Capítulo diez: Siempre hay una primera vez.

P.O.V Scarlet.

Para mis penas, el tiempo era mi mejor amigo. Habían pasado ya una semana de aquel terrible incidente, por suerte ya no tuve ninguno con nadie. Sin embargo, las miradas de Megan me daban a entender que no todo había terminado. El trabajo era otro aliado conforme los días avanzaban  las tareas eran más extensas. La lectura recurrente me hacía desvelarme con frecuencia, con tal de entregar un trabajo ''Perfecto'' Según el profesor Downey.  Aún no sabía como pagar tanta amabilidad del señor Depp, pues gracias al sueldo podía sustentar mejor a mis hermanos. Y esa era una preocupación menos de encima. A pesar de estar a dos semanas del gran día, los nervios me comían viva. Pero aún quedaba algo por aprender. Según el profesor Downey, siempre hay algo para aprender. Ya sea un simple ejercicio de respiración, o como improvisar un monólogo.

Aquél día hacía mucho frío, y era nuestro turno de entrar al teatro del colegio, qué era muy bonito.

─ Chicos ─Decía el profesor ese gris día─ En está semana, he notado sorprendentes cambios ─Sonrió y nos observo a cada uno─ No puede haber mejor estudiante preparado, que ustedes ─Todos nos vimos entre nosotros, orgullosos─ Sin embargo, ─ Dijo el profesor subiendo el dedo índice─ Debo calificar sus talentos ''extras'' ─  Pronunció lo ultimo con énfasis. Todos murmuraron entre sí. Sin embargo, yo no sabía que era eso de ''extras''

─ Sus talentos extras ─Añadió al vernos inquietos─, Es eso que pueden hacer además de la actuación. Ya saben, cantar, bailar, tocar algún instrumentos, cosas por el estilo.─Un alumno levantó la mano.

─ ¿Y usted que sabe hacer, profesor? ─preguntó. Todos nos giramos a ver al sonriente actor. Sus ojos miel brillaron traviesamente. Juraría que por su cabeza pasó alguna idea, como cuando un niño se le ocurre una travesura.

─Bailo Ballet… ─dijo finalmente. Algunos rieron, entre ellos Thomas y sus amigos─ Y déjenme decirles, que era el mejor y más guapo de la clase… ─Aclaró.

─ ¿Individual o por parejas? ─preguntó una chica.

─Como deseen, hay parejas que son una rebelión ─nos dijo. ─En fin, prepárense. Espero sepan lo que van a hacer, iré por mi lista mientras ─Y se alejó a detrás del escenario. Nosotros estábamos en donde estaría el público en una obra.  

Y no, no sabía. Al parecer era la única que no sabía lo que haría. Entonces, sí que me alteré. No sabía bailar, cantar o tocar algún instrumento, bueno sólo el piano pero no sabía nota, o recordaba alguna canción. Suspiré. Siempre pensé que con lo que había aprendido, por lo menos no iba a hacer el ridículo. Pero basándome en la cara y con la importancia que dijo aquello el profesor, supe que era vital.

─ Bien ─Anunció volviendo─ Subirán al escenario conforme los vaya nombrando ─Indicó.  Todos asintieron. Yo fui tras Noah, y me senté junto a él. Por suerte, estaba muy atrás.

─ ¿Tú que tienes por talento, extra? ─Le pregunté directa.  Tranquila esperé su respuesta, esperando, que estuviera igual que yo. Me miró con unos ojos azul brillante y sonrió.

─Yo… em… Bueno, se tocar la guitarra, y compongo algunas canciones ─Dijo encogiéndose de hombros. No pude evitar sentirme mal─ ¿Y tú? ─ Dijo viéndome directo con sus ojos de soñador. Yo dudé.

─Pues… No, no tengo ─Contesté. Me miró y no pudo ocultar una fugaz muestra de sorpresa. Y entonces comencé a perder los estribos.

─ ¿De verdad? ─Preguntó como sí nada─ Es importante saber algo así ¿Sabes? ─ Me susurró. Mire el escenario, e hice poco caso de sus palabras. Era enorme aquel lugar, hermoso, bello. Me atraía en sí. Era bello, divino. Un sueño para cualquier actor.  

