípula de la quinta.

—Lo has hecho muy bien, Sakura.

La oji-jade sonrió.

—También has crecido como mujer.

La sorpresa invadió la tez pálida de la Haruno haciendo que de un momento a otro su rostro se volviera como un tomate.

—Me refiero a madurez—informó Tsunade—. Has sabido llevar a tu amigo en un buen camino, Sakura. Hace mucho tiempo me superaste, créeme, estoy orgullosa de ti.

—Gra-

—Sin embargo puedo notar algo en ti—siseó la rubia—. ¿Puede que estés...

—No sé qué hacer ya, Tsunade-sama. Siento que... no vendrá.

Gachó su pequeña cabeza mirando sus propias sandalias. Había que ser sinceras, recordar todo lo que pasaron. La pelirosa recordó aquel día en el que el azabache se marchó. Apenas se le declaró, aquella vez de verdad.
Ella siempre lo amó aunque muchos
(N/A: ehem, haters de Sakura) dijeron que era por físico. Si ese fuese el caso, Sakura habría perdido los estribos por el Sasuke de aquel mundo alternativo que le regaló una rosa. Pero no fue así, ella siempre quiso la arrogancia de aquel muchacho. No había nadie más que ella que pudiera conocerlo con tan solo una mirada.

—¿De verdad sientes eso? —rio.

—¡¿De qué se ríe?! ¡Su alumna está triste!

—Sakura... Mira a Hinata y a Naruto.

Ella los miró. Envidia era lo que sentía al ver cómo ambos estaban agarrados de la mano, disfrutando de aquella fiesta, sin separarse.

—No eres la única que te enamoraste de un imbécil desde pequeña, Sakura—habló seria—Hinata también esperó a que Naruto se diese cuenta, y recién sus esfuerzos se hacen de notar. Quizás seas la última, Sakura, pero el simple hecho de esperar con fe sin abatirse, es admirable.

—Además—recalcó una voz algo cambiada. Sakura se giró de inmediato, sin apenas dirigir una palabra. No se podía creer como la luz de la luna recalcaba aquella tez más pálida. Su vestimenta había cambiado por completo a como se lo espera, su cabello ya no estaba sujeto con gomina, sino, suelto—. Ya regresé.

Su boca se abrió como un plato, llevó su mano hacia aquel pecho que tanto latía con rapidez mientras su maestra se alejaba de aquella escena con una sonrisa.
No se lo podía creer; era él. El mismísimo Sasuke-kun la cual esperó con ansias, el chico que amó, el chico que quería besar entregándole su primer beso. ¡Por Kami-sama! Tantas veces queriendo abrazarlo, tantas veces queriendo invadir su boca carnosa, tantas veces deseando tocarlo y que todo el cuerpo de aquel azabache sea de ella. Lo deseaba, lo necesitaba.

—B-Bienvenido Sasuke-kun—articuló sin apenas créerselo.

Sonrió.

—Iré a hablar con Na-

—Te sigo queriendo, ¡Sasuke-kun!—(N/A: Sakura y sus confesiones, ¡las amo!) gritó con fuerza, tanto, que la música paró. Todos miraron aquella escena—. ¡Sasuke-kun! Te sigo echando de menos, ¡deseo tanto abrazarte! Quiero estrecharte entre mis brazos. Muy fuerte. Quiero dejar de esperar para al fin tenerte. Sé que aún eres inalcanzable, sé que esto para ti puede no significar nada, incluso sé que me podrías dormir de nuevo—rio—. Pero... te lo prometo, Sasuke-kun, esta será la última vez que lo repito. No seguiré insistiendo más, te dejaré libre. Dejaré que tú decidas, pero, pase lo que pase, recuérdalo; quiero al menos que estés a mi lado. Necesito al equipo siete en mi vida, necesito... Algo, Sasuke-kun... Algo. Sé que no es sencillo, que no es nada claro, sé que ahora mismo puedo sonar como una idiota enamorada o peor, una idiota a secas.

Todos miraron a Sasuke. El Uchiha estaba sin palabras, jamás esperó que al llegar de su descanso y de ayudar a parar a aquellos meteoritos la bella pelirosa se le declararía. Él pensaba que ella ya tendría novio, siendo tan perfecta como siempre lo había sido. Él pensaba que se hartó de esperar tantos años. Él pensaba que no se acordaría de aquella persona a la que le hizo tanto daño, pero aun así ella siguió amándolo sin merecerlo.

—Yo...—habló, de forma seca. Si no fuese por sus mejillas sonrojadas todos creerían que Sakura sería rechazada de nuevo, aquella vez, delante de todos—. Sa...kura.

