2
8 Años Después
Mew se oculta detrás de una colina, observando a un ciervo. Sus ojos marrones sombreados por la oscuridad, y la oscilación de su cola volando algunas hojas. Él alza la espalda, hunde las manos en la Tierra e inclina la cabeza. Pies retrocedidos. Tumba al ciervo con el peso de su cuerpo y lo muerde al cuello. El ciervo se retuerce menos y se encoge hasta tener nulo estiramiento. Cuando pierde la vida, Mew lo acaricia y se disculpa. Usa el brazalete de cuero para limpiarse la boca.
-¡Meeew!
-Ay, no.
El león mira hacia arriba y ve a Gulf cayendo en picada. Rompiendo las nubes con sus alas. Una vez llega, se acuclilla a su lado para estornudar en su cola. Mew no lo realiza hasta segundos más tarde y cuando lo hace, lo agarra de los hombros para ponerlo en pie. -¡¿Y eso por qué?!
-Tenía ganas de estornudar desde arriba.
-¡Mi cola no es un pañuelo!
-Es muy suavecita.
Mew se rinde con él y cuelga el ciervo sobre su hombro. -Hoy tengo prisa, Gulf, tengo reunión con las anacondas.
-¡Oh! Yo también. Tengo fútbol con los conejos. ¿Vendrás a verme?
-Ocupado. - Mew lo mira durante breves segundos y sonríe al ver a Gulf con el collar puesto. Siempre se lo pone cuando lo visita. -Sin embargo, te deseo suerte. Sé que eres algo desmañado, pero mantente alerta. Esos conejos son unos listos.
Gulf sonríe y llega a él con brinquitos para abrazarlo. Mew permanece con las manos en el aire, procesando el abrazo. -¡Gracias, Mew! Siempre te preocupas por mí. Sólo que no lo dices. - Mew no necesita mirarlo para saber que está sonriendo. Lo siente contra su pecho. No lo llega abrazar, pero acaricia las plumas verdosas en sus alas. Venerando el arcoíris en ellas. Gulf retrocede y le pregunta si necesita ayuda para cocinar, ya que él es experto en especias para endulzar la comida.
-Está bien. Si tanto insistes. - Mew dice y tan pronto como voltea, Gulf llega a su lado para empujarlo con la cadera. Mew no hace nada así que Gulf lo intenta otra vez y el león le da una nalgada con la cola, robándole un cómico alarido.
....
Rionfa y los demás leones cocinan o juguetean afuera de sus casas. Todos saludan a Gulf acostumbrados de verlo y él los saluda para atrás, incluso carga a un niño que se lo pide para que den vueltitas en el cielo. El chico los gira como bailarina en el cielo y para cuando baja lo regresa al suelo. -Mew, ¡espérame!- Gulf se apura en alcanzar a Mew y juntos entran a su casa. Rionfa muele unas hojas para cuando voltea a verlos.
-¡Hola, Gulf! ¿Cómo están tú y tu gente?
-¡Hola, Rionfa! Estamos bien, ¿y tú? Vengo ayudarle a Mew a cocinar. Tengo especias en mi riñonera. - Él saca unas especias mientras que Mew acuesta el ciervo en el tablero y agarra una navaja afilada.
-Todo bien por aquí. Oye, grandulón, se supone que no permitimos aves. - Rionfa juega. Mew lo mira con una sonrisa.
-Díselo al guacamayo frente nosotros. Es muy insistente. Te vuelves loco.
-Significa que te vuelvo loco a ti. - Gulf también juega, apoyado en la mesa de cocina y mirándolo sobre un hombro. Rionfa se reserva los comentarios, pero es el fan número uno de esta pareja. Les da la espalda para que ninguno lo vea sonreír.
-Soy mayor que tú. Qué descarado. - El abre el estómago del ciervo mientras que Gulf se une a él, como siempre, y con una porción de especias en los dedos, se la ofrece a oler. Mew huele y acepta la especia. Juntos despellejan al ciervo y preparan la comida. Lo cuelgan de un palo y Gulf se cansa de rotarlo sobre el fuego, a lo que Rionfa estalla en risas.
Hasta que finalmente está servido en distintos platos.
-Gracias, Gulf, por tu disposición y aunque tu padre no lo quiera, sabes que puedes contar con nosotros. - Rionfa ofrece.
-A la orden, ya me debo ir. ¡Deséenme suerte! - Gulf se despide de ellos corriendo hasta surcar los cielos.
Rionfa sonríe travieso y codea a Mew. -Ya dime. ¿Se casaron en secreto? Tiene todo para ser un buen esposo. Incluso usa una falda de plumas.
-¡Papá! Deja de jugar y vístete que ya casi es hora.
-Es que hace calor y esas chaquetas son de pelaje. Aún queda tiempo.
-Como quieras.
Mew se va y Rionfa bebé del té, travieso.
...
Gulf llega a la parte trasera del torneo de arena, dónde sus compañeros lo esperan con collares rojos y brazaletes del mismo color. Los diez jugadores lo miran mal. -¿Dónde estabas? Tenemos que hablar de las tácticas. Los conejos están en camino.
