CAPÍTULO O3. El camino de las cinco piedras
Historia 100% de mi autoría
Prohibida su copia y/o adaptación
—— PAREJA PROTAGÓNICA ——
Hiccup Haddock • Jack Frost
"Las faltas de ortografía se corregirán cuando la historia esté concluída"
El frío de la noche lo confundía, creyendo que estaba sumergido en una alucinación, se aproxima hacia él con pasos lentos, el sonido de sus llantos le rompía el corazón, la necesidad de tomar su mano y abrazarlo crecían con el paso de los segundos, se detiene cuando escucha un fuerte sonido parecido al toque de una puerta, gira y puede notar una enorme sombra hablando, no lo entendía con exactitud pero aquello hizo que el pálido hombre se levantara.
Pasa frente a él ignorando su presencia, intenta tomar su mano con la intención de detenerlo, pero cuando sus manos están a punto de tocarse un enorme dolor en su pecho aparece, cayendo de nuevo al suelo, parece que el extraño ser lo notó, deteniéndose a observar lo que parecía un punto en la nada, sin explicación alguna dentro de la cabeza de aquel joven castaño pasaban miles de imágenes, como una película fragmentada repitiéndose una y otra vez.
Desea gritar, pero el dolor era tan fuerte que no lo dejaba hacerlo, con ambas manos aprieta su cabeza y espera a morir, la agonía que ese extraño ser le transmitía lo estaba matando, así se sentía.
"Quisiera que nada te hiciera daño, estaría dispuesta a soportar el dolor por ti" la voz que escuchaba era tan suave igual a la de una delicada mujer, el tono expresaba tristeza y melancolía "si existe una próxima vida, desearía quitar todas tus penas. Te amo tanto que haría cualquier cosa para hacerlo realidad"
Suplicar era su única alternativa, cerró sus ojos esperando que el dolor en algún momento terminara, mientras tanto, las imágenes continuaban transcurriendo convirtiéndose en recuerdos, como si él lo hubiera vivido, su risa es tan aguda, el movimiento de sus manos es lento y controlado, el escenario es tan hermoso que parece real.
Era exactamente igual a como lo narró Snotlout, viendo a lo lejos ese palacio...
— ¡Hiccup! — Eran tantas voces hablando al mismo tiempo que no sabía distinguir lo real de la alucinación — ¿¡Hiccup, dónde estás!? — Entre tanto dolor y ruido logró identificar la voz de Fishlegs, por lo que abrió los ojos precipitadamente
Mala idea, porque lo primero que vió fueron dos hermosos ojos azules, lo veía con tanta claridad que comenzaba a dudar que era solo una alucinación, era como si ambos se encontraran en dos lugares completamente distintos, sin embargo, él tenía la capacidad de verlo, pero ese pálido hombre no. De manera inexplicable comenzó a llorar, su rostro estaba tan cerca que tuvo el deseo de tomarlo, lentamente coloca su mano en su mejilla, sintiendo una conexión, como si hubiera estado toda una vida a su lado, acostumbrado a ver esos resplandecientes e inusuales ojos. Como si hubiera estado esperando este momento por tanto tiempo.
No lo entendía, el acelerado ritmo de su corazón, las ganas de llorar, la necesidad de tocarlo, eran las señales de que un sentimiento de amor estaba dentro de él, sin embargo, parecía que lo sentía alguien más.
No se contuvo más y se lanzó a ese pálido ser con la intención de abrazarlo, pero inesperadamente desaparece rodeándolo una extraña niebla, y sin más, todo a su alrededor se oscureció.
— Hiccup, despierta — El dolor que tanto sufrió desapareció y todas las voces se dispersaron escuchando solo una — ¿Deberíamos llamar al señor Haddock? — Poco a poco abre sus ojos sintiendo un leve mareo, aclarando su vista con el pasar de los segundos — ¡Ya despertó!, Hiccup nos tenías muy preocupados
Miró a su alrededor percatándose que seguía en el oscuro bosque, es inevitable notar a Fishlegs aliviado como si al verlo despierto pudiera por fin respirar y a Snotlout parado a unos centímetros de distancia asegurándose que nada grave le sucedió, inconscientemente toca su pecho pero el dolor ahora ya era inexistente.
