Capítulo 16
La mañana de Kuoh era como cualquiera, con el sol dando en la ciudad por donde van y vienen las personas con trabajo, ya sea los adultos empresarios, los desafortunados con menores trabajos o los estudiantes que van a estudiar a sus academias respectivas, siendo este último el caso de Son Kenichi Uzumaki, quien se dirigía a la academia Kuoh con gran ánimo por haber bajado el churro con Ravel, algo que lo tenía motivado a muchas cosas, principalmente por el hecho de que ahora siente el deber de protegerla aún más, misión en la cual no hay cabida para el fracaso, aunque no se hará un hara kiri si sale herida ya que tiene confianza en que es fuerte y se puede regenerar, aunque no es excusa para andar vagando por ahí dejando que se lastime por todos lados.
Issei: ¡Kenichi, buenos días!
Su compañero demonio lo saludó alegre haciendo que voltee a ver cómo se acercaba hasta quedar junto a él, aunque era novedad que viniera solo.
Kenichi: Issei, que raro que vengas solo - Notando que ni una de las chicas del club de ocultismo le acompañaban al castaño.
Issei: Rías-buchou, me dijo que me adelantara con Asia y ella fue a buscar a Xenovia a su apartamento, me dijo que también me adelantara y que ellas llegarían luego. - Explicó sonriente.
Kenichi: Así que llegarán tarde, pues al menos podemos tener un día libre de todo esto. - Comentó en un suspiro encorvándose un poco por relajar su postura-
Issei: Se cómo te sientes - Ganando la mirada del pelirrojo con puntas negras. - Que nuestras vidas pasen de estudiantes promedio sin hacer mucho a volvernos seres sobre naturales y al servicio de chicas lindas es demasiado para nuestro estilo de vida - Viendo al cielo.
Kenichi: No tanto para mí, no es la primera vez que tengo que lidiar con algo así como una doble vida - Recordando a sus maestros del Ryozampaku y sus intensos entrenamientos que le consumen bastante tiempo de su día a día.
Issei: Aun así, debemos esforzarnos para no decepcionarlas, somos sus queridos peones después de todo - Extendiendo su puño hacia el pelirrojo.
Kenichi: Cla-claro - Correspondió a la acción algo sorprendido de que pueda estar de tan buen humor.
La caminata no fue algo muy especial para ambos, solo se encaminaron juntos en un silencio tranquilo al no tener mucho en común de que hablar, quizás de cosas pervertidas, pero Kenichi no le iba a contar que perdió su virginidad a penas anoche, principalmente porque Issei lloraría de la envidia y lo jodería casi literalmente todo el día. Llegando a la academia quedando en el puente de cruce hasta el otro lado que es donde varias chicas principalmente van llegando a la academia.
Issei: Ha pasado un tiempo desde la última vez que vine sin compañía de chicas.
Kenichi: ¿Acaso tratas de decirme algo? - Preguntó desinteresado en el tema.
Issei: No no, descuida - Sacudiendo levemente su mano con una sonrisa nerviosa.
Repentinamente ambos soltaron sus maletas por un dolor repentino en la mano de Issei y el antebrazo de Kenichi que es donde portan sus sacred gear, no era común, era diferente a cuando van juntos entre ellos dos, como un fuerte ardor por una reacción ante algo.
Issei/Kenichi: (Esta sensación) - Se sujetaban el brazo del dolor que sentían.
Al levantar su vista para ver el origen se encontraron con una peli plata sumamente hermosa que sonrojó a Issei, la cual estaba recostada en la pared junto a la entrada y curiosamente viéndolos a ambos con una sonrisa de satisfacción mezclada con algo de arrogancia, aparentemente feliz de ver esa reacción en ambos, la cual comenzó a acercarse a ambos.
Este vendría a ser nuestro segundo encuentro - Llegando al puente para apoyarse en el barandal de este.
Kenichi: ¿Nos conocemos? - Se aguantaba el dolor mejor que Issei, aunque ambos se iban adaptando poco a poco lo suficiente para hablar con normalidad.
Cierto, en ese entonces tenía la armadura, - Comentó algo risueña. - Valery Lucifer, usuaria de la Divine Dividing, también conocido... -volteando a verlos con una sobrada confianza en su mirada. - Como el dragón blanco, aunque si soy "la" portadora, sería entonces "la dragona blanca" ¿Ustedes que opinan? -estaba demasiado tranquila para ser un territorio enemigo, aunque realmente los dos presentes no eran rivales para ella.
Issei: ¿Blanca? - Estaba identificado con eso por la rivalidad entre sus dragones, pero el dolor en su brazo izquierdo aumentó al igual que para Kenichi. - (¿De dónde proviene este dolor tan fuerte? Es como si mi brazo se quemara)
Por la distracción que en ellos causaba el dolor, no sintieron cuando Valery se acercó a ellos apuntando con un solo dedo hacia el frente en medio de ambos.
Valery: Se ven distraídos, quizás puedan aparentar ser huesos duros de roer, pero si usara un poco de magia ahora mismo contra ustedes ¿creen poder sobrevivir?
Ambos se echaron un paso para atrás y el cuello de Valery se vio atrapado entre espadas, siendo usadas por Kiba, Xenovia y Stella, además de que sobre ella hay agujas hechas de agua.
Kiba: ¿No es muy precipitado que vengas así a nuestro territorio? - Preparado para defender a sus compañeros de cualquier hostilidad.
Xenovia: Se armaría un caos si pelearan entre dragones ¿no crees? - Empuñando su espada sagrada sin problemas a la ofensiva contra ella.
Stella: No por nada eres la dragona emperatriz blanca, eres muy temeraria sin importar quien sea tu oponente - Apuntando desde atrás de ella hacia su cuello.
Ambos chicos portadores de dragón voltearon y vieron que los séquitos Gremory y Fénix se acercaban en su refuerzo.
Valery: Las niñeras de la tierra, Gremory y Fénix, solo falta que venga la Sitri a verme, pero vamos ¿Realmente creen tener la capacidad de derrotarme cuando apenas lograron unos rasguños contra Kokabiel y yo lo acabé sin problema alguno? -balanceando de un lado a otro la espada de Kiba para sorpresa de este que no notó cuando se la quitó- ni siquiera saben porque estoy aquí ¿No es demasiado grosero que traten así a los invitados?
Xenovia y Stella retiraron sus espadas para posicionarse junto al resto al igual que Kiba ya que podía crear más espadas, teniendo claro de que no atacará a nadie si no le hacían nada, además de que Juvia retiró sus agujas.
Kenichi: Tal vez derrotaste a Kokabiel, pero estoy en derecho de decir que aquel que le dio una paliza fui yo y tú terminaste el trabajo así que mejor baja de tu nube.
