Capítulo 15 (+18)
Kenichi estaba en absoluto shock ante tal declaración, ver una gran cantidad de alas negras y que se presente así.
Kenichi: Azazel ¿El gobernante de los ángeles caídos? ¿Por qué...?
Azazel: Presentí que Kokabiel planeaba algo, así que me infiltré en esta ciudad. Además, tengo interés por tu Gear además de la Boosted Gear de aquel chico. – el Uzumaki por instinto retrocede un poco. – De cualquier forma, Albion hizo bien su trabajo.
Kenichi: Así que tú mandaste a la portadora del dragón emperador blanco.
Azazel: Sabes bien que causaría muchos problemas intervenir de forma directa, así que le pedí que se hiciera cargo por mí. No fue tan difícil convencerlo de que aceptara mi petición esta vez. Aunque debo reconocerlo, le diste una buena paliza al cadre antes de que ella interfiriera y discúlpame por todos los problemas que te he causado. Debido a los recientes acontecimientos, los líderes de los ángeles caídos, ángeles y demonios han decidido celebrar una reunión pronto.
Kenichi: Una reunión... - seguía en shock.
Timeskip.
Rías: ¡Tiene que estar bromeando!
Ravel: ¡¿Cómo es posible que el líder de los ángeles caídos se infiltre en el territorio y actúe como si nada?! – abrazaba con mucha preocupación el brazo del Uzumaki. – Y encima trató de tocar a mi Kenichi.
Rías: Y a mi Issei lo tiene en la mira, debería ser castigado. – apretaba los dientes.
Koneko: ¿Es verdad sobre la reunión en esta ciudad?
Rías: Sí, me enteré hace poco. Los líderes de cada facción se van a reunir y discutirán cómo funcionarían sus relaciones de ahora en adelante.
Aria: La batalla contra Kokabiel, ha afectado la relación entre las tres facciones. – tomaba un poco de té.
Rías: Si los líderes de los demonios y de los ángeles caídos se hubieran encontrado de forma inesperada en esta ciudad...
Ravel: Se habría complicado mucho la situación.
Rías: ¿Y qué hacemos ahora con el tema de Azazel?
Kenichi: Qué esté interesado en nuestras Gear... – Mira sus brazos mientras que Issei ve su brazo izquierdo.
Ravel: No te preocupes mi querido Kenichi. – se acerca y nuevamente lo abraza. – Estaré para protegerte, como tú lo haces conmigo. – las chicas de su grupo mostraban un aura de celos excepto Aria quien ladeó la cabeza en curiosidad y confusión, sin embargo, la rubia Phoenix aún meditaba después de lo sucedido contra el caído.
A la mañana siguiente.
Rías junto con Issei y Asia se dirigían a un edificio mientras eran acompañados por Ravel y todo su equipo.
Ravel: Gracias por la invitación.
Rías: No es nada, además que vendría bien hacer esto. – ve a Xenovia. – Buenos días Xenovia.
Issei: Buenos días. Veo que te has acostumbrado.
Xenovia: Sí, la presidenta me dio un cómodo apartamento para vivir. ¿Y qué hay de ti Aria?
Aria: La habitación en la residencia de Kenichi es agradable.
Kenichi: Así que aquí es donde residen Kiba, Akeno, anteriormente Koneko y actualmente Xenovia.
Rías: Sí, este edificio está bajo la influencia de los demonios, así que es seguro. – aunque al momento de ir a la zona de la piscina.
Kenichi: Wow.
Issei: Esto es una locura. – ven que la piscina estaba completamente sucia.
Akeno: Fufufu, esto no ha sido usado desde el año pasado.
Kenichi: *Con una gota* ¿Y no se tomaron unas horas en limpiarlo?
Issei: ¿Se supone que tenemos que limpiar esto?
Aria: ¿Por qué el club del oculto y de cocina deben limpiar esto?
Rías: Originalmente era trabajo del consejo estudiantil, pero nosotros lo haremos este año como pago por lo del asunto de Kokabiel. El lado positivo, es que una vez lo limpiemos, podemos utilizarlo.
Ravel: Sería bueno para descansar un poco. – decía con una sonrisa pero seguía mirando a su novio.
Kenichi: ¿Qué tal esto? Que un grupo consiga bebidas y algunos bocaditos para tener un buen descanso.
Issei: Me agrada esa idea.
Stella: Yo conseguiré las bebidas.
Eco: Me uno.
Raichi: Yo también voy. – decía animada.
Ravel: Perfecto, entonces ¡Dejemos bien limpia y ordenada esta piscina para que el consejo estudiantil quede impresionado!
Todos: ¡SI!
El grupo se estaba cambiando para empezar con la actividad, pero en la sección de hombres.
Issei: Jeje, esto será bueno.
Kenichi: Sí, no hay nada mejor que un buen día de descanso.
Kiba: Issei-kun, Kenichi-kun. – ambos lo miran. – Les prometo, no importa quien sea que los busques, yo los protegeré.
Kenichi: ¿Gracias?
Issei: ¿Por qué lo dices tan repentinamente?
Kiba: Es difícil decir esto en presencia de los demás.
Issei: Gra-Gracias, amigo. – pero tanto él como el pelirrojo estaban con un tic nervioso.
Kenichi: Es muy raro que diga eso, suena a un caballero hablándole a una princesa.
Kiba: Ustedes fueron mis salvadores. No puedo considerarme un caballero si no les regreso el favor. – coloca su mano al corazón, haciendo que ambos den un paso atrás por instinto.
Kenichi: A-Apreciamos tus palabras, lo decimos en serio. – Issei asiente. – No-Nos iremos adelantando... - se retiran de ahí completamente nerviosos.
Kiba: Esperen...
Sin embargo, mientras estaban escapando Issei se sujeta el brazo izquierdo.
Kenichi: ¡Issei!
Issei: ¿Qué está pasando? Juraría que Akeno drenó su energía no hace mucho.
Kenichi: A lo mejor fue con los roces entre el blanco.
Issei: Ta-Tal vez sea eso. – el pelirrojo ve a Kiba.
Kenichi: ¡Llegas justo a tiempo! ¡Llama a Rías urgentemente! – el rubio asiente y se va por ayuda, ella se dirige con ellos y examina el brazo.
Rías: Estará bien. Sólo tenemos que hacer que Akeno succione la energía espiritual del dragón.
Issei: ¿Eh? ¿Podrá?
Akeno: Claro. Haré lo que sea por mi precioso compañero.
Issei: Muchas gracias. – Akeno da una cálida sonrisa que incomodó un poco a la pelirroja.
Kenichi: Bueno, los dejamos solos entonces. – le da una palmada en la espalda a Issei y se va junto con Kiba y Rías.
Sin embargo y como lo sospechó el Uzumaki, nota que Rías tenía un sentimiento de incomodidad y se dirige al lugar donde estaban Issei y Akeno, sacándole una risita.
Miu: ¿Qué pasa?
Kenichi: Pues, está...ya sabes.
Raichi: ¿Está qué?