— ¿Qué te sucedió?, de un momento a otro desapareciste — No respondió a su pregunta, ya que ni él mismo sabía lo que había ocurrido, parecía haber sido un sueño — ¿Estás lastimado?
— No... — Fue lo primero que respondió intentando levantarse con la ayuda de Fishlegs — Creo... que me desmayé — Ambos chicos lo miraban confundidos, sin embargo, no quisieron agregar nada y prefirieron que era mejor volver a casa sin hacer más preguntas
Dejaron el festival y llegaron a la casa Haddock cerca de las tres de la madrugada, al entrar nadie estuvo esperando por ellos, fue de gran ayuda avisar con antelación al señor Gobber que llegarían muy tarde, no hablaron mucho después de el incidente, cada quien caminó a su respectiva habitación, Hiccup lo primero que hizo fue lanzarse a la cama y dormir, pero era imposible al ver esos hipnotizantes ojos cada que vez que los cerraba.
Permaneció por mucho tiempo recostado mirando la ventana, la luna continuaba resplandeciendo dejando entrar un poco de luz directo a su escritorio, en ese momento encontró la motivación de levantarse y tomar asiento frente al mueble, de su mochila sacó un par de lápices y hojas de papel, encendió la pequeña lámpara y con una navaja comenzó a sacarle punta, estaba nervioso, había olvidado la última vez que dibujó algo.
Desde que era pequeño consideró que tenía la misma inspiración de su madre al pintar y dibujar, se dedicó a practicar todos los días iniciando por lo más básico, hasta que pudo considerarse medianamente bueno con el pasar de los años, deseaba compartir al menos un pasatiempo con su madre pero todos sus esfuerzos fueron en vano en el momento que tuvieron ese accidente, ver algún objeto relacionado con la pintura hacia a su madre enloquecer.
Es por eso que perdió la práctica así como su inspiración.
Pero de manera inexplicable, después de ver su rostro había quedado dentro de su mente que lo motivó a dibujar después de mucho tiempo, cada vez que pasaba el lápiz por el papel la sensación de dolor volvía ligeramente, jamás había sentido ese hormigueo recorrer por todo su cuerpo, justo como lo habían relatado varios artistas famosos en sus entrevistas.
"Muchas veces esta motivación no solo viene de ti, sino que es influenciado por otra persona. En lo personal, lo llamaría casi como una conexión"
Tal vez era porque no había practicado por bastante tiempo o era porque lo había visto tan cerca que cada trazo le parecía incorrecto y volvía a borrarlo, hasta que después de varias hojas arrugadas y el desgaste de los lápices lo dejaron satisfecho, restregó sus ojos dispersando el sueño y pudo notar que el sol comenzaba a salir, miró rápidamente su celular marcando las seis y media de la mañana, estiró sus brazos y su vista se concentró en el trabajo terminado.
Lentamente toma la hoja de papel entre sus manos, sus dedos recorren cada parte de su rostro dibujado, no entiende en qué momento dibujó un escenario desconocido, además del inusual trono de raíces dibujó varios árboles escarchados y un lago congelado.
"¿Cuál... es tu nombre?" fue lo primero que pensó, no podía simplemente llamarlo el hombre del bastón alargado, y sin esperarlo lo único que se le ocurrió fue volver al lugar secreto de Snotlout, incluso a ese extraño y tenebroso bosque. Quería respuestas, necesitaba saber por qué ese personaje ficticio y él estaban tan conectados hasta el punto de pasar la línea de la fantasía y lo real.
