✨ Capítulo 21 ✨
Al principio había surgido un silencio mientras asimilaban las palabras de la pareja.
Taehyung abrió los ojos y soltó un grito ahogado pues había olvidado los líos amorosos que existían entre ellos. Le hacía sentir orgulloso y feliz verlos enfrente, unidos mostrando sus colores.
—Chicos, felicidades —dijo en voz baja pero firme.
—Lo sabía, ¡felicidades! —se unió Jungkook.
En la sala los presentes intercambiaban sonrisas, las mejillas de Jimin se habían coloreado ligeramente, mientras Yoongi le sostenía de la mano. Se sentía un poco expuesto ante tal declaración, aunque él afirmaba que podría gritar por las ventanas que amaba a Min Yoongi, hasta que no faltara ni un alma para enterarse.
Taehyung había pensado que el día de hoy sería la misma rutina de siempre, sin embargo, cuando Jungkook salió tras la puerta y los dejó solos, se dio cuenta de que algo había cambiado pues sus amigos no se separaban ni un momento, parecían estar bajo un hechizo del cual no podían escapar, hipnotizados mutuamente.
El castaño no comprendía porque esa actitud de estar como dos imanes, tan juntos, abrazados y dándose besos en la mejilla. Solo deseaba que por piedad no se besaran frente a él, porque recordar aquel día que interrumpió su beso fue demasiado incómodo.
—¡Quiero ver una película! —exclamó entusiasmado.
—¿Cuál quieres ver, Jiminie? —le pellizcó la mejilla.
Taehyung les miraba con ceño fruncido, pero estaba de acuerdo, una película sería la cura para erradicar la incomodidad que amenazaba con aparecer.
—No sé ¿Cuál quieres ver tú?
—La que tú quieras, lindo.
—No, tú elige, amor—hizo un puchero.
—No, tú, sé que tú quieres, Jimine —le dio un beso en la frente y Jimin rio por lo bajo.
—Eh, no sé, escógela tú —dijo apretando la nariz de Yoongi de forma cariñosa.
—¡Ahg! elijan la película de una vez —interrumpió Taehyung un poco molesto.
Ambos chicos le miraron perplejos para luego volver a verse y reírse.
—Bueno, pásame las películas —comentó Jimin sonriendo y recargando la cabeza en el pecho de Yoongi.
Taehyung obedeció, se acercó al mueble donde estaba la televisión y abrió el segundo cajón, pues, Jungkook les dijo que ahí se encontraban antes de irse.
Al final el castaño de mala gana tuvo que elegir la película ya que sus amigos seguían jugando el mismo juego entre empalagosas palabras y risas traviesas.
En un extremo del sillón estaban la pareja abrazada y al lado de estos a una distancia de una persona estaba Taehyung que centraba su atención en la televisión. La película se trataba de un hombre y su hija que iban en un tren cuando se desataba un brote de zombies en corea y, en el transcurso trataban de sobrevivir a pesar de las dificultades que les amenazan por doquier.
Afuera aún había luz, sin embargo, adentro era un poco diferente puesto que la posición del departamento hacía que se gozara de un ambiente menos iluminado. La película estaba por terminar y el castaño tenía los pelos de punta, sentía como si él formara parte de la película; aquella adrenalina y suspenso que brotaban de su cuerpo, intrigado por los nuevos sucesos, mordiéndose las uñas cuando la situación pintaba mal.
—¡Chicos!, vieron es... —se calló al volverse hacia sus amigos.
Aquellos dos que se estaban besando como si el mundo se fuera acabar. Era un beso apasionado donde parecían aislados de todo a su alrededor. Separaban sus labios por unos segundos para unirlos frenéticamente, Taehyung por un momento sintió que podía oír los sonidos que hacían sus bocas al chocar.
