Capítulo 6

Ciudad Musutafú, Japón.

Kenichi y Ravel estaban caminando hacia las zonas elevadas.

Kenichi: ¿Estás emocionada?

Ravel: Sí, aunque también estoy nerviosa.

Kenichi: Je, lo sé y yo aún sigo sorprendido que convencieras a mi madre de vivir en mi casa.

Ravel: Bu-bueno, ahora soy tu "rey" así que me siento más segura que estés a mi lado. – dijo mirando hacia otro lado.

Kenichi: Je, está bien, pero tengo una pregunta. Entiendo que necesitaremos compañeros pero ¿Por qué hacerlo ahora?

Ravel: ¿Y por qué no? Es mejor aprovechar.

Kenichi: Pero mis clases...

Ravel: No te preocupes, Ashura le envió una carta a Sona explicando tu ausencia.

Kenichi: Eso explica muchas cosas. – pensaba con cara de póker.

Ravel: ¿Y bien? ¿Ahora a dónde?

Kenichi. Por este camino. – caminan un poco más hasta llegar a un dojo. – Aquí estamos.

Ravel: ¿Aquí fue donde entrenaste?

Kenichi: Así es. Hace tiempo que no he visitado este lugar y siento nostalgia.

Ohhh, eres tú joven Kenichi. – ambos voltean y ven a un hombre de gran tamaño y un gran vigor físico y cabello rubio.

Ravel: ¡Kyaaaa! – Se pone detrás del Uzumaki, no escuchó ningún paso y estaba detrás de ellos.

Kenichi: ¡Maestro Hayato! ¡Qué gusto volver a verlo! – extiende su mano y el rubio corresponde el gesto amistoso.

Hayato: ¿Cómo has estado mi querido discípulo?

Kenichi: Todo bien por el momento. ¿Y cómo les ha ido ustedes?

Hayato: Muy bien hasta ahora. ¿Qué tal si pasan? Estoy seguro que tienen mucho que contar.

Kenichi: Encantado, vamos Ravel.

Ravel: ¿Eh? Ah sí, con permiso. – hace una reverencia y pasa, pero en el patio ve a un peliblanco practicando muay thai.

Kenichi: ¡Apachai! – el mencionado voltea y se lanza a abrazar al Uzumaki.

Apachai: ¡VOLVISTE KENICHI, QUÉ ALEGRÍA!

Kenichi: Yo también me alegro de verte maestro, veo que sigues mejorando tu habilidad.

Apachai: Así es, después de esa prueba, decidí entrenar más. – dijo animado.

Kenichi: Ravel, te presento a Apachai, mi maestro de muay thai.

Apachai: Apa. – dijo de forma animada mientras que Ravel da una reverencia aunque algo nerviosa.

Kenichi: Iré a ver a los demás, nos vemos luego. – Apachai asiente y el par sigue avanzando.

Ravel: Es extraño.

Kenichi: Sí, yo también reaccioné así al principio, suele ser algo infantil pero es un buen amigo. – abren la puerta y ven a un pelinegro con unas cejas gruesas y una cicatriz en la mitad de su rostro, quien estaba tomando una cerveza. – Hola maestro Sakaki.

Sakaki: ¡Pero miren quién ha regresado! – estrecha manos con el Uzumaki. - ¿Qué tal te ha ido Kenichi?

Kenichi: Muy bien maestro y decidí hacerles una visita, además que traje a una invitada especial.

Sakaki: Déjame presentarme. Soy Shio Sakaki, soy de los cien mejores maestros de karate.

Ravel: Y yo soy Ravel, mucho gusto.

Kenichi: Seguiré buscando a los maestros, después hacemos una ronda de quién dura más.

Sakaki: ¡Ese es el espíritu! – el Uzumaki sólo sonríe y se va con Ravel a buscar a los demás maestros.

Ravel: Muay Thai, karate, no sabía que aprendiste 2 disciplinas.

Kenichi: En realidad el abuelo Hayato me enseñó también, pero lo hizo luego de que aprendiera de los otros maestros.

Ravel: ¿Eh? ¿Hay más? – el Uzumaki asiente. - ¿Y cómo son ellos?

Kenichi: Pues... - no dijo más ya que una puerta es cortada saliendo un sujeto con sombrero y una cámara mientras esquivaba cortes a gran velocidad.

Ravel: ¿Eh?

Kenichi: Ya me lo esperaba. – pensaba con una gota al ver cómo la chica casi le da un corte vertical.

Pero si estaba viendo un hermoso paisaje. – dijo el tipo de sombrero.

Claro, "paisaje". – prepara su katana.

Kenichi: ¿Ya empezaron otra vez? – ambos voltean y se emocionan al ver al pelirrojo. – Ha pasado tiempo maestro Kensei, maestra Shigure.

Kensei: ¡Kenichi! ¡Sí que ha pasado tiempo muchacho! – la pelinegra sólo le abraza de manera maternal.

Shigure: Bienvenido.

Kenichi: Jeje, también los extrañé. – Le dedica una sonrisa, pero Ravel lo toma del brazo celosa.

Shigure: ¿Y ella quién es?

Kenichi: Es Ravel, mi acompañante. – mira a la rubia. - Te presento a uno de los mejores maestros en las artes marciales chinas, Ma Kensei y a una gran maestra en el manejo de armas, Shigure Kosaka.

Ravel: Mu-mucho gusto. – dijo nerviosa cuando en eso Kensei examina a la chica.

Kensei: Oh, esta señorita desprende algo llamativo. – Shigure coloca la espada a la altura de su cuello. – No lo digo en ese sentido.

Kenichi: ¿Y dónde está el maestro Akisame?

Kensei: Está haciendo estatuas como siempre, ¿Te quedarás a cenar verdad? – El Uzumaki asiente.

Kenichi: Iré a verlo, nos vemos luego. – ambos asienten y el dúo sigue avanzando.

Ravel: Artes marciales chinas y manejo de armas, ¿Cómo te adaptaste a todo eso?

Kenichi: Je, yo quería aprender lo básico y terminé aprendiendo sus disciplinas, son algo estrictos, pero he aprendido mucho gracias a ellos. – abre una puerta pero no había nadie. – Oh está vacío.

Ravel: Cuántas estatuas. – en eso siente a alguien detrás y mira a un señor con una mirada algo intimidante. - ¡Kyaaaaa!

Kenichi: Tranquila Ravel. – voltea. - ¡Maestro Akisame!

Akisame: Hola discípulo Kenichi, ha pasado tiempo. – estrecha manos con el Uzumaki.

Kenichi: Sí, ya cerca de 3 años y por lo visto, le ha ido bien.

Akisame: Lo mismo digo de ti. Je, la reacción de tu amiga me trae recuerdos.

Kenichi: Ah cierto, así reaccioné también. – se rasca la nuca mientras reía.

Akisame: Y es bueno que nos hayas visitado.

Kenichi: Sí, después de mucho, además este ha sido como mi segundo hogar.

Akisame: ¿Y pasarán la noche aquí? - el Uzumaki asiente. – Eso es bueno.

Kenichi: Si, de paso quería presentarlo. – mira a la rubia. – Ravel, él es Akisame Koetsuji, un experto en el jiu jitsu y también es dueño de una clínica quiropráctica.

Ravel: ¿En serio?

Akisame: Sí, muchas veces he atendido las lesiones de mi pupilo. – le acaricia la cabeza al Uzumaki.

Kenichi: Sí, algunos ejercicios me dejaban muy adolorido. – tembló un poco por recordar algunos entrenamientos muy dolorosos.

¡YA ESTÁ LISTA LA COMIDA!

Akisame: Esto será bueno, vamos. – el Uzumaki asiente y se dirigen hacia el comedor, donde los maestros ya estaban reunidos, pero también una rubia que estaba dejando los platos en la mesa, pero ve al pelirrojo.