— A todo esto, ¿por qué no quieres que Fishlegs nos acompañe? — Estuvo evitando esa pregunta por varios días, pero era obvio que Snotlout la haría tarde o temprano
— Desde que me separé de ustedes en el bosque lo único que hace es cuidarme de cualquier cosa, hubiera hecho lo que sea por evitar que volviera a este lugar — Respondió caminando entre los árboles del bosque cubriéndose del sol a través de las sombras que proyectaban las hojas — Además, eres el único que puede mostrarme este lugar
— Exactamente... ¿por qué veniste a este lugar?
— Necesito respuestas de este extraño y maldito bosque — Respondió mirando de manera constante el suelo
— No me refiero al bosque, es decir, ¿por qué decidiste quedarte con tu tío? — Hiccup se detuvo un momento no contestando a su pregunta, lo que levantó más sospechas en el chico pelinegro — Eres de la cuidad, ¿no es así?
— No tengo que darte detalles sobre mi vida — Continuó caminando mientras Snotlout lo seguía por detrás, considerándolo un muchacho poco usual, lo confirmó cuando se perdió aquella noche
— ¿Problemas escolares?, ¿un amor que fracasó? — Cada pregunta hacía perder su paciencia, limitándose a seguir buscando entre la tierra y las raíces — O quizá... ¿un oscuro pasado?
Hiccup volteó a mirarlo molesto, se acerca a él con la intención de callarlo de cualquier manera pero tuvo la fuerza de evitar violencia física y decir.
— Digamos que mi sola existencia es un error, ¿puedes vivir con eso y dejar de preguntar estupideces? — Su intento por intimidarlo no funcionó, por el contrario, lo incitó a acercarse más y responderle
— Un error... ¿quién te considera de esa manera... no me digas que... tus padres? — Siempre había resultado de esa manera, explicar porqué su madre no lo quería se estaba volviendo cansado para él. A veces no era necesario decirlo, muchos podían simplemente intuir — ¿Tan miserable es tu vida?
Hiccup comenzó a reír ante su comentario, hace una semana había escuchado algo similar cuando cortó sus lazos con Astrid, intentó ignorarlo y continuar por su cuenta, pero Snotlout lo detiene.
— Eres tan raro, desde que llegaste te comportaste de una manera extraña, incluso esa noche... — Atrapó la atención del castaño al escucharlo decir lo último
— ¿Qué quieres decir? — El contrario prefirió no responder, dándose cuenta que había dicho algo que no debía — ¡Oye!, ¿qué hice exactamente?
— Cuando dijiste que creíste haberte desmayado, en realidad no fue así — Sus pausas lo desesperaban cada vez más, pidiendo respuestas — Al buscarte escuchamos que estabas gritando y llorando, te encontramos en el suelo mirando a la nada, tocabas en el aire como si alguien estuviera ahí
— ¿Acaso... no dije algo?
— Susurrabas cosas sin sentido, como si alguien te estuviera torturando — Lo negó una y otra vez, tratando de convencerse que todo lo que vió esa noche no fue real, simplemente era algo sacado dentro de su imaginación influida por las místicas historias de Snotlout
— Estás mintiendo, esa extraña criatura no puede ser real. Todo lo que ví y sentí era parte de mi mente, solo eso — Snotlout comenzó a preocuparse ante el comportamiento del adolescente
— No tengo idea de lo que viste o sentiste, y no quiero saberlo realmente. Lo único que puedo decirte es que al señor Haddock le enfurece que sus huéspedes consuman sustancias desconocidas — Se trate de una broma o no, el castaño no parecía prestarle atención — ¿No eres muy joven para arruinar tu vida de esa manera?
— Creo que será mejor que regreses, puedo seguir por mi cuenta — A punto de irse, Snotlout interviene deteniéndolo al tomar su muñeca
— ¿Y dejar que te suceda algo aquí?, por si no lo notaste la mayoría vió que nos fuimos juntos, por lo tanto, el único culpable sería yo por abandonarte — Hiccup se expresó inconforme y a pesar de sus muecas, el contrario se negó a dejarlo solo — ¿No puedes decirme qué estás buscando exactamente?, tal vez nos ahorre tiempo y podemos regresar lo más pronto posible
Esa pregunta desconcertó a Hiccup en todos los sentidos, ya que ni él mismo sabía qué era lo que buscaba específicamente, se tomó unos segundos para pensar y lo primero que le llegó a la mente fue ese peculiar camino de piedras resplandecientes.