Con una mueca de sorpresa en su rostro, retiró la vista de ellos y sintió el estómago revuelto, pronto se apartó dejándolos solos en la sala gozando de su amor. Al castaño le indignó que sus amigos no hubieran visto la película, podía apostar que toda ésta se habían estado besuqueando cuando él estaba envuelto en las garras de la película. Él, era un chico bueno y no merecía ser castigado con esa imagen mental de sus amigos intercambiando su sucia saliva.
Pero lo que más le hizo enojar era que ni siquiera se habían percatado de su ausencia.
......
—¿Tae, qué haces en la cocina? —apareció Jimin en el umbral después de diez minutos más.
—Nada, solo fui al baño y vine por un vaso de agua.
—Vaya, estuvo muy interesante la película.
—Sí, muy interesante —dijo con voz fría. Yoongi apareció tras Jimin. —¿Y díganme cuál fue su parte favorita? —al ver que nadie contestaba añadió: —La mía fue donde a la chica le salen alas, fue sorprendente.
—Ah, la mía también —añadió Jimin.
—Concuerdo —se unió Yoongi.
—¡Ajá! —les dedicó una mirada acusadora— No la vieron, eso no pasó en ningún momento. —dijo recriminándolos con su dedo índice al mismo tiempo que entrecerraba los ojos.
—Sí, era broma, claro que la vimos —dijo Jimin nervioso.
Taehyung quiso decirles que no habían visto la película porque se la pasaron comiéndose las bocas mientras él, un niño inocente, estaba viendo la televisión como bobo. Pero decidió evitarse un bochornoso momento y optó por reír.
Taehyung estaba recostado en la alfombra con los ojos cerrados pensando en el azabache. Se preguntaba qué significaba lo que sentía al evocar su recuerdo y en pensar lo que estuvo a punto de pasar el otro día.
Se relajó escuchando la música que sonaba en la radio y los apodos amorosos que se dedicaban sus amigos.
—Yoongi, eres tan guapo.
—Tú eres hermoso.
—Yoongi, shhh. Tae nos puede escuchar —soltó una carcajada.
Taehyung rodó los ojos, no podía creer que esos chicos fueran sus amigos; bueno del dulce y pequeño Jimin podía esperarlo pero de Yoongi. ¿Yoongi diciendo apodos cursis? Definitivamente algo le pasaba, Taehyung pronto tuvo miedo de que algún día se enamorara y por ende actuara de esa manera. No, eso no era lo suyo, él jamás podría demostrar sus sentimientos de esa manera.
—¡Hey, chicos!
No obtuvo respuesta.
—Chicos, no creen que ya es tar...
Se calló al ver que nadie le prestaba atención.
—¡Chicos, no creen que es tarde y Jungkook aún no llega! —exclamó por encima de la música y sus amigos apenas voltearon.
—Ah, sí.
—¿Sí qué, Jimin?
—Pues sí —dijo sin saber que había dicho su amigo.
—¿Qué dijiste? —cuestionó Yoongi confundido.
—Que Jungkook aún no llega y ya debería estar aquí.
—Ah, no te preocupes Tae, ahorita vendrá —le restó importancia y comenzó a platicar con el mayor.
Taehyung les fulminó con la mirada pero estos no se dieron cuenta. Se levantó y se dirigió al pequeño balcón sin que nadie le retuviera. Nuevos pensamientos surgían en su mente, se sentía excluido como si no perteneciera. Trataba de darle un nombre a su sentir porque así somos los humanos, siempre tratando de clasificar o etiquetarnos.
Se recargó en el barandal blanco mirando hacia al frente, disfrutando de la bella vista que le brindaba la altura. En el cielo comenzaban a surgir pequeños brillos que anunciaban la llegada de la noche. Y a lo lejos vio una silueta familiar que le llenó de paz, haciéndolo olvidar su molestia.
—¡Jungkook! —Gritó Taehyung exaltado.
El azabache se sobresaltó y miró hacia la izquierda y luego a la derecha sin encontrar nada, se encogió de hombros y siguió su camino.