Valery: Le diste una paliza, pero ¿Fue porque podías o tenían que darte un impulso? Algo así como... - Girando un poco la espada. - ¿Ver que otros salen heridos porque te falta fuerza? - Da una sonrisa gentil mientras baja la espada solo para sostenerla. - Es como una clásica serie, todos piensan en lo geniales que se ven al estar enojados por el increíble poder que tienen porque otros salen heridos, pero se quedan cortos con esos pensamientos y no piensan en lo conveniente que es que se enojen para que se lancen con nuevas fuerzas a protegerlos en vano ¿Será que su amistad es para hacer sacrificios y así volverse fuertes porque prefieren holgazanear en lugar de entrenar? - Cambiando a una mirada desafiante.
Kenichi: Cuidado con lo que dices portadora de la Divine Dividing, es verdad que eso fue un impulso para aumentar mi fuerza, pero, aun así, me mantengo en entrenamiento constante, algo que subestimas.
Valery: No niño - Le apunta la espada al cuello. - Crees que solo tú entrenas y te esfuerzas como si solo tú la pasaras mal, sonríes para ocultar ese dolor. ¿Pero el resto no importan porque tú quieres ser el centro de atención? Que los demás que sufren no se la pasen sonriendo no es excusa de que tienen vidas dotadas, así que cuida tus palabras, sacred gear o no, sigue habiendo una gran grieta entre nosotros la cual no estás preparado para saltar, puedo ser temeraria porque tengo más poder que tú para justificarlo. ¿O crees que todos los demonios son iguales excepto los que se juntan en tu pequeño círculo de amistado porque así lo quieres ya que debes pintarlos a tu imagen?
Kenichi: *Con su brazo doblado, listo para encender su cuchilla y perforar el cuello de la peli blanca. * Es curioso que alguien como tú me lo diga y te equivocas, mis amigos también entrenan, rompen sus límites al punto que puedan derrotar a gente como tú y si lo único que has venido a hacer es provocarnos, no dudaré en hacer lo mismo.
Valery: ¿Curioso? ¿Por qué soy más fuerte que tú y por lo tanto soy más capaz de hacer esas cosas? Por favor - Baja la espada y se acerca inclinándose. - Si no lastimo a tu equipo no serías más que un juguete reemplazable para mí, quería poner a prueba visualmente tu pelea contra Kokabiel, si no te enojas entonces debilidad es la descripción principal de ti, siendo que en teoría eres el más fuerte entre toda esta gente, además... - En un veloz movimiento le corta el brazo doblado.
Issei/Kiba/Séquito Fénix: ¡KENICHI! / ¡KENICHI-KUN! / ¡KENICHI-SAMA!
Valery: Si quieres pelear entonces deberías hacerlo, una pelea de verdad no necesita árbitro ¿O solo entrenas por presumir un cuerpo fornido y al final tu fuerza solo son cosas superficiales? Además ¿Acaso eres de esos burros de un solo truco, sin tu cuchilla no tienes identidad en el mundo de los guerreros?
Kenichi: *aprieta los dientes por el dolor mientras le lanza una patada a la mandíbula, sujetando el brazo cortado* - Hija de...
Valery: *Sujetando el pie con su mano libre* Así es más agradable, que mal que no puedas dar el primer paso, si no tienes iniciativa para las cosas entonces definitivamente no vales la pena, además de que si soy hija de alguien amiguito, para la próxima termina tus oraciones. - Suelta el pie mientras voltea a ver a Ravel. - Heredera Fénix, si yo solo hablo tranquilamente pero tu peón muestra intenciones de atacarme, además de las amenazas que ya recibí de los demás siervos de aquí y yo instintivamente me defiendo a mi manera ¿Cómo vas a calificar esta situación?
Kenichi: ¡No digas tonterías, tú empezaste con las amenazas! - Espetó a la defensiva.
Valery: ¿Levantar un dedo y hacer una simple pregunta luego de comentar que estaban distraídos es una amenaza? Creí que eras temerario, pero realmente no puedo sentir un desafío proveniente de alguien se puede sentir acorralado así de fácil - Voltea a ver a Ravel. - se supone que él es tu siervo ¿No deberías diciplinarlo un poco más para que se comporte mejor con las visitas?
Ravel: Perdona la falta de hospitalidad, pero ya sabrás que no tenemos buenas experiencias con los invitados sorpresas.
Valery: Es cierto, pero hasta este punto si los ataco sería autodefensa ¿cierto? - Su sobrada y engreída sonrisa les mostró que no era un juego. - Descuiden, no sufrirán más daño de mi parte, después de todo ni colaborando representarían una amenaza contra mí. - Viéndolos altivamente mientras su sonrisa permanecía.
¿Y yo represento una amenaza contra ti? - Habló otra voz desconocida para algunos.
Todos, incluyendo a Valery, voltearon a ver, encontrándose con un sonriente Ashura que estaba apoyado en una moto como acompañante, además de que tenía espacio para llevar a alguien más.
Ravel: ¡¿Primo?! - Le sorprendió verlo junto a la academia, para la cual ya se les hizo tarde.
Ashura: Que hay - Saludó levantando su brazo el cual al caer se apoyó sobre el cuello de Valery a modo de abrazo pasando su brazo sobre el hombro contrario de esta. - Veo que tienen una agradable conversación con la señorita - Baja la mirada notando la sangre de Kenichi y su brazo cortado en el suelo. - Bueno casi.
Valery: Yo solo hablaba con ellos como si nada y de repente me quiso atacar ¿puedes creerlo? -comentó sonriente al peliblanco que también estaba muy tranquilo.
Ashura: Descuida, puede ser impulsivo, pero es mejor chico de lo que crees, lo parezca o no.
Valery: Mmm, no me lo parece.
De repente la mujer que parecía una amenaza conversaba amenamente con alguien que debería defenderlos y estar de su lado, como si fueran conocidos de toda la vida, aunque no parecía preocupado por el brazo de Kenichi.
Ashura: Pues créeme, aunque no han sido sus mejores días debes entender que pasó de estudiante promedio a estudiante promedio de día y demonio de noche.
Valery: Pues que aprenda a dividir sus tiempos - Enterrándole la espada en la cabeza al peliblanco que se mantenía como si nada. - Ya que eres el superior de todos y él está a tu cargo entonces asume tu responsabilidad.
Para sorpresa de ninguno en absoluto, vieron como el albino se reía mientras rompía la parte de la hoja que era más cercana al mango y tomó el otro lado de esta parte quitarse la hoja como si nada, regenerándose al salir fuego en esas áreas y mostrarse con nada de daños, dejando en claro que es un Fénix hecho y derecho en ese sentido.
Ashura: Entiendo, lamento muchos los problemas, ojou-san.
Valery: *Dejando caer el mango con la hoja rota. * Y dime ¿a qué viniste?
