⭐Capítulo 1⭐
Buenos Aires, Argentina
Estrella había terminado la facultad y se había recibido con la puntuación más alta que le otorgó una medalla y una mención especial por parte del equipo académico. Se había graduado en marketing porque le gustaba todo lo que conllevaba aquello y porque estaba segura de que conseguiría trabajo en menos de un año. Realizó pasantías para tomar experiencia y así poder agregarlo en su currículo, pero las cosas no empezaron a pintar nada bien cuando vio que en su casa la plata estaba empezando a ser un problema. Su familia era de clase media trabajadora y aunque no siempre se podían dar los gustos, vivían bien.
Después de un par de meses en que las pasantías se agotaron, decidió ir tirando su carta de presentación a diferentes empresas, a las que la habían llamado para tener una entrevista, no se habían vuelto a comunicar más con ella y el tiempo pasaba para poder obtener un trabajo y un sueldo fijo para ayudar en la casa, porque veía que las cosas no les estaban yendo tan bien como lo habrían querido.
Tras algunos meses más en dónde trabajó por medio tiempo en un supermercado como cajera y otro tanto atendiendo una tienda de ropa femenina, supo que tenía que plantearse hacer un giro de 180 grados y con rapidez. No quería trabajar de lo que no había estudiado y se puso en la cabeza que tenía que irse de ahí, a algún país limítrofe o más arriba, o bien al otro continente.
Su madre pegó un grito cuando la chica lo comentó en la mesa mientras cenaban.
—¿Por qué no querés? No me voy a instalar por definitiva ahí, serían solo unos meses, para poder conseguir un trabajo fijo y de tiempo completo de ser posible y así poder mandarles plata —justificó la muchacha.
—Sos demasiado joven para irte del país, ni siquiera sabes las de cosas que te podrían pasar.
—Acá también me puede pasar cualquier cosa cuando salgo a la calle —le dijo intentando que reaccionara.
—Pero sería diferente porque te iríamos a ayudar, en otro país, ¿qué vamos a poder hacerte? Nada. —Rectificó su madre un poco molesta.
—Me parece que estás exagerando un poco, no todas las personas son malas y siempre hay alguien para ayudarte, con el criterio que tenés, nadie saldría de su propio país en busca de algo más —abrió más los ojos de manera desmesurada.
—¿Y vos qué estás buscando?
—Mi camino... algo que me diga que voy a poder hacer muchas más cosas que estar detrás de un escritorio.
—Lo podés hacer acá también.
—Ya lo intenté y nadie me llamó, hice todas las entrevistas para las que me llamaron y ninguna se comunicó de nuevo para decirme que tenía el trabajo.
—Creo que estás proyectando de manera deliberada y no te estás enfocando bien en lo que realmente importa, sos chica todavía, no podés tomar decisiones tan apresuradas. ¿Con qué plata vas a moverte si te vas del país? —Su madre la miró otra vez, con seriedad absoluta.
Su padre que se mantenía callado abrió la boca respondiendo la pregunta de su esposa.
—Tenemos la plata ahorrada para poder pagarle un pasaje y la estadía.
—No seas inconsciente vos también, Joaquín —alzó de nuevo la voz.
—No soy inconsciente, creo que, si quiere, puede probar, es una experiencia, no le haría daño a nadie —afirmó el hombre.
—No tenemos tanta plata para tirar a la basura.
—No se estaría tirando a la basura, Catalina. ¿No querés ver feliz a tu hija?
—Sí, pero acá. No tiene porqué salir del país. Cuando sea más grande lo podrá hacer, pero no ahora —zanjó.
—¿Y si de grande no puede ahorrar? —preguntó Joaquín—, ojalá que le vaya muy bien, pero ¿y si no puede?
—Ya se verá de alguna manera, pero no ahora.
—Catalina, a veces pareces egoísta y que no te importa la felicidad de Estrella.
La chica durante toda aquella discusión se mantuvo callada, pero le tocó hablar porque sentía que la conversación iba a ir en aumento.
—Bueno, creo que será mejor cambiar de tema, porque no quiero que se peleen por mi culpa —acotó.
—¿Dónde se te ocurrió ir? —insistió su papá.
—Europa.
Catalina casi se ahoga con el agua que estaba tomando, dejó el vaso y se tapó la boca intentando recomponerse, y la miró con fijeza.
—Te volviste loca, Estrella. No sos sensata, ni siquiera dijiste un país de por acá.
—Al cambio pagan más en el otro continente que en los alrededores de nuestro país.
—En serio, estás chiflada —contestó otra vez su madre.
—Si tenía pensado otro país de por acá, también para vos estaría loca. Tu problema es saber que me quiero ir, no el lugar.
