Siento haber tardado en actualizar. Aquí va otro capi, 2 en un día para compensar. 🖤🥦❤
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....Prem.....

Bang!... El sonido sordo de un disparo que taladra su mente en la madrugada día a día. Se levanta agitado a penas sin salir el sol, se ducha y se sienta a leer en un pequeño sillón de su diminuta habitación cerca de la ventana que mantiene abierta y una lámpara que nunca apaga en las noches. No sabe por qué le gusta pero la sensación de paz que lo llena al hacerlo su rutina, le devuelve el sueño por unas horas más hasta que suene la alarma que indica su hora de trabajar.

Vio los ojos cerrarse y la respiración desaparecer, un chico tumbado en el lago rojo que solo dice -Prem, encontrémonos en la otra vida.- Despierta de la pesadilla como si fuera normal, una costumbre de soñar con alguien, la diferencia de un sueño bonito es la sensación de humedad que deja la lluvia de lágrimas en sus mejillas y el temblor de su corazón al saber que conoce a la persona pero no recuerda su rostro. Su boca solo puede pronunciar lo que su subconsciente repite todos los días. -No quiero vivir esta vida sin ti.

Prem volvía a Tailandia después de 4 años en Inglaterra. Un hombre que decía haberlo 'salvado' terminó cambiándolo por dinero. Lo vendió. Pero no todo es horrible, aunque no lo obligaron a vender su cuerpo gracias a que su amigo intervino. Justo el día en que iba a ser estrenado como la nueva putita de un reconocido prostíbulo, como héroe de película, Tul lo había salvado, al menos su trasero literalmente. Aún no entiende de dónde sacó el poder que hizo que el hombre, esa bestia de ser humano, lo dejase en paz.

Por suerte conoció a un niño de cinco cortos años que le devolvió la vida a ese zombi viviente. Para proteger al niño de no pasar por bestialidades peores, trabajó el doble en lo que fuera, lo que se consideran trabajos legales y decentes. Ahora su dueño parecía haberse aburrido de tener a un inútil que no daba verdaderas ganancias, alguien había pagado su deuda y tendría que mostrar su gratitud a otra persona, podía ser cualquier bastardo desgraciado que no fuera tan 'bueno' como el anterior.

Su primer día de trabajo en la Empresa NG. Hoy conocería a su nuevo jefe, pero, ¿por qué sentía ya se conocían? ¿Por qué se quedó embobado cuando detalló su rostro? Esto era nuevo, sentir la necesidad de proteger a alguien que acabas de conocer sin saber el porqué. No importa porqué, quería sentirse útil para esta persona desconocida. Aunque este nuevo amo era algo brusco, era un chico mimado y desagradable, un completo imbécil. Un recuerdo nítido suyo pensando en la misma frase llegó a su cabeza.

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A diario se levanta a las 5 am para bajar a su gimnasio en casa. Desde que lo dejaron salir del hospital hace 3 años, duerme cada vez menos, un año entero de rehabilitación duró su encierro. Solo recordaba de ese tiempo, el desagradable olor a alcohol en sus fosas nasales y el sabor salado de las lágrimas que diariamente derramó. Ahora todo ruido extraño hace que su mente se apague y solo pueda pensar irracionalmente en las miles de posibilidades de que algo nefasto ocurra. Luego de una extensa ducha, se viste formalmente para el trabajo, solo desayuna un café cerca de su trabajo y luego se centra en los negocios. Vivir sin estar vivo.

Aún estaba llorando la desaparición de su amante cuando alguien inesperado le dio la una ganas de vivir. Un niño perdido entró a su cuarto de hospital y le dio consuelo como si de un adulto se tratase. -No estés triste, si el destino los juntó una vez, entonces tiene planes de volver a hacerlo. Pero antes tienes que tener fuerzas, sino nunca llegarás a verle otra vez.

-¿Y tus padres?- Solo podía mirar al niño de apenas cinco añitos con su cabeza baja y ojos rojos de llorar.

-Mmm... Ya no tengo pero me quedaré con mi tío materno hasta que crezca.- No pudo hacer más que sentir pena por el pequeño que lo abrazaba con el mar saliendo de sus ojitos, así que lo mantuvo a su lado hasta que un día... él también desapareció.

