6
Su corazón junto al mío.
Su aliento sobre el mío.
El fuego que hacemos con nuestras manos.
Son mi nueva aspiración a vivir.
-Estás herido. Puedo hacer el resto si lo necesitas. -Sugiere Gulf, tumbado sobre el suelo húmedo. Ambos rodeados por las rocas del lago. Como si los protegieran dentro.
-No. Quiero hacerte sentir bien. Estaré bien mientras tú lo estés.
Mew recorre su cuerpo con sus dedos y traza besos a medida que desciende. Lo mira entre sus piernas y Gulf lo mira con curiosidad. Mew besa su muslo suavemente antes de llenar su boca con su esencia. El ave gime al cielo, acariciando su cabello para agarrar un puñado de este. Repite su nombre hasta sentir que esto en verdad está pasando y no es una ilusión. Siente que vuela sin el uso de las alas y que debe batallar por permanecer en la Tierra. Los gemidos incrementan, su respiración también, pero al momento de destensar el arrogante nudo en su estomago, Mew retrocede la cabeza con una sonrisa. —¿Por qué te detienes? — Gulf pregunta, detenido en el mejor momento.
—Te correrás antes de empezar. Yo no quiero eso. ¿Tú quieres eso?
—N--Nah-ah.
Se cobijan en sus labios. Mew alinea su intimidad en él, con una pregunta que derrite al moreno: —¿Estás listo?
—Sí.
Gulf se sostiene de sus hombros, aterrado. Preguntándose cuánto va a doler. Sin embargo recuerda que el apareamiento no se trata de tales cosas sino de confiar en la persona con la que lo haces y fortalecer el vínculo del amor. Se conocen de toda la vida, literalmente, hasta en el plano amoroso. Siente el miedo de Mew y se inclina para besar su nariz. —Todo estará bien. — Ambos sonríen.
Son uno y aunque el proceso duele, su persona favorita cesa el dolor. Con preguntas de respuestas positivas, sus cuerpos se mueven en sintonía y se sienten bien. Tan bien que Mew hunde las garras en el suelo, su cola animal se enrolla en la pierna del moreno e intentan controlar sus gritos. Unen frentes durante el proceso y cincelan sus mejillas. —Te amo, Gulf. — Mew dice primero y Gulf se sobrecoge durante segundos.
'El apareamiento vuelve a mi león sensible. Qué tierno.'
Ambos destensan lo que sus estómagos contienen y gritan durante. Respiran agitada y cansadamente. Mew se desploma en la curvatura de su hombro, recuperándose. Gulf se recupera en el suyo y se siente más que satisfecho. Pero ahora deberá tomar un baño y--
—¡Oh por Dios! Yo... eh... — Mew endereza la espalda, rasgándose la parte posterior de la cabeza.
—¿Qué pasa, Mew?
—Te dije que te amaba y no sé si aún me a--
—Te amo.
Ambos se miran a los ojos. Gulf mira su mano con garras al lado de la cabeza y la besa. —Te amo mucho-mucho Mew.
—Te amo mucho-mucho.
Ríen mientras se abrazan.
· · ─ ·𖥸· ─ · ·
Pooh despierta y ve a Gulf acariciando a Benjamin. Lucen felices juntos.
Mew no está por alrededor.
Pooh lo busca en los árboles y más allá, hasta que aparece desde una esquina con una rama de peces muertos sobre el hombro. Tres peces muertos a cada lado. Al verlo despierto le indica que van a comer. Pooh asiente. Tan pronto como Mew voltea, Gulf salta sobre él, rodeando su cintura con las piernas, y Mew da círculos con él. Se besan y Pooh comprende la relación de esos dos. No creyó que fuera posible ver homosexualidad en la jungla. —Benjamin debe comer. Pooh también. — Gulf avisa.
—Les traje algo. Pero, ¿Qué tal si dejamos que ellos lo preparen y nosotros nos divertimos un poco más? — Mew susurra y Gulf sonríe travieso. Le da un pico en los labios antes de comunicarle a Pooh por medio de señas si podía cocinarlos. Pooh asiente y los ve irse tomados de manos. Riendo traviesos.
· · ─ ·𖥸· ─ · ·
Graset y Rionfa están en la área de los pumas, pero resulta que estos se han escondido bajo la tierra y el líder da la cara por ellos. —Por favor, ¿no pueden ayudarnos? — Rionfa insiste.