-Lo siento, me distraje un poquito. - Gulf sonríe apologético mientras rasga uno de sus antebrazos. -¡Pero ya estoy aquí! Pónganme al corriente.
Los jugadores se miran entre sí entonces uno le tira la armadura mientras que otro le explica las tácticas. La armadura roja consiste del cráneo de un ave, escudo torácico y rodilleras color escarlata. Todos ingresan con Gulf en la delantera y se encuentran al equipo de los conejos, cuyas armaduras torácicas son color verde. El líder de los conejos es guapo y albino, con colmillos naturales.
—Prepárense para perder, clan de las aves. — El líder rota la pelota sobre su dedo índice.
—Divirtámonos, independientemente del resultado. — Gulf dice y estrechan manos.
La audiencia se divide en dos arriba sobre la arena: aves a la izquierda y conejos a la derecha. Al centro hay una área de tres sillas: dos para los líderes de las aves y una para el líder conejo. El balompié es un juego anual y una herramienta para presentar a los nuevos clanes. En este caso: el clan conejo. El resultado no importa.
Gulf mira arriba a sus padres y estos lo saludan con asentires. —¡Bienvenidos al torneo de los clanes! Nos orgullece presentar un nuevo y esperado clan vecino, ¡démosle la bienvenida al clan de los conejos! — Todos aplauden y vociferan. —Que este juego nos llene de paz y entretenimiento.
Un conejo tardío choca con Gulf y lo pasa de largo. Gulf espera una disculpa, pero eso nunca sucede entonces lo ignora.
—Qué comience el juego, ¡ya!
Anuncia el árbitro y retrocede para que los jóvenes jueguen. En el juego no se permite volar, entonces deben correr.
Las aves ganan la primera ronda gracias a Gulf y todos gritan mientras que los conejos se quejan.
Pero los líderes ríen.
Para la segunda ronda Gulf es bloqueado por un conejo y las demás aves son intimidadas por otros concursantes entonces los conejos ganan.
Para la tercera ronda, el conejo líder domina la pelota entre sus pies mientras corre y justo cuando Gulf lo bloquea, el conejo lo tumba con el hombro y la pelota misteriosamente se adhiere al zapato izquierdo de Gulf. Como si tuviera un imán pegado en la sandalia.
—¿Cómo…? — Gulf murmura.
—¡Qué vergüenza! ¡Ha hecho trampa! — El conejo le alza el tobillo y revela una hoja en la sandalia de Gulf. Una hoja que atrae el tejido de la pelota y la hace adherirse.
—No, ¡yo jamás…! — Gulf mira arriba a sus padres, quiénes se levantan aturdidos. —¡Yo jamás haría trampa! ¡Ha debido de ser un accidente!
Entonces recuerda al conejo que chocó con él. El conejo tiró la hoja detrás de las sandalias de Gulf sabiendo que este iba a retroceder por inercia. ¡Lo que dijo Mew! ¡Que se mantuviera alerta porque los conejos son engañosos! Un clan así no debe existir. No puede existir.
—¡Mentira! Uno de ustedes pretendió chocar conmigo para ponerme esto, como príncipe es mi deber cuidar de mi gente, y personas como ustedes ¡no pueden ser un clan! — Gulf grita. Escandalizando a la multitud entera. Graset se desmaya con un suspiro de princesa en apuros y Nelfa lo sostiene.
—Es cierto. ¡Yo lo vi! — Apoya uno de los jugadores y el público se pone en pie para discutir a la distancia.
—SILENCIO. — Grita Nelfa cuando ya ha tenido suficiente. Todos miran a la mujer líder. —Los conejos hicieron trampa. Sí o no. — Exige.
—... Sí. — El conejo albino confiesa y el líder conejo presiona los ojos cerrados.
—Pido perdón por esta barbaridad. No le enseñe estas cosas a mi hijo. Supongo que los únicos animales destinados a tener un clan son las aves y los leones. Se mantienen en armonía.
Nelfa lo mira triste, pero asiente en su dirección. Los jugadores celebran por la protección del príncipe y gritan emocionados. Gulf se siente aceptado y no puede evitar sonreír un poco.
….
Luego del juego y la salida de los conejos, Graset continúa durmiendo, pero en su habitación y Gulf asiste a una celebración de jugadores. Reunidos cerca de las casas y sentados alrededor de una fogata.
—Ahí estaba yo. Bailandole a esta dama de alas azules y rojas. Ella me ignoraba pero yo daba lo mejor de mí. — Gulf siente la tensión de los demás jugadores. —Hasta que sin decir una palabra se acercó a mí y nos besamos como si la noche fuera eterna. Y lo que hicimos después se sintió como volar sin volar.
Todos ríen y celebran mientras aplauden entonces beben el mamajuana en los vasos. Gulf mira el licor, pero no bebe. —Oye, príncipe, cuéntanos cómo perdiste la virginidad.
