Día 7: Segundo caballo (parte 2)

—M-me duele... —Acercándose con nerviosismo calante abrazo fuertemente a su hermana esperando lo peor.

Llevándola en brazos se dirigieron donde el chapoteo había cesado, el abatimiento y felicidad incremento al ver como su padre miraba el agua como si de un espejo de cristal se tratará, Jessica soltó un momento su hermana que titiritaba de frio y de dolor; las constantes corrientes que viajaban en su cuerpo, rápidamente la iban envenenando, el peso de su cuerpo desbordo y choco en la orilla del rio que crecía sin parar, a la vez que la lluvia arrebataba el calor, sus ojos lentamente se fueron cerrando, aún agarrada del brazo que desprendía una hemorragia.

Pronto estuvo de vuelta en el poco calor de su hermana que la impregno; de un abrazo que Jessica resistía por permanecer.

El rugido del cielo azoto la tierra alumbrando como el agua subía de nivel vertiginosamente, la joven miro en dirección al mar que estaba cerca del rio denotando lo peor, así que sin dudarlo se devolvió cargando a su hermana y llamando a su padre quien al girar su rostro donde debía estar ya no estaba, de un momento a otro pareció ser devorado por el agua.

—¡Papá! —grito desesperadamente hundiéndose sus pies en el lodo.