Ashura: A hacerte esa misma pregunta, de paso salvarles las vidas a estos jóvenes con grandes vidas por delante.
Valery: Yo solo quería ver, pero se pusieron groseros conmigo y se hicieron las víctimas diciendo que los amenacé cuando a penas y hacía cosas, ¿puedes creerlo? -preguntó como si estuviera ofendida, pero realmente seguía teniendo una amena conversación con el albino-
Ashura: Ya, ya, descuida, solo diles lo que querías, ahora tienes su atención.
Valery: Está bien - Cerrando sus ojos para relajarse y volver a abrirlos viendo a los portadores de dragones frente a ella. - Ahora mismo ya saben que son débiles, demasiado si son comparados, ya que en la lista de los mejores sus posiciones se marcarían con cuatro dígitos. -Levantando cuatro dedos en afirmación a lo que dijo. - Quizás si él se enoja subiría un poco, pero necesitaría demasiado para poder subir a una posición de 3 dígitos. - Bajando un dedo mientras se refería a Kenichi. - Y lo sé porque he conocido a muchos desde cerca, yo no hablo por hablar, lo hago porque tengo el poder para hacerlo y porque soy alguien emocionada por las peleas contra gente poderosa que me dé una batalla que pueda disfrutar.
Ashura: Oye - Llamando la atención de Valery. - No es correcto que lo dejes todo a los números, después de todo la situación puede acabar siendo muy variada, además de que yo soy el papá de ese muchachito. - Señalando a Kenichi para sorpresa y principalmente confusión de todos.
Valery: ¿Su papá? - Tratando de encontrar el parecido.
Ashura: No es que haya salido más a su madre, es que es un decir, yo lo crie bastante en el ámbito del combate y tiene agallas además de cerebro, no es perfecto ni capaz de ganarme uno a uno, tampoco de mantener una pelea pareja, pero es bueno, lo único que le falta a este trozo de madera es pulirse lo suficiente y verás como se transforma en una obra de arte perfecta.
Valery: ¿Y qué hay de mi rival?
Ashura: ¿El dragón rojo? Lo siento, pero él ya no es mi responsabilidad, apelo más a mi prima porque es familia y han recurrido a mí, pero los Gremory al parecer son más autovalentes, cosa que respeto.
No era cierto realmente, es solo que no sabían de su existencia hasta el día de hoy por la ocupación de sus propios asuntos, además de que él jamás ofreció ayuda porque los cuidaba indirectamente de los desastres que sucedan en la tierra, el matrimonio con Raiser era cosa de familia, pero no era un asunto de vida o muerte que deba detener.
Valery: Bien, yo ya dije lo que tenía que decir - Encogiéndose de hombros.
Ashura: Si quieres te llevo. - Señalando su moto.
Valery: Seguro - Volteándose para ir con él.
Ambos iban encaminándose como si no hubiera pasado nada raro o importante en el lapso que han estado ahí, pero no todos estaban felices con eso.
Kenichi: ¡Oye! - Llamando la atención de Valery que se volteó y solo detuvo su andar. - ¡¿Qué es lo que quieres realmente, blanca?!
Valery: Lo que yo quiero es valerme en el mundo peleando contra los que son fuertes, si no tienes esa fuerza es mejor que no te pares en mi camino a desafiarme ya que no tienes lo necesario ni para resistir una pelea aventajada contra mí.
Kenichi: ¡¿Quieres que te demuestre lo contrario?! – Acercándose.
Ravel: ¡Kenichi espera, te falta un brazo!
Kenichi: No necesito eso.
Valery: Ni así me ganarías.
Ashura: Kenichi - Llamando la atención del mencionado. - Ya te dije que la ira no te lo consigue todo, tu linaje no es nada si no lo tienes aunque sea dominado para que salga cuando quieras, solo liberar lo que tienes como si fuera un perro guardián agresivo no es la respuesta y las amenazas no te traerán el mundo o lo pintarán del color que quieras, ya que no solo tú te esfuerzas, hay quienes llevan más tiempo esforzándose o que demuestran de otras maneras que no necesitan lástima, ya que al final seguirás siendo muy aburrido. - Gira su cabeza lo suficiente para poder verlo de reojo. - Al final, serás... solo uno más, alguien sin relevancia, alguien a quien realmente sigo sin respetar.
Las duras y frías palabras de aquel ser que lo entrenó y lo conoce tan bien en sus cualidades combativas al haberlas enfrentado cara a cara fueron un duro golpe, aquel que lo alentó a esforzarse ahora mismo lo menospreciaba como a un cualquiera, deteniéndolo en seco en su lugar.
Ashura: Tal vez tú le hayas dado una paliza a Kokabiel usando tu lado cascarrabias, pero ¿A cuántos crees que ella pudo apalear sin tener que enojarse por ver a alguien que quiere siendo brutalmente herido? No estoy molesto contigo porque Ravel fue herida, estoy molesto contigo, porque aún eres muy inmaduro - Arrojó una lágrima de Fénix que Ravel atrapó al adelantarse y quedar junto a un impactado Kenichi. - Que sea la última vez por favor.
Sin nada más que decir, el albino subió a su motocicleta la cual encendió mientras Valery se sentaba detrás de él y le abrazaba la cintura para comenzar a irse dejando a los estudiantes en su lugar, el Uzumaki no podía decir nada y Ravel se acercó para tomarlo de la mano mientras que dos de sus amigas tomaban el brazo para curarlo.
Luego de ese incidente y que le colocaran nuevamente el brazo cortado al pelirrojo con puntas negras, fue a reposar un rato, incluso Issei estaba ahí debido al dolor que sentía en su brazo izquierdo.
Issei: En serio, sí que nos diste un gran susto en la entrada, se nota que ella tenía más habilidad.
Kenichi: Lo reconozco, fue capaz de cortarme el brazo antes de que pudiera reaccionar.
Bahamunt: Por esta vez, te digo que fuiste muy imprudente compañero, la diferencia de poderes es evidente y como dijo Ashura, la ira no es la alternativa para ganar, tal vez le rompiste algunos huesos del cuervo ese pero no te llevará a nada si sigues por esa ruta.
Kenichi: Sí, tienes razón, incluso mis maestros me dirían lo mismo. – da un suspiro y mira al castaño. – Al menos tú pudiste remediar eso por completo.
Issei: Felizmente. No puedo hacer que Akeno-san tenga que succionar mi energía durante las clases. – el pelirrojo asiente. – Valery, el Dragón Emperador Blanco ¿Eh? Sí que hay mucha diferencia, cuando usó la armadura, debió ser mucho poder...
Draig: Esa es su forma completa.
Issei/ Kenichi: Draig.
Draig: Está a un nivel diferente al tuyo, lo mismo digo de ti Uzumaki.
Kenichi: Ya veo.