Kenichi: Empieza con C y termina con S. – ambas ladean su cabeza cuando se dan cuenta del mensaje.
Raichi: Oh, celos, jejeje. – en eso escuchan un grito de dolor. – aunque algo exagerado.
Miu: ¿Qué habrán pasado? – El Uzumaki levanta los brazos con simpleza y siguen limpiando mientras ven que Akeno y Rías llegaban al igual que Issei con la mejilla roja por un pellizco, aunque la pelirroja tenía una mirada retadora.
Timeskip.
Una vez limpia la piscina Juvia y Noelle canalizaron su magia para llenarla.
Kenichi: Buen trabajo chicas, ahora prepárense para poder descansar. – las chicas asienten mientras que los chicos también se preparan.
Rías: Muy bien, nademos para alegrar nuestros corazones. Issei.
Issei: ¿Sí?
Rías: ¿Te gusta mi traje de baño?
Issei: ¡Sí! ¡Es el mejor que he visto!
Akeno: Ara ara, parece que está terriblemente entusiasmada por esto, presidenta. – también llevaba un traje de baño provocador. – Debes haber esperado para que Issei-kun te vea así.
Kenichi: Je, de nuevo discutirán.
Ravel: Kenichi. – el Uzumaki voltea y se sonroja al verla a ella en traje de baño. - ¿Có-Cómo me veo? – preguntaba avergonzada.
Kenichi: T-Te ves bien. – se rasca la mejilla mientras que Ravel estaba roja y antes de que diga algo más...
Juvia: ¡Kenichi-sama! – el Uzumaki voltea y ve a la peli azul, a Stella y Noelle con trajes de baño también.
Stella: ¿Qu-Qué te parece?
Kenichi: Se ven bien. – decía sonrojado mientras que las tres se sonrojaban.
Noelle: Si-Siéntete agradecido que me ponga esto. – mueve sus muslos de los nervios mientras miraba a otro lado, al igual que Stella, Ravel tenía un tic y antes de que hable, alguien le toca el brazo al pelirrojo, resultando ser Louise, Aria, Koneko y Eco, ellas usaban el traje de baño de la academia.
Kenichi: Oh, se ven bien chicas pero ¿Por qué están tímidas?
Aria: Es-Esto...
Eco: Ve-Verás...
Koneko: ¿Po-Podrías enseñarnos a nadar?
Kenichi: ¿Eh?
Louise: En donde vivía, mi hermana apenas me enseñó lo básico. – desvía la mirada. – Así que queremos que nos enseñes, si no tienes molestia.
Kenichi: Para nada, yo les enseño. – dice con una sonrisa, alegrando a las tres mientras que Ravel tenía un puchero mientras que Raichi y Miu llegan con sus trajes de baño ya puestos.
Raichi: ¿De qué nos perdimos? – Stella le cuenta la situación.
Así, él estuvo tomando su tiempo, enseñando a las chicas a nadar, aunque no era el único, sino que también Issei estuvo enseñando a Asia.
Luego, Kenichi estuvo comiendo helado con Stella y Noelle de forma animada mientras que Ravel estuvo nadando un rato aunque sentía celos ya que Juvia se une a la conversación y le da de comer en la boca a su novio.
Ahora, el Uzumaki estaba en las sombras mientras veía a Juvia darle unas lecciones más de natación a las cuatro chicas.
Ravel: Kenichi.
Kenichi: Dime Ravel. – ella le entrega una botella de bronceador y se recuesta boca abajo mientras se retiraba el sujetador, dejando su espalda al descubierto.
Ravel: No alcanzo ponérmelo en la espalda. – Se acomoda su cabello. - ¿Podrías colocármelo por favor?
Kenichi: Claro. – se acerca y le coloca con cuidado en su espalda, pero la hace soltar un tierno gemido. – L-Lo siento...
Ravel: N-No te preocupes. – decía ruborizada. – Se sintió bien... - lo mira de reojo mientras sentía la mano de su novio, pasando por toda su espalda, cuando Miu se acerca.
Miu: Oh Kenichi, luego de colocarle bronceador a Ravel. ¿Podrías ponerme a mí también?
Kenichi: ¿Segura?
Miu: Claro.
Ravel: Espera, podrías pedirle a Raichi.
Miu: Sí, pero me gustaría que lo haga Kenichi, sus manos son muy suaves.
Ravel: Pero... - en eso, todos escuchan una pequeña explosión y ven a Rías con los pechos desnudos mirando con enojo a Akeno quien estaba igual.
Rías: ¿No crees que te estás excediendo Akeno? – extiende su mano y genera un círculo mágico.
Akeno: Ara ara. Si eso es lo que quieres, entonces no daré marcha atrás. – genera rayos en su mano.
Kenichi: Oh... esto no es bueno. – las chicas preparan un círculo mágico de defensa mientras que Ravel se acomodaba su sostén y reforzaba el escudo y justo a tiempo porque una explosión más grande se hizo en el lugar.
Issei: ¡WOAHHHHHHHHH! – sale de ahí.
Kenichi: ¡No te quedes parado y corre! – el castaño asiente y se va de ahí.
Rías: ¡No te dejaré tener a Issei!
Akeno: ¿Cuál es el problema? ¿Por qué no puedo mostrarle un poco de afecto?
Rías: ¡Pensé que odiabas a los hombres! – le arroja una pequeña esfera destructora.
Akeno: Y tú me dijiste que no estabas interesada en ellos, que todos eran iguales para ti. – le arroja una esfera de rayos, causando un destrozo en el lugar.
Ravel: ¡Ya fue suficiente! ¡Deténganse de una vez! – decía enojada por arruinar su momento pero las chicas hacían caso sordos.
Kenichi: *inhala profundamente* ¡A VER, SE ME CALMAN USTEDES PAR DE NIÑAS ANTES DE QUE ME ENFUREZCA Y NO ME IMPORTA SI GOLPEO A LA HEREDERA GREMORY! – el grito fue cercano al punto que su cabello parpadeó, haciendo que ambas reaccionen con algo de temor pero se calman. – Yare yare daze, no puedo creer que se comporten así, ahora colóquense su sujetador y arreglen este desastre. – ambas iban a hablar. - ¿Alguna objeción?
Rías/ Akeno: N-No, ninguna. – decían intimidadas.
Ravel: ¡Ahora dense prisa porque Sona no nos dejará venir otra vez si ve esto! – dijo enojada.
Luego de que arreglaran el lugar y aún no regresara Issei, la Phoenix, el Uzumaki, la Gremory, la caído y la monja fueron a buscar al castaño.
Kenichi: Ok ¿Dónde podrá estar? – en eso escucha un golpe. – Listo, lo encontramos. – se acercan al origen del sonido y se sorprenden al ver a Issei tirado y encima de ella, estaba Xenovia con los pechos desnudos.
Rías: Issei ¿Qué está pasando aquí? – decía con los brazos cruzados y un tic en su ceja.
Issei: ¡AHHHHHHHHH!