— Tú dijiste que había posibilidad de encontrar ese palacio, que una de las personas del pueblo vió vagamente cinco piedras que brillaban casi igual a un auténtico diamante — El chico pelinegro no sabía cómo mirarlo, desconocía sus intenciones al decirle aquello — Tal vez las piedras sean sean la clave para acceder a ese palacio
— Creí que considerabas todo eso como algo absurdo e irracional, ¿por qué te interesa eso repentinamente?
— Supongamos que desde esa noche tuve una especie de revelación — Snotlout trató de evitar reír, pero sus expresiones demostraron todo lo contrario — ¿Qué?
— ¿Esperas que crea esa excusa barata? — Hiccup no respondió ante su pregunta ya que él tampoco lo creería si viniera de otra persona, debatiéndose seriamente si debía confesarle la verdad — Deja de decir mentiras y solo confiesa que quieres el dinero que se obtendrá
— ¿De qué demonios hablas? — A partir de ese momento se encontraba perdido dentro del bosque así como también dentro de su cabeza
— Fuiste el primero en cuestionar todo lo que tenía y cómo las obtuve, siendo sincero no esperaba que te dieras cuenta tan pronto — Mientras más palabras escupía, Hiccup comprendía más la situación
— ¿Fishlegs sabe sobre esto? — Se negaba a creer que la primera persona que le ofreció su amistad fuera la misma que lo estaba engañando de una manera tan sucia
— Sí lo sabe, me dijo que no te comentara nada pero tú solo lograste descifrarlo. Ahora que lo sabes, ¿te quedarás afuera como él o te unirás? — Lo que hacía Snotlout era muy arriesgado, intuía que su admiración por los libros y cuentos de fantasía era solo una técnica para lograr algo, pero no pensó que fuera algo tan serio como lo que estaba sucediendo
— Si me niego, ¿qué piensas hacer? — Snotlout lo miró con lástima, acariciando y golpeando al mismo tiempo su mejilla
— Si piensas que te mandaré a callar con golpes, no te preocupes. No lo haré, considera que soy una persona buena y confiaré en que no se te escapará nada, si no lo haces... me temo que sí tendremos problemas — Este tipo de amenazas suaves no era algo nuevo para él, recordando inconscientemente aquella vez que descubrió a unos chicos de su clase consumiendo alcohol a los lugares más recónditos del colegio, sus palabras fueron pocas pero las suficientes para comprenderlo
"Tú decides Haddock, tienes una vida tranquila callado o conoces el infierno con tu boca abierta"
— Será mejor irnos... — Snotlout dió media vuelta y retomó el camino que los conducía a la casa Haddock, Hiccup obedeció sin objeciones, si era listo sabía que en estos momentos era mejor mantenerse callado, volvería al bosque solo. Sin Snotlout o Fishlegs, solo él y el misterio que ocultaba ese lugar
Siguiéndole el paso, de manera inesperada su visión comienza a tornarse borrosa, el dolor de cabeza se hizo presente, extendiéndose por todo su cuerpo hasta detenerse en su pecho, intensificándose con el pasar de los segundos, justo como esa noche. Sus piernas perdieron fuerza, cayendo al suelo de inmediato, escuchó a Snotlout gritar su nombre, pero solo fue por un momento porque ahora lo único que escuchaba era un pitido en el oído que aumentaba cada vez más.
Intentó respirar para calmar su ansiedad, pero todo parecía ser inútil a estas alturas, sintiendo que este dolor era causado por él, tuvieron que pasar unos segundos para que lo comprendiera, resignado a dejarse llevar por el sufrimiento y simplemente esperar a que se detuviera, solo le quedaba eso.