Kenichi: ¡Hola Miu! – dijo animado y ella deja la bandeja de lado.

Volviste... ¡Volviste Kenichi! – se acerca pero un flash rosado abraza al pelirrojo derribándolo. - ¿Eh?

Ravel: ¿AHHHH?

¡KENICHI VOLVISTE! – dijo mientras lo abrazaba con fuerza.

Kenichi: Hola Li... me alegra...que estés bien...pero... no puedo respirar.... – la razón es que la peli rosa no calculó bien y tenía sus pechos encima de su cara, dificultando su respiración, el pelirrojo trato de levantar su brazo pero cae al suelo.

Li: ¿Kenichi? – ve que su alma estaba saliendo.

Kenichi alma: ¡Adiooooooooossss!

Ravel: ¡KENICHI, NO TE VAYAS! – dijo desesperada mientras tomaba el alma y lo ponía de vuelta en el pelirrojo.

Li: ¡REACCIONA!

Kenichi: ¿Eh? ¿Dónde estoy? – Ravel y Li lo abrazan.

Ravel/ Li: ¡SI VOLVIÓ A LA VIDA! – pero recién se dan cuenta de que estaban abrazando al pelirrojo.

Ravel: ¿Se puede saber qué haces?

Li: ¡Estoy abrazando a Kenichi! ¿Tú qué haces?

Ravel: Abrazo a mi Kenichi.

Li: ¿Cómo que tuyo? – empiezan a tirar de los brazos ante la mirada de shock de Miu.

Kenichi: Oh cielos... - pero se asusta al ver el aura oscura de la rubia Furinji.

Miu: Qué bonito que estés de vuelta. – se acerca y el Uzumaki se levantaba. – Sí que pasó tiempo.

Kenichi: Así es Miu, espero que te haya ido bien. – ella lo abraza.

Miu: Te extrañé mucho.

Kenichi: Yo también te extrañe y se ve que casi me superas en estatura. – ella sólo esboza una sonrisa.

Luego de ese cálido reencuentro, proceden a comer, aunque casi hubo roces por quién se sentaría al lado del pelirrojo, Miu quedó a la izquierda del Uzumaki mientras que la Phoenix quedó a la derecha.

Hayato: ¿Y cómo te va en Kuoh?

Kenichi: Bueno, hasta hace poco tenía una vida tranquila.

Kensei: ¿Será porque conociste a esa muchachita? – pero tanto Li como Miu se le brillaron los ojos, poniéndolo nervioso.

Kenichi: En realidad sí, conocí a ella y cambió mi vida rutinaria.

Hayato: Por cierto jovencita ¿Podrías decirnos tu apellido?

Ravel: Oh verdad, nunca lo mencioné. Me llamo Ravel Phoenix. – todos los maestros abrieron los ojos.

Akisame: Phoenix...

Hayato: ¿Eres pariente de los Kure entonces?

Ravel: ¿Eh? ¿Los conoce?

Hayato: Así es, conozco al joven Ashura Kure, hijo de Yakusha Kure y Niko Fénix, además de ser nieto de Yujiro Hanma y además, conocemos lo sobrenatural. – dijo con seriedad sorprendiendo al par.

Ravel: Eso no lo esperaba.

Kenichi: Ni yo.

Kensei: Con razón sentía algo extraño, es porque eres un demonio.

Ravel: Bueno, no tengo por qué ocultarlo entonces. – se levanta. – Soy la hija menor del Clan Phoenix y prima de Ashura Kure.

Hayato: Es un gusto conocerla señorita Ravel, por cierto Kenichi ¿Cómo fue que conociste lo sobrenatural? – todos incluso Miu y Li lo miraban.

Kenichi: Sabía que me lo preguntarían, está bien, les contaré lo que pasó.

Así el Uzumaki cuenta su vida como estudiante, su tranquilidad hasta que empezó el segundo año de la academia, la invitación y trampa de Yuuma Raynare o la ángel caído Raynare, la intervención de Ravel ya que el pelirrojo recibió un panfleto el día de la cita, el ataque de un compañero de Raynare y lo dejó herido, su entrenamiento, el momento en que atacó Raynare a Ayumi, el ajuste de cuentas, los roces con la heredera Gremory, el conflicto con Raiser Phoenix, la liberación de Ravel y finalmente el momento que se hizo parte del séquito de la rubia.

Cabe aclarar que tanto Apacahi, Sakaki, Kensei y Akisame estaban enojados por la cobardía de la caída, Shigure sólo tenía una mirada afilada cuando supo que la chica Gremory quería revivirlo sin permiso y los ojos de Hayato estaban sombríos. Y qué decir de Miu y Li, ellas querían hacer pagar a la peli roja por querer aprovecharse de la situación.

Hayato: Ya veo. Señorita Ravel, te damos las gracias por salvar a nuestro discípulo.

Akisame: Y espero que cuides bien de la señorita Ravel. – el Uzumaki sólo da un asentimiento.

Kensei: Claro, aunque por el momento soy la primera pieza, así que le dije a Ravel si podíamos venir aquí.

Hayato: Quieres decir que ... - el Uzumaki sólo se arrodilla e inclina la cabeza.

Kenichi: Me gustaría que su hija Miu Furinji y Raichi Li formen parte de nuestra "Familia". – esa declaración dejó sonrojadas a ambas pero sentían felicidad, aunque la rubia estaba algo inquieta ya que no sabría qué diría su abuelo.

Hayato: ¿Así que te gustaría que mi nieta forme parte del séquito de Ravel Phoenix? – El Uzumaki iba a hablar pero la rubia sólo le da una mirada tranquila.

Ravel: Bueno, Kenichi, me habló de ellas y su talento en las artes marciales, por lo que accedí y lo acompañé. Aunque también debe tener en cuenta de los roces que tenemos con las otras razas.

El maestro Furinji sólo estaba meditando, si bien veía a su nieta feliz y sabía del buen corazón que tenía su estudiante, aunque también implicaría muchos peligros.

Hayato: Son Kenichi Uzumaki, soy consciente que tanto tú como mi nieta son grandes artistas marciales pero te haré esta pregunta. ¿Prometes cuidar bien de mi nieta? – la mirada que mostraba era tanto de maestro como de alguien preocupado por su familia.

Kenichi: Lo prometo. – seguía agachado pero el maestro sólo toma su cabeza.

Hayato: Está decidido, mi nieta irá contigo. – Ravel y Kenichi se emocionaron. – Pero falta que ambas den su opinión.

Miu: Sí, me gustaría formar parte del equipo. – El Uzumaki esboza una sonrisa.

Kenichi: ¿Y qué me dices tú Raichi?

Kensei: Verás, antes de que te mudaras después de aquel incidente, recibí un último mensaje de Tenmon Li, él me dijo que deja a su hija a tu cuidado.

Kenichi: ¿Eh?

Raichi: *Tímida* Sí, pero no pude decírtelo dado que te habías ido...

Kenichi: Oh... lo siento...

Ravel: ¿Cómo pasó esto?

Kenichi: Verás, fui testigo de una pelea entre Ma Kensei y terminé involucrado, pero todo eso fue en un edificio a punto de colapsar, yo hice de todo para proteger a su hija pero él quedó gravemente herido. Pensaba visitarlo, pero mi madre había preparado una mudanza sorpresa y no tuve tiempo para despedirme ni de Miu ni de Raichi, apenas pude despedirme de mis maestros.

Ravel: Ya veo.

Kenichi: Pero volviendo a lo actual, no me esperaba que tu padre me pidiera eso.

Raichi: A decir verdad, yo estaría feliz si voy contigo y también si formo parte del equipo. – da un tierna sonrisa.

Kenichi: Está bien ¿Tú que dices Ravel?

Ravel: Supongo que está bien. – dijo con un toque de celos pero da un sonrisa.