Akeno: Ara ara, eso es hacer trampa Xenovia-chan. Se supone que yo seré la que tome la castidad de Issei-kun.
Asia: Issei-san, eres muy malo. Si sólo me lo hubieras preguntado antes...
Kenichi: Así te quería agarrar.
Xenovia: ¿Qué pasa Issei? Vamos, tengamos un bebé. – eso fue como un balde de agua fría.
Issei: ¡Idiota! ¿Tienes alguna idea de lo que está pasando aquí? ¡Date cuenta!
Kenichi: Espera... ¿Realmente lo dijo? – la rubia Phoenix asiente.
Rías: ¿Tengamos...
Akeno: ...un...
Asia: ...bebé?
Ese día, Issei dio el grito más fuerte por eso mientras que las demás chicas y Kiba estaban con un rostro lleno de confusión.
Ya en la tarde, Ravel y su equipo se habían despedido de Rías y su séquito, aunque al momento de salir de la academia, sintieron un gran poder, resultando ser Sirchez, Ravel supuso que era por temas privados, cuando en eso, se topan con Ashura y Elena Phoenix.
Ravel: ¿Oka-sama?
Elena: Hola hija ¿Cómo te ha ido?
Ravel: Muy bien, no me avisaste que vendrías.
Ashura: Verás, ella me avisó primero, quería hacerte una sorpresa.
Ravel: Ya veo.
Elena: Tengo noticias de Grayfia, el Maou Lucifer organizará la reunión en la academia. – el grupo entero abre los ojos.
Ashura: Sirchez también me dijo de eso y me pidió que fuera en caso que las cosas se pongan tensas, además que también irá la Maou Leviathan.
Ravel: Entendido.
Elena: De paso, vine para ver el evento de las Clases Abiertas.
Kenichi: ¡OH NO! – Se cubre las mejillas.
Ravel: ¿Qu-Qué pasa?
Kenichi: E-Es que las clases abiertas, los padres y un familiar vendrán a la academia a ver nuestro progreso. – Ravel se ruboriza.
Ravel: ¿Ha-Hablas en serio?
Elena: Me gustaría verte en clases hija mía. – decía con una sonrisa avergonzando a la rubia.
Miu: Menos mal que mi abuelo está en el dojo.
Raichi: Sí, felizmente. – ambas dieron un suspiro de alivio, sería vergonzoso si los vieran.
Ashura: Bueno yo también quiero ver progresos en su academia, así que daré supervisión múltiple, pero por ahora, llevaré a mi tía Elena a mi mansión para que pueda descansar bien.
Elena: Nos vemos chicas, Uzumaki-san. – tanto Ashura como Elena se retiran mientras que Kenichi y Ravel estaban dando un suspiro.
Kenichi: Lo último que faltaba, estoy seguro que mi hermana irá también.
Luego de ese pequeño encuentro, el grupo se va a la casa y después de una refrescante ducha y cenar un buen ramen, la mayoría se quedó un rato a distraerse mientras que Ravel se había ido a su habitación, no sin antes pedirle a Kenichi que fuera en un rato.
A Kenichi se le hacía un poco raro ser llamado antes de la hora de dormir por Ravel, aunque se hacía la idea de que quizás quería acostarse con él de una vez para tomar ventaja durmiendo junto a él para abrazarlo posesivamente y evitar que se lo quiten mientras duermen, no es que haya sucedido pero las cosas parecen volverse cada vez más violentas hasta el punto de que en cualquier momento se empezarán a pelear a matar sin que él esté cerca para que solo quede una, pero no será fácil ya que son muy apegadas a él y saben que si una se aleja, otra toma ventaja para apegarse a él, a pesar de que ya tenga novia ellas no le toman importancia y lo siguen antojando con sus cuerpos desnudos o adornados con prendas exhibicionistas como si no hubiera un mañana, aparentemente todas tratan de enamorarlo pasando más tiempo con él que cualquier otra de la casa, pero ahora es Ravel quien llevará la delantera ya que lo espera en la habitación en la que duermen juntos.
Al llegar a su habitación no tocó antes de entrar puesto que se la pasa viéndola desnuda así que no hay algo que ocultar, no es desnudez directa lo que ve pero la pijama de Ravel prácticamente es transparente excepto por su color, así que no hay nada de que apenarse, pero la vio con su uniforme de la academia sentada en la cama impaciente, como cansada de esperar por algo que en este caso es el Uzumaki al cual levantó la mirada para poder ver a pesar de lo apenada que estaba, denotándolo con su sonrojo.
Kenichi: ¿Qué ocurre Ravel? ¿Hay algo en especial que necesites hablar conmigo? -por lo extraño que era para él estar más tano que otros días en la habitación no retuvo la pregunta, además de que quiere saber porque se la nota tan nerviosa y tímida siendo que ella es más extrovertida que eso, mucho más extrovertida.
Ravel: Pu-pues... es que, yo~ - Estaba muy nerviosa por lo que estaba a punto de hacer y se frotó los muslos entre si mientras trataba de encontrar respuesta a esto que no deja de incomodarla- quería, darte... un regalo... -desviando la mirada sonrojada de la vergüenza por lo que va a hacer.
Kenichi: ¿Un regalo para mí? -señalándose a sí mismo sin entender realmente que eso esté sucediendo, que le estén dando un regalo a él, aunque si se trata de ella la sorpresa desaparece porque es bastante cariñosa, especialmente siendo su novia.
Su respuesta fue un asentimiento mientras se ponía de pie acariciando su brazo el cual se sujetaba por la vergüenza para intentar disminuir su nerviosismo al desviar s atención con algo más, pero no funcionaba bien porque de todos modos lo que va a hacer tiene el precio de la vergüenza constante, pero será bien recompensada si puede aguantar y jugar sus piezas correctamente.
Ravel: Primero...debes cerrar los ojos. – decía mientras cerraba los ojos llena de nerviosismo por tener que avanzar esto.
Kenichi: ¿Eh? S-Si, no hay problema. –lleno de incomodidad por la rara y repentina petición, hizo caso y cierra sus ojos.
La incomodidad abundaba en la rubia Phoenix que poco a poco empezó a quitarse la ropa sin que el Uzumaki lo supiera, este sólo esperaba a que le dijera que podía abrir los ojos ya que debe ser paciente con su ama que tiene algo para él.
Ravel: Ya puedes mirar.
En cuanto Kenichi abrió sus ojos, su sorpresa fue interminable por lo que estaba ante sus ojos.
Kenichi no contuvo su sonrojo y nerviosismo al tener esta vista de Ravel envuelta como regalo para él, no muy bien hecho el envoltorio, pero es excitante para él en cierto modo que no quiere admitir porque sería muy lascivo y obsceno para él decirlo tan directamente porque en estos momentos aún no se excita lo suficiente, en otras palabras, si gente, tendrán sexo.
INICIO DE LEMON.
Kenichi: Ra-Ra-Ra-Ra-Ra-Ra-Ra-Ra-Ravel - Tartamudeó tantas veces que parecía padecer de tartamudez.
