Todo empezó con el armario
Que título más mierda xd.
Ok, esto no es parte de los shots que le estoy haciendo, más bien fue petición suya ¿pero qué otro lugar para publicarlo que aquí?
En fin. Yost lean, lamento que sea tan corto, así literal me quedé sin más imaginación. Ya no le dí tanto formato a los diálogos como suelo hacerlo (cada frase que dicen en itálicas), pero así esta kuls, el pedo es que lean porno y ya.
Finalmente gracias a Sohayla por todo el porno que roló para que este One Shot fuera posible. La mujer maravilla ploz.
— ¡Mierda! —gritó, se apegó al armario, frotó su trasero algunos instantes y cerró los ojos, entreabrió los labios y un suave gemido escapó de ellos—. ¡Chan-Channie! —finalmente pudo pronunciar.
Soltó una maldición por lo bajo al recordar que su querido novio había salido en la mañana, lamentablemente él debía hacer esas cosas de gente normal, ir al trabajo y organizar las cuentas, alguno que otro día lo había intentado convencer de que dejara de trabajar y se concentrara solamente en él y sus simples deseos, pero la respuesta de ChanYeol fue "No puedes comer semen todo el tiempo" a lo que obviamente KyungSoo no renegó, era una mala idea.
Bajó su mano suavemente, acariciando su abdomen y metiéndola entre su pequeño short negro y la ropa interior, provocando una dolorosa fricción, tomando su miembro entre sus manos mientras seguía restregándose al armario, definitivamente necesitaba a ChanYeol, y hasta que no llegara podría divertirse un rato solo, aunque eso implicara que posiblemente el lobo de ChanYeol se desatara por la lujuria y terminara follandolo brutalmente, pero eso no sonaba mal, al menos en la nublada y excitada mente de KyungSoo sonaba de maravilla, tener la polla de ChanYeol enterrada en lo más profundo de su ser.
— Ahh... —la imagen mental creada en su cabeza lo hizo enloquecer, sus piernas flaquearon y se arrodilló, encorvandose levemente acarició la punta de su pene y deslizó su mano hacia abajo, lentamente, sabiendo que se torturaba a sí mismo, su mano libre finalmente se sostuvo de la alfombra mientras elevaba suavemente su trasero y nuevamente buscaba contacto con el armario.
Terminó en su mano sin mucho éxito de intentar bajar su inminente estado, usualmente los estados de celo de un conejo eran bastante frecuentes, quizá hasta 2 veces por semana si es que tenía muy mala suerte, pero lograba controlarlo con facilidad, se tocaba algunos instantes y continuaba con su vida cotidiana, en aquellos momentos supo que eso no funcionaría. Cada 2 o 3 meses, de acuerdo con su naturaleza animal, existía un estado de celo que abarcaba una cantidad considerable de tiempo, normalmente no coincidía en los horarios de ChanYeol pero debido a su tan activa vida sexual, usualmente lograba estimular a ChanYeol aún si le faltaba demasiado tiempo para que aquello sucediese.
Los celo de lo lobos estaba ligado a las fases de la luna, más la luna de ChanYeol dejó de estar en el cielo para ser la pequeña cosita esponjosa de la que estaba enamorado, KyungSoo era más que su pareja y estaba agradecido de ello.
— ChanYeol, nunca estás cuando te necesito —murmuró ofendido, jadeaba y mordía sus labios con fuerza, no podía moverse, por más que amaría encontrar uno de esos tantos juguetes que usaba no podía evitar sacar de su mente a ChanYeol. Y eso definitivamente no era para nada bueno.