Luego de la cena, ambas fueron con Ravel para que les introduzcan las piezas, siendo de peón cada una, además que pasaron la noche ahí.

A la mañana siguiente.

Miu y Raichi estaban con sus maletas, listas para acompañar a Kenichi y Ravel y estaban en la entrada del dojo y a punto de viajar.

Kenichi: Fue divertido, espero poder visitarlos en mis vacaciones.

Akisame: Eso sería bueno y espero sigas entrenando.

Kenichi: Jejeje claro, estoy mejorando poco a poco, además. – muestra sus muñequeras. – Esto tiene peso extra y cada vez que me acostumbro le pido a Ashura que me coloque más peso.

Kensei: Eso es bueno. – Shigure lo abraza.

Shigure: Vuelve pronto.

Hayato: Cuídense mucho.

Miu: ¡Gracias abuelo! ¡Ustedes también cuídense! - todos se iban pero...

Sakaki: Espera Kenichi.

Kenichi: ¿Qué pasa sensei? – el maestro de karate le entrega un carta.

Sakaki: Quería entregarte esto, dado que están formando un equipo, esta persona podría ayudar, cada ocho días suelo visitar, es un favor que le hice a su madre. Tiene una habilidad con el control del agua.

Kenichi: Está bien. – ve la carta con el siguiente nombre.

"Noelle Silva, Shirakawago"

Ravel: ¿Kenichi?

Kenichi: Sí ya voy. – Levanta el brazo en señal de despedida. – Nos vemos maestros.

Apachai: ¡BUEN VIAJE KENICHI!

El grupo se alejaba del dojo mientras que Kenichi daba una última mirada, le daba felicidad volver a ver a sus maestros.

Kenichi: Mis maestros, cada uno es único y los quiero. – dijo alegre.

Miu: Pero esta vez iremos contigo.

Raichi: ¡Sí! – toma al Uzumaki del hombro, sacando celos a Ravel y Miu, trataron de tomar el brazo libre y la rubia de coletas lo logra.

Kenichi: Jejeje, tranquilas si no me voy alejar. – dijo con una sonrisa y una gota de sudor. – Por cierto ¿A dónde nos vamos ahora?

Ravel: A buscar a una amiga, es de la infancia y han pasado dos meses que no la he visitado, ella no la tuvo fácil dado que no destacaba con la magia que sus padres manejaban incluso su hermana mayor, pero ella se esmera mucho y me gustaría integrarla a mi nobleza.

Kenichi: Claro, pero ¿Dónde queda?

Ravel: En Tokio, Denechofu.

Kenichi: Entiendo, entonces será mejor que aceleremos el paso. – cuando estaban en un lugar sin que nadie los vea desaparecen en un círculo de fuego.

Denechofu, Tokio

El grupo estaban mirando las zonas residenciales, un lugar donde las familias acaudaladas y de alta clase vivían.

Kenichi: No creo que sea bueno caminar así.

Ravel: ¿A qué te refieres?

Kenichi: Estoy con vestimenta que aquí nos dirían plebeyos.

Ravel: No se preocupen, déjenmelo a mí. – señala una tienda de ropa, haciendo que los 3 queden sorprendidos.

Kenichi: Ah verdad, ya has pasado por aquí así que es entendible. – respondió con una gota de sudor.

Tras unos minutos después, Miu, Raichi y Kenichi estaban con una nueva vestimenta y seguir avanzando con tranquilidad.

Miu: Me gusta.

Raichi: Muchas gracias.

Kenichi: Recuérdame que luego te pague por esta ropa.

Ravel: N-No hace falta. – juega con sus dedos sonrojada.

Raichi: Wow Kenichi, te ves atractivo. – se acerca con unas sonrisa y un sonrojo.

Kenichi: Gracias, aunque ustedes también están guapas. – eso sonrojó a ambas y hace que Ravel de un puchero, cosa que lo nota y le acaricia la cabeza. – No te preocupes, tú estás hermosa.

Eso hizo que la rubia con coletas quedara con el rostro completamente rojo, sacando celos en las otras dos. Estuvieron caminando por unos minutos, hasta que pasaron por la mansión que buscaban.

Ravel: Es aquí, pero síganme.

Miu: ¿Eh? ¿No iremos por la puerta principal?

Ravel: Conozco una entrada secundaria, además... - saca su celular. – Mandé un mensaje cuando estaban en los probadores.

Kenichi: Vale, guíanos. – ella asiente y se dirigen con discreción por un pasaje, las paredes eran muy refinadas, pero los tres notaron algo extraño, había una cerradura en una parte y unas líneas apenas visibles, Ravel saca una llave y la coloca en el cerrojo, haciendo que se abra la puerta.

Miu: Una entrada secreta. – la rubia Phoenix levanta el dedo en señal de silencio.

Ravel: Vengan y con sigilo. – los tres hacen lo indicado y se dirigen a una zona apartada, donde una peli rosa estaba ahí. – Louise.

Louise: Ravel. – se dan un abrazo amistoso, algo que le agradó al pelirrojo pero de paso hace una señal a Miu y Raichi para que se pongan a vigilar. – Me da mucho gusto verte.

Ravel: Lo mismo digo, lamento no haberte visitado antes, estaba lidiando problemas con mi tonto hermano y su prometida mimada, pero por fin, por fin soy libre de su nobleza.

Louise: ¿En serio? ¿Y cómo pudiste salir?

Ravel: Gracias a él. – Dirige su mirada al pelirrojo con puntas negras. -Era un objetivo de unos ángeles caídos y lo ayudé, nos hicimos cercanos e hizo una jugada a mi hermano para que me saque de su séquito.

Louise: ¿Eh?

Ravel: Verás, la prometida quiso jugar sucio diciendo que él era su "Novio". – lo remarcó con sus dedos eso último. – Y debido a los celos y orgullo de mi hermano, hicieron que le dé la oportunidad en bandeja de plata.

Louise: Je, igual de impulsivo que la mía. – dijo refiriéndose a su hermano mayor, para luego ver al pelirrojo quien estaba de guardia. - ¿Y cuál es su nombre?

Ravel: Es Son Kenichi Uzumaki, estaba a punto de ser sirvo de la prometida de mi hermano con tal que lo libere.

Louise: Ya veo.

Ravel: Gracias a él y su astucia. – saca su caja de piezas. – Ya puedo formar mi propio equipo y me gustaría que te unas.

Louise: ¡Sí, acepto con gusto! – le da un abrazo siendo correspondido por la rubia. – Eres la mejor.

Ravel: Me alegra mucho, entonces prepárate... - saca una pieza de alfil. – En este momento y por la presente, yo Ravel Phoenix, te proclamo integrante a mi nobleza para servir y ser apoyado, para que tengas una oportunidad mejor en tu vida, cumpliendo con tus tareas impuestas y siendo debidamente recompensado. Louise Valière, permite que tu cuerpo y alma queden bajo el ala de protección de mi clan. – introduce la pieza de alfil en el pecho de Louise. – Bienvenida a la familia Louise.

Louise: Muchas gracias y daré lo mejor de mí.

Ravel: Sé que lo harás, ahora debemos irnos. – la peli rosa asiente y recoge un maletín. - ¡Vámonos!

Los tres asienten y se dirigían a la puerta oculta, sin embargo quince sujetos se interponen en su camino.

Ravel: ¡No puede ser!

Louise: Pero si había salido con total discreción. – en eso escucha una voz.

¿A dónde crees que vas Louise? – dijo una rubia con lentes que llegaba.

Louise: Eleonore... - dijo enojada.

Eleonore: Sabes bien que no puedes irte, tienes un compromiso importante con tu prometido.

Louise: ¡Ya he dicho que no quiero casarme con él!

Eleonore: Tu opinión me tiene sin cuidado y ahora nos vamos y en cuanto a usted señorita Phoenix, le pido que no se entrometa en nuestros asuntos.