Issei: Oye ¿Cuál es la relación entre el Dragón Rojo y el Dragón Blanco?
Draig: Cuando Dios y sus ángeles, los ángeles caídos y los demonios comenzaron la guerra, los seres humanos y fantásticos comenzaron a tomar partido. Sin embargo, los dragones fueron la excepción.
Kenichi: ¿Ah sí?
Draig: La mayoría de nosotros vivimos como quisimos sin tomar partida de la guerra. Sin embargo, un par de dragones tontos, comenzaron a pelear en medio de todo.
Issei: Un par... acaso...
Draig: Los dos no prestaron atención a la Gran Guerra y la convirtieron en su campo de batalla.
Kenichi: ¿Y se puede saber por qué llegaron a hacer eso?
Draig: ¿Quién sabe? Probablemente ni recuerden la causa. – tanto al castaño como al pelirrojo con punas negras le salió una gota de sudor al recibir esa respuesta.
Kenichi: ¿Es en serio?
Draig: Pero, debido a eso, las tres facciones hicieron una tregua temporal y buscaron una manera de deshacerse de los dos Dragones.
Issei: ¿Una tregua sólo para detener su pelea? ¿Qué tanto alboroto causó ambos?
Draig: Ambos explotaron en furia tras haber sido interrumpidos en su pelea. Así que lanzaron su furia contra Dios, el Rey Demonio y el líder de los ángeles caídos. "¿Cómo se atreven a interferir en un duelo entre dragones?" dijeron. – Bahamunt en parte estaba de acuerdo. – Pero al final, fue algo estúpido.
Issei: En serio, son realmente los peores y más terribles dragones.
Draig: Y tras una dura batalla, ambos dragones fueron derrotados. Desde entonces, sus almas fueron selladas dentro de los seres humanos en forma de Sacred Gears y así, ambos utilizan a los humanos como sus intermediarios para reunirse. Y pelear entre ellos una y otra vez.
Kenichi: La eterna rivalidad entre Draig, el dragón rojo y Albion, el dragón blanco ¿Verdad? – recordando esa noche en el que Valery llegó a detener al caído.
Issei: Así que era eso lo que significaba.
Draig: Aunque a veces nuestro portador muere sin siquiera habernos encontrado así que no llegamos a luchar.
Issei: Ya veo y ahora es mi turno ¿Eh? – da un suspiro. – Pero di lo que quieras sobre el destino o lo que sea. Sólo soy un demonio de clase baja y un perdedor.
Kenichi: Hey, no te menosprecies tanto, incluso yo fui débil al principio, pero si entrenas y tienes una gran fuerza de voluntad, podrías llegar a lo imposible.
Issei: Je, gracias Kenichi. – ambos chocan el puño y proceden a salir de la enfermería.
Estuvieron caminando por un buen rato, pero para mala suerte del castaño, una vez ingresó a su salón, fue recibido por dos puñetazos.
Kenichi: Eso es tener mala suerte. – los responsables eran Matsuda y Motohama, estaban molestos, habían escuchado que Xenovia se unió al club del ocultismo y eso les daba envidia.
Issei: Pero yo qué culpa tengo. – decía enojado por ambos.
Kenichi: Es la envidia.
Matsuda: ¿Y tú que haces aquí chico tomate? – los estudiantes cercanos se alejaron un poco.
Kenichi: ¿Qué dijiste de mi cabello? – sonreía mientras se crujía los nudillos, asustando al calvo.
Matsuda: N-No dije nada! – retrocede con miedo.
Issei: A veces no se acuerdan de que si te dicen tomate, salen mal.
Kenichi: Pues sí, pero da igual. – ven que Xenovia se acerca.
Xenovia: Issei.
Issei: ¿Eh?
Xenovia: Me disculpo por decir tales cosas el otro día.
Issei: Oh, no es nada. – se levanta y le susurra. – Hablaremos de eso más tarde.
Xenovia: Es por eso que... - saca unos preservativos. – Practiquemos usando eso primero.
Issei: ¿ESTÁS LOCA? – El Uzumaki hacía un esfuerzo para no estallar en carcajadas.
Asia: Xenovia-san ¿Qué es eso? – la peli azul le da uno.
Xenovia: Ten.
Asia: ¿Eh? ¿Gracias?
Aika: ¿Eh? ¿Acaso Hyodou hizo algo pervertido otra vez?
Issei: ¡Eso no es de tu incumbencia!
Asia: Kiryuu-san ¿Qué es esto?
Aika: Bueno, verás... - le dice algo al oído.
Kenichi: ¡LA INOCENCIA DE ASIA! – decía impactado mientras apartaba a Asia de Kiryuu. - ¡NO!
Aika: Pero yo sólo le iba a decir que... - Issei le tapa los oídos a la rubia.
Kenichi: ¡Su inocencia debe ser protegida! – el castaño asiente.
Aika: Pero dime una cosa, Hyodou ¿Está bien que hagas eso? Si te acuestas con Xenoviacchi, Asia se sentirá muy ma... - el Uzumaki le tapa la boca.
Kenichi: Mucha información.
¡Maldito suertudo! – gritaron ambos pervertidos mientras golpeaban al castaño.
Kenichi: Estos envidiosos. – le da un coscorrón a cada uno.
Issei: Gracias, menos mal que aún tengo aliados.
Xenovia: Issei ¿Cuándo podríamos copular? – decía mientras sacaba uno de esos paquetes.
Asia: ¿Copular? – Issei y Kenichi estaban nerviosos.
Issei: ¡Te dije que dejes ese tema! – toma el preservativo y se va de ahí con el pelirrojo.
Kenichi: En serio, Xenovia no conoce el límite.
Issei: Si, es algo ignorante en ese tema.
¡Oh, Issei, Kenichi! – ambos voltean y ven Rías, Akeno, Sona, Tsubaki y Ravel.
Kenichi: Oh, hola.
Rías: ¿Se sienten mejor? – ambos asienten.
Issei: Con algo de descanso ya pude sentirme mejor.
Sona: Escuché que conocieron al Dragón Emperador Blanco.
Issei: Sí.
Kenichi: Pasó a presentarse y a alardear un poco. – dijo lo más corto posible, no tocando el tema de cuando le cortó el brazo.
Rías: No sabemos por qué, pero tal parece que tiene lazos con los Ángeles Caídos.
Sona: Esperemos que no pase nada malo en la Academia.
Rías: Lo mismo digo. – Ravel da un asentimiento, aunque miraba de reojo al Uzumaki con algo de preocupación. – Aunque ahora tenemos un problema aún más grande.
Sona: Sí, así es. En fin, nos vemos luego.
Rías: Nos vemos Sona.
Ravel: Que tengan un buen día.
Issei: Ambas no parecen estar en buen ánimo.
Akeno: Están preocupadas por las clases abiertas.