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Ingresar al departamento y encontrarlo en silencio era algo inusual, KyungSoo estaría moviendo cosas en la cocina con molestia porque no ha encontrado algo decente para desayunar, por eso aquella mañana fue por comida y la metió al refrigerador, un tanto tranquilo y también angustiado por la presencia del chico conejo. Caminó a la sala rogando internamente por encontrarlo ahí, mirando alguna película del estante o simplemente desparramado por todo el sofá, pero no estaba, y eso significaba tres cosas. KyungSoo había salido, algo completamente improbable, KyungSoo odiaba salir sin ChanYeol. KyungSoo había sido secuestrado mientras el compraba cosas, un punto no ha favor, ya que era bastante ágil para escapar, y finalmente. KyungSoo estaba en celo.
No le sorprendería, usualmente lo estaba.
Subió a la habitación, un suave olor a vainilla y frutilla se esparcía por el pasillo, eso significaba que KyungSoo había pasado por ahí recientemente. Se dispuso a revisar en la habitación, abrió la puerta, encontrando lo que no quería encontrar.
KyungSoo estaba llorando, su culo levemente elevado desesperadamente moviéndose contra el armario y gimiendo suavemente, mordía sus labios con fuerza y sus ojos se cerraban de igual manera. Poco después se percató de la presencia de alguien más y es cuando levantó la mirada, sus ojos ubicaron a ChanYeol y jadeó ante el movimiento de su mano.
— ChanYeol —llamó.
— ¿De todos los días posibles se te ocurre que hoy es un buen día? —mencionó, levantando una ceja a KyungSoo, sus orejas bajaron un poco.
— Si —murmuró—. Siempre es un buen día.
Cerró la puerta tras de sí, KyungSoo dejó de tocarse y extendió suavemente su mano aún manchada de semen, ChanYeol se acercó y KyungSoo se apresuró a tomar su pantalón.
— Estás muy ansioso —el pelinegro asintió rápidamente, se agachó y tomó barbilla para besar sus labios, claramente KyungSoo no atrevería a manchar la ropa o a ChanYeol con su semen, mantuvo su mano apoyada en el piso, pero jalaba de sus cabellos con desespero. Sus labios se separaron y ChanYeol marcó una considerable distancia.
— Hueles delicioso.
— ¿A sí? ¿Que tanto? —la nariz de ChanYeol recorrió su cuello.
—Demasiado —estiró una de sus manos hasta encontrar la erección de KyungSoo, haciéndolo temblar levemente y provocando un sin fin de sensaciones en él que terminaron obligandolo a terminar en la mano de su novio—. Estas desesperado, se me ocurre un mejor escenario —KyungSoo jadeó fuertemente e hizo su cabeza hacia atrás—. Separando tus nalgas mientras veo mi pene desaparecer en tu interior.
— ¡Mierda si! ¡Hazlo, hazlo! —gritó KyungSoo. Se aferró a la playera de ChanYeol acercándose levemente, ahora importandole poco el destino que sus ropas tomaran desabrochó el botón de su pantalón y deslizó sus manos en el interior de la ropa interior de ChanYeol. El alto gimió gravemente.
— Basta de juegos cariño.
Tomó a KyungSoo de la cadera y lo recostó en la alfombra, se miraron algunos segundos, sus miradas llenas de lujuria y ChanYeol desnudó a KyungSoo, su pecho subía y bajaba rápidamente ante la toma de oxígeno, abrió las piernas en lo que ChanYeol se deshacía de su ropa y después apretó sus muslos con rudeza.
— ¿Vas a follarme? —preguntó KyungSoo con desespero.
— Te voy a partir en dos —pronunció ChanYeol antes de hundir su erección en KyungSoo, sin ningún tipo de delicadeza. El pelinegro gimió fuertemente y arqueó su espalda, cerrando sus ojos y dejando que la placentera sensación se esparciera por todo su ser.
— Eres tan grande —murmuró sin oxígeno, jadeó buscando llenar sus pulmones y se atrevió a observar la oscura mirada que ChanYeol le daba, una media sonrisa surcaba sus labios con malicia.
— Y aumentará de tamaño, así que acostumbrate —tan sólo una embestida hizo falta para que KyungSoo terminara en su abdomen, sus mejillas se sonrojaron instantáneamente, a lo que ChanYeol extendió su sonrisa—. Realmente necesitado.
