QUATORZE.

—Llámame cuando llegues, ¿bien? —habló con voz suave el cumpleañero, acariciando su mejilla con delicadeza.

El mayor solo asintió, llenando de besos sus mejillas y haciendo al menor reír dulcemente. Cuando se separaron, ambos suspiraron con sonrisas de tontos enamorados plasmadas en sus rostros.

Yoongi y Jungkook estaban uno frente al otro, mirándose a los ojos con cariño. —Gracias por venir, Yoon —fue el menor quien rompió el silencio, con sus mejillas sonrojadas. Estaba feliz, demasiado.

—Me encantó celebrar contigo —aseguró, besando su frente y abrazándolo. Olfateó levemente el cabello suave de su novio, impregnándose de su aroma. A pesar de todo lo que había llegado a salir mal, el final había sido bueno para su novio—. Jungkookie...

Decidió llamarle entonces, armándose de valor para hablar de un tema que sabía sería complicado.

—Mhn?

—Jihyo me dijo que mañana es un día difícil para ti. ¿Qui-quieres que te acompañe? —pregunta con voz suave, preocupado cuando el abrazo se fortalece. Su nerviosismo evidente en su titubeo.

Había pensado qué era mejor para su novio durante toda la noche desde que Jihyo, camino a casa del menor, le habló de la situación. Jungkook era más parecido a él de lo que pensaba.

Y, por tanto, él sabía que el dolor del día que venía jamás cesaría o se reduciría.

—Me encantaría —responde entonces el menor, su voz ahogada y las lágrimas a punto de desbordarse. Entonces es cuando Yoongi lo abraza con fuerza contra su pecho, dejando que se aferre a él y una vez más pueda liberar todo el dolor que su corazón siente.

Yoongi podía entender el dolor y la culpa, los arrepentimientos y el deseo de que las cosas fuesen diferentes.

—Bien, vendré mañana temprano, ¿vale? —prometió, besando varias veces sus párpados—. No te dejaré solo, lo prometo.

Jungkook solo asintió unas cuantas veces, sin soltar su agarre de la ropa del mayor.

Desde la puerta de entrada, que daba una vista directa a la pareja despidiéndose frente a la puerta que da hacia la calle, un grupo de diez hombres los observaba con curiosidad. La conversación, al ser en medio de la noche, en un lugar silencioso, era escucha por todos ellos.

Fue Hyungwon el primero en hablar, luego de haber presenciado toda la interacción.

—Vamos dentro, ya vendrá Jungkook —y con un asentimiento, todos le siguieron. Fue Seokjin el último en entrar, pues se mantuvo viendo a la pareja con una suave sonrisa. Yoongi no parecía tan mala persona.

—Ese chico, Yoongi, no parece ser mal novio —mencionó Taemin, sentándose en un puesto vacío al lado de Jimin.

—Eso ya lo veremos —fue Jimin quien respondió—. Puede ser solo una máscara. Los primeros meses de noviazgo siempre se muestran buenos y de pronto son abusivos sin futuro.

—No deben juzgar un libro por su portada —razonó Jackson—; creo que realmente es una buena persona. Tiene un futuro prometedor, mucho talento y, sobre todo, hace feliz a Jungkookie.

Los cuatro hermanos menores, casi al unísono, soltaron un 'tch'.

—¿Seokjin? —preguntó entonces Chanyeol, notando su silencio y la suave sonrisa que crecía poco a poco en su rostro.

—No parece ser tan malo para Jungkookie —habló, resaltando el tan. Sus hermanos, claramente lo vieron como si le hubiese salido otra cabeza.

Seokjin soltó un suspiro y se recostó en el sofá, cruzando sus piernas en el proceso.

—¿Qué quieres decir, Seokjin? —el mayor rió entre dientes al escuchar la forma tosca en la que Namjoon le llamó. Estaba molesto. Todos sus hermanos lo estaban.

—Exactamente lo que dije.

Los amigos simplemente vieron con diversión (y ciertamente miedo) como las expresiones de los cuatro menores se ensombrecían.

—Eh... Chicos... —llamó entonces Taemin, nerviosismo notorio en su voz. La tensión entre los hermanos crecía y Seokjin no parecía nada más que desinteresado.

—Explícate —casi gruñó Hoseok. Sus amigos se tensaron aún más y decidieron solo ser espectadores. El aura de los cuatro era temible en todo sentido, probablemente estaban dispuesto a llegar a los puños para "hacer entrar en razón" a Seokjin.

Seokjin suspiró, dándose un momento para ordenar sus ideas mientras observaba el techo de la sala de estar, antes de finalmente hablar.

—Es un deportista. Le gusta la música. Jungkook también mencionó que leen juntos. Es estudioso, aunque no es el mejor. Es amable con Jungkook y con los demás. Incluso si ustedes fueron groseros, no dijo nada malo de vuelta. Sobre todo, planea seguir sus sueños justo como yo, como todos ustedes. La única diferencia es que él no tendrá el apoyo que nosotros tuvimos. Mi primera impresión sobre él es buena —se encoge de hombros, viendo finalmente a sus hermanos.