Agachó la cabeza pensando en el rechazo. Tartamudeó. Apretó sus puños pero, a pesar de todo, volvió a elevar la mirada. Jade VS ónix se encontraron. Sakura sonrió a pesar de que su corazón fue roto una vez más.

—Lo entiendo, Sasuke-kun—habló animada—. Siempre lo entendí, en realidad.

—De verdad lo esperas, ¿verdad, molestia?

La Haruno no supo si esas palabras le darían alegría, debía de sentirse deprimida, o si debía de llorar.
Ino Yamanaka y Naruto Uzumaki estuvieron a punto de cantarle las cuarenta al Uchiha, cuando algo sorprendió a todos los presentes:

—Eres tan molesta que quieres que lo haga—afirmó.

Sakura le sonrió, ella ya sabía por dónde iba el tema. Ya lo entendía.

—De verdad lo espero.

El Uchiha adelantó un paso hasta quedar frente a la pelirosa. Bajó la vista debido a la altura, una sonrisa arrogante se mostró en el rostro de ambos. Alzó la única mano que tenía para retirar el cabello mechón rosa del rostro de aquella muchacha tan molesta. El mechón estorbaba, igual que su dueña, pensó Sasuke. Deslizó su mano de forma lenta hasta la barbilla de ella.
Sakura no pensó resistir más cuando abrazó al Uchiha con su fuerza sobrehumana. Sasuke inclinó su cabeza hacia abajo y se acercó con cuidado a los labios de Sakura.

Sus labios, los labios de una hermosa flor de Konoha estaban muy cerca. El corazón del Uchiha palpitó por primera vez durante mucho tiempo. En cuanto su aliento chocó, Sasuke tomó la iniciativa y la besó. De fondo solo se podían escuchar los aplausos de todos los habitantes de Konoha, ¡incluso Rock Lee aplaudía con mucha felicidad! Todos, al fin, pudieron ver la felicidad en el rostro de Sakura.




—Naruto. Cuando vayas a casa, por favor, avisa a Hinata-chan. Tengo algo que... comentar con las chicas.

Tanta seriedad, de repente, le pilló por sorpresa al rubio.

—E-Está bien.

***

Sakura quedó mirando al frente; estaban las cuatro Kunoichis—Ino, Hinata, Temari, Tenten—en su casa. Sarada dormía, o al menos, intentaba dormir. El rostro de Boruto siempre se hacía notable en sus sueños.

—¿Por qué nos necesitas, frentona?—quiso saber la Yamanaka apoyando el codo sobre la mesa—Tengo... problemas en casa.

—¿De verdad? Yo tengo que lidiar con el cerdo de Lee. ¡Parece distinto!—se quejó Tenten—. Compartir casa con aquel chico quizás fuese problemático.

—¡Deja de hablar como Shikamaru!—rio Temari—. Dejemos hablar a Sakura.

—Tenemos problemas—informó.

Sakura no dudó en contarles el problema sin olvidar ningún detalle.

Las cuatro se sorprendieron.

—No entiendo—dedujo Tenten, de forma torpe.

—Sé que no es un simple juego como bien me explicó Orochimaru. Sé que solo es una distracción para mantenernos ocupadas—volvió a repetir—. Debemos de averiguar qué pretende.

—Y mientras lo averiguamos, ¿debemos de salvar a los chicos?

—O mantenernos a salvo—dijo Temari—. ¿Pero de verdad funciona?

—¡Eso explicaría el comportamiento de Sai!

—¡Y de Lee!

—¿Qué es lo que quieren? ¿Sexo?—rio Temari.

—P-Pero...—tartamudeó Hinata, algo nerviosa. No ha habido ningún problema en su familia desde hacía mucho, pero temía que algo así le pudiese pasar a su esposo—. ¿Cómo lo evitamos?

—No lo sé—suspiraron todas al escuchar a Sakura—. Pero debemos de resistir sus ataques sexuales mientras averiguamos qué ocurre a la vez que nos preparamos para ganar ese concurso. Si ganamos el concurso, ganaremos la cura.

—¿Doble ataque?

—Lo peor es que debemos mantenerlo en secreto—suspiró Hinata—. Si tan solo Neji-sama estuviese aquí...

—Pues también caería—informó Tenten, divertida—igual que cayeron Sai y Lee, vuestros esposos también caerán.

—¿Qué es tan divertido, Tenten?

—¡Pues que yo estoy a salvo!





N/A

Si habéis leído el "adelanto" del próximo capítulo veréis que lo he cambiado. Esto no será parte de la generación joven, sino, solo de las cinco kunoichis más hermosas <3 Sé que es mucho sin actualizar y que posiblemente estéis perdidos, si ese es el caso, mandadme un privado. Os explicaré todo encantada.

¡Nos leemos en el próximo capítulo!

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