Para Ravel no era mejor ya que tiene que utilizar ese atuendo tan vergonzoso, si se le puede decir atuendo ya que realmente parecen cintas sacadas de la basura las cuales limpiaron y se las pusieron encima junto a la calceta que usaba, ni siquiera el par si no que una sola.
Kenichi: ¿Q-qué haces con puesto? - Sentía que algo malo sucedería dentro de poco así que tuvo que desviar la mirada.
Ravel: ¿Por qué lo dices? Acaso - Se pasa el dedo por debajo de la cinta moviéndolo un poco y entre eso mostrando un poco de sus pechos desnudos por completo. - ¿No te gusta?
Kenichi no pudo evitar voltear la mirada hacia ella y la vio haciendo eso, por suerte fue poco, pero lo malo que sucedió fue un sangrado nasal y volvió a dejar su vista fuera del cuerpo desnudo de la Fénix.
Ravel: ¡O-oye! Me tomé la molestia de po-ponerme esto para ti, al... al menos mírame - Exigió con voz nerviosa sin saber que más decir para avanzar con esta complicada situación que ella misma inició.
Kenichi: Pe-pero, ¿por qué u-usas e-e-e-eso? - Aún no era capaz de verla a los ojos porque se desviaría a su cuerpo ¿a propósito o accidental? Da igual, se desviará hacia su cuerpo, es un adolescente hormonal con mucha testosterona reservada a pesar de que lo niegue, él también puede ser un pervertido, del closet, pero puede.
Ravel: Es queee... Morgiana-san dijo que estas cosas funcionaban - Dijo bajando un poco su tono porque le da vergüenza seguir su consejo para acabar usando esto.
Kenichi: (¡¿LA MAID DE ASHURA?!) - Recordando a la recta, servicial y centrada sirvienta de cabello rojo que estaba cerca de Ashura, es realmente inesperado que una mujer de aura tan seria como ella se le ocurran esta clase de cosas, por lo menos para Kenichi es sorpresivo ya que no esperó ver ese lado en ella a pesar de que denotaba que lo hizo junto a Mikasa y Leafa con Ashura por un buen rato antes de ir a salvarlos, pero no con cosas como estas que pueden aparentar fetiches.
Ravel: Dijo que... estas cosas funcionan bien para tentar a un hombre. - Tirando una parte de la cinta en su brazo viéndola y conduciendo su vista por todo su cuerpo.
Kenichi: ¿En serio ella te dio consejos? - Preguntó para tratar de procesar como funcionaban estas cosas que le fueron dichas a la chica para utilizar contra él.
Ravel: Pu-pues, verás...
Flashback donde Ravel cuenta lo que pasó.
Morgiana: - Volteando a ver a Ravel. - ¿Mmm? Ravel-sama - Musitó con algo de sorpresa por verla siendo que debería de estar entrenando. - ¿Necesita algo?
Ravel: Es que... mi primo me dijo... que podrías ayudarme con lo que necesito - Meneando sus caderas por estarse frotando los muslos debido a sus nervios.
Morgiana: Si Ashura-sama confía en mí, me esforzaré por ayudarla - Dando una leve reverencia para volver a verla. - ¿En qué necesita ayuda Ravel-sama? -preguntó sin sospechar de la actitud de Ravel.
Ravel: Es que... quiero... Kenichi... yo... juntos - Dijo antes de sujetarse las mejillas con un sonrojo por la vergüenza de decirlo.
Morgiana: ¿Necesita estar junto a Kenichi-san? - Chibi extendiendo cinta para atarla junto al mencionado.
Ravel: No... -no sudó por esa respuesta ya que necesita pensar en cómo ser más explícita.
Morgiana: ¿Necesita dormir junto a Kenichi-san? - Chibi levantando una cama tamaño matrimonial sobre su cabeza sin esfuerzo.
Ravel: No... - No quería ser tan directa en su petición, pero no se le ocurría como pedirlo.
Morgiana: ¿Necesita entrenar junto a Kenichi-san? - Chibi sujetando un par de guantes de box en una mano y en la otra una botella plástica con agua.
Ravel: No... - Empezó a tomar valor para poder expresar directamente lo que necesitaba.
Morgiana: ¿Necesita tener su muerte al mismo tiempo que la de él para una prueba amorosa de juntos por siempre? -chibi empuñando la Kubikiribocho llena de sangre, por alguna razón, con una sola mano.
Ravel: ¡NECESITO CONSEJOS PARA HACERLO CON ÉL! -gritó bajando sus brazos llena de valor que se le fue instantáneamente mientras estaba sonrojada hasta los cielos.
Morgiana se quedó estática sin cambiar de expresión mientras veía a la prima de su amo y amante que siempre la satisface junto a sus dos compañeras de harem.
Morgiana: Ah... ¿O sea que necesita consejos de cómo hacer que se corra salvajemente dentro de usted repetidas veces mientras se abrazan de forma romántica volviéndolo un ambiente amorosamente contradictorio? - Chibi haciendo señas de su dedo penetrando ferozmente un agujero hecho con dos dedos en su otra mano.
Ravel: ¡ESO! Digo... por favor - Inclinándose en una muy pronunciada reverencia hacia ella para pedir amablemente lo que necesita, aunque el sonrojo no la abandona por nada en el mundo.
Morgiana: Ya veo - Dejando de hacer cosas con sus manos.
Ravel: Es que... tengo unas rivales que no me dejan... él y yo... - Apretaba sus prendas bajas mientras tenía la mirada baja por no expresarse.
Morgiana: No es capaz de transmitir sus sentimientos apropiadamente porque hay otras chicas con sentimientos encontrados por él y eso le complica ya que no sabe cómo acercarse porque quiere poder tener más intimidad con su novio, siendo que él es todo un caballero y no quiere quitarle su atención a las demás, a pesar de que debería de tener esos ojos amoroso y enamorados sólo para usted. - supuso repentinamente para Ravel que no esperó que conociera tan bien el sentimiento.
Ravel: ¿Có-cómo? - Preguntó estupefacta por ser descubierta en un instante.
Morgiana: Ravel-sama, soy una de las queridas amantes de Ashura-sama a quien comparto con Mikasa y Leafa desde hace años cuando antes queríamos destruirnos sin pensar en lo que él pensaría ¿realmente creía que no sabría de cómo es el sentimiento solo por ser una sirvienta? -realmente no se sentía insultada, pero quería conocer la respuesta de Ravel-
Ravel: No, no es eso, yo solo... - Morgiana puso una mano en su hombro.
Morgiana: Si lo que necesita es ayuda para acercarse, pues tenga en cuenta que no será la única ya que en cualquier momento Kenichi-san empezará a formar un harem con el cual también se va a relacionar de esa manera ya que no quiere herirlas y usted se verá cegada por esos sentimientos que la harán dejarle tener más esposas a quienes también va a amar.
Ravel: ¿Mi primo también es así? - Preguntó asombrada del conocimiento que la pelirroja poseía.