Ravel: Lo lamento, pero ella es mi amiga y vine por ella.

Eleonore: Tal parece que no entiende nada, esta niña tiene que casarse pronto y tiene prohibido salir. – Miu y Raichi estaban enojadas, Ravel estaba algo enojada, siempre los matrimonios forzados, la diferencia es que en el inframundo lo hacen con la excusa de "Procrear demonios de sangre pura".

Ravel: ¿Ella no debería elegir con quién debe casarse?

Eleonore: Ya le dije que no se meta en nuestros asuntos y ella ya tiene un prometido, así que le pido que usted y sus...acompañantes, se retiren de la mansión y tú Louise, vámonos.

Louise: ¡No pienso volver!

Eleonore: ¡No me respondas jovencita y vámonos o te aseguro que vendrá un castigo!

Louise: ¡Me cansé de que me traten como objeto, a diferencia de Chii-neesama, ella sí me quería y me ayudaba, incluso si fallaba con la magia ella no me dejaba de lado, pero tú, sólo te importa el prestigio y tu ego! ¡RENIEGO DE TI Y DE LA FAMILIA! – la rubia estaba furiosa, que le hable de esa manera era algo inaudito.

Eleonore: ¡Tú...! – se acerca furiosa pero Ravel se interpone. - ¡Muévete!

Ravel: Me niego. – ella estaba a punto de golpearla pero el Uzumaki atrapa su brazo.

Kenichi: No dejaré que lastimes a Ravel.

Eleonore: ¡Suéltame! – trató de golpearlo pero el Uzumaki la empuja.

Kenichi: No soporto a las familias que tratan a sus propios hijos como moneda de cambio, ella es libre de elegir. Además, es parte de nuestro equipo y no te la llevarás a un mundo de infelicidad y encierro. – Ravel estaba feliz y la peli rosa estaba sorprendida.

Eleonore: ¡Te arrepentirás! ¡ATRPÁPENLOS!

Kenichi: Miu, Raichi. – ambas asienten y se colocan a su lado. – Mostremos lo que son capaces de hacer los estudiantes del Ryuzampaku.

Ambas: ¡Sí! – se lanzan a atacar a los lacayos de Eleonore a puño limpio mientras que Ravel estaba sorprendida, no tuvo oportunidad de ver al Uzumaki pelear de verdad y ahora veía cómo se movía con gran agilidad, dando golpes certeros o lanzando a su oponente.

¡Desgraciado! – trata de darle un golpe pero el Uzumaki se hace a un lado, para luego dar una voltereta y dejar noqueado al guardia con una patada.

Kenichi: El que sigue. – dobla su cintura hacia atrás ya que esquivó un golpe con un palo, pero se reincorpora y le da un fuerte golpe con la derecha, ve que otro se acercaba y sólo se agacha. - ¡Miu! – la rubia asiente y le da una patada de lleno en la cara.

Miu: No bajes la guardia. - da un salto y patea2 lacayos.

Mientras que Raichi estaba haciendo movimientos como lo haría un borracho y noquea a cuatro sin dificultad alguna, uno se acercaba pero el pelirrojo se interpone y le da un uppercut, ella sonríe y da una voltereta y golpea a otro que iba a atacarla a traición.

Finalmente logran derrotar a todos los lacayos de Eleonore quien estaba furiosa y saca su vara sin embargo Miu toma un listón y le arrebata la varita.

Miu: No lo creo. – la rubia iba a gritar pero Raichi le da un golpe en la nuca, dejándola inconsciente.

Ravel: Buen trabajo, pero será mejor que nos vayamos antes de que la situación empeore. – todos asienten y se van por la puerta secreta y desaparecen en un círculo de fuego, para aparecer lejos de esa zona. -Eso estuvo cerca.

Miu: Así es. – se acerca a Louise. – Soy Miu Furinji, ojalá nos llevemos bien.

Louise: Lo mismo digo.

Raichi: Yo soy Raichi Li, mucho gusto.

Louise: Igualmente.

Kenichi: Y yo Son Kenichi Uzumaki, aunque creo que Ravel ya dijo mi nombre, espero que nos llevemos bien.

Louise: Liberaste a mi amiga y pude reencontrarme con ella, muchas gracias. – el pelirrojo asiente.

Raichi: ¿Y a dónde vamos?

Miu: Kenichi, a ti te dieron una carta ¿Verdad?

Kenichi: Ah sí. – le entrega la carta. – Sakaki me dijo que conoce a una chica que podría unirse a nosotros.

Miu: Noelle Silva y está en Shirakawago.

Raichi: Eso está saliendo de Tokio.

Kenichi: ¿Tú que dices Ravel?

Ravel: Si, no hay problema.

Kenichi: Perfecto, pero ¿Qué tal si vamos en transporte? De paso podrían hablar, ha pasado tiempo que no se ven ¿No es así?

Ravel: Esto estaría bien. – proceden a ir a la estación de tren y comienza el viaje.

Miu: Qué cómodo.

Raichi: Y la vista es cómoda.

Kenichi: ¿Estás segura que me siente aquí? – preguntaba algo nervioso y sonrojado mientras que Ravel estaba sentada en su regazo.

Ravel: Eres cómodo además no te muevas. – dijo algo ruborizada.

Kenichi: Está bien, si necesitas algo me despiertas. – cierra los ojos para quedarse dormido y no pensar en cosas lascivas, pero le tomó algo de tiempo ya que Bahamunt se mataba de la risa.

Miu y Raichi estaban celosas pero decidieron no interrumpir y se durmieron un rato mientras que Louise y Ravel hablaban de lo que pasó, y ya dos horas se quedaron dormidas.

6 horas después.

Ravel: Kenichi, vamos despierta. – lo sacude un poco, haciendo que el Uzumaki despierte. – Ya llegamos, tenemos que salir.

Kenichi: Ya veo... - ella le da un beso en la mejilla.

Ravel: Iré a despertar a las demás. – se acerca y despierta con cuidado a Louise para luego despertar a las demás mientras que el Uzumaki estaba recogiendo los maletines.

Kenichi: ¿Gustas que lleve tu maleta?

Louise: Si no tienes problemas – el pelirrojo sólo toma el maletín de la peli rosa y salen de la estación de tren. - Gracias

Miu: Qué bien hemos dormido.

Raichi: Es verdad y miren el paisaje.

Kenichi: Es bellísimo, pero será mejor que avancemos. – todos asienten y se dirigen al pueblo.

Por una hora estuvieron buscando sin mucho éxito, preguntaron a algunos habitantes y les dijeron que estaba ubicada cerca de los bosques, por lo que se dirigen allá.

Raichi: Según dijeron, era por aquí.

Kenichi: Sí, lo veo. – señala una cabaña cerca de las montañas.

Ravel: Eso es bueno, vamos.

El grupo se acerca y tocan la puerta, pasaron unos segundos y se ve a una peli blanca con coletas.

¿Sí qué necesitan? – preguntaba curiosa pero a la vez con la guardia alta.

Kenichi: Noelle Silva ¿Verdad? – la peli blanca asiente. - Soy Son Kenichi Uzumaki, estudiante del Ryuzampaku.

Noelle: Ryuzampaku ¿Eres discípulo de Sakaki? – el pelirrojo asiente.

Kenichi: Bueno, ellas también son de ese dojo. – señala de forma educada a Miu y Raichi. - Vengo de parte de Sakaki-sensei para entregarte esto. – le entrega la carta.

La peliblanca abre la carta y procede a leer, pasaron algunos segundos y ella baja mira al Uzumaki.

Kenichi: ¿Qué pasó?

Noelle: ¿No has leído la carta verdad?

Kenichi: No, se supone que la carta es para ti, por lo que no lo he leído. – ella asiente y mira a Ravel.