—¡Sí! Queremos saber con qué damas has estado. Puedes estar con cualquiera por ser el príncipe.
—Yo no sé de lo qué hablan. Aún no me apareo con alguien porque eso es para tener bebés.
—Espera, Gulf, ¿nos dices que eres virgen?— Uno chista. Gulf sonríe sin saber por qué lo hacen sonar mal.
—No sólo apareamos para tener bebés. A veces es por diversión. No puede ser que seas virgen siendo el príncipe.
—¿Es malo sí soy virgen?
—Es que, no es cool, bro.
—¿Y cómo me apareo? — Gulf pregunta.
—Debes encontrar a alguien con quién tengas química y bailar. Puede que la dama te pregunte algo o opine, pero tú no respondes, solo baila y ella cederá.
Gulf rápidamente piensa en Mew y se reprende por eso. Niega la cabeza para sacudir esos pensamientos y juega con sus dedos.
—¿Todas las especies masculinas bailan para aparearse?
—Técnicamente y con la armadura que usamos para los juegos.
«Perder la virginidad. Dicen que se siente bien. El problema es que la única persona con la que tengo química es un varón y encima un león.»
Mew regresa a su casa cuando la reunión ha terminado y cuelga la chaqueta en el perchero, su papá también. —Bueno,... Tenemos un trato con los anacondas. Darles los cachorros que nazcan muertos para que no ataquen a los niños de las demás especies.
—Eres un genio, papá.
Rionfa y él chocan puños. —Iré a dormir. Descansa hijo.
—Descansa papá.
Una vez que Mew mira la mesa no puede remover la mirada. Hay una nota doblada en ella con una caligrafía inconfundible.
‘Nos vemos detrás de la cascada. Gulf. ’
Mew arruga el entrecejo.
Él sube a la cueva por un pasillo pedregoso ligado al terreno. Al pasar el velo acuático, Gulf se oculta detrás de sus alas y tiene una pierna delante de la otra.
—¿Ganaron las aves?
Gulf no dice nada. Tampoco se mueve.
—¿Qué haces?
Pasados los segundos se abre de alas y da una voltereta antes de moverse de extremo a extremo como los cangrejos. Entonces agarra cada ala para cruzarse de brazos frente su rostro y acercarse a Mew con cautela. Brincando un poco. Sus ojos siendo lo único visible de él.
Mew enarca una ceja y retrocede la cabeza, no el cuerpo.
—¿Quieres aparearte conmigo? — Gulf sonríe al abrirse de brazos, esperando que Mew ceda tal y como contaron las historias. Hiperventilando porque lo practicó muchas veces antes de venir.
—No.
—¿No?
—El apareamiento sólo sucede entre una dama y un varón. Sería una anomalía que dos varones lo hagan.
—Y si yo fuera una da…
—Tampoco lo haría. Además, tu cuerpo, tus huesos, no están hechos para soportar la fuerza de un león–
—Eres el único con el que tengo química. Y dicen que ser virgen no es genial.
—Busca una dama ave.
—Ninguna me atrae–
—¡Gulf!
—¡Mew!
Ambos se miran fijamente. —Estoy cansado y me llamaste para algo imposible. Hazme el favor y vete a dormir.
Apenas Mew le da la espalda y se aleja, Gulf llora audiblemente. Llora tan y tan fuerte que se cubre los ojos. —¡Seré virgen para siempre, nadie quiere acostarse conmigo y no me atraen las damas! Soy una anomalía. — Se tira de rodillas.
—Oye. No llores. Oye. — Mew se tira de rodillas frente a él. Intenta bajar sus manos, pero el moreno no se deja. ¿Acaso tenía pegamento en ellas?
—No llores. No eres una anomalía, Gulf. Es sólo… la naturaleza.
—¡Pues la naturaleza apesta y tú eres malo! ¡Siempre niegas todo conmigo!
Mew deposita sus manos sobre las de él y lo besa a los labios para callarlo. Gulf no puede ver, pero siente la suavidad de sus labios y una cascada totalmente nueva.
Mew agrega otro beso.
Silenciando sus gemidos hasta no escucharse.
Él tercer beso detiene sus lágrimas y lo hacen cerrar los ojos.
Al retroceder, bajan las manos y el león limpia sus lágrimas con la cola. —Si te rechazo es porque quiero evitar los problemas entre nuestros clanes. Lamento ser… ser…
—Sin disculpas. Sé lo mucho que te cuesta. Pero, ¿no podemos intentarlo? Sin usar esto. — Gulf apunta la intimidad del león y toma una de sus grandes manos. —¡Pero esto! Los demás dicen que se usa para dilatar la entrada.
Mew se sonroja, pero los leones siempre son difíciles en mostrar sus verdaderos sentimientos.
—... Podemos intentarlo.
*N/A: AHHH. Jajaja me estaba riendo con el baile del apareamiento. Chicos & chicas, la historia recién está comenzando, entonces nos toca conocer a los personajes y su mundo antes de la acción. Por lo que estos capítulos serán tranquilos y suaves🥰❤*
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