—Lo siento, Rionfa, pero ayudarlos significaría arriesgarnos. El rumor se ha extendido y todas las especies se han escondido. Además, el clan de las aves siempre nos rechazó. ¿Por qué deberíamos ayudarlos ahora?
—Pumas estúpidos. Sólo me dan más razones para odiarlos.
—Graset. — Rionfa intenta calmarlo, pero Graset le da la espalda.
—Lo siento. — El líder puma levanta una porción de la Tierra y se sumerge adentro. Rionfa intenta tomar la mano de Graset y este se aleja pensando en su esposa e hijo. Rionfa también piensa en su león. El único que tiene para pensar. Rionfa le acaricia la espalda como consuelo. —Lucharemos juntos. Además, puedo sentir a nuestros hijos. Siguen con vida. Están ocultos.
—¿Podremos contra ellos? Sólo somos dos.
—Dos líderes con habilidades dignas de nuestros títulos.
Graset voltea y Rionfa está cerca de él. Rionfa retrocede al notar la cercanía y Graset traga grueso. Él pregunta por su herida, recibiendo una respuesta positiva. —Sólo es un rasguño. Gracias.
—Salvemos a nuestros hijos y al pueblo. Juntos.
Graset lo mira a los ojos tal como Rionfa a los suyos. Hacía mucho que no veía esos ojos avellanos y esa piel bronceada al natural. Pensarlo de esa manera le pone la piel de gallina. —Hagámoslo.
Gulf y Mew suben al árbol con vista a la aldea. —¿Estás listo? — Mew pregunta.
—Hagámoslo. Juntos.
Ambos se miran y comparten un beso. Al distanciarse, saltan y corren hacia la aldea. Gulf se detiene más atrás e imita el sonido de un búho con ambas manos. Avistados, cuatro hombres siguen a cada uno. Disparando los artefactos al azar.
Gulf corre tan lejos como puede hasta sumergirse en un estanque naranja de muy mal aspecto. Los hombres se detienen al margen para disparar adentro, pero no ven sangre.
Con una maldición, entran al agua. Justo ahí Gulf sale volando. Acompañado de balas pérdidas. Ninguna le da y los hombres presienten que no están solos. —¡Dios, algo me mordió!— El hombre sacude la pierna, pero al levantarla, ve montones de pirañas triturar la misma. Él grita el nombre de la especie y todos gritan cuando les trituran las piernas. Sólo uno logra salir del lago. Gritando 'hijo de puta' incontables veces. Tullido y veloz, se apresura por regresar a la aldea cuando una flecha inhabilita su cerebro. Sin tiempo a nada.
Gulf la ha disparado desde lo alto de un árbol.
—Hijo de puta. — Gulf murmura antes de irse.
Mew tiene el rostro y las manos ensangrentadas. Su mentón aún gotea sangre. Acabó con dos hombres, le quedan dos más. Los mismos lo apuntan con los artefactos. —Eres un león muy ejemplar. De seguro le gustas al jefe.
Mew gruñe. Su cola pide violencia, sus colmillos carne fresca y sus garras el alma de sus enemigos.
Gulf se sienta en un tronco y le dispara a uno de los hombres. Mew le sonríe desde dónde está, con orgullo. Gulf apunta al otro y le inhabilita el habla para toda la eternidad. Gulf baja del árbol, se revisan, entonces corren a la aldea de nuevo.
—¡Deténganse! — El hombre rubio sale de la cabaña, arrastrando a Nelfa del cabello y tirándola al suelo. Los príncipes se detienen. —Si no paran ahora mismo, la mato. — El hombre apunta a Nelfa en la cabeza. Gulf lo apunta, pero otro hombre lo golpea en la cabeza con el pomo del artefacto. Mew se le va acercar cuando ese mismo hombre lo amenaza con el artefacto.
El león lo mira de reojo.
—Deja ir a mi mamá. — Gulf gruñe desde el suelo.
—No entiendo nada de lo que sale de tu boca.
—Hijo de puta. — Gulf gruñe y el hombre ríe.
—Aprendes rápido, pajarito.
—Déjala ir, Dominic. — Pooh se detiene al lado de Mew apuntando al rubio con un rifle. El rubio ríe y dice: OK, disparándole en la cabeza a Nelfa. Nelfa arquea la espalda con la mirada puesta en el cielo. La sangre estalla detrás de ella y llueve a cántaros.