Comenzó con embestidas rápidas, KyungSoo presionaba sus brazos y gemía fuertemente ante cada movimiento que daba ChanYeol contra él, por su parte, el lobo, buscaba mantener un poco de cordura y control, o estaba completamente seguro que cumpliría la amenaza que le dió a KyungSoo. cambiando repentinamente sus manos de lugar las colocó a un lado de KyungSoo, el pelinegro enredó sus piernas en ChanYeol presionando para que se abriera más paso en su interior y finalmente lo hiciera delirar de placer.
Iniciando un beso salvaje KyungSoo tomó su cabello y movió sus labios, siendo mala idea, no tenía suficiente oxígeno para sí mismo y compartir con ChanYeol era de las mejores cosas de la vida. Aprisionando su cadera comenzaron una batalla de dominación sus lenguas, como solía suceder, ChanYeol sometió a KyungSoo y bajó por su barbilla, dejando suaves besos y lamidas en el proceso, finalmente llegando a su cuello y mordiendo, estirando suavemente su piel y repitiendo levemente, tan posesivo como KyungSoo lo recuerda.
Para un lobo es realmente importante marcar su territorio y KyungSoo era su presa, la que logró atrapar y ahora proteger, KyungSoo ladeó su cabeza para darle más acceso a ChanYeol con su cuello, mordió sus labios con fuerza al sentir la gran mordida que ChanYeol le dió, abriendo paso a través de su piel y mandando tantas sensaciones en el cuerpo de KyungSoo que no pudo evitar terminar una vez más.
— ¿Cuantas veces lo haz hecho hoy? ¿Qué sucede conmigo? —murmuró en su oído sin detener el movimiento de sus caderas.
— Y-yo... —titubeo KyungSoo—. L-lo si-siento, no... no p-puedo con-trolarlo —se aferró a ChanYeol.
— Aún me debes una de tus exquisitas vistas —repentinamente ChanYeol salió de él, desconcertando a KyungSoo y siendo volteado poco después, se sostuvo de sus codos y rodillas a la alfombra, su mente no procesaba rápidamente las situaciones pero lo olvidó por completo al volver a sentir a ChanYeol en él.
Complementando el movimiento del alto al mover sus caderas hacia atrás y mordiendo sus labios, mientras tanto, ChanYeol vaya que disfrutaba de la grandiosa vista. La esponjosa colita de su novio se mantenía inquieta, había separado sus nalgas y finalmente disfrutaba del espectáculo, penetrando a KyungSoo con fuerza, en un movimiento hipnótico donde su polla se perdía entre las paredes anales del pelinegro, hasta el momento donde KyungSoo gritó es que se percató que lo había encontrado, embistiendo su punto dulce sin descanso, KyungSoo tembló entre sus manos.
— ¡ChanYeol! —gimió—. ¡Mierda ChanYeol ahí!
Y no iba a poder soportar mucho más, si antes no había terminado en el interior de KyungSoo fue por autocontrol, pero ahora que KyungSoo se movía frenéticamente solo podía pensar en llenar sus entrañas con semen y verlo escurrirse por sus muslos. Finalmente ante la imagen mental, terminó por venirse dentro del pequeño conejo, provocando de nueva cuenta que KyungSoo terminara sobre la alfombra y apretara su pene.
Se retiró de su interior, el cuerpo de KyungSoo estaba acompañado de pequeños espasmos y el líquido blanquecino finalmente bajó desde su ano en un recorrido por sus piernas.
— ¿Te quedarás viendo o volverás a llenarlo? —jadeo KyungSoo en cortos lapsos, mirando por encima de su hombro a ChanYeol.
— Tentador, podría levantarme e irme y dejar que termines tu problema solo.
— Pero no lo harás —una media sonrisa se formó en sus labios—. Y si lo hicieras, se una forma para convencerte.