—¡Jungkook! —exclamó emocionado, dando pequeños saltitos eufóricos para llamar su atención como un niño pequeño.
—¡Ah, Taehyung! —sonrió.
El castaño corrió a toda velocidad hacia la puerta de salida con ansiosas ganas de encontrarse con el mayor.
Taehyung abrió la puerta y bastó con esperar unos segundos para que el chico apareciera en su campo de visión. El castaño sin pensar en nada más, simplemente lo abrazó, rodeando con sus brazos la espalda de Jungkook y aspirando su olor, involuntariamente, el contrario no tuvo tiempo para corresponder ya que Taehyung se separó rápidamente.
—¿Qué te sucede, pequeño?
—¿Por qué tardaste tanto? —le miró curioso.
—Ah, salí con Ehuna.
—¿Con quién? —preguntó extrañado, por un momento había olvidado que Jungkook era una persona y que al igual que él, también tenía amigos.
—Ahorita te cuento solo déjame tomar agua —rió por la expresión de Taehyung.
—¿Qué tal? —apareció Yoongi y se sentó en una silla del comedor al igual que su pareja.
—¿Dónde estabas? Tae estaba loco porque no habías llegado —comentó Jimin y Taehyung reprimió las ganas de pegarle a su amigo con la escoba que estaba en un rincón del cuarto.
—Salí con una amiga.
—Vaya, que galán —dijo Yoongi.
Los dos chicos restantes tomaron asiento.
—¿Deberíamos suponer que nuestro amigo ya tiene novia? —añadió Jimin con una sonrisa coqueta.
Al escuchar eso Taehyung abrió los ojos como platos, petrificado. ¿Jungkook tenía novia? En su mente apareció la imagen de Jungkook con una bella chica tomados de la mano, caminando por las calles, diciendo apodos cursis como sus dos amigos y después tratando de besarse.
Taehyung sintió una punzada de celos, Jungkook no podía tener novia porque... ¿Por qué?, trataba de buscar una explicación lógica pero era inútil, claro que podía y él no era nadie para impedírselo.
—¿Te gusta? —se atrevió a preguntar disfrazando su temor por una sonrisa forzada. Agradeciendo a la mesa por cubrir sus temblorosas piernas y sus manos sudorosas. Sentía un pequeño peso en sus pulmones.
—No —soltó una carcajada—, no, ella es una amiga de la infancia, es de Busan como yo e iba de paso así que todo fue improvisado.
Taehyung suspiró aliviado, para su suerte nadie se dio cuenta. Ahora sonreía con sinceridad.
—¿Qué más hicieron? —dijo Taehyung apoyando su cabeza entre las palmas de sus manos y mirándole con estrellas en los ojos pues le interesaba indagar sobre su vida y saber sobre las personas que residían en ella.
—No es mucho, solo fuimos a tomar una malteada y platicar recordando los buenos momentos —sonrió nostálgico.
—Me gustan las malteadas —murmuró el castaño para sí mismo imaginándose a él pidiendo una de chocolate; y una de vainilla para el mayor.
—¿y ustedes que hicieron?
—Vimos una película y platicamos.
Taehyung quiso decir que no lo incluyeran a él en "platicamos" porque las veces que intentó entablar conversación sus dos amigos parecían estar sordos.
Que tarde más divertida, pensaba sarcásticamente ya que después de cenar sus amigos habían hecho oídos sordos de él. Por otro lado, el azabache había estado conversando por celular con un supuesto amigo y, cuando por fin finalizó se le ocurrió la gran idea de tomar una ducha, dejando al castaño con ganas de iniciar una amena conversación.
—¿Quieren jugar, chicos? —dijo mostrándoles un paquete de cartas que se encontró en la cocina, a él realmente no le gustaban los juegos de mesa pero quería que sus amigos le pusieran atención.
—Mmm, ¿Quieres jugar Yoongi?