Noelle: Eres Ravel ¿Verdad? – la rubia con coletas estaba confundida pero asiente. – Soy Noelle, una usuario de agua, aunque aún no la domino por completo ¿Está dispuesta a aceptarme en tu grupo?

Ravel: Yo no discrimino ni mucho menos subestimo y te aseguro que al estar en mi equipo, no sólo mejorarás tu habilidad, también serás tratada como parte de la familia. – ella sólo asiente.

Noelle: Entonces acepto. – La rubia Phoenix procede a hacer el ritual para introducir la segunda pieza de alfil.

Ravel: Bienvenida a la familia. – la peli blanca asiente y luego mira a Kenichi.

Noelle: Kenichi Uzumaki, te recomiendo que leas las carta, ya que también va dirigida a ti. – el pelirrojo toma la carta y comienza a leer.

Kenichi: ¿Qué tal mi buen discípulo? Verás, en un viaje, conocí a Acier Silva, una gran mujer y a su hija Noelle Silva la tercera hija, me contó que cuando nació terminó por enfermar y sus "hermanos" la menospreciaban, por lo que decidí ayudarla, lamentablemente la madre falleció y cuidaba a Noelle, no tuve la oportunidad de presentártela debido a que te mudaste, ahora que volviste, me gustaría que Noelle viva contigo, sé que puedes cuidarla, además que podría ayudar a la chica Phoenix. Espero que se lleven bien y para la próxima vez que nos veamos te invitaré unas bebidas. Cuídate mucho Kenichi y saludos. – al terminar de leer el Uzumaki sólo esboza una sonrisa y guarda la carta, para luego mirar a Noelle. – Sakaki me pidió que vinieras conmigo, pero te lo preguntaré a ti ¿Gustas vivir en mi casa?

Noelle: Bueno, no tengo otra alternativa. – dijo mirando a otro lado. – Es-Espero que me cuides bien. – extiende su mano y el Uzumaki sonríe y devuelve el gesto.

Kenichi: Bueno, tenemos a un miembro más de la familia, pero ¿Dónde pasaremos la noche?

Ravel: ¿Podríamos pasar la noche aquí?

Noelle: El problema es que apenas tengo 2 camas.

Kenichi: Yo me puedo arreglar en el sofá, ustedes duerman en la cama.

Ravel: ¿Seguro?

Kenichi: Si, por mí no hay problema.

Noelle: Entonces pasen pero haré la cena.

Kenichi: Te ayudo. – ingresa al igual que las demás.

Esa noche.

El Uzumaki estaba en el techo mirando el cielo, recordando todo lo que tuvo que pasar.

Ravel: Kenichi. – El pelirrojo voltea y la mira. - ¿No puedes dormir?

Kenichi: ¿Eh? No, no es eso. Sólo quería mirar esto un rato.

Ravel: Es hermoso ¿No lo crees? – el pelirrojo asiente.

Kenichi: A diferencia de Kuoh, aquí se ve con más claridad las estrellas y la luna. – ella se sienta al costado.

Ravel: Es verdad, ni siquiera en el inframundo se puede ver esto. – recuesta su cabeza en el hombro del Uzumaki.

Kenichi: Fue un buen día ¿No lo crees?

Ravel: Es verdad y al menos me siento feliz de que me haya reencontrado con mi amiga.

Kenichi: Eso es bueno.

Ravel: Sí, había hecho una promesa que formaría parte de mi equipo y lo cumplí.

Kenichi: Je, eso es amistad pura.

Ravel: Lo sé. – lo mira. – Ya cuando regresemos festejaremos con una fiesta de té.

Kenichi: Jejeje, estaría encantado de eso, además que me gustaría comer tus pasteles. – ella se sonroja.

Ravel: Daré lo mejor de mí, mi adorable peón. – lo toma de la mejilla.

Kenichi: Estoy agradecido, mi hermosa "Rey". – ambos se acercan y se besan.

Esta vez el beso duró más y la rubia abraza al pelirrojo del cuello, haciéndolo más intenso, hasta que se separaron por falta de aire y con un hilo de saliva en sus labios.

Kenichi: *Sonrojado* Ravel.

Ravel: Me gustas mucho.

Kenichi: ¿Los de tu raza aceptarían esto?

Ravel: A mí me da igual la opinión de los demás.

Kenichi: Eso me alegra, eso quiere decir...

Ravel: Sí, a partir de ahora eres mi novio. – dijo sonrojada mientras aún lo tenía abrazado del cuello. – Aunque estoy segura que mi primo tiene razón en algo, tarde o temprano habrá más. Al menos soy la primera en su corazón. – Recordó cuando Miu y Raichi lo abrazaron con cariño.

Kenichi: Je, entonces haré lo mejor para que estés feliz.

Ravel: Ya lo estás haciendo. – el pelirrojo le acaricia la cabeza. – Volvamos a dormir ¿Sí?

Kenichi: Je, está bien. – ambos se van a la casa y siguen durmiendo.

A la mañana siguiente.

Ya estaba saliendo el sol y el pelirrojo estaba despertando, aunque tenía algo encima, resulta que Ravel estaba dormida encima de él, cuando escucha ruidos bajando del segundo piso, el Uzumaki reconoció las voces por lo que se levanta con alta discreción para ir a lavarse.

Miu: ¿Y a dónde iremos ahora?

Raichi: No lo sé, hay que preguntarle luego Ravel. – la rubia asiente hasta que ven a Ravel en el sofá. - ¿No se supone que Kenichi dormía ahí?

Miu: No me digas que... - Ravel se levantaba y da un lindo bostezo.

Ravel: ¿Ya es de día? – ve que Miu y Ravel estaban frente a ella.

Raichi: Buenos días Ravel-san. Creímos que dormía arriba.

Miu: Sí, Kenichi dijo que dormiría aquí. ¿Qué hace aquí? – dijo con un toque de celos, poniendo nerviosa a la rubia Phoenix, pero se calmó el ambiente cuando el Uzumaki llegó preparado para salir.

Kenichi: Oh, buenos días chicas. ¿Durmieron bien? – las chicas asienten.

Ravel: Gracias por salvarme. pensaba totalmente feliz ya que se olvidaron de lo que pasó.

Luego del desayuno, Noelle empacó sus cosas y se fueron de ahí. El siguiente destino, el inframundo.

Raichi: ¿El inframundo? – La rubia asiente.

Kenichi: Esto se pone muy interesante.

Ravel: Júntense. – todos hacen caso y se colocan alrededor de ella, Ravel concentra su magia y un círculo de llamas los rodea, teletransportándose al inframundo, para ser específico, a un bosque. – Este es el bosque del clan Sitri.

Kenichi: ¿De Sona? ¿Está bien entrar así?

Ravel: Sí, mi madre y yo, sí tenemos permitido el ingreso, al igual que la familia de mi primo Ashura.

Louise: El cielo es totalmente diferente que en el mundo humano. – todos miran hacia arriba y se sorprenden.

Miu: Es verdad, es muy extraño.

Ravel: Vamos allá. – todos se adentran más y más al bosque, el ambiente era tranquilo, muy tranquilo, hasta que al entrar a una zona, empezaron a sentir gotas de lluvia.

Raichi: No me esperaba esta lluvia. – dijo algo confusa.

Louise: ¿La siguiente recluta es aquí? – Ravel asiente.

Ravel: Este es el bosque de los lamentos, pocos van aquí a desahogar sus penas, sin embargo, aquellos que han cometido crímenes, reciben un cruel castigo. Solía ir aquí cuando era parte del séquito de Raiser, su arrogancia me molestaba, si algo no iba como quería, usaba el castigo de piezas, haciendo que todas se doblegaran excepto yo, gracias a mi madre y a mi primo, venir aquí me ayudó y conocí a Juvia Locksar, por esa razón me gustaría reclutarla.

Kenichi: ¿Y por qué ella está aquí?

Ravel: Ya te lo contará, vamos.