Morgiana: Seguro, sin mencionar que un amante demasiado complaciente como para mi sola - Dijo como si nada, pero Ravel entendió a lo que iba sonrojándose debido a eso.
Ravel: Bu-bueno ¿Podrías ayudarme? - Preguntó para confirmar sus dudas.
Morgiana: Por supuesto, Ravel-sama. - Sonriéndole.
Fin flashback
Ravel: Morgiana-san me dio consejos y también estas vendas, dice que las lavó ya que por estar rotas quería evitar suciedad porque parecían usadas.
Eso realmente fue una mentira de Morgiana, lo cierto es que ella usó primero esas cosas con Ashura para su primera vez pero el albino se dejó llevar muy salvajemente por lo que estas vendas y la calceta ya estaban usadas así que debían quitar el hedor, sin mencionar que eran un par de calcetas pero una se perdió, aunque igual sirve para tentar al Uzumaki, cosa que no sabemos si está funcionando porque solo está demasiado sonrojado para el bien del color común de piel, aunque si ponemos a Ashura junto a él ya no es la gran cosa.
Ravel: Es-está bien si prefieres quedarte con la ropa puesta, pero...
Kenichi: ¡ME LA QUITARÉ! - Tomando lo que dijo como una petición de que se desnude por lo nervioso que está debido a la incómoda situación, haciendo sudar a Ravel debido a eso.
Ravel: No es necesario que lo hagas, digo, esto es un regalo para ti. -sujetando sus pechos para levantárselos como si le extendiera algo para él.
Kenichi: A-ah, yo-yo, no sé qué-aaaahh. - Se quedó embobado viendo sus pechos, por indebido que eso sea para alguien que da una apariencia tan correcta como él.
No sabía cómo reaccionar, pero no podía dejar de sentirse atraído por como Ravel levantaba sus pechos para él, prácticamente se los estaba extendiendo con gusto para que él haga lo que quiera con su cuerpo, una invitación bastante tentadora que sus hormonas no le dejaban resistir con la fuerza que realmente tiene para soportar algo, aunque es una oportunidad de las grandes en su vida.
Kenichi: Ravel - Tragó saliva por el nerviosismo. - ¿Estás segura de que esto es lo que quieres? - Preguntó dispuesto a salir de dudas y acabar con esto.
Ravel: Bueno... -desviando la mirada. - Me asusta que esta sea mi primera vez, pero - Vuelve a ver al pelirrojo con mechas negras. - Si es con Kenichi, no tengo ningún problema.
Kenichi: ...-se lo estaba pensando muy detenidamente porque eso le sonó sospechoso. - Sabes que no estás obligada a nada conmigo.
Ravel: ¡Lo sé muy bien! Pero, quiero ser tu primera vez y sin duda, quiero tener mi primera vez contigo - Viendo al suelo mientras jugaba un poco con sus dedos, aunque inconscientemente apretaba sus pechos con sus brazos, algo a lo que Kenichi prestaba especial atención. - Sé que no seré la única en tener tu amor si es que correspondes, además de que ya sé que no tengo el mejor cuerpo como Stella o Juvia, pero al menos quiero complacerte y que me concedas el honor de poder hacerlo con el hombre que amo.
¿Era prematuro? Claro que lo era, con suerte está pasando alrededor de un mes y ella declara audazmente que está lo suficientemente enamorada de un hombre como para solicitar que lo hagan, aunque tiene miedo de hacerlo porque no se detuvo a pensarlo ya que tiene mucha competencia y no quiere perder contra esta, aunque no pueda complacerlo como lo lleguen a hacer las demás, por lo menos perderá su virginidad junto a la de Kenichi y eso hará que tenga la confianza de estar más cerca de él, logrando aprender más de sus gustos y lograr ser más apegada que las demás, claro que no es un plan muy bien formulado porque está más bien viendo un futuro incierto ya que no tenía la certeza de que lograría hacer que Kenichi aceptara tener sexo con ella, quizás si se lo exigía como su ama, pero podría ser interpretado como la necesidad de un muñeco sexual de carne en vez de uno plástico y peor aún si formó parte de la nobleza de su primo ya que puede aparentar que no está satisfecha con los hombres de su familia por lo que está en busca de otros miembros viriles para ver cual puede satisfacerla mejor y ella no quería esa imagen, pero si lo tentaba y lograba demostrar que lo hacía por amor podría no salir tan mal como ella suponía que lo haría si transmitía una idea equivocada, algo bastante probable por cómo se vestía tras haberlo citado para que fuera con ella a solas, pero no podía dar marcha atrás, sería una falta de respeto a los valores que se le inculcaron si retrocedía tras haber avanzado tanto solo por cobardía repentina, por más raro que sea aplicar esas cosas en estos casos tan incómodos sin saber cómo continuar con la situación presente.
Kenichi: Entonces, ¿estás segura de querer hacerlo conmigo? - Es su última confirmación necesaria, pero tiene la esperanza de que Ravel será honesta con él.
Ravel: ¡S-sí! - Dijo hipnotizándose por como de repente el aura de Kenichi cambiaba viéndose más imponente y sexy a sus ojos, a pesar de que no ha cambiado ni un poco.
Kenichi: Bien - Procedió a acercarse a ella para sujetar por los lados externos ambos pechos estrujándolos.
Ravel gimió por la rudeza de esas duras y firmes manos entrenadas que la sujetaban con una gentileza que ella no sentía porque era sensible dado que es su primera vez siendo manoseada por un hombre, por su hombre.
Kenichi: Con permiso - Dijo al momento de tirar de las cintas para quitarlas, aunque no estaban muy bien puestas porque al momento de un leve tiraje estas cayeron al instante al no poder sujetarse más debido a lo rotas que estaban, exponiendo el cuerpo completo de Ravel excepto por la calceta. - Me agrada la vista - Dijo sonriendo, pero sus ojos estaban cubiertos por su cabello, dándole un toque más misterioso de lo que siente ya que solo su boca está expresando emociones pero sus ojos pueden estar expresando lo que sea que Ravel ahora mismo no vea por la sombra generada sobre sus ojos.
Como se acaba de mencionar, ahora mismo Kenichi está con el peinado follador que es simplemente tener una sombra sobre los ojos generada por el cabello debido al exceso de este o por simple conveniencia para el momento de cuándo va a ponerse intenso porque van a coger, nunca se sabe realmente el momento para usar esos peinados que marcan una situación en específico en las demás series, como en esta ya que claramente van a coger sin control.
La Fénix menor gemía sumisa por el toque del fornido Uzumaki que la sujetaba como si fuera de su pertenencia para tocarla todo lo que quisiera, más o menos el plan de Ravel, no tan controlador como se oye si no algo más romántico, pero es la idea entregarse ante su primer peón y que este la acepte.
Kenichi: Con permiso, de nuevo - No le tomó importancia a decir eso nuevamente, se concentró más en bajar a la altura de sus pechos, lamiendo sus montículos duros a la vez que masajeaba con dureza, apretando con sus dedos que no dejaban marcas en la sensible Fénix que podía sentir esa dureza.