El nuevo escenario parecía tan irreal como el anterior que visualizó, un inmenso bosque lleno de flores de loto, árboles gigantes que si lograbas escalar hasta la punta podías ver el mundo entero, sus ojos parecen cegarse ante los rayos del sol, protegiéndose con sus largos dedos al colocarlos en el aire sobre su rostro.
Escucha el sonido de los grillos y el ruido que emiten las hojas al moverse con la ayuda del viento, sintiendo de un momento a otro como varias gotas de agua caen del cielo en su cuerpo, corre en busca de un lugar donde refugiarse, por unos minutos su búsqueda parece fracasar sintiendo su ropa mojarse por completo, hasta que parece haber un destello de esperanza al visualizar una pequeña caseta hecha de troncos y bambú, se apresura y deja un peculiar canasto en el suelo, comienza a sacudir su ropa empapada, después solo espera a que la lluvia se detenga para volver.
Entre los troncos puede ver como una oruga camina hacia una hoja con la intención de protegerse, sonríe y deja que la oruga se coloque en su dedo índice ayudándole a acortar su camino, vuelve a sonreír observando como el pequeño animal se enrosca. Voltea para continuar con su espera pero su corazón se acelera al ver un rostro pálido demasiado cerca, se aleja con la intención de mantener distancia, el rostro del ser contrario no parecía feliz.
"Volviste a perderte, ¿no es así?" no hubo sentimiento en sus palabras, marcaba tanto la diferencia entre cada oración conforme a sus estados de ánimo.
"Solo esperaba a que la lluvia se fuera, no estoy perdida" se cruzó de brazos y apartó su rostro de él frunciendo el ceño.
El hombre de cabellos blancos caminó unos centímetros para quedar frente a ella y tocar la parte que se hundía entre sus cejas.
"¿Por qué haces esto cada vez que te molestas?" preguntó curioso tocando más a profundidad, hasta que se detuvo al sentir arder la palma de su mano "¡Oye!, ¿¡por qué lo hiciste!?"
"No toques a una señorita sin su permiso, ¿la luna no te enseñó modales?" el hombre la miró desconcertado, era la primera vez que le hacía daño "Y lo que hago se llama fruncir el ceño"
Nadie habló después de que la bella mujer lo pellizcó, el pálido ser parecía confundido, ¿acaso a esto le llamaban los humanos peleas maritales?, aún no entendía por completo a la linda dama que tenía a su lado, pero cada día que transcurría con su compañía aprendía algo nuevo, sea bueno o malo, al final de ese largo día ella permanecía a su lado y eso era suficiente para él.
"Te ves muy linda haciendo eso" la mujer lo miró descifrando si se trataba de una broma, después de unos segundos respondió.
"Si tanto te gusta debería enojarme más seguido" esperando una respuesta siente como alguien toma su mano, ambos se miran a los ojos no siendo necesario disculparse, su conexión les permitía comprenderse de esa manera.
"Haciendo esa extraña acción o no, tú siempre serás hermosa ante mis ojos" una sonrisa fue la señal de que todo ya estaba resuelto y como todos los días, ese pálido ser aprendía algo nuevo "¿Te parece si... dejo algunas pistas en el bosque?"
"¿Pistas en el bosque?"
"Serán señales que solo tú puedes encontrar para saber el camino de regreso" ella asintió con felicidad ante su propuesta "De esa manera no tendrás que fruncir el ceño"
"¡Oye!" el ser de cabellos blancos comenzó a reír ante los inofensivos golpes que su amada soltaba.
"Pero el día de hoy regresarás conmigo" la mujer asintió aceptando el brazo que se le era extendido, volviendo al valle donde se encontraba un palacio de ensueños.