Por más que se acercaban la lluvia aumentaba, así pasaron unos minutos hasta que llegaron a unas escaleras y empezaron a subir, debido a que la lluvia era algo fuerte, tenían que subir con cuidado y no resbalarse, hasta que llegaron a una cabaña.

Ustedes vinieron a desahogar sus penas. – todos escucharon eso y estaban mirando a todos lados, hasta que desde unos árboles sale una peli azul con una sombrilla.

Ravel: Juvia.

Juvia: ¿Ravel? – se acerca. – Juvia te ha extrañado.

Ravel: Lo mismo digo.

Juvia: Veo que tus acompañantes tienen una carga pesada. Juvia está para escuchar, luego podremos hablar después. – la rubia no tiene otra opción que asentir.

Ravel: Uno por uno tiene que hablar de sus penas con Juvia, los demás retírense.

Así cada uno estuvo contando el dolor que llevaba en lo más profundo, era algo personal así que tuvieron que esperar, todas las chicas fueron primero, hasta que le tocó el turno al Uzumaki, el pelirrojo entra y se sienta mientras que Juvia estaba frente a él.

Juvia: Sé sincero y cuéntame tus penas.

Kenichi: Bueno... ¿Por dónde empiezo? – Primero le cuenta las experiencias como estudiante en el Ryuzampaku 2 años atrás. – Cuando tuve que enfrentarme a un grupo de peleadores, casi morir, ver a mi amiga Miu herida y además de presenciar la muerte del padre de Raichi. No tuve chance de despedirme después ya que me mudé y ... dejé las peleas cuando empecé la academia para tener una vida llena de paz. Pero se fue cuando los ángeles caídos me marcaron como objetivo. – mira el techo. – Me vieron como amenaza debido a mi potencial y trataron de matarme y debido a que no había entrenado en un buen tiempo, salí lastimado y también... - baja la mirada. – Hirieron a mi hermana menor, al haberme descuidado, ella salió lastimada, aunque la ayudaron. Pero ese error que cometí casi pierdo a mi hermana.

Juvia: Es verdad que te descuidaste, pero has vuelto a la acción para proteger a tus seres queridos. – El Uzumaki asiente. – Por lo menos pudiste desahogarte y Juvia se siente satisfecha.

Kenichi: ¿Puedo preguntar algo? – la peli azul lo mira con curiosidad. - ¿Por qué estás aquí? Quiero decir, puedes salir a explorar ¿No?

Juvia: Juvia no desea salir.

Kenichi: Oh ¿Y a qué se debe eso? - ella lo mira. – Tú escuchaste mis tormentos, me gustaría escuchar el tuyo, si tienes algún problema, puedes contármelo.

*BADUMP* - Ese sonido solamente lo escuchó la peli azul y lo mira dudosa.

Juvia: ¿Estás dispuesto a escuchar a Juvia? – El Uzumaki asiente. – Pues.... Cuando Juvia nació, adquirí un gran poder con el agua, desde pequeña podía hacer esta lluvia.

Kenichi: ¿Puedes hacer eso? – la peli azul asiente.

Juvia: Lamentablemente, los demás niños, no les gustaba eso, por lo que rechazaron y odiaron a Juvia. Traté de hacer muñecos que pudieran parar esta lluvia pero... era inútil. – su cuerpo temblaba. – Pasaron los años y me rechazaban por no poder controlar este poder. – bajaba la cabeza. – Por esa razón me quedé aquí, para no incomodar a nadie con mi poder y es por eso que Juvia no desea salir.

Kenichi: Deberías, hay muchos lugares para conocer, muchos lugares para poder divertirse, incluso bajo la lluvia. – ella lo mira. – A mi me gusta este clima, siento ... tranquilidad, purificación.

*BADUMP* - De nuevo ese sonido, Juvia estaba sorprendida.

Juvia: ¿Aceptarías a Juvia? ¿No me odiarás por lo de mi poder?

Kenichi: No, aquellos que te discriminan por no poder usarlo, son simplemente idiotas, no ven el lado bueno y te ven como monstruo o fenómeno, pero yo no. – el corazón de la peli azul estaba latiendo con fuerza, el rubor estaba notándose a la vez que sentía felicidad. – Te acepto tal y como eres.

Juvia se sentía feliz al ser aceptada y de un momento a otro, la lluvia frenó, el Uzumaki estaba sorprendido, era debido a sus emociones que ocurría esto, debido a que era rechazada hasta que el pelirrojo la aceptó.

Juvia: Juvia está muy feliz. – le da un abrazo. – Gracias, muchas gracias.

Kenichi: Jejeje de nada, ¿Nos vamos entonces? – ella asiente y salen de la sala donde estaban las demás.

Ravel: Me alegra mucho que estés mejor Juvia. – la peli azul asiente. - ¿Y te gustaría formar parte de mi nobleza?

Juvia: Con tal de estar al lado de Kenichi-sama, acepto.

Raichi/ Miu: ¿Kenichi-sama? – preguntaron confundidas y con celos.

Kenichi: ¿Sama? – estaba confundido.

Luego de haber agregado a Juvia, el grupo sale del inframundo, volviendo a la casa de Noelle.

Kenichi. ¿Y ahora?

Ravel: Conozco a alguien con gran habilidad de espadas, tanto que es capaz de usar llamas. – revisa su celular.

Kenichi: Que interesante ¿Y dónde se encuentra?

Ravel: En Hosu, luego de eso, nos iremos a la casa de mi primo.

Kenichi: Oh bueno. – la rubia la toma del brazo.

Ravel: Vámonos. – se lleva al pelirrojo mientras que Raichi y Miu estaban celosas.

Juvia: ¡Rival de amor!

Raichi/ Miu: ¿Eh?

Timeskip.

Luego de otro viaje en transporte, llegan a su destino, Ravel estaba dirigiéndose a una zona apartada mientras que las demás las acompañaban, por otro lado, el Uzumaki estaba atrás cargando las maletas y Juvia estaba a su lado.

Ravel: Veamos. – llega a un punto con múltiples caminos. – Su departamento está por acá. – se dirige al camino de la derecha y los demás la siguen mientras que Noelle disminuye un poco la velocidad para hablar con el pelirrojo.

Noelle: ¿No te incomoda el peso? Sino puedo llevarlo.

Kenichi: No hace falta, además que ya me he acostumbrado a cargar mucho peso.

Noelle: ¿Dices que puse mucho?

Kenichi: No es eso, mira. – extiende su brazo. – Estas muñequeras tienen un gran peso.

Noelle: Ya veo ¿Y cuánto cargas?

Kenichi: Treinta kilos por cada muñequera, aunque también por las pesas de arena. – Muestra las pesas que estaban en su pierna.

Noelle: ¿De-Desde cuándo llevas tanto peso?

Kenichi: Desde que conocí lo sobrenatural.

Louise: Ravel me dijo que eras un objetivo de los ángeles caídos.

Kenichi: Sí, me tacharon de amenaza y trataron de matarme, la encargada de ese territorio sabía de su presencia y en lugar de deshacerse de ellos, iba a dejar que yo muera para que me reencarne como demonio. – Claro que Juvia, Miu y Raichi se enfurecieron por eso.

Noelle: Quería sacar provecho. – tenía el ceño fruncido al saber que aquel que debía supervisar lo iba a reencarnar sin permiso.

Kenichi: Sí y luego de haber enfrentado a un caído y terminé herido. El primo de Ravel, no sólo me curó, también me entregó estas pesas, a medida que me adapto al peso, Ashura aumenta el peso.

Miu: Es más peso de que te daban los maestros.

Kenichi: Sí, sólo que se me hizo pesado al principio ya que había dejado mi entrenamiento cuando empecé la academia.

Raichi: Al menos estás recuperándote. – le da una sonrisa.

Kenichi: Sí, felizmente.