En lugar de soltarla, deslizó sus fuertes manos por la definida figura, pequeña pero voluptuosa, de Ravel, quien ahora estaba siendo cargada por el Uzumaki que le había pasado las manos hacia su redonda retaguardia estrujada por las fuertes manos del contrario que ahora chupaba sus pechos con intensidad en lugar de usar solo su lengua.
Ravel: Ke~ Kenichi- HYAAA~ ¡Cálmate por favor~ los estás chupando muy fuerte! - Suplicó contradictoria a sus acciones ya que estaba abrazándose al cuello del contrario y apegándose a él, hundiéndolo entre sus pechos.
Evidentemente el Uzumaki hacía oídos sordos a esas peticiones y súplicas para que baje el ritmo, aunque eso no causaba molestia real en la chica que evidentemente disfrutaba del delicioso toque de su novio que, de cierta manera, le faltaba el respeto a su ama.
Lo que ninguno de los dos tenía presente era que no estaban en privado, ya que Miu, Juvia y Eco estaban afuera escuchando muy atentamente a lo que sucedía dentro de ese cuarto, no conocían un lado tan agresivo y libidinoso en ese pelirrojo tan calmado y amistoso, pero sus mentes no pensaron en él como alguien desagradable, lo primero que pensaron fue en ser ellas las manoseadas y saboreadas, además de la contundente envidia que sentían por ser Ravel la afortunada y en parte le deseaban suerte de poder resistir ya que, si sabían algo de él, es que era una bestia de la resistencia, a pesar de que el título le quede corto, sin mencionar su gran fuerza.
No se trata de un trío de pervertidas cualquiera, se trata de chicas enamoradas que en estos momentos se encuentran celosas por no poder estar en esa situación tan comprometedora con él, a pesar de eso, no son capaces de entrar y detenerlos, todo porque el acto reproductivo ya ha comenzado de parte de ambos y a Kenichi no le agradaría una interrupción a un momento tan íntimo con su novia, ya han sido crueles con él al prohibirlo de varias cosas por celos así que solo pueden esperar a su turno para lograr complacerlo más de lo que logre complacerlo la Fénix.
La mencionada fue acostada con Kenichi sobre ella, aún amamantándose de sus desarrollados pechos mientras se abrazaba a él con brazos y piernas para darle la señal de que no detenga sus acciones, a pesar de que suplica sumisa por un poco más de calma en sus acciones, plegarias falsas y de todos modos no escuchadas en lo absoluto por el adolescente pelirrojo que retiró la calceta, dejando oficialmente desnuda a la rubia por completo.
Ravel: N-no es just-ah~ aún tien~nes mucha~ uh~ uh~ ropa. - Gimió de repente esas palabras atendidas por el contrario que comenzó a quitarse la camiseta mientras repartía besos por el desprotegido cuello de la joven sumisa.
No decía ni una palabra, pero no es que no tuviera una ocurrencia sobre qué decir, es que deja que sus instintos lo guíen, pero sin saber que principalmente lo guiaban sus instintos de dragón, los cuales le decían que si hablaba opacaría la hermosa y sexy voz de Ravel que lo llenaba de gozo por reaccionar satisfactoriamente a sus acciones.
Las 3 chicas indebidas para esta privada situación entre "rey" y peón que debería ser completamente respetada, pero es respetada a su manera porque no entraban a detenerlo, pero eso no impedía que escucharan muy atentamente a cada beso, cada mordida, cada chupetón, cada gemido de Ravel debido a que Kenichi no dejaba de manosear su bello cuerpo de manera tan profesional como para que su voz se escuchara de tales maneras, haciendo que poco a poco se intensificara una cierta comezón en sus partes más íntimas que las molestaba hasta el punto de comenzar a dirigir con duda sus manos hasta sus húmedas entrepiernas que chorreaban poco a poco cada vez más.
Finalmente Kenichi estaba completamente desnudo, aunque fue un poco tardado porque no quería dejar a Ravel, aunque al hacerlo para quedar completamente desnudo, se quitó los pantalones junto a su ropa interior y haciendo tambalear levemente su miembro viril que estaba duro, venoso, básicamente preparado para la acción, dejando ligeramente asustada a la rubia por aparentar una serpiente hasta el punto de aparentar mostrar signos de vida propia, pero no era serpiente, era herramienta ya que Kenichi estaba listo y dispuesto a usarlo para construir un hijo junto a Ravel, fallando rotundamente en todos los intentos que logren resistir, pero esos son solo detalles.
Kenichi: Ravel, por favor, permíteme... - Pidió poniendo sus manos en los hombros de la contraria que al saber cómo actúan los dragones, ya sabe que se esfuerza demasiado en no saltarle encima para profanarla de mil y un formas, pero de cierta forma la estaba alagando por considerarla tan hermosa como para ser un dragón que la marque como su presa lujuriosa, por más rebuscado que sea el halago.
Ravel: *Sonriendo comprensivamente* Estás muy animado - Tocando el tronco del miembro con la punta de su dedo y empujándolo levemente en el proceso comprobando su dureza. - Y vigoroso, eres tan viril. - dijo en un cumplido mientras acercaba su rostro.
Para probar un poco de algo nuevo, junto al sabor del Uzumaki que tanto estuvo probando el suyo, se sujetó con ambas manos a las caderas del mencionado abriendo su boca para atrapar la cabeza con su boca, apretando firmemente sus labios y avanzando con algo de dificultad por tratar de hacerle una garganta profunda, pero le era bastante difícil chocar la pelvis con su nariz para saber que logró su objetivo según como ella lo quería, sin embargo Kenichi la dejó seguir su ritmo quitando sus manos de los hombros de la chica para dejar que ella siga el ritmo que más le acomode en lo que hacía, como era placentero le agradaba la sensación y quería ver hasta donde llegaba haciendo eso.
Ravel lo succionaba con fuerza mientras acariciaba el largo de este con su lengua y con el interior de sus mejillas hundidas por chupar con tanta fuerza y aprisionarlo como podía para seguir estimulándolo placentera y tortuosamente debido a que él no puede moverse para follarla en su segunda boca, si no que ella se folla sola la primera con el glande de Kenichi, quizás no sea la misma sensación que provocaría si fuera con la segunda, pero tampoco es algo que a ellos les disguste.
El placer no solo era para ellos dos ya que el sonido de todo lo que pasaba era placentero para las tres fisgonas que no pudieron evitar dirigir sus manos a sus mojadas vaginas, aunque por parte de Miu, esta tuvo que romper su traje de spandex morado por la desesperación de no poder manosearse a gusto, ya que iba a ser una pérdida de tiempo quitárselo de forma normal y tranquila para alcanzar esa parte, después de todo el llamado era más fuerte que su voluntad, como un infierno en carne propia y creo que no podremos encontrar una mejor ocasión para hacer comparación.
Al final Ravel tuvo que retroceder para quitarse el pene de la boca que tanto la asfixiaba por tenerlo más tiempo del que puede resistir sin respirar de forma común y sin algo profundamente metido en su boca.