Como cada día de trabajo, se encerraba en su amplia y aburrida oficina con papeles apilados y con deseos de que el tiempo no lo desgarre más. Esta vez, no fue la excepción hasta que los imprevistos ocurrieron en un abrir y cerrar de... puertas. El chico que buscó durante años y que continuaría buscando toda su vida, ahí estaba de pie frente a él con una sonrisa de cortesía, hablando como si nada ocurriera. Aunque en su corazón le dolía, tuvo que aparentar que no conocía al nuevo asistente, lo trataba con indiferencia, como a un empleado más. Después de todo, el chico no lo recordaba y además, no cambiaba el hecho de que Boun lo había comprado.

-Maldito seas, Ai'Max. Te dije que lo hicieras trabajar en cualquier área pero solo se te ocurre la mía. ¡Me voy a volver loco!

-No estaría mal. Y no te quejes, no especificaste cuál área. ¿Qué es mejor opción que mantenerlo donde tú lo puedas proteger?

-Sabes que te odio ¿cierto?

-Yo también te quiero Bounnie.

-¿Bounnie?- Dijo Tul entrando a la oficina y alternando la mirada entre los chicos que estaban hablando. Boun se encogió de hombros con una sonrisa ladina. -¿Lo quieres? Creo que hoy alguien dormirá en la sala.- Sin más, Max abrazó y llenó de besos a su esposo, haciendo a Boun reír ante las tonterías diabéticas de sus amigos.

-Ah, por cierto Boun. Debes recordar que solo tienes 6 meses a partir de ahora.- Dijo Tul con total seriedad.

-Lo sé, pero no puedo forzar las cosas.- No hacía falta que se lo recordaran, había hecho un trato, más bien, había comprado a Prem. Un trato simple, si Prem no lo recuerda en seis meses, entonces volverá con su antiguo 'dueño'. Algo que tarde o temprano traerá problemas.

Prem POV

Nuevo extraño jefe. Lo que pensé que haría no pasó: pondría reglas o condiciones sobre mis funciones, vendería mis órganos o simplemente me arrastraría y violaría hasta desangrar. Por gracia divina, no ocurrió pero no me quitaba el nervio de mi mente.

Estacionó frente a una palacio, nada más bajarme del asiento de copiloto del lujoso auto blanco MB, divisé una lujosa casa con un lujoso jardín bien cuidado. Entramos por un portón de madera y vi una casa oscura, colores fríos en los muebles, pisos, alfombras y cortinas, era idéntica a la decoración de la oficina. Me presentó a una mujer que solo venía a cocinar, Hanna y luego se iba y lo mismo para el resto del personal. Indicó cuál sería mi habitación y que podía comer lo que quisiera. Subí las escaleras al segundo piso, su habitación estaba en el pasillo a la izquierda y la mía en la derecha. Entré con temor de lo que podría encontrar, obviamente no era espeluznante como un sótano pero imaginaba un colchón y mis pocas cosas sobre una silla desbaratada, después de todo, fue con lo que conviví en donde me encerró mi anterior dueño.

La habitación no tenía absolutamente nada, NADA que ver con el resto. Había colores crema y varías tonalidades de azules brillantes. Una cama bien cómoda en el centro, con muebles, libros, televisión y hasta baño privado. Cosas que disfruté todo lo que restaba del día. Cerca del anochecer, tocaron a mi puerta, un señor cascarrabias con el ceño fruncido, me dio varias maletas que contenían desde ropas hasta cosas de uso personal. Okay, ahora sí está volviéndose raro esto. Si alguien te compra, nunca gastaría más dinero en ti de forma gratis.

La maldita semana la pasé temblando, pensaba en las miles de cosas que me pediría para cobrarme los lujos. Estaba de los nervios tuve miedo de recibir castigos severos, otra vez. Cometí muchos errores como virar un vaso de agua cerca de documentos importantes, casi bajar tarde para ir al trabajo e incluso temí hacer mucho ruido cuando iba a la cocina. Nada, comía solo y la casa se mantenía en silencio, aunque esperaba sentado horas en la sala no me pedía hacer algo fuera del trabajo. Pasaba desapercibido ante él.

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《Notas de la autora》

MB = Mercedes Benz

Porfa díganme si les gusta la historia.

Gracias por leer 🖤🥦❤