Su objetivo al volver a la casa de su tío Gobber era simple, apaciguar todas sus penas. Y de alguna forma la había encontrado en ese extraño bosque, adentrarse a ese lugar le permitía olvidarse de todos sus problemas, porque a pesar de ver y sufrir con ese extraño ser pálido de cabellos blancos y ojos azules, podía olvidar cualquier cosa. Ese místico ser le hizo experimentar la libertad y el sometimiento al mismo tiempo.
Podías correr y respirar el todo el oxígeno del mundo pero todo era inútil si tu alma estaba encadenada al pasado, y ese era su problema, el dolor seguía en el corazón de Hiccup, lo que le impedía sentirse bien y libre.
Incluso si llegó a ese lugar con la intención de encontrar paz, justo en esos momentos sus constantes desmayos se lo impedían, ya que debía permanecer en cama por varios días para su recuperación.
— Puedes llamarme a mí o a Fishlegs si necesitas algo — Le recordaba su tío arropándolo con las sábanas — Por ahora las salidas están prohibidas, debes recuperarte
Incluso si el doctor le había dicho a su tío que los constantes desmayos se debía a la ansiedad y la falta de alimento, él no lo creía. Por primera vez cuestionó las palabras de un profesionista y dedujo por su cuenta que esos desmayos le permitían ver la vida de esa mujer, su primer desmayo solo fueron fragmentos pero esta vez fue un recuerdo completo que le dió la respuesta. No podía quedarse acostado sin volver a intentarlo, debía descubrir la entrada a ese palacio incluso si le costaba la vida.
Su más grande anhelo en esos momentos era verlo, y preguntarle por qué estaban conectados.
— Por cierto, Hiccup... — Antes de que el hombre se retirara de la habitación, se detuvo unos momentos para decirle algo más — Intenté llamar a tus padres pero... ellos no contestaron
Fue triste lo que escuchó, pero algo dentro de él ya lo esperaba.
— Tu padre me mandó un mensaje esta mañana, dijo que tu madre tuvo una recaída y por eso no atendió mis llamadas — No fue necesario responderle, su tío pudo deducir que no estaba de humor para hablar sobre ello — Me pidió que cuidara de ti y que vendría lo más pronto posible
Si le dijera a su madre lo mal que estaba... ¿vendría a verlo también?
Su pregunta no fue respondida cuando su tío abandonó la habitación, se quedó solo en un profundo silencio, quería llorar, deseaba desahogarse de alguna manera, pero ninguna gota de agua se deslizó, arrugó las sábanas y con fuerza se cubrió la cabeza, pateó en el aire como un niño pequeño y después de unos minutos se detuvo. De manera inconscientemente miró la ventana, esperando que algo increíble sucediera afuera, y como si fuera una petición sucedió.
Se levantó apresurado y miró el exterior, no sabía si sus ojos lo estaban engañando o veía varios destellos blancos a lo lejos, casualmente dentro de ese bosque, no lo pensó más y se dirigió a su armario, sacando lo que creía necesitar pero es interrumpido ante el sonido de la puerta abrirse.
Lanzó la mochila debajo de la cama y fingió caminar vagamente en la habitación, maldijo su mala suerte al ver que era Snotlout, bufó molesto y volvió a su cama.
— ¿Qué hacías? — Cuestionó al ver el armario desordenado y sus sábanas casi en el suelo, no debía ser un genio para saberlo — Si planeas volver a salir te sugiero que no lo hagas, el señor Haddock estará furioso si lo haces
— Mis asuntos no tienen que importarte — Era verdad, y también era cierto que en un principio el chico pelinegro notó algo extraño en ese muchacho, pero vió la manera en la que colapsaba y las dos veces que le sucedió fue dentro del bosque, no era buena idea volver ahí
— El señor Haddock está preocupado por ti, también Fishlegs. ¿Quieres dejar de comportarte como un niño? — Hiccup fingió no escucharlo y continuó sentado en la cama — ¿Sabes?, puedes hacer lo que quieras, quedarte aquí o volver a ese bosque, mientras mantengas la boca cerrada
En ese momento Hiccup recordó los objetos que tenía Snotlout en el cofre, se apresuró a alcanzarlo y lo detuvo en la puerta.