Kenichi: Pero son sólo por un corto periodo ¿Qué es lo peor que podría pasar? – decía con tranquilidad.
Al día siguiente.
¡Bien estudiantes, para la clase de hoy, usarán la pasta para moldear que distribuí para tratar de hacer lo que más les guste! Todo es válido. Piensen lo que se les venga a la mente de la forma más pura.
Issei: Lo que se venga a la mente ¿Eh? – Tanto él como el pelirrojo estaban en esto y no sabían qué moldear.
¡Asia-chan tú puedes! – el castaño voltea y ve a sus padres con una cámara.
Asia-chan, te ves tan linda. – decía el padre de Issei, avergonzando un poco al castaño.
Kenichi: Jejeje, suerte con eso Issei. – decía burlón.
¡Onii-chan, ánimos! – el pelirrojo voltea y ve a Ayumi, acompañada de Gine, la madre de ambos.
Gine: Tú puedes hijo. – el Uzumaki se sonrojó mientras que Issei ahora tenía la sonrisa burlona.
Issei: ¿Decías algo Kenichi?
Kenichi: Cállate. – ambos vuelven con el trabajo y se ponen a pensar qué moldearían. – Mmmm ¿Qué puede ser? ¿Qué podría ser?
En eso escucha gritos de sorpresa, voltea y ve a Issei quien había hecho una figura de Rías Gremory completamente desnuda, sacándole una gota de sudor pero debía admitir que lo hizo bien detallado.
Kenichi: Bien, veamos. – cierra los ojos y trata de recordar algo, los entrenamientos que le dio Ashura.
¡WOW! ¡MIREN, ESTE SE VE INCREÍBLE TAMBIÉN! – El pelirrojo abre los ojos y ve que había moldeado a sí mismo tras los resultados de su entrenamiento.
Kiryuu: Oh, pero miren esos musculitos, está bien detallado como cuando hacemos educación física. – se relamía los labios. - ¿Así entrenas Kenichi?
Kenichi: Pues hace poco volví con los entrenamientos. – el par de pervertidos lloran de la envida mientras notaban que sus brazos estaban algo marcados y Kiryuu se acomoda los lentes, dejando un brillo siniestro.
Issei: Oh, si no me equivoco...
Kenichi: Sí, fue durante "esos" días. – el castaño entendió el mensaje.
Katase: ¡TE LO COMPRO TAMBIÉN!
Kenichi: ¿Eh?
Ayumi: Mira mamá, ha hecho una gran obra de arte.
Gine: Era de esperarse de mi hijo. – Decía feliz mientras ambas levantaban el puño, sacándole una sonrisa nerviosa al Uzumaki.
Más tarde.
Ravel y las demás del séquito estaban asombradas y sonrojadas al ver la figura que había hecho el pelirrojo con puntas negras.
Juvia: Kenichi-sama en figura ¡Es lindo! – le es arrebatado. - ¡OYE!
Miu: Lo siento, pero quiero tenerlo.
Li: ¡De eso nada! ¡Yo lo quiero! – decía enojada mientras se lo quitaba.
Eco: ¡Silencio! ¡Yo lo tendré! – se lo arrebata.
Miu: ¿Y tú por qué?
Eco: Porque él es importante para mí y me salvó la vida.
Louise: Él también es importante para mí. – dijo mientras tomaba la figura.
Noelle: Pero yo estoy bajo su cuidado, así que yo debería tenerlo. – decía ruborizada.
Ravel: Chicas, nadie lo tendrá.
¿Por qué? – decían las que querían la figura.
Ravel: Porque yo soy "El Rey", así que yo lo conservaré. -decía con mientras cruzaba los brazos y cerraba los ojos.
Juvia: ¡No te aproveches de tu puesto como "Rey", rival de amor! – la rubia tenía un tic mientras seguían discutiendo mientras que Stella se acercaba al Uzumaki.
Stella: ¿Podrías hacer uno más? Te daré molde. - decía ruborizada mirando a otro lado.
Kenichi: S-Sí. – decía con una ceja levantada cuando siente que la manga de su camisa era jalada por Koneko. – ¿Si Koneko-chan?
Koneko: ¿Podría hacerme uno para mí también? – decía mientras miraba hacia abajo por la timidez.
Kenichi: Claro, no hay problema Koneko-chan. – le acaricia la cabeza, cosa que ella aceptó con gusto para luego mirar al grupo de Rías. - ¿Qué pasó?
Issei: Le gustó lo que hice pero se enojó porque Akeno se ofreció de voluntaria para que haga lo mismo. – el pelirrojo ve a Rías quien tenía los brazos cruzados y los ojos cerrados mientras que Asia trataba de imitarlo, sacándole una risa. – Pero en tu caso, sí que pelean por conservarlo.
Kenichi: Si, aunque creo que se destruirá en el proceso. – el castaño le da unas palmadas en la espalda.
"¡¿Una sesión de fotos con una chica mágica?!" – todos se detienen, incluso las que estaban peleando por conservar la figura para observar a un grupo de estudiantes correr hacia un lugar.
Kenichi: Y ahí está su verdadera faceta. – decía con una gota, al igual que Issei. – Pero ¿Una chica mágica?
Rías: ¿Chica mágica? Acaso...
Ravel: ¿Es quien creo que es?
Akeno: Ara ara, este día se pone más interesante.
Todos se dirigen al gimnasio y ven a un grupo de estudiantes tomando fotografías a una chica con unas vestimentas extrañas.
Issei: Espera, ese es el cosplay de un personaje de la chica mágica ¡Milky Spiral Seven Alternative!
Asia: Sí que sabe de eso.
Issei: Un cliente me hizo que lo acompañara a ver todos los episodios del anime.
Kenichi: Ya veo.
¡¡Oigan!! ¿Qué creen que hacen aquí? ¡Vamos, váyanse! – todos reconocieron la voz de cierto rubio del consejo estudiantil.
¡Esto es una tiranía! – reclamó un calvo que Issei conocía bien.
¡Esta es sólo una sesión de fotos! ¿Cuál es el problema? – reclamó otro estudiante.
Saji: ¡Hoy tenemos Clases Abiertas, así que no causen alboroto! ¡Váyanse de aquí! – todos se resignan y se van de ahí. – Y usted señorita, si está sola, será mejor que venga conmigo. – Iba a tomarla del brazo pero es detenida por alguien.
Buena actuación de alguien del consejo estudiantil, sin embargo, tu mirada demuestra otra cosa. – el rubio voltea y nota a un peli azul quien Kenichi conocía bien.
Saji: ¡Maldito! – trataba de soltarse pero el peli azul se mantenía firme.
Kenichi: ¡ÉL! - en eso ven que la puerta es abierta.
Sona: ¿Qué está pasando aquí?