Kenichi: Ravel - Llamando su atención mientras tocía levemente y se recuperaba. - Te veías demasiado sexy con mi verga en la boca, ya no puedo contenerme.
A pesar de que prácticamente lo anunció, aún así causó sorpresa en la rubia que esta fuera empujada contra la cama y sus piernas fueran levantadas para quedar apoyadas sobre cada antebrazo del Uzumaki que aún tenía sus ojos siendo ocultados por su cabello, apretando levemente los dientes por tratar de reprimir sus deseos como un lujurioso dragón, desafortunadamente su juicio ya casi se iba por completo, así que seguir tratando de detenerse solo queda como un triste y pobre intento fallido, básicamente una pérdida de tiempo.
Ravel: ¿Ke-Kenichi? - Preguntó mostrándose intimidada por esta nueva personalidad que le parecía muy ruda y dura, aunque no negará que le llega un cierto éxtasis por eso, algo que las tres externas de la situación envidian bastante.
Kenichi: Ravel, ya no puedo más, por favor, déjame meterlo -con una mano corrió un poco su cabello mostrando uno de sus ojos el cual estaba rasgado cual lagarto, además de que comenzó a emanar un aura azul, todos estos factores excitaron a Ravel, le mostraron un adonis en carne propia, algo que sin duda es un regalo demasiado generoso, por más demonio que sea no es tan pecadora como para no ser agradecida ahora.
Ravel: Pues no te detengas más, -abriendo sus labios vaginales con sus dedos para dar paso a este, por más difícil que le sea entrar. - Adelante, hazlo a tu gusto.
La filosa y extensa sonrisa de Kenichi puso más sumisa a Ravel, quien ahora temblaba levemente al comenzar a ser penetrada por la gran vara que el usuario de dragón cargaba, como si tuviera la cola al revés y se la hubiera puesto en frente.
Las sábanas se desfiguraban por el fuerte agarre de las manos de porcelana de Ravel que intentaba relajarse para que Kenichi pueda deslizarse libremente en su virgen y apretado interior, el cual por sí solo dificultaba el paso al pequeño Kenichi que no era tan pequeño para la expectativa de la Fénix que gruñía por ser expandida al tamaño que causaba la dolorosa intromisión en ella, forzándose a sí misma a mantener sus piernas más abiertas para que no le duela tanto como debería, hasta que sintió como Kenichi tocó una barrera que por ser gentil con ella se tardó en alcanzar.
Kenichi: Ya no habrá vuelta atrás si continúo con esto -advirtió al estar por romper el himen de la chica y tomar innegablemente su virginidad.
Ravel: Está bien - Dijo de inmediato para sorpresa de Kenichi. - si es con Kenichi, está bien que lo haga, lo aceptaré con gusto - Le dio una hermosa sonrisa al Uzumaki que asintió de un movimiento con su cabeza antes de regresar su vista hacia la conexión que hay entre ambos, empujando hasta el fondo con fuerza para consternación de Ravel que soltó un grito por el repentino empuje, sin embargo el aura azul que emanaba de Kenichi se transmitió hacia Ravel haciendo que poco a poco su expresión de dolor pase a una suplicante. - Por favor, mmmh~ comienza a moverte pronto Kenichi - Suplicó desde su posición sumisa mientras veía al mencionado con lágrimas formándose en sus ojos.
Las tres chicas afuera ya eran un desastre, prácticamente tenían una mini orgía entre ellas del placer que sentían, Miu estaba sujetándose un pecho desnudo ya que rompió aún más su traje mientras se masturbaba, se lo amasaba con fuerza mientras era chupado por Juvia que con ambas manos se frotaba fuertemente la entrada de su coño y de paso presionando con fuerza su hinchado clítoris, además de hacer una especie de tijeras con Eco que le sujetaba las piernas y frotaba ambas intimidades junto a los dedos de la maga de agua que no se oponía en lo más mínimo, pero no podían evitar pensar que todas esas acciones, todos los manoseos y todas las caricias las hacía Kenichi, aunque estaban en algo lésbico pensaban en que el pelirrojo lo estaba haciendo con ellas, no había un consolador cerca para remplazar la vara de carne que Ravel tiene en estos momentos, pero no podían hacer más, serían demasiado sonoras para la situación en la que están ambos y deben permanecer silenciosas para poder saber todo lo que hizo Ravel junto a él y entonces hacerlo también junto a otras cosas para poder complacerlo más, ya que la competencia por el corazón del pelirrojo comenzó hace mucho, pero no por eso se matarán para eliminar a la competencia, solo se esforzarán mutuamente para superarse como buenas competidoras, un sueño que muchos desean tener pero que en estos momentos solo los tiene el Uzumaki.
Los gemidos de Ravel eran una melodía hermosa para Kenichi, no podía decir que eran perfectos porque al ir aumentando su velocidad esta perdía el ritmo, pero solo escucharla era excitante y estimulante para él, era una señal de que le estaba gustando o eso interpretaba él, pero no por eso se detenía, quizás si se lo pidiera, pero como no lo hacía, entonces él solo seguía penetrándola constantemente, aunque estaba perdiendo su virginidad así que había sensibilidad por parte de ambos, no iba a pasar demasiado tiempo antes de que se corrieran, de echo Ravel justo ahora está preparándose para expulsar sus fluidos como grifo descompuesto por el éxtasis acumulado que la haría explotar en su orgasmo.
Ravel: Tan profundo~ ¡más rápido~! Uuh~ ¡más fuerte! - Suplicó para gusto d Kenichi que no se tardó demasiado en hacer caso a dichas peticiones que le parecen sexy viniendo de parte de la sumisa Ravel. - ¡Si, así, más por favor Kenichi~! - Suplicó sacando su lengua mientras tenía los ojos bien abiertos para asegurarse de estar despierta a cada segundo que pasa en el que es follada por su novio dragón.
No tardó ni un poco en hacer caso a la petición de su superiora, para éxtasis de esta que no dejaba de gemir alborotadamente hasta correrse en un gemido fuerte que la hizo estremecerse, ninguno se detuvo por ese acontecimiento para gratitud y satisfacción de Ravel que estaba deseosa por más, esta solo llevó sus manos hacia sus coletas con forma de taladro para quitarse las cintas que las mantenían, soltando su cabello que se meneaba y desordenaba al compás de las constantes arremetidas del Uzumaki contra su apretado interior que no quería que este se fuera de ella.
Las tres chicas afuera ya eran prácticamente un desastre o más bien, ellas habían hecho un desastre, no pudieron evitar correrse al escuchar el gemido más potente de Ravel, jadeaban por eso mientras tenían una expresión que demostraba algo de cansancio ya que su resistencia no era poca gracias a los casi homicidios que Ashura llamaba entrenamientos, pudieron seguir manoseándose, frotándose y lamiéndose con fuerza, no tenían tiempo para detenerse a pensar en los fluidos que estaban derramando, siendo que algunos de estos pasaron por debajo de la puerta que da al cuarto, aunque el olfato de Kenichi ya estaba invadido por los olores producidos por Ravel que está bastante cercana a él como para que pueda haber un olor más fuerte que su chorreante vagina o directamente su ser hambriento del pene del Uzumaki.