─ Quedémonos aquí ─ Indico Noah, al ver que no respondía. Yo lo miré, y salí de mi aturdimiento. Asentí y me senté, estábamos un poco atrás, pero aún así el escenario imponía. Vi a nuestro profesor, caminando seguro y feliz por el teatro, seguramente para él ya era costumbre estar en lugar así y nos veía como si nada. Sin embargo, para mi era algo así como un premio, que solo pocos podían pisar.

─ Sean Andartti ─ Llamó el profesor, a un chico caucásico, de ojos verdosos y cabello castaño. Era italiano. El chico, se puso en pie y se dirigió al escenario. Una vez arriba el profesor, se puso a hablar con el. Al fin, el chico tomo un violín, y puso en práctica, todo cuanto sabía.  Sin duda alguna, era fenomenal. Su canción, hizo estragos no solo en mi, si no en todos los presentes.

Al terminar el grupo entero estallo en calurosas palmadas. Por mi parte también aplaudí. El profesor siguió con la lista, y yo con mis pensamientos; ¿Qué iba a hacer? No lo sabía, pero si no me ponía a pensar rápidamente en como salir, o afrontar aquello, terminaría mal. Y empeoro, al ver que todos los que pasaban al frente, sin temor, hacían lo que sabían hacer, y para mi tortura; Lo hacían perfecto. Llego el turno de Megan, pero estaba tan ensimismada en mí, que lo único que supe, era que bailo. Mas no se qué. El siguiente en subir fue Thomas, que tomó el piano.  Comenzó muy, muy nostálgico. ¿Cómo era posible que un chico de mirada de hielo tocara una melodía que tocaba el alma?

─Mira Scarlett… ─comenzó Noah mientras miraba al escenario. Yo lo miré─ Podríamos cantar algo… Un, un dueto… ¿No te gustaría? ─Suspiré. Era eso o nada.

─Claro, Noah… ¿Qué tienes en mente? ─pregunté mirándolo a los ojos. Aunque, algo desconcertada, porque aquella melodía de Thomas, llegaba. Noah sonrió débil y metió su mano en un bolsillo. Pude distinguir un tatuaje en su brazo, sin embargo lo ignoré y mejor puse atención a la hoja que había sacado.

─Es la letra de una canción que me ha gustado… Quizás no sea nada, pero… ─la tomé y la desarrugue. El título era “Everything has changed” Y había algunas estrofas más marcadas que otras. Comencé a leerla; Era bella, muy linda. Algo que me indicaba que Noah era un chico muy sensible. Sonreí al tenerlo como amigo, era un privilegio

─Es muy linda... ─dije una vez terminada de leer. ─ ¿De verdad quieres compartirla conmigo? ─pregunté. Él asintió algo tímido.

─Sí. Te quiero ayudar, eres una buena amiga. ─respondió. Sonreí a medias.

─Y tú un gran amigo pelirrojo ─murmuré.

Thomas terminó su interpretación en ese momento. Al bajar, Megan ya lo estaba esperando, y lo recibió con profundo beso, yo voltee hacía otro lado, para no vomitar.

─ ¿Scarlett Blackwood? ─ Preguntó el profesor por mí. Entonces sentí como sí un cubo de agua fría me helara los sentidos. Aunque hubiera sido más placentero el chorro de agua fría. No me quedó más que acercarme al escenario, seguida de mí amigo pelirrojo. Aunque me ayudaría, tenía un problema; No sabía como iba la canción. Subí las escaleras, controlando un débil temblor. Y me topé con aquellos ojos miel, que parecían dueños de tantas travesuras.

─ Bien, Scarlett ¿Qué necesitas? ─ Preguntó amable.─ “Saber hacer algo” Pensé. Tragué saliva, y eché una ojeada rápida al grupo de estudiantes y luego al profesor.  Suspiré y miré a Noah, total, se enterarían por mis patéticos intentos, que no sabia hacer nada. Así que me resigne a contarle al profesor, que no necesitaba nada, porque no sabía hacer nada. Respiré hondo.

─ Pues…

─ ¡Oh que tonto soy! No tienes porque decirme, si ya me lo habían dicho, tú y Noé

─Noah…─corrigió mi amigo. El profesor Downey me guiñó un ojo

─Vengan acompáñenme, acá tengo lo que necesitan ─Dijo haciendo un ademán con la mano para  que lo siguiéramos. Yo le sonreí, agradecida y lo seguí. Por suerte, mis compañeros no pusieron suma atención, así que nos fuimos, y ellos se quedaron charlando.