—El país también es una preocupación para mí, no tenemos parientes en Europa, ¿sabes la cantidad de papeles que se tienen que hacer para que te puedan aceptar a que vayas a trabajar? Ni vos misma te das una idea de lo que sale y se tarda —emitió exasperada y enojada también.
—Solo es cuestión de averiguar —insistió la joven.
—No, mi respuesta es no —anunció con firmeza en su voz.
Los tres se quedaron callados ante lo último que Catalina había dicho, solo se preocuparon por continuar cenando y mirando un poco el programa de televisión.
Ya dentro de su cuarto y después de haber ayudado a su madre con las cosas que habían usado, se tiró en la cama con su celular para hablar por chat con su amiga de la facultad.
❥Valentina
¿En serio me lo estás diciendo?
~☆Estrellita☆~
Sí, sé que es apurado
lo que pensé, pero tengo
ganas de irme a probar suerte
a otro país, no sé cuándo,
pero me gustaría. De todas
maneras, mi mamá no está
de acuerdo, y su respuesta
fue un rotundo no
❥Valentina
Pero ¿te parece?
¿Y si te pasa algo? No conoces
nada del país y de su gente, no sé,
Estrellita, creo que es algo
súper arriesgado y más
para una mujer viajando sola
~☆Estrellita☆~
Te re entiendo, pero tampoco consigo
trabajo acá y mis papás necesitan plata,
no puedo quedarme sin hacer nada
❥Valentina
¿Y a qué país pensaste ir?
~☆Estrellita☆~
Europa, no sé a cuál todavía,
pero quería Europa
❥Valentina
Estás re loca, Estrella, Europa, ¿en serio?
Hay miles de trámites que se tienen que
hacer antes de poder viajar, ¿averiguaste de eso?
~☆Estrellita☆~
No todavía, me tiene preocupada eso
porque no sé por dónde empezar. Sé más o menos
lo que se necesitaría, pero tengo que investigar
mejor, ¿vos me harías la pata?
❥Valentina
¿No crees que nos vamos a meter en
problemas, Estrella? Yo tampoco tengo
idea de esas cosas, podría... podría
preguntarle a papá sobre eso
~☆Estrellita☆~
Si me haces ese favor, genial, porque
estoy nula con esas cosas
❥Valentina
Voy a preguntarle y después te digo,
y mientras tanto, ¿qué vas a hacer?
~☆Estrellita☆~
No sé, capaz que vuelvo a buscar trabajo hasta
que tenga todo listo, pero no creo que mamá me
lo deje tan fácil, no como la vi hoy cuando me
dijo que ni loca me dejaba ir del país a trabajar
❥Valentina
Creo que mi mamá me diría lo mismo,
a mí me parece que te pusiste en
la cabeza algo bastante riesgoso y
no estás pensando
bien las cosas, tenés que planificarlo bien
~☆Estrellita☆~
Por más que lo planifique...
Mi mamá no va a ceder
❥Valentina
Porque así son nuestras madres, aparte de
que somos chicas todavía. Capaz que con
el correr de los días se le va a pasar, ahora está
así porque se lo dijiste de golpe y
es normal que reaccione así
~☆Estrellita☆~
Seguro que sí, se lo dije de repente,
sin preparar el ambiente,
el que sí me da pie a seguir con esto
que quiero es papá.
Incluso me dijo que podía viajar
con algo que tenían ahorrado
❥Valentina
Me imagino cómo se habrá puesto
Catalina cuando Joaquín te seguía la corriente
~☆Estrellita☆~
Casi furiosa
❥Valentina
😂😂😂 Normal, se entiende que se
ponga así, más cuando él tendría que
apoyarla para decirte que no viajes
~☆Estrellita☆~
Si es por mi mamá, nunca saldría del país,
ni siquiera para irme de vacaciones
❥Valentina
Qué exagerada, no creo que sea tan así,
pero bueno, mañana te mensajeo para
decirte qué me dijo papá
~☆Estrellita☆~
Está bien, hasta mañana. Buenas
noches y muchas gracias
❥Valentina
De nada y buenas noches para
vos también
Estrella dejó el celular sobre la mesa de noche y se levantó de la cama para ponerse el pijama e irse a dormir. Solo esperaba que su mamá no fuera tan dura con ella y la dejara ser. Por un lado, entendía que estaba preocupada por ella, pero por el otro, solo quería vivir experiencias y de a poco independizarse, quería conocer otras personas, adquirir cosas de otros lugares, poder ser útil en algo, en lo que realmente había estudiado porque su país no le estaba dando lo que quería y eso era trabajar de lo que le apasionaba, el marketing digital y el marketing offline. Cuando se metió adentro de la cama, suspiró y se puso de costado para intentar dormir, lo único que ansiaba era que las cosas se solucionaran y que su madre cediera en dejarla viajar a otro país para poder vivir un poco mejor.
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