20. Rápido suceso

🥦Este capítulo es un tanto diferente. Puede que para algunos sea hasta fuerte en algún sentido. 🥦
FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS. 🖤🥦❤
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No recuerdo haber visto tanta sangre en mi cuerpo en años, no recuerdo que me avergonzara tanto tener la ropa rasgada ni estar temblando de miedo ante la frialdad de estos ojos que perdieron el toque de humanismo. Adolorido, ultrajado y desnudo, son las palabras que me describen ahora. No sé de donde proviene más dolor, de los golpes en mi cara, mis costillas o de mi culo. La sangre del fuerte golpe que recibí se está mezclando con mis lágrimas. Siento frío, me niego a mirar mi cuerpo que yace sobre el helado piso del baño.

Flashback...................

Días antes, me encontraba con Boun en la sala de reuniones en la sede de la empresa en China. Terco cómo somos, yo trataba de convencerlo de que me dejara entrar en la mafia y, él seguía negándose a ello. Pero no quería desistir. Su condición era que terminara la universidad que dejé inconclusa tras mi secuestro. Sé que su plan era hacerme claudicar, él piensa que para cuando acabe mis estudios habré decidido algo diferente, aunque yo sé que no será así.

Entonces me llegué a la entrada de la facultad de administración. Luego de una serie de pruebas por parte de la escuela y una ayuda de las conexiones de Boun, estoy entrando a mi nuevo salón de clases. El chico a mi lado me miró con susto al inicio pero luego forzó una sonrisa en su rostro. Todos tienen una forma de verme, la puta del mafioso, el esclavo comprado por delincuentes o el amante del multimillonario que entró a la escuela con conexiones. No es casualidad que huyan de mí, después de todo, sí estoy con un mafioso. Y de eso se ha encargado Boun, de hacerles saber a todos a quién no pueden tocar.

Fin Flashback.....................

Lástima que existan valientes o tontos que se toman las advertencias amenazadoras a la ligera. Aquí me encuentro, en un salón casi vacío. Casi porque hay dos chicos a punto de lastimarme y una chica grabando con un móvil el no grato suceso. Esto es mi culpa, debí acceder a traer al menos un guardaespaldas a la universidad o hacer los estudios por online. Para su mala suerte, alguien los delató antes de que me golpearan y se fueron corriendo sin mirar atrás. Pero nada es color de rosa en esta vida. Cada día lo intentan más seguido y con más espectadores (matones). Tengo miedo de la exagerada reacción que Boun tomará si le cuento de esto, incluso no sé si está enterado, pero parece que sí. Los chicos habían parado su hostigamiento. Hasta hoy, e abordaron en el baño, varios de ellos me golpearon y luego salieron dejándome con el que supongo es el líder de esta mediocre pandilla escolar. Nadie escuchó mis gritos de dolor, y si lo hicieron pensaron que me lo merecía y me abandonaron a mi suerte.

Una calidez suprema me envolvió en sus brazos, pero aun cuando quise recostarme al pecho de quien adiviné sin mirar, era un chico, el pánico recorrió todo mi ser. Me daba pavor verlo, aún si su olor agradaba a mis fosas nasales mi mente lo rechazó con temor, así que me zafé de sus brazos y corría a un cubículo a esconderme y vomitar de paso. No sé quién es, pero no pretendo acercarme para averiguarlo. De pronto escuché la voz de Tul, abrí cuidadosamente la puerta mirando a mi alrededor, él seguía allí parado. El castaño desconocido me miraba desconcertado, no se movía, solo me miraba fijamente. Sin tiempo a pensar cómo salir, sentí mi cuerpo perder la fuerza y desplomarse. Desperté, parpadeé varias veces para ajustar mis pupilas a la claridad natural regada en la habitación algo lujosa que no reconocía. Me levanté de la cómoda cama del tirón y mi cabeza pareció haberse tragado mi corazón, latía con fuerza, la toqué y me encontré con vendas. Supongo que fue por la sangre y el golpe, debe estar inflamada. Me quité la vía intravenosa en mi mano izquierda y traté de salir por la puerta pero al abrirla, era la del baño. Maldición dónde estoy. Cuando corrí a la otra puerta, esta se abrió revelando nuevamente a ese sexy hades del infierno que mi cuerpo temía con cereza. Volví al baño y me encerré. Penosamente grité y grité hasta que sentí la puerta de la habitación cerrarse y el silencio pleno.

Horas pasaron hasta que volví a salir, encontrándome a Tul junto a un doctor. Fui a los brazos de mi migo este llorando me acarició el pelo mientras correspondía al abrazo. Nos sentamos y el doctor comenzó con sus palabrerías de experto, las cuales no entendí en lo absoluto. Tul tradujo para mí como si fuera un idioma extraño. ¿Amnesia post-traumática? A solo minutos de que el doctor saliera, entró el insistente y mudo chico. Se recostó en el marco de la puerta con los brazos cruzados en su pecho y una expresión aterradora, más aún. Entonces dejó de ser mudo.

-¿Sabes quién te hizo esto? Necesito que me digas cómo lucen o algo que me ayude a identificarlos.- Me aferré más a mi amigo con miedo de dejar salir mis palabras y enfadarlo.

-Ai'Prem, sabemos que es duro esto pero debes decirle a Ai'Boun todo lo que recuerdes. Él te va a ayudar.- Tomé grandes bocanadas de aire para poder hablar.