Ravel: Ya llegamos. – toca el timbre y sale una peli roja. – Hola Stella.

Stella: ¡Ravel, tiempo sin vernos! – dijo animada mientras que la rubia con coletas asiente.

Ravel: ¿Cómo te ha ido?

Stella: Muy bien, y por lo visto has traído compañía. Pasen. – todos ingresan y se sientan. - ¿Y qué te trae por aquí?

Ravel: Bueno... - le cuenta lo que le pasó de ser de una pieza alfil a tener su propio equipo además de presentar a cada uno. – Y es por eso que me gustaría agregarte a mi equipo.

Stella: Me gustaría mucho, pero tengo una condición. – Ravel levanta una ceja. – Quisiera tener un duelo con el que tenga experiencia con espadas.

Miu: Bueno, Kenichi tuvo experiencia antes con el uso de espadas.

Kenichi: ¿Eh? ¿Yo?

Raichi: Es cierto, tú puedes ser el oponente.

Kenichi: *suspiro* Bien, ya que.

Stella: Entonces acompáñenme. – todos se dirigen hacia la azotea y la pelirroja toma un par de espadas de bambú para darle una al pelirrojo. – ¿Estás preparado?

Kenichi: Sí.

Ravel: Este combate terminará si uno de los dos cae. ¡EMPIECEN! – Stella tomó la ofensiva y trató de dar un corte vertical, pero el Uzumaki sólo levanta la espada y bloquea el ataque, la pelirroja mueve su espada y trata de darle en la costilla, pero fue bloqueado, luego gira en círculo para darle en el otro lado pero el Uzumaki también gira su espada y bloquea el ataque para luego retroceder.

Kenichi: Muy buena esa ofensiva. – ahora era su turno de atacar, aunque Stella tenía buenas habilidades para bloquearlas. – Interesante.

Stella: Espero que eso no sea todo. – ambos sonríen y empiezan con el intercambio de espadas, la pelirroja en una ofensiva da un corte diagonal pero el pelirrojo se hace a un lado y le conecta un golpe con la espada en el hombro, pero ella contrataca con una estocada, por más que trató de esquivarlo, recibió el golpe en el pecho.

Kenichi: Buen contrataque, ahora es mi turno. – coloca la punta de la espada al suelo y Stella posiciona sus brazos a un lado para dar un corte vertical, aprieta el agarre en el mango y se lanza con para darle un golpe en la cabeza pero Kenichi da un salto y sujeta su empuñadura. – Hiten Mitsurugi: Ryutsuisen.

El golpe le cae en el hombro, haciendo que pierda fuerza y caiga al suelo mientras que el pelirrojo guardaba la espada.

Ravel: Fin del combate. – se acerca y ayuda a levantar a Stella.

Kenichi: Creo que me pasé un poco. – se rasca la cabeza.

Stella: Ese fue un buen combate, aunque fueron con espadas de bambú, tienes un buen manejo de espadas.

Kenichi: Lo mismo digo, espero una revancha, además de poder presenciar tu poder de las llamas.

Stella: Si quieres te muestro mi espada.

Kenichi: Mejor adentro. – ella asiente.

Ravel: Entonces volvamos al departamento.

Más tarde.

El Uzumaki estaba en el balcón mientras veía el anochecer, luego de que Ravel coloque la pieza de caballo a Stella, decidieron descansar un rato, cuando en eso, ve que Noelle llega.

Noelle: Hola. – Se coloca al lado del pelirrojo. - ¿Te preocupa algo?

Kenichi: Por ahora no, al menos mis atacantes ya no están.

Noelle: Sakaki me contó un poco de ti, te preocupa mucho tu hermana ¿Verdad?

Kenichi: Sí y también mi madre, entrené artes marciales para así poder defenderlas, cuando empecé mi vida en Kuoh, creí que mi vida podría ser tranquila, pero lamentablemente no fue así y ella terminó herida.

Noelle: ¿Ese es tu propósito?

Kenichi: Sí, para proteger a mi familia, los protegeré aún si me rompo los huesos y eso también va para mi segunda familia. – eso sorprende y saca un rubor a la peli blanca.

Noelle: Bu-Bueno, yo también estoy determinada no sólo a mejorar mi magia, sino que también proteger a esta familia. – ella le dedica una sonrisa.

Kenichi: Je, ese es el espíritu. – de pronto siente algo. – Esto es...

Bahamunt: Es un caído y está cerca. - El Uzumaki se dirige hacia la salida.

Noelle: ¿Qué pasa?

Kenichi: Hay una presencia no deseada en esta ciudad.

Noelle: Yo te acompaño. – el Uzumaki sólo asiente y se dirigen a donde estaba esa presencia.

En una de las calles poco transitadas, una peli rosa estaba escapando mientras tenía una herida en el brazo hasta irse a un callejón.

¡No, esto no es bueno! – un sujeto se coloca en la entrada y crea una lanza de luz.

Me ahorraste el trabajo asquerosa dragona, no nos darás problemas. – se acercaba mientras que la peli rosa apretaba el puño y trataba de luchar. – Ja ¿En serio crees poder hacerme algo en ese estado?

Así que aquí estabas. – el caído iba a reaccionar pero el pelirrojo con puntas negras da un salto y le da una patada en la cabeza.

¡ARGHHHH! ¿Quién se atreve a interrumpir mi trabajo? – se levanta y trata de contratacar pero recibe un impacto de agua de lleno en el pecho, estrellándolo contra una pared.

Noelle: No te muevas o te irá peor.

¡Hijos de...! – trata de atacarlo pero el Uzumaki le da un puñetazo en la cara, luego un codazo, luego un rodillazo en toda la cara y finalmente lo estrella contra un contenedor de basura y el Uzumaki lo encierra.

Kenichi: Toma ya. – el pelirrojo mira una sombra. – Ya está seguro, puedes salir y para que veas que no voy a hacer nada retrocederé. – da unos 5 pasos atrás mientras que la peli rosa sale de su escondite.

¿Ustedes también me están cazando? – dijo mientras se sujetaba el brazo.

Kenichi: Para nada, sólo sentimos un caído cerca y no te preocupes, no te haremos daño.

¿Y quiénes son? – se sujeta el brazo debido a la herida, por lo que el Uzumaki se arranca parte de su ropa y se acerca.

Kenichi: Tal parece que ese caído te dejó con una fea herida en el brazo.

Eso no es nada. – trata de alejarse pero el Uzumaki le retira el brazo con cuidado. - ¡Ah!

Kenichi: Dices que no es nada, pero la herida se ve profunda. Una ayuda por favor. – Noelle asiente y usa su agua para limpiar la herida haciendo que ella apriete los dientes del dolor, una vez limpio el Uzumaki coloca el trozo de ropa encima. – Esto bastará por ahora.

Gra-gracias. – dijo ya más calmada mientras que el pelirrojo ve una especie de sombrero en el suelo.

Kenichi: ¿Es tuyo? – la peli rosa asiente por lo que lo recoge y se lo entrega.

Noelle: No tiene más heridas pero sí tiene algunos golpes.

Kenichi: Si gustas puedes venir con nosotros y atender todas tus heridas, si no, no te molestaré.

Iré contigo, rompiste tu ropa para vendar ese corte, pero no se te ocurra hacer nada extraño. – dijo señalándolo.

Kenichi: No soy de esos. – ella asiente. – A propósito ¿Cómo te llamas?

Llámame Eco y soy una dragona. – el Uzumaki asiente.

Kenichi: Yo soy Son Kenichi Uzumaki y ella es Noelle Silva, sígueme. – la peli rosa asiente y los acompaña. – Por cierto ¿Qué quería ese sujeto?

Eco: Dijo que tenía órdenes de matarme para que no les cause problemas, ni siquiera le hice nada y me atacó.

Kenichi: *Suspirando* Bienvenida al club.

Eco: ¿Eh? ¿Tú también?