¡Sona-chan, te encontré! – eso sacó un escalofrío a la presidenta del consejo estudiantil.
Issei: Espera, ¿Acaso es conocida de Sona? – la chica mágica baja y se acerca a la presidenta.
Sona-chan ¿Qué pasa? Tu rostro está rojo. Por fin puedes volverá ver a tu hermana, deberías verte un poco más feliz. Deberíamos correr emocionadas y darnos un gran abrazo, diciéndonos "Onee-sama" "So-tan" ¡Y luego nos abrazamos! ¿No te parece? – eso sólo le sacó un sudor a Sona.
Issei: ¿Onee-sama?
Rías: Ella es Serafall Leviathan, una de los cuatro reyes del inframundo.
Serafall: Me alegra de verte de nuevo.
Rías: Ha pasado tiempo Serafall-sama.
Serafall: Oh Rías-chan. Ha pasado tiempo ¿Te encuentras bien?
Rías: Sí, gracias a su esfuerzo. ¿Estás aquí para observar a Sona en las Clases Abiertas?
Serafall: Sí, pero yo no soy la única, Ta-kun viene conmigo. ¡Ven Ta-kun! – el peli azul suelta al rubio quien se retira a sobarse el brazo y se acerca pero nota al pelirrojo y se detiene. - ¿Ta-kun?
Rías/ Ravel: ¿Eh?
Takao: Vaya, no me esperaba que estuvieras aquí, tomate. – las chicas estaban sorprendidas mientras que el Uzumaki hacía lo mismo.
Kenichi: Lo mismo digo, hielera con patas. – se acercaban, haciendo el ambiente tenso, pensaron que iban a pelear, pero no se esperaban lo siguiente.
https://youtu.be/Szg2ulraij4
Rías, Sona y Ravel no tenían palabras, ese saludo representaba una importante amistad mientras que Serafall estaba feliz.
Takao: Cuánto tiempo sin vernos Kenichi. – le da unas palmadas en el hombro.
Kenichi: Lo mismo digo Takao, no me esperaba verte por aquí.
Rías: Vaya, así que Kenichi y su guardaespaldas son amigos. – la chica mágica ríe.
Serafall: Rías-chan, Ta-kun y yo somos algo más. – el pelirrojo abre los ojos.
Kenichi: Espera un momento, acaso tú. – el peli azul sonríe pero era abrazado por Serafall.
Serafall: Ta-kun y yo somos pareja. – decía sonrojada pero con una sonrisa.
Rías/Ravel/Sona: ¡¿EHHHHHHH?! - Los presentes ahí no se lo esperaban.
Kenichi: E-Esa no me la esperaba. – se rascaba la nuca. - ¿Cómo es que...?
Takao: ¿Te acuerdas del evento de hace dos años?
Kenichi: Ah sí, un evento en Tokio, tuvimos chance de reencontrarnos e hicimos cosplay de nuestros personajes favoritos.
Takao: Sí, ustedes se fueron primero y yo me había topado con ella y nos conocimos, luego de que se fueran, nos veíamos seguido, al menos en sus tiempos libres y empezamos una relación a los 6 meses. – el pelirrojo estaba sorprendido mientras que Serafall hablaba con su hermana, con Rías y Ravel con respecto al tema.
Kenichi: Así que ya llevan un año y medio. – el peli azul asiente.
Takao: En parte me disculpo por no decirte nada, pero...
Kenichi: Lo entiendo. – y no era mentira, por el puesto de la chica causaría un alboroto en el Inframundo.
Serafall: Y es por eso que lo mantenemos así, ¿Cuento con ustedes?
Rías: Por supuesto Serafall-sama, yo no diré nada, tenga mi palabra.
Ravel: Lo mismo digo. – daba una reverencia.
Sona: Bueno Onee-sama, tarde o temprano lo sabrán, pero me alegra mucho que tengas tu pareja. – decía mientras miraba al peli azul quien hablaba de forma animada con el pelirrojo con puntas negras.
Issei: Wow, esa noticia no la vi venir. – él, junto a Asia y Akeno recién asimilaban eso.
Kenichi: Oh verdad, Takao, te presento a unos compañeros. Ellos son Issei, Asia y Akeno, los tres pertenecen al club de lo oculto.
Takao: Ya veo. – extiende la mano y los 3 corresponden. – Asia ¿Verdad? – la rubia asiente. - Kenichi me contó que ayudaste a su hermana menor, te doy las gracias.
Asia: No hace falta agradecer. – decía con una sonrisa cálida.
Takao: Y tú lo ayudaste también, gracias Issei Hyodou. – el castaño asiente.
Issei: No iba a dejar que se salieran con la suya, además lo hizo personal cuando esa desgraciada la atacó sin escrúpulos.
Takao: Ya veo, al menos ya no está. – se dirige con Serafall quien lo abrazó. – Mucho gusto.
Rías: Igualmente, yo soy Rías Gremory.
Sona: Yo soy Sona Sitri, hermana menor de Serafall. – da una reverencia. – Por favor, cuide de mi hermana.
Takao: Claro, siempre estoy pendiente de ella ya que soy su guardaespaldas también. – la pelinegra con coletas ríe de forma infantil.
Ravel: Y yo soy Ravel Phoenix, novia de Kenichi. – da una reverencia mientras que el peli azul sonreía de forma pícara.
Takao: Jejeje, así que tú también tienes tu pareja, la última reunión dijiste que había algo, pero no me imaginé que fuera tu pareja.
Kenichi: Sorpresa. – da una sonrisa cuando en eso se acerca Serafall y extiende su mano en señal de saludo.
Serafall: Es un gusto conocer a uno de los amigos de Ta-kun.
Kenichi: También es un gusto conocerla. Serafall-sama.
Serafall: ¡Nonono! ¡Puedes llamarme Sera-chan! – da una sonrisa mientras que el pelirrojo tenía una gota de sudor. – Oh, también está el Sekiryuutei, mucho gusto.
Issei: Lo mismo digo Serafall-sama, soy Issei Hyodou, peón de Rías Gremory.
Serafall: Cuida mucho de Rías-chan ¿Sí? – el castaño asiente.
Sona: Onee-sama, aunque estoy feliz de conocer a tu pareja, recuerda que soy Presidenta del Consejo Estudiantil y por más que seas mi familia, no puedo aprobar esa vestimenta aquí.
Serafall: ¡No digas eso Sona-chan! Eso me entristece. ¿Sabes cuánto admiro a las Chicas Mágicas?
Issei: ¿Por qué eso me suena tan familiar? – recuerda a un cliente que visitó antes.
Serafall: Con el resplandor de mi varita, destruiré a todos los ángeles y ángeles caídos.
Sona: Onee-sama, muestra un poco más de moderación. Este es un país pequeño. Lo destruirías en pocos minutos si empiezas a "resplandecer" aquí.