-No recuerdo sus nombres pero estaba el chico que se sienta a mi lado en clases, él tiene los videos.- Miré fijamente al castaño que había cambiado sus manos a puños apretados. -Eres Boun ¿cierto?- Él abrió los ojos con sorpresa sumado de desespero y asintió. Mudo otra vez.

-Dijeron que si quería saber por qué me sucedió esto debía preguntarte. ¿Sabes quiénes son?

-No, pero cuando lo haga desearán haber dejado la tierra antes de conocerme.- Giró su espalda y antes de irse habló casi suplicando. -Por favor, no salgas hasta que llegue.

Y así fue, Tul salió a su trabajo en el hospital y me quedé solo en la habitación de la que no salí a nada. Desde la ventana vi unos cuantos hombres en trajes negros rodeando la gigantesca casa. Al anochecer la puerta de la habitación se abrió y corrí al otro extremo al ver al castaño entrar con una bandeja.

-¡Que...quédate ahí!- Le grité -No te acerques por favor.

-No lo haré. Me dijeron que no has salido en todo el día así que te traje comida y algo de beber.- Puso la bandeja en la mesa pequeña frente al sofá junto a una bolsa transparente y volvió a alejarse hasta la puerta. Señaló a la bolsa. -Esas son las medicinas que mencionó el doctor. Puedes llamar a Ai'Tul para verificarlo.

-Lo haré cuando venga.- Quedó un silencio incómodo y cuando hablé fue más incómodo el sonido. -¿Por qué tengo que quedarme aquí? ¿No puedo irme con Ai'Tul? Odio estar prisionero en un lugar desconocido.

Noté un cambio de sentimiento en su mirada, no era neutra ya, había dolor y tristeza. Casi tan igual a la mía. -Prometo que cuando te recuperes, te dejaré libre para que vayas a donde quieras.

-Quiero estar lejos de ti. ¡Por tu culpa me sucedió lo que sea que me esté ocurriendo ahora!- Me quise retractar de mis palabras pero algo en mí pedía sacar toda la mierda que tenía en mi mente. -¡No sé quién eres! ¡Ni siquiera sé si te conozco y no estoy seguro de querer hacerlo! ¡Odio ver tu cara y saber que estoy frente a la puerta del peligro, me aterra más que nada! ¿No puedes simplemente salir de mi vista?

Pese a todo lo que dije con intención de herirlo y hacerlo botarme de la casa. Se quedó callado apretando la mandíbula. -Estarás aquí y no saldrás de la casa, aunque lo intentes, no lo lograrás. Puedes bajar a la cocina o hacer lo que quieras pero dentro. Te dejaré un móvil nuevo en la mañana. Guardaré el número de Ai'Tul y el mío. Dudo que me llames pero si ocurre algo o quieres que te traiga alguna cosa, me llamas y atenderé siempre.- Dicho todo, salió directo a la calle, lo vi a través de la ventana, irse en un súper auto a toda velocidad. Me tiré en la cama tratando de unir las piezas de memoria. Los siguientes días, igual. Recibí visitas de Tul y su esposo Max, de Perth y Lay quien se sorprendió de que los recordara a todos. Pero seguía sin saber dónde encajaba Boun es mi vida pasada. Nadie mencionaba su nombre con referencia a quien era y cómo se supone que lo conozco. Eso me ponía nervioso, no porque deduje que era alguien importante para mí sino porque lo había herido como cada vez que venía.

Era momento de volver a la escuela, según Tul no había peligro ahora y quise confiar en ello. Recibí terapias psicológicas en casa de Boun cada día pero el miedo siempre recorre mi espalda cuando recuerdo o cuando veo a Boun en casa, como ahora. Estaba sentado en un extremo de la mesa desayunado un simple café junto a su laptop. En cuanto cruzó miradas conmigo se levantó para dejarme solo.

-No te vayas.- Me miró con asombro y confusión. -Es tu casa y podemos desayunar juntos sin hablarnos de más.- Se sentó otra vez y dio un sorbo a su café centrando su mirada en la pantalla.

-¿Cómo amaneciste? ¿Siente dolor o molestia? ¿Necesitas medicina? Si quieres llamo a Tul.

-¿Qué parte de en silencio no entendiste?- Dije tomando mi desayuno mientras me sentaba en el extremo opuesto a él en la mesa.

-Lo siento. Solo quiero saber si te sientes bien. No tienes que responder.

Joder con la psicología inversa. Suspiré. -Estoy bien gracias. Si tengo algún problema o dolor marcaré uno en llamada de emergencias.- Comencé a devorar mis bocadillos como animal enjaulado.

-Sí de seguro Ai'Tul contestará si lo llamas, de inmediato contestará o tal vez lo haga Ai'Max.- Noté evidente decepción en sus palabras.

-Mi número uno de emergencia eres tú Boun. Así que si no contestas al primer tono, cambiaré las prioridades.- Sus labios se curvaron en forma de leve sonrisa y los mío no se quedaron atrás. Por alguna extraña y escalofriante razón, me comencé a sentir menos incómodo y más seguro cuando Boun estaba en casa. Cuando salía y mantenía esa expresión neutra terrorífica, mis entrañas se removían, para mí significaban algo malo a punto de suceder. Como cuando me dijo que podía volver a la universidad, me sacudió el miedo. Sé que él nunca me dejaría volver si estuvieran los causantes de mi amnesia y lesiones físicas.



《Notas de la autora》

GACIAS POR LEER🖤🥦❤

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