Kenichi: Sí, decían que era una amenaza para ellos y trataron de matarme de la forma más rastrera.

Eco: Vaya...

Pasaron los minutos y llegan al departamento de Stella, donde estaba Ravel con los brazos cruzados.

Ravel: ¿Podrías decirme qué pasó?

Kenichi: Sentí a un caído cerca así que fuimos a ver qué hacía por acá, estaba tratando de matar a esta chica. – se hace a un lado mostrando a Eco quien estaba a la defensiva. – Dejé al caído en el contenedor de basura muy mal herido.

Ravel: Bueno, al menos no molestará.

Noelle: Tiene algunas heridas por lo que decidimos traerla. – la rubia estaba algo celosa pero da un suspiro.

Ravel: Supongo que no hay de otra, pasen. – Proceden a curar a la chica dragona, una vez terminaron, el pelirrojo estaba se fue al balcón mientras Ravel lo acompañaba.

Kenichi: ¿Y ahora?

Ravel: Por el momento es suficiente, iremos a la casa de mi primo en el inframundo.

Kenichi: Ya veo. – da un suspiro. – Fue bueno ¿No lo crees?

Ravel: Sí, fue bueno. – recuesta su cabeza en el hombro del Uzumaki.

Kenichi: ¿Tu quién crees que gane en ese Rating Game?

Ravel: No sé la verdad, es posible que Rías pueda darle vuelta pero contra Raiser, él ha tenido una buena racha de victorias.

Kenichi: La tendrá difícil entonces. – en eso Stella sale.

Stella: Chicos, la cena está lista, vengan. – ambos asienten y proceden a entrar.

Ravel: ¿Y qué harás ahora? – dijo mirando a Eco.

Eco: Solía vivir en el bosque, pero ese cuervo molesto había arrojado una lanza y destruyó mi cabaña.

Kenichi: No sé si quieras pero podrías venir con nosotros. – Ravel tenía un tic al igual que Miu, Juvia, Raichi y Noelle. – No es obligatorio, si dices que no, eres libre de seguir tu camino.

Eco: Me salvaste y te tomaste la molestia de curar mis heridas. – mira hacia otro lado. – Iré contigo.

Juvia: ¡Otra rival de amor! – Tenía una mirada sombría mientras que Ravel, Miu, Raichi y Noelle estaban con un tic más fuerte, mientras que el Uzumaki asiente.

Kenichi: Vale, pero déjame decir que en estos momentos formo parte de la nobleza de Ravel.

Ravel: Sí, todos aquí, forman parte de mi equipo por medio de piezas de ajedrez.

Eco: Pido unirme.

Ravel: Ni siquiera tuve que preguntar. – da un asentimiento y saca una pieza de torre. – No habrá marcha atrás.

Eco: Entiendo. – la rubia dice sus palabras e introduce la pieza en la peli rosa dragona.

Ravel: Bienvenida a la familia.

Eco: Muchas gracias.

Ravel: Entonces vayamos a descansar, Stella, prepara tus cosas, nos vamos mañana. – la pelirroja asiente.

Stella: Un grupo puede ir a mi habitación para compartir cama, otro grupo para la habitación de visitantes. – las chicas asienten y se separan para luego ver al Uzumaki sentado en el sofá.

Kenichi: Aquí estoy bien.

Stella: ¿Seguro? Podría prestarte un futón.

Kenichi: ¿No será mucha molestia?

Stella: No, espera aquí mientras lo preparo. – se retira mientras que el Uzumaki mira hacia la ventana, minutos después, ella regresa y le da luz verde para que pueda ir.

Kenichi: Gracias Stella. – ella sólo da una sonrisa.

Stella: De nada y buenas noches. – el Uzumaki asiente e ingresa a la habitación donde estaba Miu, Raichi, Juvia y Noelle.

Raichi: ¡Qué bueno que estás aquí!

Kenichi: Bueno, fue tan amable de prestarme este futón. – se acomoda. – Que descansen bien.

Miu: Espe... - el pelirrojo se quedó dormido. – Debió estar agotado.

Noelle: Sí, después de ese viaje y pelear contra ese caído. – la rubia asiente, por lo que con algo de desánimo se acuesta.

Miu: Buenas noches. – las demás dicen lo mismo mientras que Noelle fingía dormir.

Minutos después.

La peli blanca abre los ojos y se asegura que las demás estén dormidas, para luego mirar al pelirrojo, ella se mueve con cuidado y se coloca al lado de él.

Noelle: Se ve adorable durmiendo.... Espera ¿Qué estoy diciendo? – mueve la cabeza sonrojada. – Sólo lo hago para que esté más cómodo, dormir en el suelo es algo doloroso.

Juvia: ¿Qué estás haciendo? – eso asustó a Noelle que tuvo que taparse la boca para no gritar.

Noelle: ¡Ten cuidado, casi despiertas a las demás!

Juvia: Pero quiero saber, ¿Qué haces al lado de Kenichi-sama?

Noelle: E-es que, pensé que estaría incómodo al dormir en esto, a-así que quise acompañarlo.

Juvia: Juvia también quiere acompañarlo. ­– se acuesta al otro lado del pelirrojo con cuidado pero ambas se lanzaban rayos.

Noelle: Supongo que no hay de otra.

Juvia: Juvia no perderá contra una rival de amor.

Noelle: ¿Ehhh? - Juvia le tapa la boca.

Juvia: Ibas a despertar a las demás. – La peli blanca baja la cabeza de la vergüenza pero se acomoda en el hombro del pelirrojo.

Noelle: Entonces vamos a dormir.Juvia sólo se acomoda y justo cuando iban a quedarse dormidas.

Ravel: Ejem... - Ambas voltean. - ¿Se puede saber que están haciendo? – la rubia tenía un tic mientras sus manos estaban en sus caderas, esa noche sería algo incómoda.

Al día siguiente.

El Uzumaki estaba despertando pero sentía más peso en su cuerpo, era Noelle y Juvia que lo tenían de los brazos y encima estaba Ravel.

Kenichi: Menuda forma de despertar. – se levanta con cuidado y se dirige a lavarse la cara, dormir en el suelo era algo que no estaba acostumbrado pero no tenía de otra, una vez que terminó de lavarse y cambiarse siente que la puerta se abre, resultando ser Eco. Buenos días Eco.

Eco: Buenos días Kenichi.

Kenichi: ¿Ya estás mejor de tu herida?

Eco: Sí. – mira a otro lado. – Muchas gracias por ayudarme.

Kenichi: Je, de nada, pero bueno, me retiro. – ella asiente mientras que el Uzumaki se dirige a la sala, estuvo esperando a que todas las chicas se preparen.

Ravel: Bueno, ¿Ya están preparados? – todo el equipo asiente. – Entonces nos vamos. – desaparecen en un círculo de fuego y aparecen en el inframundo. – Bienvenidos al territorio Kure.

Ashura: Bienvenida Ravel, veo que has adquirido un buen número en estos días.

Ravel: Gracias primo, aunque el crédito también va para Kenichi.

Ashura: Vale, entonces tomen descanso el día de hoy, el día de mañana los entrenaremos. – Eso puso nerviosa a Ravel.

Ravel: No puede ser... 

Ashura: Sí, así que aprovechen el día. - se retira de ahí.

Kenichi: Ravel, ¿Qué tan peligroso es su entrenamiento para que tuvieras esa reacción?

Ravel: ¿Recuerdas esas pesas que te colocó? - el pelirrojo asiente. - Hará que te pongas un polo con el cuádruple de peso y te exprimirá como un limón.  - ingresa a la mansión pero todas sentían un escalofrío.

Kenichi: Bahmunt...

Bahamunt: Sí, estamos jodidos.

FIN DEL CAPÍTULO

Espero que les haya gustado...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima. Y un gracias a

AshuraKure

Por ayudarme

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