— El mapa que conseguiste — Sus palabras fueron tan aleatorias que en un primer momento no lo comprendió
— ¿Qué mapa? — El joven castaño cerró la puerta con la intención de evitar que alguien más los escuchara
— Necesito que entregues el mapa que me mostraste esa noche — No sabía cómo interpretar su petición, le pareció tan absurda que no se molestó en disimular su risa burlona
— ¿Qué te hace pensar que te lo daré? — Hiccup caminó hacia su escritorio donde se encontraba su celular, lo tomó y confiado añadió
— Será una pena si mi tío se entera que uno de sus inquilinos roba objetos históricos — Snotlout hizo un esfuerzo para no acercarse a él y golpearlo, crear un escándalo no era lo ideal — En el cofre tienes más de treinta objetos que puedes sacarle beneficio, no creo que te haga daño extraviar uno
— ¿Piensas que tus chantajes funcionarán? — El contrario alzó sus hombros teniendo claro quién era el que tenía la ventaja
— Tú decides, perder todo y desahogarte golpeándome o perder un objeto que no vale ni una cuarta parte de lo que tienes — Lo pensó por unos segundos y al final no tuvo otra alternativa más que acceder a darle lo que quería
La noche cayó más rápido de lo esperado, Hiccup al tener el mapa en sus manos y ver en su celular marcar las tres de la mañana, entendió que era hora de irse. Si algo no salía según lo previsto, regresaría a primera hora de la mañana. Su tío no lo descubriría, estaba confiado en que así sería.
Salió de casa y caminó algunos kilómetros para llegar a la aldea y de ahí al bosque, el clima era frío, casi helado. Dando señales de que en los próximos días comenzaría a nevar, el viento estuvo a punto de quitarle el mapa que tenía entre sus manos, pero aún si lo tenía era inútil, no parecía encontrar ese dichoso camino de piedras resplandecientes. Hasta que un milagro ocurrió, en la parte del tronco de algunos árboles podía verse marcado un copo de nieve que brillaba con tanta intensidad.
Lo tocó e inmediatamente lo recordó...
"Señales que solo tú puedes encontrar para saber el camino de regreso"
Miró más allá y todos los árboles que parecían tener esa marca lo guiaban a un lugar, camino por varios minutos llegando a sentirse mareado ante tanta luz, hasta que el último árbol marcó el final pero desafortunadamente no había nada, caminó a su alrededor y seguía sin encontrar nada, pateó la tierra frustrado, dándose cuenta que debía volver, siendo esta noche un desperdicio.
Se recargó de un tronco derrotado, pero quedó sin palabras al notar como todas las marcas de los troncos se volvieron a iluminar además del árbol del cual se había recargado. Mostrando cinco luces que viajaron a las raíces y de la tierra salieron cinco piedras destellando como auténticos diamantes, cada uno tenía un color en específico.
Dorado, plateado, rojo, verde aqua y azul celeste, cuatro de ellas giraron alrededor de la piedra azul y volvieron a iluminar el árbol, cambiando una parte de ella de color, tomando la forma de una pequeña puerta arqueada, tocó el área del tronco y se abrió, dejando ver otro mundo completamente distinto.
El bosque de las flores de loto, estaba ahí. Miró de nuevo el mapa y comprendió que el objeto que sostenía no era para su mundo, sino para el mundo que el ser había creado hace muchos años atrás.
El palacio jamás desapareció, siempre estuvo ahí, únicamente fue transportado a otro mundo paralelo al de él.
"El valle de la luna creciente, para que el lugar pudiera seguir manteniendo su pureza, el jefe del valle tuvo que crear un nuevo mundo, donde el alma gemela pudiera estar a su lado alejado de la envidia del ser humano.
El camino de las cinco piedras es el único medio para poder acceder, solo el alma gemela es capaz de encontrarlo."
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