—Seokjin, eso sólo es una primera impresión —recordó Jimin, aún reacio a aceptar la inclusión de ese chico a la vida de su hermanito—, como dije, no conoc-

—Ya lo sé. Lo dijiste —interrumpió, su tono sonando medio fastidiado—; mira, nunca dije que lo acepto. Me dejó una primera buena impresión, pero sigue sin estar aprobado. De todos modos, dicen que hay que tener a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca.

Los demás se quedaron en silencio luego de aquello, conformes con la respuesta dada por Seokjin. Con eso, finalizaron el tema.

—Además, todos escuchamos. Asistirá mañana; así que, de corazón les pido, compórtense y dense el espacio de observarlo. No le demos otro disgusto a Jungkook.

Todos los presentes asintieron de acuerdo, algunos un poco más reacios a aceptar, pero al final aceptando aquel acuerdo. La felicidad y comodidad de Jungkook era más importante que sus disgustos con una persona.

El silencio se instaló entre ellos, probablemente todos estaban intentado procesar todo lo que había pasado esa tarde.

Incluso los cinco invitados –Jackson, Minjae, Chanyeol, Hyungwon y Taemin– se sentían desconcertados y, ciertamente, un instinto de protección se había encendido en ellos. Varios habían visto a Jungkook convertirse de niño a un adorable y atractivo joven, así que definitivamente deseaban protegerlo de todo aquel que pudiese dañar su corazón.

Sin embargo, a diferencia de los hermanos Kim, los cinco sabían que no debían entrometerse en asuntos como esos. Además, ninguno de ellos veía a Yoongi como mala persona.

—Yoongi ya se fue.

Jungkook rompió el silencio, entrando a la sala de estar donde los diez hombres le recibieron. Seokjin asintió y palmeó el espacio disponible a su lado, una invitación implícita en aquella acción. Iban a conversar.

El menor, tomando una bocanada de aire se acurrucó al lado de su hermano mayor. No tenía tanto miedo como lo había imaginado al principio; estaba seguro que Yoongi había hecho un buen trabajo en mostrarse de forma sincera frente a ellos.

Hoseok fue quien tomó la palabra, luego de un silencioso acuerdo entre los cinco hermanos mayores.

—Jungkookie... —llamó suavemente, aclarando luego su garganta— ¿podrías responder algunas preguntas por nosotros?

—Pregunten tanto como deseen, hyung. Seré sincero con ustedes.

Los hermanos sonrieron levemente y Hoseok, luego de ordenar sus ideas, finalmente hizo la primera pregunta.

—¿Por qué elegiste hoy para presentarlo?

Jungkook observó su regazo en silencio por unos instantes. Los adultos no lo presionaron.

—Fue una decisión súbita. No deseaba hacerlo hoy, pero... —alzó su cabeza, sus ojos llenos de lágrimas mostrándose frente a los diez hombres que tanto aprecio le guardaban—, él fue quien me llamó estamos mañana y...

—¿Te amenazó? —masculló Jimin, imaginando lo peor del pobre chico. El pequeño Kim negó varias veces.

—Él no me hizo nada —aclaró—, es solo que decirles que era solo un amigo y compañero me dolió demasiado, hyungs. Él ha sido comprensivo todo este tiempo, acerca de toda esta situación. Incluso llegué a lastimarlo por ello, y fue él quien se disculpó —la vergüenza fue completamente visible en ese momento—. Él no merece esa clase de trato. Lo quiero mucho y ya no quiero herirlo más.

Seokjin sonrió levemente. La madurez emocional, así como la responsabilidad que ha tomado en la relación lo dejaron fascinado; su hermanito realmente era una persona increíble.

—¿Hace cuánto tiempo están juntos? —preguntó esta vez Taehyung.

—Apenas tres meses, hyung.

—¿Él te trata bien?

—Lo hace.

—¿Qué hay de su familia?

—No puedo decir mucho más de lo que ya saben. Ha tenido varias madrastras, su padre es bastante ausente, es de clase media. Creo que tiene algunos medio hermanos regados por ahí.

Jackson y Chanyeol rieron bajo ante ese término.

—¿Te ha usado por tu dinero?

—No. De hecho, él ha tomado de lo poco que tiene y me ha hecho regalos hermosos y costosos.

—Así que, ¿intenta comprarte?

Hoseok fue callado por un zape de Hyungwon, que estaba sentado a su lado.

—Estoy seguro de que no se refiere a eso. Se refiere a que en lugar de esperar esa clase de cosas de Jungkook, es él quien se esfuerza en dárselas —aclaró Hyungwon, ganándose un asentimiento del menor.

—Yoongi es adorable, hyungs. Nos divertimos juntos y lo quiero —aclaró nuevamente, una suave sonrisa imborrable en su rostro.

