✨ Capítulo 3 ✨

Actualidad

—Señor Kim Taehyung, pase a la pizzarra y haga el ejercicio número dos.

El castaño despertó con la molesta voz de su profesora Mina. Levantó la cabeza de la mesa y se topó con la mirada de toda la clase sobre él. ¿Se había quedado dormido? Que pregunta pues la respuesta era obvia.

—Yo, sí, el ejercicio está bien. —Dijo sin saber que decir ya que solo escucho algo sobre un ejercicio y todos en el salón rieron.

—No te pregunte eso, dije que se levante y realice el ejercicio número dos.

Taehyung se levantó de su asiento y se dirigió hacía el pizarrón con todos los ojos puestos en él aún.

Taehyung trató de hacerlo pero sus esfuerzos eran en vano, puesto que era nuevo tema y se había quedado dormido. Las matemáticas solo era una materia más donde le daba lo mismo, siempre sacaba buenas calificaciones porqué era el tipo de persona responsable pero ahorita mismo se acababa de despertar y pensar con todos los ojos puestos en él lo complicaba aún más.

Después de casi ocho minutos Taehyung sólo hizo la mitad.

—Siéntese señor Kim, a la próxima ponga atención —dijo dando un suspiro de exasperación.

—Sí, señorita. —Se retiró haciendo una reverencia.


Las clases comenzaban a las 9:00 de la mañana y por el día de hoy habían finalizado, como siempre el reloj marcaba la hora 5:00 de la tarde.

Taehyung observaba a Jimin bailar en el salón de danza, sus movimientos eran delicados y naturales.

-—Lo esperaba de Yoongi pero tú, ¿cómo es posible que te hayas quedado dormido? —dijo Jimin sin dejar de bailar y riendo.

—Estaba leyendo, yo no tengo la culpa sino el libro.

Jimin terminó su presentación para Taehyung. Se acercó a él y lo tomó de la mano y le dio vueltas a su amigo.

—Muévete, no seas aburrido —dijo Jimin soltando el agarre y bailando un poco.

—Está bien.

Esa tarde de verano Jimin y Taehyung bailaron hasta que el castaño se aburrió porque Jimin jamás se aburría de bailar, era una de sus actividades favoritas, donde se llenaba de confianza y olvidaba a los demás.

—Te veo allá arriba yo iré a devolver el celular de yoongi —avisó Jimin a su mejor amigo mientras salía del aula.

Yoongi era uno de los pocos chicos que poseían un celular en todo el orfanato. Jimin lo había pedido prestado para poner música mientras bailaba. Tomó unos minutos persuadirlo. Porque así era Jimin un chico que lograba convencer fácilmente a los demás. Por ésta razón Yoongi decía que podía ser un político corrupto o un vendedor.

Jimin se dirigía al salón de canto donde posiblemente estaría el dueño del celular.

—Hey Jimin, ¿qué haces? —pregunto Taemin uniéndose a él.

—Espérame, iré a regresar esto —respondió mostrando el celular con una sonrisa.

—Está bien te espero.

Caminaba observando la pantalla del celular, estaba por llegar a su destino cuando el celular vibró. Era un mensaje de ¿Jin?, ¿Quién rayos es Jin? Jimin controlo su impulso de dar click a esa notificación. No tenía derecho a las conversaciones de Yoongi y ni siquiera debería estar celoso.

El celular volvió a vibrar y los mensajes aparecían uno tras otro.

Hola

Lo dices de verdad....

Puedes quedarte en...

¿Te vas a escapar?....

Al ver el último mensaje Jimin no pensó, su dedo iba directamente hacia la notificación para que lo llevara directo a la conversación.

—¿Jimin?

La voz de yoongi le hizo dar un grito y soltar el celular que cayó haciendo un fuerte ruido.

—¡Mierda! —exclamó yoongi enojado, cogiendo el celular del suelo— Mi celular. —chilló.

Al ver que Jimin no reaccionaba se preocupó.

—Está bien no pasa nada, solo me compro otro con mi inexistente dinero —rio sarcástico.

Al ver que Jimin no reaccionaba aún le sacudió un poco de los hombros.

—Te vas a ir, te escapas ¿verdad?

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