Capítulo 1

Selhet construyó su reino a base de mentiras y estafas, obligaba a sus subordinados a obedecer, él pensaba que todo aquello que él creará por orden divino debía servirle, el atractivo para los sirvientes era simple, después de hacer sus tareas tenían completa libertad, podían divertirse y de esta forma alcanzaban una especie de felicidad. Este hermano sin duda era bueno con la manipulación y amaba hacer sentir inferiores a todos los demás.

Dyre tenía la fama de ser el bueno, en su reino había completa paz, amor y reglas, demasiadas. No se podía hacer nada sin autorización, todos los actos estaban medidos, además eran castigados de ser necesario.

Sólo concordaban los hermanos en la afirmación de que jamás existirían unas mejores creaciones que los humanos. Incluso ambos trabajaron en su creación, aportaron ideas sobre su aspecto, sus características y algunas virtudes, el resultado fué que crearon a unos seres pequeños, sin ningún poder en especial, frágiles, pero con muchos dones.

Con el tiempo se dieron cuenta que estos humanos eran diferentes a sus sirvientes, ellos formaban familias, tenían emociones, sentimientos, vida, y lo más importante, podían elegir, supuestamente. Ese fué el principal problema si ambos los crearon, ambos podían conservarlos.

Como era de esperar las luchas comenzaron, convirtieron a sus habitantes en soldados, pero el poder de ambos era similar, nadie podía ganar. Lo único que estaban logrando era quedarse sin sirvientes y destruir todo a su paso.

Los dioses adoraban a los humanos, se dieron cuenta que no podían simplemente repartirlos, y ya estaban cansados de constantes luchas, así que llegaron a un acuerdo, los humanos vivirían por un cierto tiempo en un mundo intermedio, donde estarían​ solos y se prepararían para la elección final, en la cual elegirían a qué reino pertenecer.

En un principio todo estaba bien, los humanos eran felices, y como estaba destinado a ser, después elegían. A partes iguales los humanos eligieron su destino, pero no se debe jugar con tanto poder.

Había un camino, una especie de lugar intermedio, que separaba a los mundos y que servía de transporte, pronto ese lugar fué absorbiendo todas las emociones, los fragmentos de poder, energía y llanto, de las almas que lo cruzaban. Porque lo quieran aceptar los dioses o no, los humanos si tienen poder, sólo que no es de la forma que se espera.

Las emociones en los humanos se hicieron fuertes, no alcanzaban a comprender porque sus seres queridos se iban, así que los lloraban. Comenzaron a crearse historias y a temer.

La pena, el miedo y la energía son malas combinaciones.

~ Isa

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