Capítulo cuarenta: El fin, y el principio.
—Un mes después—.
Ella miraba por la ventana. Los coches iban y venían sin descanso. Eran carros de todos los colores, de todos los tamaños. Y su eterno recorrido la distraía de forma entretenida de todo lo que debía pensar.
Alrededor de sus ojos comenzaron a nacer enormes ojeras. Marcas hechas gracias a las miles noches por las que había pasado en vela pensando en mil formas, mil soluciones, en cómo se podía haber acabado todo el asunto si no hubiera...
A su lado, reposaba el periódico de hacia quince días. Según las cifras, aquella edición en el Times había rompido records mundiales en cuanto a ventas debido al escándalo que se cernía entorno a la noticia en letras grandes y negritas.
"Estrellas del cine envueltas con mafiosos".
La primera vez que lo había leído, Scarlett creía que aquello era demasiado simple para redactarlo, pero no para vivirlo. En aquel papel, el reportero impregnaba a pelos señales lo que había ocurrido en la bodega, se hablaba también del milagroso escape, y de que los criminales se habían dado a la fuga sin que las autoridades tuvieran éxito alguno al intentar encontrarlos.
Hablaban de Scarlett; de su relación lejana con ellos, y de su linaje sanguíneo; de Robert y su fuerte amor por la actriz, que lo llevó a hacer cosas inimaginables sólo por amor. Pero a pesar de su gran hazaña, Robert no era el héroe próximo a Martir.
Sin duda.
En algún momento, Robert había ingresado a la habitación de la rubia. Se quedó un momento, observándola, sin saber cómo darle la noticia. Afortunadamente, Scarlett sintió su presencia, lejana, pero sin girarse a verlo, dijo con voz suave:
— ¿Encontraron algo?
Robert se aproximó a ella. Colocó una mano en su hombro, y le dio un beso suave y profundo en la frente. En otros casos, aquel beso habría resultado tranquilizador, pero ahora sólo ponía más nerviosa a Scarlett.
—Robert.
—No —murmuró él, finalmente, arrodillándose junto a ella—. No lo encontraron. Dicen que es como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra... Sí estuviera muerto, habrían encontrado su cuerpo, pero... Es difícil.
—Pero seguirán buscando, ¿Verdad? —Scarlett fijó su mirada en la de él. Robert, mordiéndose interiormente la mejilla, tardó un segundo para responder.
—Las... Las autoridades han cerrado el caso.
— ¡¿Qué?!
—Tranquila —le tomó las manos—. Es sólo que, es inútil, no han dado con él en todo el país, y no tiene caso gastar tiempo y recursos en buscarlo sí él ya está... Muerto, entiende.
Pero Scarlett no quería entender.
— ¿Las autoridades, ah? —se levantó de la silla, y lo vio fijamente—. Aunque para ti también sería muy conveniente si Johnny desapareciera, ¿No, Robert?
Robert abrió la boca, pero no dijo nada. Se levantó y la vio con expresión grave.
—No soy así.
—Claro que no —espetó ella, con voz fría, encolerizada—. La policía no puede detener una búsqueda a menos de que alguien lo permita... —Susurró y se acercó a él—. ¿Te das cuenta de qué Johnny tiene dos hijos adolescentes que lo necesitan, y que le lloran? Eres un maldito egoísta.
— ¿Yo el maldito egoísta? —replicó Robert, con voz quebradiza—. ¡Pero sí es Johnny la maravilla del mundo! Tú sólo piensas en él todo el día, "¿Dónde estará Johnny?" "¿Crees que esté vivo?" "Pobre Johnny, fue mi culpa" —rabió con fuerza—. ¿Y yo Scarlett? ¡Johnny no fue el único imbécil que arriesgó su vida! ¿Acaso no tienes ningún pensamiento para mí? ¿No puedes preguntarme siquiera como estoy?
—Tú estás bien —replicó Scarlett, fulminándolo con la mirada—. Estás vivo, estás discutiendo, y estás impidiendo su búsqueda. Tus hijos te ven todos los días así como yo —suspiró levemente, y sonrió de manera sutil—. Pero si no te gusta la manera en cómo te trato, ya sabes que hacer.
— ¡Bien! —Sentenció Robert, enojado y fuera de sí—. Tienes razón, ¡Terminamos! —se acercó a la puerta y la vio fijamente—. Creí que eras diferente, creí que podría encontrar a mi compañera en ti —susurró con amargura—. Pero veo que me equivoqué.
Scarlett, al borde del llanto, tomó el florero de su escritorio y se giró a Robert, totalmente fuera de sí.
— ¡LARGO! —Gritó y estrelló el florero en la puerta por la que Robert salió con paso apurado. El portazo cubrió el sollozo de Scarlett que emergió de su alma hasta desgarrar su garganta.