Issei: Ahora que me acuerdo, en la batalla contra Kokabiel, se reusó a llamar a su hermana ¿Acaso no están en buenos términos?
Akeno: Es todo lo contrario, Serafall-sama adora demasiado a su hermana menor. Quién sabe qué habría pasado si ella la hubiera llamado.
Issei: Cierto, podría haber accedido a una guerra diciendo que su querida hermana fue mancillada por un ángel caído. – decía mientras veían que Serafall se movía de un lado a otro, avergonzando a Sona.
Sona: ¡Ya no puedo más! – se va corriendo.
Serafall: ¡Espera Sona-chan!
Kenichi: Debí grabar esta escena.
Takao: Igual yo, pero bueno ¿Qué se le va a hacer?
Kenichi: ¿Estarás por un día o varios?
Takao: Varios, Serafall dijo que tenía un asunto que atender y luego de eso, regresaré a casa.
Kenichi: Ya veo ¿Qué tal si te hospedas en mi casa?
Takao: Je, acepto con gusto, aunque te iba a hacer esa pregunta.
Kenichi: Perfecto, entonces luego de clases vamos, hay muchas cosas que contar.
Takao: Claro. Pero por ahora, iré a acompañar a Serafall, después te hago el alcance. – extiende puños y el Uzumaki corresponde. – Nos vemos luego.
El grupo siguió avanzando hasta que escuchan unas voces.
¡Oh, Issei! – el castaño reconoció la voz y voltea, eran sus padres, acompañados de un pelirrojo y una rubia.
Aquí estás, Rías. – decía el pelirrojo.
Rías: ¡Padre! – eso sorprendió al castaño.
Elena: Hola hija.
Ravel: Mamá. – se acerca a su madre para conversar un poco.
Issei: Esto no me la esperaba.
Kenichi: Ni yo, pero bueno, son clases abiertas ¿Qué se puede esperar?
¡Hijo! – el Uzumaki voltea y ve a su madre Gine junto con Ayumi.
Kenichi: ¡Hola madre! – Mientras tanto el pelirrojo se acerca al castaño.
Eres Hyodou Issei ¿Verdad? Soy el padre de Rías. Gracias por cuidar de mi hija. – el castaño asiente levemente.
Issei: Gracias. Aunque ¿Qué haces con él? – miraba a su padre.
Gorou: Nos encontramos con él en uno de los pasillos, aunque este no es mejor lugar para charlar ¿Qué le parece si seguimos esto en nuestra pequeña casa?
Oh, eso sería maravilloso. – respondió con amabilidad para luego ver al pelirrojo. – Son Kenichi Uzumaki.
Kenichi: Oh, el padre de Rías, mucho gusto.
Lo mismo digo, gracias por lo del asunto de la boda. Además que escuché de Lady Phoenix que es pareja de Ravel, cuídala bien.
Kenichi: No hace fala agradecer, además ella merece ser feliz con alguien quien quiere de verdad. - Le da una palmada en el hombro al castaño, haciendo que ambos queden sonrojados y el pelirrojo mayor ría levemente. – Y no se preocupe haré feliz a Ravel, después de todo, le debo mucho. – mira a la rubia quien le dedica una sonrisa. – Pero bueno, que les vaya bien. – el padre de Rías asiente y se dirige con su madre quien estaba con Lady Phoenix y Ravel.
Gine: Hijo, tendremos una gran visita en nuestra casa.
Kenichi: Oh, eso es bueno, además que iba a informarte que Takao está de visita y le ofrecí alojamiento en mi casa de forma temporal. – eso alegra mucho a Ayumi.
Gine: ¡Qué bien! Hace tiempo que no lo veo, aunque también hay otros visitantes.
¡Hola Kenichi, volvemos a vernos! – el pelirrojo con puntas negras voltea y abre los ojos al ver a Hayato, Akisame y a los demás maestros del Ryuzampaku, además de Miu y Raichi quienes estaban rojas de la vergüenza.
Kenichi: ¡Ehhhhh! ¡Maestros! No me esperaba de su visita.
Akisame: Bueno, tu madre nos llamó y nos avisó con respecto a las clases abiertas y nos invitó a venir a Kuoh. – el pelirrojo ve a su madre que tenía una sonrisa angelical mientras que el chico tenía un tic.
Gine: ¿Qué tal mi sorpresa?
Kenichi: E-Esto lo hace más emocionante.
Kensei: Y ahora noto que hay varias chicas lindas. – saca su cámara pero Shigure estaba a punto de sacar su espada.
Kenichi: Por favor, no peleen. – ambos hacen caso mientras que el pelirrojo daba un suspiro de alivio. – Menos mal que Shigure-sensei vino de forma formal, no toleraría que le tomen fotografía.
Minutos después, Kenichi estaba tomando aire en la azotea, este día cada vez estaba lleno de sorpresas y se topa con Michiru.
Kenichi: Hola.
Michiru: Oh, hola Kenichi. – decía algo desanimada.
Kenichi: ¿Qué pasó? ¿Y tus padres?
Michiru: Están ocupados con sus trabajos y bueno...no pudieron venir. – el pelirrojo abre un poco los ojos pero se coloca a su lado. - ¿Y qué hay de ti?
Kenichi: Fue un día algo ajetreado, mi madre, mis maestros, incluso mi hermana fue a visitarnos.
Michiru: Oh, qué bien por ti. – el pelirrojo se rasca la nuca pero toma una decisión.
Kenichi: ¿Qué tal si vienes con nosotros por hoy? Al menos para que no te sientas mal. – ella lo mira a los ojos.
Michiru: ¿Lo dices en serio?
Kenichi: Claro. – esboza una sonrisa, levantando el ánimo de la chica, aunque se ruborizaba.
Michiru: Bu-Bueno, sí me lo dices así. – jugaba con las coletas de su cabello mientras ocultaba su sonrojo, haciendo reír al Uzumaki.
Kenichi: Entonces nos vemos a la salida. – se retira de ahí mientras que la rubia estaba feliz y sus mejillas se tornaban rojas.
Antes de que saliera de la academia, estuvo dando un par de vueltas por las instalaciones, topándose con Hana Uzaki.
Uzaki: ¡Hola senpai!
Kenichi: Hola Uzaki y buenas tardes Tsuki-san. – ella sonríe.
Tsuki: Hola Kenichi-kun, ¿Cómo le va?
Kenichi: Muy bien, gracias.
Tsuki: Espero que mi hija Hana no le haya causado problemas.
Uzaki: ¡Mamá! – reclamó avergonzada.
Kenichi: No se preocupe, me divierto mucho con su compañía y a pesar de que suele ser algo burlona, es una buena chica. – eso sonrojó a la chica mientras que su madre reía levemente.
Uzaki: ¿Y tu mamá?