Llegamos un poco más delante de los camerinos. Nos detuvimos, cerca de la entrada al teatro. Y nos miró con profundidad. Haciendo que mis mejillas se sonrojaran levemente.

─ ¿Crees que puedas cantar una pequeña estrofa? Claro, ayudada por el señor Green ─ Me preguntó sonriente. Yo no lo sabía.

─ No lo sé. Nunca he cantado, y no conozco bien la canción de Noah ─ Le contesté. Él sonrió.

─Green, a ver tú canción ─le dijo. Noah le pasó el papel, algo mortificado. Quizás no esperaba que él la leyera. El profesor pasó rápido la mirada por el papel, y miró a Noah.

─Canta una estrofa, rápido, Green ─le pidió. Noah ya llevaba colgada la guitarra acústica sobre él. Tosió un poco y comenzó a tocar la guitarra. Sonreí, se movía con habilidad. Si no hacía actuación, debería de dedicarse a la música. Sus letras eran buenas y la melodía igual.  Y su voz, parecía de terciopelo. Definitivamente, mi pelirrojo amigo valía mucho. Lo escuché con atención, las primeras estrofas que eran las que me tocaban y el coro. Terminó y el profesor expresó mi pensamiento en alto.

─Vaya Green, no se que hace aquí debería estar en una disquera vendiendo discos ─exclamó. Mí amigo se sonrojó y se encogió de hombros modesto. Después me miró a mí.

─Scar… Ya oíste… Ahora, suban…─Yo asentí. Estaba preocupada, exaltada. Las criticas me dañaban. Un leve temblor recorrió mi labio. El profesor lo notó.

─Todo va a estar bien ─me susurró con voz  grave y sonrió de lado. Sus labios grandes, y rosados, junto a sus ojos, me infundían confianza para salir ahí. Pero en el fondo, seguía con miedo.

─Nunca he cantado ─fue lo único que pude decir. Él sonrió, se dirigió a un lado del lugar, y cogió detrás de una guitarra, baquetas para batería.

─ Siempre hay una primera vez, para todo ─Y me enseñó las baquetas. Suspiré y no pude evitar sonreír torpemente. Él saldría a tocar la batería para la canción de Noah, y nunca lo había hecho. Tendríamos una primera vez juntos. Eso fue un detalle que me conmovió.

─Vamos Scar…─Me animó Noah, dándome el papel. Yo sonreí y tomé el papel. Haría mí mejor intento. Además, también sería la primera vez de Noah en un escenario y con público.

Entramos de nuevo, y observé que todos conversaban animadamente. Miré que mi profesor se sentaba junto a la batería que había estado tranquila hasta ahora. Aquello era algo qué me esperaba, y que me seguía conmoviendo. Comenzó a tocarla con delicadeza, y cuidado. No era la canción, sólo calentaba. Yo miré al frente, y me di cuenta que no era tiempo para temer. Y sinceramente, sí Meg pudo hacer pasar su baile por arte. La canción de Noah sería un éxito. Así que instintivamente voltee a ver al profesor, y nuestras miradas chocaron. Era hora.

Tomé aire, y la introducción de aquella  mi canción favorita de ahora en adelante me dio valor. Noah tocaba de maravilla. Seguro me saldría feo en comparación a él, pero eso si: Con mucho sentimiento. Los acordes anunciaron a mi voz, que era hora de su entrada. Dirigí mi vista, al papelito.

All I knew this morning when I woke
Is I know something now…

No pensaba. No podía pensar. Sólo cantaba, notaba que mi voz iba a acorde de la canción. Aunque claro, no era perfecto. Miraba a los estudiantes, y luego al fondo del teatro, buscando un punto para fijar la vista, los nervios ya no me atacaban, pero el silencio era atronador. Nadie hablaba, sólo nos veían. Después de las primeras dos estrofas, mi corazón se sintió aliviado. Noah se acercaba al micrófono junto a mí. Y aún después de haberlo visto, mi corazón se estremeció al escuchar su suave voz junto a la mía…

 Cause all know is we said hello.

And your eyes look like coming home

All I know is a simple name.

Everything Has changed…

La parte más difícil había terminado. Ahora Noah estaba frente al micrófono. Lo hacía tan bien. Y el baterista no era del todo malo. Me giré a verlo, y él me devolvió la mirada. Le sonreí angustiada, y feliz. Y en sus ojos pude leer un “Eres genial” Después me giré era una estrofa más para mí. Para después cantar juntos el coro. Noah se veía tan feliz. Seguro sería un gran músico.