Kenichi: Ravel, voy a correrme, por favor, deja que sea dentro - Suplicó entre choques contra esta misma que no quería soltarlo por nada del mundo, como si fuese a morir por tal suceso, no era cierto, pero daba una clara imagen de que sucedería.
Ravel: ¡Ke~ Keni~ AHHH~ aunque no me lo preguntaras MMMGHJJJ~ agh~ han~ han~! - En lugar de tratar de formular alguna palabra se abraza a él con brazos y piernas apegándose a él haciendo que se detenga y se la quede viendo. - ¡NO TE DETENGAS Y SIGUE ROMPIÉNDOME, SOLO LLÉNAME POR FAVOR! - Empezó a mover sus caderas con desesperación haciendo el trabajo de Kenichi quien por distraído terminó quedando abajo mientras Ravel ahora golpeaba sus firmes y redondos glúteos contra la tensa pelvis del pelirrojo que ahora estaba recibiendo golpeteos de la retaguardia deseosa de Ravel.
Para sorpresa de Kenichi estaba debajo de Ravel, pero eso no fue impedimento de mover sus caderas hacia arriba y empujarla desde sus muslos hacia abajo, encontrando la coordinación necesaria para poder hacerlo más placentero, a la vez que la intensa aura azul que rodeaba a Kenichi se unía intensamente a Ravel.
El lívido de ambos aumentó, la resistencia de ambos aumentó, principalmente la de Ravel, la velocidad de ambos aumentó, desenfrenadamente todo eso fue puesto a prueba sin previo aviso ya que ahora no sabíamos quien tenía el control, si Ravel por estar arriba o Kenichi que no da su brazo a torcer y sigue moviéndose con ferocidad, lo que sabemos es que Miu, Eco y Juvia lo escucharon todo claramente, de echo ahora hasta se escuchaba la cama rechinar y parecía que iban a romper a la pobre de tan fuerte que cogen, aunque es innecesario mencionar que eso no es de su interés, así como el casi tsunami que están haciendo las tres fisgonas de afuera.
Kenichi hizo que se reprimiera de correrse, su aura azul de dragón emanada hacia la rubia, la controló para que reprimiera sus impulsos a cambio de su lívido, logrando que se moviera más rápido, pero no era del todo eficiente, puesto que Ravel sabía que algo pasaba ya que quería correrse, pero tenía un impedimento que para ella era desconocido.
Ravel: ¿Qué~ ez edta~ zensatión~? - Su mirada perdida y su lengua afuera eran excitantes para Kenichi, que no dejaba de empujarse contra su interior descontroladamente a la vez que ella le daba sentones con tanta fuerza como podía. - Quiedo~ codedme~ ¿pod qué~?
A pesar de que esto era obra del Uzumaki, era algo involuntario y no podía explicarle, pero tampoco es que fuera a hacerlo, está demasiado ocupado follándola con todo lo que tiene que es bastante a pesar del gran desgaste, por desgracia para Ravel era algo peligroso ya que sus fluidos se acumulaban y eso no era bueno, le agotaría demasiado liberarlos todos cuando pueda correrse, pero es más molesto el tenerlos acumulados que pensar en el momento de soltarlo todo, aunque eso no era nada comparado con el deseo que tenían las tres chicas externas de ser ellas las sodomizadas, pero por más que sea su mayor deseo en estos precisos momentos, no se les cumple ya que la que tiene esa fantasía hecha realidad es la pequeña Fénix que tenía un fuerte deseo por alcanzar su clímax con bastante fuerza para poder relajar esa parte de ella, pero no podía y sin saber porque, seguía dando fuertes sentones contra su macho dragón alfa que no necesita estar arriba para hacerle saber que él es quien manda.
El tiempo le pareció eterno a Ravel, como si se hubiera detenido y ella seguía moviéndose porque si, gastando energía que no tenía realmente, pero eso no podía importarle menos ya que de todos modos iba a seguir rebotando, porque el placer era algo que no se detenía para ella y por lo tanto lo valía por completo, aunque no fue hasta que en un momento repentino Kenichi empujó con demasiada fuerza haciendo que se sujete del respaldo de la cama.
Ese último empuje incluyó su semen disparado a chorros, potentes chorros, al mismo tiempo que Ravel explotaba más o menos de forma literal ya que sus fluidos se dispararon como manguera rota, soltando en conjunto con las tres chicas externas un potente grito orgásmico mientras soltaban tantos fluidos como podían de acuerdo con lo que acumularon, claro que no sabían porque Ravel liberó demasiados fluidos y las chicas de afuera ya llevaban bastante haciéndolo por todo el suelo como si nada.
Ravel: Han~ han~ han~ - Jadeaba con la lengua afuera y su mirada perdida.
Kenichi: Hae~ hae~ hae~ - También estaba cansado, porque el aura desapareció de ambos y les pasaba factura, aunque si bien no era tanto cansancio para él, no se podía ver mucha diferencia entre ambos.
Con mucho cuidado para evitar lesiones, Kenchi recibió sobre su cuerpo a la agotada Ravel que se soltó sin fuerza para caer sobre el susodicho, pero cuando se vieron entre jadeo y jadeo no pudieron evitar comenzar a reír poco a poco hasta poder hacerlo como si nada, aunque luego se callaron por un apasionado beso mientras se abrazaban.
El flácido miembro del pelirrojo salió de dentro de ella al no tener la longitud para mantenerse dentro de ella como si nada y el semen fue deslizándose fuera manchando las sábanas, pero eso no importaba, seguían siendo solo ellos los importantes, lo demás, como fluidos chorreando eran irrelevantes para su momento romántico de finalización del completo momento lleno de apasionada demostración de cariño entre novios desmedidamente enamorados.
Las tres chicas salieron como pudieron ya que caminar era un poco incómodo así que forzar una carrera hasta sus cuartos era difícil, pero por suerte los novios estaban muy cansados como para salir del cuarto a lo que sea y se quedaron ahí para dormir dispuestos a pasar al día siguiente, aunque ellas tres no lo sepan.
Fin del lemon.
Al rato.
Aoi: No me pagan lo suficiente -dijo en un cansado suspiro ya que había terminado los deberes del hogar y se encaminaba hacia su cuarto, pero no fue hasta que encontró la mancha de fluidos de las tres chicas que también llegaron a disparar un poco hacia las paredes y asumió que la dejaron ahí porque como haraganes la dejaron para que las sirvientas limpiaran ya que es su trabajo, no quería lidiar con quejas y regaños que posiblemente no reciba porque de todos modos los residentes son bastante gentiles, pero mejor prevenir que lamentar.
FIN DEL CAPÍTULO.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.
P.D: MUCHÍSIMAS GRACIAS AshuraKure POR TU AYUDA CON LA ESCENA.
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