Cayó al piso. Sola. Sus hermanos habían sido trasladados a Dubai donde eran protegidos por el FBI. Ahí estudiarían sin riesgo alguno. Ella hubiera querido irse también, pero tuvo dos motivos para quedarse. Ambos tenían nombre y apellido.
Se acostó en el piso. No supo por cuanto tiempo. Pero fue el suficiente para que todo se oscureciera. No sabía de qué iba la vida, no entendía cómo era posible no tener nada, tenerlo todo, y después volverse a quedar peor. Era famosa, tenía dinero, podía tener el contrato que quisiera en Hollywood. Pero no tenía amigos, su familia estaba lejos, y las únicas personas que quería estaban igual o más lejos que sus hermanos.
Soltó un suspiro.
Tomó el celular de sus bolsillos. La luz la cegó por unos segundos, pero sin hacer gesto alguno, se dirigió a sus contactos. Buscó distraídamente los nombres que quería leer, y presionó el de Robert. Lo llamó.
—"Hola, habla Iron Man. Es posible que esté rescatando al mundo, así que deja tu mensaje para que Jarvis pueda dármelo después"
Colgó con una sonrisa. Robert siempre había sido tan divertido. Tan él... Mordió su labio y con lentitud buscó el otro. En poco, dio con el nombre de Johnny Depp. De hecho, era de los primeros junto con el nombre de Robert. Scarlett debía admitir que ellos, después de sus hermanos, se habían vuelto sus personas favoritas en el mundo.
Marcó a Johnny Depp. Aunque sabía de antemano la respuesta, lo hizo.
— "Hola, si no respondo posiblemente esté ocupado, pero deja tu mensaje y te llamaré enseguida sin dudarlo. Gracias. Bonito día".
Se escuchó un pip. Y el mensaje comenzó a grabarse.
Las lágrimas se agolparon en sus ojos. Probablemente jamás volvería a oír la voz de Johnny a menos de que le marcase a su celular así como lo hacía. La contestadora aún grabaría su mensaje, y nada perdía si...
—Hola, Johnny —susurró Scar en medio de la oscuridad—. ¿Cómo estás? Yo bien... Sólo quería decirte que lo lamento, ¿Sabes? Te quiero mucho, demasiado. Y para mí, aún ocupas una gran parte del universo. Cuídate, te estaré esperando.
Colgó.
Y lloró amargamente durante una eternidad. Donde no sabía si era el dolor que la hacía obrar de aquella manera, o la soledad donde estaba sumergida. Probablemente, eran ambas. Lloró hasta que sus ojos ardieron, hasta que su alma se sintió un poco más libre. Se deshizo de todo mal pensamiento e injuria, y después, en la madrugada, se quedó dormida con el celular en la mano. Exhausta.
Despertó al día siguiente con un dolor tremendo de cabeza. Se levantó, dejó el celular en la mesita y se fue a duchar. No podía dejar que la vida la apalease. Planteó en ir a buscar algún papel en alguna película para matar tiempo y dejar de estar enclaustrada en una progresiva desaparición a la soledad.
Salió. Se cambió sencillamente, y desayunó cereal. Pensó en que debía conseguirse alguna amiga para evitar el encierro total. O marcarle a Noah, esa sería mejor, después de todo era su amigo.
Lavó los platos y se metió a su habitación para tomar su celular e irse.
Justo cuando lo echó en su bolsillo, vibró con intensidad. Scarlett, frunció el ceño y lo sacó de sus vaqueros y vio en la pantalla.
"Usted tiene un mensaje nuevo"
Scarlett abrió el mensaje, el mensaje que le daría a su vida un giro de 180 grados:
"Y tú no sabes las ganas que tengo de verte, rubia. Es grato saber que me quieres, pero yo a ti te amo.
Te tengo tantas sorpresas, pero las dejaré para otro día.
Por mientras, entretente sabiendo que eres mi ángel.
Tuyo para siempre,
Johnny Depp"
FIN.
N/A: ¡Hola a todas mis queridas lectoras!
Aprovecho el último capítulo para agredecerles. Por siempre votar, comentar cualquier cosa, por emocionarse, por mandarme a la mi***da xD Las quiero a todas. A las que aman a Johnny, a las que aman a Bobbie, y a las que aman a ambos o simplemente están iniciandose en éste mundo. Gracias por éste año que ha estado lleno de todo tipo de emociones.
A lo mejor habrá otra temporada, pero no por hoy. Sí la hay, no duden en que dejaré el link en un capítulo por acá:3
Y, bueno, cómo dijo un gran maestro.
¡Gracias totales!
Muy agradecida,
W.
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