Kenichi: Está conversando con mis maestros, vinieron a ver también a Miu y Raichi Li ya que son familiares.
Uzaki: Ya veo.
Kenichi: ¿En vista que hay reunión? ¿Les gustaría venir?
Tsuki: ¿No será mucha molestia?
Kenichi: De ninguna manera, además usted es amiga de mi madre y podrían conversar un poco.
Tsuki: ¿Tú que dices hija?
Uzaki: ¡Aceptamos! – dijo de forma inmediata sacándole una risa a ambos, cosa que la hizo sonrojar.
Kenichi: Perfecto, iré a avisarle. – ambas asienten mientras que el pelirrojo se acerca a su madre – Hola madre.
Gine: Hola hijo ¿Qué pasa?
Kenichi: Invité unas personas para que vengan a la casa, Uzaki y con su madre y una amiga. – eso saco celos a la rubia con coletas.
Gine: Qué bueno hijo, entonces nos vamos en un momento para no hacer esperar.
Kenichi: Claro mamá. – se dirige a una banca y se pone a esperar aunque terminó en su subconsciente.
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Bahamunt: ¿No te has preguntado el por qué tu cabello pasó a rubio?
Kenichi: Yo creí que era cosa tuya.
Bahamunt: Te había dicho que no, yo no hice que cambiaras así, tal vez sea algo de tu sangre.
Kenichi: ¿Mi sangre?
Bahamunt: Tal vez tu madre sepa algo con respecto a tu transformación, no pierdes nada con preguntar.
Kenichi: Mmmm, creo que tienes razón, aunque espero poder controlarlo y no a base de ira.
Bahamunt: Es lo mejor compañero, porque la ira podría ser tu peor enemigo también.
Kenichi: Lo sé y esta vez tendré la guardia alta. – recordando a la peli blanca que le había cortado. – Y entrenar de forma intensiva, la portadora de Albion es más de lo que aparenta.
Bahamunt: Eso está bien, pero por ahora, sugiero que despiertes ya que te están llamando.
Kenichi: Vale, hablamos luego amigo.
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El Uzumaki abre los ojos y nota que Ravel lo estaba sacudiendo levemente.
Kenichi: ¿Sí Ravel?
Ravel: Creí que te quedaste dormido.
Kenichi: Ah no, sólo fui a mi subconsciente a hablar con Bahamunt.
Ravel: Ya veo, por cierto, Ashura también está aquí aunque está con Sona ¿Me ayudas a buscarlo?
Kenichi: Claro, no hay problema.
La pareja se dirigía al la sala del Consejo Estudiantil, sin embargo, se sentía una fuerte presión,
Kenichi: ¿Sientes eso?
Ravel: Sí, esa presión es incómoda. – ambos se colocan a la defensiva mientras abren lentamente y sienten la presión más fuerte, pero lo que vieron adentro era lo siguiente.
En el escritorio principal Sona estaba acompañada de Ashura, ambos estaban jugando una partida de ajedrez, pero la presión que ambos desprendían era demasiado fuerte.
Ravel: ¿Qué es esto? – veía que Sona movía una pieza.
Kenichi: Pareciera que esta es la partida entre la vida y muerte. – observaba que Ashura movía una pieza, llevándose la última pieza de caballo de la presidenta, haciendo que Sona afile la mirada y mueva una pieza de alfil.
Ravel: Están tan concentrados.
Kenichi: Si, tal parece que están en su propio mundo. – ve que Ashura movía su torre, dejando acorralado al rey.
Ashura: Jaque. – Sona trataba de mantenerse firme pero una gota de sudor pasaba por su frente, sorprendiendo al pelirrojo con puntas negras.
Sona retrocedió al rey mientras que Ashura movía su torre de nuevo, la pelinegra trató de cortar el paso a la torre con su alfil, sin embargo dejó una abertura para que el peón de Ashura llegue al borde y acceda a la promoción a reina.
Ashura: Jaque. – la pelinegra retrocede al rey, pero era grave error, ya que el peli blanco mueve su torre, haciendo que la pieza del Rey no pudiera moverse. – Jaque mate.
Un silencio sepulcral inundó en el lugar mientras que la peli negra estaba sonrojada.
Ashura: Ufff, esa partida fue muy buena.
Sona: Lo mismo digo...mi prometido. – lo abraza del cuello y lo besa, dejando al pelirrojo con puntas negras con la boca abierta.
Kenichi: ¿Q-Qué? - le peli negra lo mira.
Sona: ¡KYAAAAAAAAAAA! – Kenichi y Ravel se tapan los oídos pero Ashura no corrió con la misma suerte.
Unos segundos después.
Sona: ¿De-Desde cuándo están aquí?
Ravel: Desde hace un par de minutos. – decía con una sonrisa pícara. – Ahora sí lo hiciste oficial ¿Eh?
Sona: E-Etto verás...yo... - jugaba con sus dedos sonrojada.
Kenichi: ¿Me puedes decir qué está pasando aquí? – se rasca la nuca. – Sé que Sona y Ashura se conocían, aunque no pensé que a ese punto ¿Y qué quiere decir de prometido?
Ashura: Ah verdad, no te conté, pero Sona y yo teníamos una relación en secreto y con respecto a que ahora soy su prometido, es porque Sona, a diferencia de Rías, dijo que aquel que le gane en una partida de ajedrez, sería su prometido y de testigo está Grayfia y ahora ustedes jeje.
Grayfia: En efecto. – el Uzumaki se sobresaltó porque venía muy cerca de él. – Lo siento Kenichi-sama.
Kenichi: Por Dios, no hagan eso. – aunque al mencionar ese nombre hizo que todos los presentes tuvieran un dolor de cabeza. – Lo siento.
Sona: ¿Cómo no te dolió a ti? – Incluso Grayfia estaba sorprendida.
Kenichi: Porque al momento de ser peón de Ravel, me mantuve como siempre, no me convertí en demonio. – ambas abren los ojos del shock.
Ashura: Sí que eres suertudo en eso. – se soba la cabeza, aunque sea demonio, esa mención es dolorosa, incluso para él. – De todos modos, gracias Grayfia.
Grayfia: De nada, ahora iré con Rías-sama. – el peliblanco asiente y se retira del lugar.
Ashura: Supongo que me estaban buscando.
Ravel: Bueno, era tanto a ti como a Sona, ya nos iremos a casa.
Ashura: Oh, claro, entonces vamos.
Sona: Si, además que ya lo podemos hacer oficial. – le da un beso en la mejilla y se reúnen con los demás pero era observado por la rubia quien tenía una leve sonrisa al ver a alguien.
Son Kenichi Uzumaki, nos veremos pronto. – da un salto y desaparece de ahí.
FIN DEL CAPÍTULO.
ESPERO LES HAYA GUSTADO...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.
Gracias AshuraKure por la ayuda
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