—Tengo sueño, yo iré a dormir pero si tú quieres te esperaré allá.
—Ah, pues... —dijo sin saber cómo rechazar la propuesta de su mejor amigo— mejor mañana, yo también estoy cansado.
Taehyung asintió preguntándose de qué estaban cansados si no hacían nada más que estar diciéndose apodos tontos e ignorándolo.
—Está bien —rió.
Ahora estaba recostado en el sillón, masajeando su cabeza. Mantenía los ojos cerrados tratando de dormir ya que no le quedaba nada por hacer a pesar de que era muy temprano.
—¿Qué te pasa?
Taehyung se reincorporó con rapidez y miró a Jungkook quién se acercaba para sentarse junto a él.
—Nada —El castaño se encogió de hombros.
—¿Seguro? —le miró fijamente a los ojos así que el contrario apartó la mirada, nervioso.
—Bueno, sí —se cruzó de brazos.
—¿No me vas a contar? —preguntó al no recibir más respuesta y tomó asiento.
—Es... —dijo sin saber cómo comenzar—. Es sobre mis amigos.
—¿Qué hay con ellos? ¿Te hicieron algo?
—No, bueno sí, pero no.
Jungkook rió por lo bajo. —Que indeciso eres.
—Mira, es que ellos no... —carraspeó para aclararse la garganta, movía las manos, intranquilo— Ellos se la pasan todo el día juntos y yo...
—¿Tú?
—Me siento excluido, como si no encajara. Ellos no me hacen caso cuando les hablo.
Al mayor le llenó de ternura el puchero involuntario de Taehyung que parecía estar triste pero a la vez enojado lo que le daba un aspecto dulce.
—Estás celoso porque no te ponen atención pero debes entenderlos, así son los primeros días.
—¿Primeros días?
—Sí, cuando comienzas una relación, al principio solo quieres estar con esa persona.
—Ah, debí suponerlo, pero ¿realmente es así? ¿No se aburren?
—No, no creo porque al principio todo es novedoso.
—¿Has tenido pareja? —le miró intrigado.
—Sí ¿y tú?
—Emm, no —dijo avergonzado—, ¿cuántas?
—No muchas —rio—, como siete.
Quedó boquiabierto, por una fracción de segundo se sintió celoso pero ese sentimiento desapareció ya que era innecesario sentir eso por cosas del pasado, según Taehyung.
—Pero ninguna ha durado más de dos meses, bueno solo dos. —surgió un silencio por lo que añadió: —¿y qué pretendes hacer con tus amigos?.
—No sé, es que ellos son tan —dijo enfurruñado— No tienen tiempo para mí y si es como tú dices seguirá sucediendo durante varios días— su rostro se tornó triste al igual que su débil voz.
—Ellos no son los únicos que pueden pasar tiempo juntos.
Le miró esperanzado, deseando que sus palabras fueran lo que el creía que significaban. La expresión de su cara motivó a que el contrario se explicara.
—Es decir, nosotros podemos salir ¿Te parece? —dijo con voz segura y con una sonrisa seductora.
—¿A dónde?
—Al parque —fue lo primero que se le ocurrió al pensar en un lugar que quedara cerca.
—Pero ¿no es peligroso?, por eso te enojaste con mis amigos.
—Taehyung, eso es diferente —aclaró pasando su brazo izquierdo por los hombros del menor—, Yo soy un adulto y conozco esta ciudad desde hace dos años —presumió y luego le susurró al oído: — estarás seguro conmigo, confía en mí.
Taehyung se estremeció de pies a cabeza y se volvió hacia el contrario asintiendo.
—Sí, confío en ti —dijo seguro mostrando su simétrica sonrisa en todo su esplendor.
Ya quiero llegar al capítulo 23, no hay algo especial pero de ahí en adelante se vienen muchas cosas "interesantes"(?)
¿Saben de qué película hablaba?
Bueno ya me voy, espero les haya gustado (🙈).
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