Los mayores querían preguntar mucho más, pero se contuvieron porque no querían incomodar o molestar al menor. Debían admitir, aunque les molestara demasiado, que parecían una pareja del tipo adorable y no del calenturiento.

Fue Seokjin quien hizo la pregunta final.

—¿Y él te quiere de vuelta?

La sonrisa del pequeño Kim se ensanchó.

—Sí, estoy seguro de ello. Siempre me lo dice e incluso me lo recuerda con sus acciones. Por favor, hyungs, denle una oportunidad de demostrarlo —pidió, haciendo una pequeña reverencia.

La sorpresa fue obvia. Jungkook solía siempre seguir lo que ellos decían, si algo les desagradaba lo corregía para hacerlos felices. El hecho de que quisiera luchar por algo, por alguien, era nuevo.

—Lo intentaremos —aseguró Seokjin, besando su frente—. Con esto hemos acabado, Jungkookie. Ve a descansar que mañana será otro día largo.

El menor asintió y, dando un abrazo de buenas noches a todos los presentes, terminó retirándose a su habitación, bostezando tiernamente como señal de que el cansancio realmente le había superado en esa ocasión.

Abajo permanecieron los diez en la sala de estar. El silencio nuevamente reinando el espacio, todos sumidos en sus pensamientos, los hermanos repitiendo una y otra vez la solicitud de Jungkook en sus cabezas.

—¿Realmente le darán una oportunidad? —preguntó entonces Taemin, curioso por la decisión que el grupo tomaría.

—Sí, Jungkook casi nunca nos pide nada. Algo como eso podemos cumplirlo con gusto.

—Quién diría que ese mocosito que vimos hace años tendría novio a esta edad —bromeó Jackson, una sonrisa dulce plasmada en sus labios mientras las memorias de la infancia de Jungkook en las que estuvo presente pasaban por su cabeza—. Asegúrense de no lastimarlo, Kims. Es lo menos que necesita.

Era un acuerdo tácito entre todos aquellos que conocían la difícil infancia del pequeño Kim. A pesar de haber crecido amado y protegido por cinco increíbles hermanos, había algo que nunca tendría y, en sus propias palabras, había sido enteramente su culpa.

Incluso para los mayores fue difícil aceptar una realidad como aquella, fue difícil para ellos ver a Jungkook como un hermano.

Pero Jungkook no tenía a nadie más que ellos. Y es por eso que se habían decidido a amarlo con todo su corazón.

La mañana finalmente había llegado. Jungkook estaba ya despierto, duchado y vestido. Ese día visitaría a su madre, como todos los años.

Una sonrisa triste lo saludaba a través del espejo, la culpabilidad una vez más carcomiéndolo. Incluso si sus hermanos habían sido lo suficientemente amables y buenos con él todo el tiempo, el sentimiento de responsabilidad nunca se había ido desde el momento en que se enteró de la verdad tras su nacimiento.

Incluso se sentía mal de anhelar a su madre. Había sido su culpa, después de todo.

Limpiando la lágrima solitaria que bajó por su mejilla, finalmente salió de su habitación rumbo a la cocina, de donde venía el bullicio de los diez adultos.

Todos vestían ropa oscura, para exteriorizar su luto en ese momento. Jungkook entró con una sonrisa y luego de saludarlos, tomó su desayuno en silencio.

Para él, ese día luego de su cumpleaños era el más duro. Y usualmente se sentía culpable de festejarse cuando su vida causó una muerte.

Todos observaron como sus ojos se humedecieron y sus puños se cerraron con fuerza.

—No es tu culpa —consoló Jimin, que estaba a su lado y lo abrazó contra su pecho. La preocupación creciente de los adultos que veían llorar al menor cesó al escuchar el timbre.

Sabiendo quien era, fue Chanyeol quien se acercó a abrir la puerta y saludar a Yoongi.

—¿Cómo está Jungkookie? —La mueca del adulto lo dijo todo. Yoongi inhaló con profundidad y antes de poder acercarse a su novio, él menor fue quien se lanzó a sus brazos, acurrucándose contra su pecho.

Los hermanos vieron aquello y ni siquiera tuvieron el corazón para enojarse. De alguna forma, parecía que Jungkook había encontrado un lugar seguro junto a él.

Así que, finalmente acabamos la primera parte de la historia T.T esto está inconcluso, oki. La segunda parte sigue siendo primera temporada pero decidí dividirla porque a partir del siguiente capítulo empieza ya el proceso de aceptación de los chicos con respecto a Yoongi y mucho fluff yoonkook djrksks

Estoy emocionada por empezar esa segunda parte, pero u.u tomaré un receso de mínimo 2 semanas porque empiezo universidad y mientras me acoplo prefiero adelantar capítulos en lugar de escribir algo feo o a medias. Nos veremos prontitooooo :* gracias por tanto apoyo 😩❤️





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