Se sostuvo fuertemente de sus piernas y gateo hasta la cama, subiendo en ella con toda su fuerza y finalmente meneando suavemente su trasero ante la atenta mirada de ChanYeol, bajó una de sus piernas hasta quedar levemente parado y separó sus nalgas, el semen de ChanYeol todavía escurriendo por sus piernas, y ¡mierda! ChanYeol no podía negarse a eso.
Se acercó cual depredador y KyungSoo retrocedió en la cama, pareció acorralar a su conejo en la cama, acariciando suavemente su rostro KyungSoo inició un beso lento, nada acorde con la calentura de su cuerpo controló al lobo de ChanYeol acostandolo en la cama, bajando entre besos por sus pecho hasta llegar a su erección, los ojos de ChanYeol lo devoraban y lamió la base del pene hasta la punta, metiéndolo a su boca y elevando su trasero a propósito, moviendolo suavemente ante las lamidas que deba e intentando adentrarlo en lo más profundo de su garganta, masturbando la carne que no lograba tragar ante lo largo que era.
Su quijada empezaba a doler, pero no detuvo su movimiento, lo aumentó, subiendo y bajando en su erección y absorbiendo, produciendo sonidos obscenos que se expandían por toda la habitación.
— Joder, KyungSoo —gimió gravemente y tomó el cabello del conejo con cuidado de no lastimar sus orejas—. No sabes cuanto te deseo.
KyungSoo pudo sonreír en esos momentos, claro que lo sabía, normalmente probaba su capacidad de resistencia paseandose por su casa en prendas interiores o subiéndose en su regazo cuando estaba muy ocupado en otras cosas que no fuera él, metiéndose en la ducha durante las mañanas o llendo directamente al grano, tomando su pene y lamerlo sin descaro.
Su cabello fue jalado, ChanYeol había terminado en su boca y al no poder tragarlo todo dejó que manchara su rostro, relamiéndose los labios e intentando limpiarlo ante la mirada atenta que el lobo le dedicaba, gateando se sentó sobre su regazo y tomó el pene de ChanYeol en sus manos nuevamente.
— ¿Que tal si llenas algo más que mi boca?
— Nunca quedas satisfecho pequeño.
—No mientras te tenga en mi cama.
Sonrió con satisfacción ante la carcajada que ChanYeol soltó.
— Pues átame a ti cariño, quiero enterrarme en lo más profundo de tu interior.
— ¿Ahora quién es impaciente?
— Prueba al lobo que tienes enfrente Kyunggie, y no caminarás para contarlo.
Ambos sonrieron.
— Entonces señor lobo —elevó sus caderas suavemente y fue presionando el miembro de ChanYeol en su interior—. Termine de comerme por favor.
Dando pequeños saltos sobre su pelvis, ChanYeol tomó su cadera suavemente e impulsó un movimiento más rápido, KyungSoo colocó sus manos sobre su estómago y dejó que sus gemidos se esparcieran por la estancia.
— Te amo —jadeó ChanYeol—. Eres mi todo.
Girando con KyungSoo y recargandolo en las almohadas, besó al conejo, pasando sus manos por su espalda y cuello. El olor embriagador que llenaba sus fosas nasales cada que decidía respirar cerca de él, lo hacía perder la cordura.
— Y-yo, también t-te amo. Lobo mío —se miraron a los ojos—. Nunca pensé perderme ante alguien.
Pocos minutos después KyungSoo volvió a gritar su nombre y arañar su espalda, su próstata era brutalmente abusada por la gran polla de ChanYeol. Y amaba a ese hombre, la forma que lo hacía sentir, no sólo durante las mañanas y su amor incomparable, también en aquellos momentos donde no necesitaban más que acciones para demostrar su gran deseo mutuo. Entre jadeos y gemidos que no acabaron hasta la mañana siguiente, si no habían comido, la había pasado de maravilla de cualquier manera un lobo mantiene una vida sexual activa y el pequeño conejo mucha energía para descargar.
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