—¡¡MAMÁ!! — Gulf grita. Todos los habitantes lloran junto al hijo y Pooh no tarda en disparar, pero el hombre se agacha, recarga la escopeta y la apunta al enderezarse. Fijando a Pooh con una sonrisa mezquina. Afortunadamente, Graset lo tumba al suelo con una lanza directo al corazón. Todos se sorprenden y Rionfa ataca al hombre que había golpeado a Gulf. Arrancándole la garganta con los colmillos.
—Mamá. — Gulf gatea hasta Nelfa y la acobija en sus brazos. Ella mira al cielo sin alas para despegar. —Ganamos, mamá. Ya terminó. Puedes acompañarnos. Mamá, por favor.
Graset se arrodilla y acaricia el cabello de Gulf. —Papá, dile que ganamos. Que puede acompañarnos.
Graset quiebra en llanto y se inclina para besar los labios de su mujer. —Siempre serás mi reina, en la tierra y en los cielos. Perdóname por no llegar a tiempo, amor. Pronto volaremos juntos. Es una promesa.
Gulf quebranta y Graset lo abraza.
—¡Ha sido por la anomalía de su hijo!— Comienza una ave.
—Erradiquemos la anomalía antes de que vengan más anomalías. — Apoya otra.
—¡La maldición se extenderá!
—¡SÍ!
Graset los mira mientras su hijo llora en su hombro. Mew ruge para callarlos. —¡Son unos ingratos! ¿Saben cuánto arriesgamos para salvarlos? ¡¿Así es como nos pagan?! MALDITOS INFELICES.
Rionfa y Graset se miran. El segundo guardando el secreto de que ellos practicaron la misma anomalía y el primero dudoso de contarlo. —No expulsaremos a nadie. Él es mi hijo. Sin embargo, las aves y los leones se mantendrán separados. — Graset dicta.
—Papá, no... Esta no es la solución. Esto no pasó por nosotros. Mamá no murió por nuestra culpa. Es imposible.
Mew se acerca para abrazarlo, pero Rionfa lo detiene de la muñeca. Mew se retuerce hasta soltarse y Gulf también se levanta para abrazarlo. Todos, menos sus padres, los miran con disgusto o miedo. Les cubren los ojos a los más pequeños. —Tu mamá no murió por tu culpa, Gulf. No hicimos nada más que amarnos, ¿OK?
Gulf continua llorando mientras que los progenitores se miran desde dónde están.
—Pero quizás tengan razón en algo. No podemos estar juntos. Incluso si nos amamos.
El león lo abraza fuerte y también llora.
Por la tarde, se encuentran al margen del gran océano que rodea la jungla. —Gracias por todo, chicos. Les diré a mi gente que no vengan a este lugar. Hay animales espantosos. — Él finge escalofríos, haciendo reír al dúo.
—Gracias por enseñarnos sobre la humanidad y por tenernos compasión. Te recordaremos. — Gulf masajea su corazón para masajear el corazón de Pooh. Mew hace lo mismo.
—Yo nunca los olvidaré. — Pooh masajea el corazón de Gulf y de Mew. El perrito ladra entonces el dúo acaricia a Benjamin diciéndole que tampoco lo olvidaran.
Segundos después, lo ven alejarse en barco. Mew mira abajo a Gulf, pero el ave se rehúsa a mirarlo. Por supuesto que quiere hacerlo, pero no se verán de ahora en adelante. —Me casaré con Wan. Es lo que padre quiere.
—Gulf--
—No vengas, ¿sí? No lo hagas más difícil de lo que ya es.
Gulf se adelanta unos pasos cuando Mew dice:
—Cásate conmigo. Cásate conmigo y ven a mi aldea. Ahí no tienen problemas contigo.
Gulf se detiene. Son los deseos de su corazón. Irse a vivir con Mew. Tener cachorros con él o adoptarlos de ser necesario. Sin embargo, no puede ignorar su responsabilidad como príncipe. Las palabras no salen como las lágrimas y se va corriendo. El león se cabizbaja, viendo su reflejo en el océano.
Nota de Autorita: OMG, ¿Sucederá esa boda? AHHH. Nos falta un poco más para la final, pero al menos ya no hay malos, ¿Qué les pareció la caza de los humanos y la traición de las aves? Qué malditos.
Y, a mí se me antoja ver cachorritos mixtos jajaja.
De paso les digo que se me antojo hacer una comedia romántica sobre el BDSM y verlo desde una perspectiva carismática y refrescante, ¿Qué creen? Para lxs que no lo sepan, el BDSM es una práctica sexual de dominante y sumiso, incluyendo el uso de sogas y juguetes de la misma temática.
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