Después de un último verso, por fin, habíamos terminado y sentí como todo mi cuerpo se aflojaba. Observé. Todos nos miraban atentamente. Esperaba la manada de ofensas, y burlas así que mejor di vuelta para irme antes de que eso pasara. Pero un sonido me desconcertó; Era un aplauso, frecuente, emotivo, me voltee para ver quien era, pensando en Megan intentando burlarse. Pero a quien yo vi era al presidente del teatro que pisábamos. Johnny Depp.

Todos voltearon hacía atrás. Él acababa de entrar, y estaba recargado en el marco de la puerta. Al instante todos se pusieron de pie y nos aplaudieron, yo sonreí y miré a mi profesor, que me devolvía la sonrisa y aplaudía también. Al parecer no lo habíamos hecho tan mal. Aunque Noah era el que de verdad se merecía todo. Me acerqué a él y le susurré:

─Bien hecho, Green ─él se giró y sonrió tomándome de la cintura.

─Lo hicimos, Scar ¡Lo hicimos! ─me dijo con regocijo. Y tuve que ponerme junto a él, mientras los alumnos y profesores seguían aplaudiendo. Abracé a Noah, y nos agachamos en agradecimiento. Después el telón se cerró, y el timbre sonó. Era hora de otra clase. Así que Noah se apresuró a dejar la guitarra.

─Felicidades, chicos ─nos dijo nuestro profesor de arte dramático. Nosotros sonreímos aún atontados por tanta felicitación. ─Green vaya a la disquera… ─Noah asintió y dijo un “nos vemos afuera” Y salió precipitadamente. Yo miré a mí profesor.

─ ¿Primera vez, eh? ─preguntó alzando una ceja.

─Sí primera, y creo que única vez ─me gustaba cantar. Pero sentía que mejor actuaba. Él sonrió y suspiró.

─No, porque sí saco otro disco, espero hacer un dueto contigo. Tendría el doble de éxito. ¿Qué dices, ah? ─Suspiré y sonreí embobada.

─Que sí. Usted y Noah serían mí única excepción ─susurré sintiendo mis mejillas colorearse, pues su mirada se había vuelto más traviesa, profunda y, creo, coqueta.

─Bien, ve a tú clase. Y gracias por la oportunidad ─dijo. Yo asentí y salí de ahí. Me sentía apenada de ponerme en aquel estado. Aunque no había un porque exacto. Sí, lo admitía él y el señor Depp eran muy guapos, no por nada eran actores. Sin embargo, en mi mente estaban desechadas todas las opciones de salir con dos de los tipos más aclamados del cine Norteamericano.

Al final del día, mi agobiado cuerpo me exigía salir a casa. Yo sin oponerme apenas había sonado la campana, me puse en pie, y salí a las afueras del edificio.

Caminaba, y sentía el frío intentar cortar mi cara. Bajé los escalones, cabizbaja para evitar lo helado y choqué con alguien. Levanté la cara, y mi rostro se iluminó con una sonrisa.

─ ¡Danny! ─ Exclamé con felicidad, a la vez que lo abrazaba furtivamente. Él me sonrió, discretamente como solía hacerlo, y me devolvió el abrazo con igual felicidad.

─ ¿Qué haces aquí? ─ Pregunté sonriente.

─ La señora, me mandó a recoger a su sobrina  ─me contestó encogiéndose de hombros. Rodé los ojos, si ya sabía quien era.

─ Ah ─Dije sin mucha emoción.

─ ¿Y tú? ─ Me preguntó─ Te volviste famosa, y ya no me has vuelto a visitar ─ Respondió con aire ofendido. Yo le sonreí.

─He estado muy ocupada, tanto estudio me deja loca ─Respondí. El asintió comprensivo.

─ Si no estas muy ocupada, no se… ¿Te gustaría ir mañana a…? Bueno no sé, a pasear ─ Me propuso sonriente y un poco sonrosado. Yo bajé la mirada apenada, y luego lo vi y asentí.

 ─ Está bien ─Accedí. Él asintió. Y vi de lejos  a Megan, no me la quería topar. Así que me despedí con un abrazo de Danny y salí de nuevo, camino a casa. Luchando con el frío. Y agobiada de tantas emociones en un solo día. 

Ademas, ultimamente sentía que alguien me vigilaba...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top