✨ Capítulo 18 ✨

Jungkook bajó las escaleras, se peinaba el cabello con las manos, hoy sería otro día más de universidad. Apenas y eran las siete de la mañana. Se detuvo frente al sillón y observó al castaño aún dormido. Estaba de costado, tenía el cabello enmarañado y de sus labios a la mejilla corría un pequeño rastro de saliva pero Jungkook no le dio gran importancia porque su rostro en general era el protagonista, el joven al dormir irradiaba ternura, calma e inocencia.

Se recargó en la pequeña mesa y sin darse cuenta hizo que el control de la televisión cayera con un estruendo en una habitación silenciosa. Taehyung se sobresaltó ya que tenía el sueño (al contrario que su mejor amigo) ligero. Pronto el castaño cayó al suelo con un pequeño grito escapándose de su boca.

—Auch —Jungkook hizo una mueca de dolor, pobre chico.

—¿Qué? ¿Pero qué pasa? ¿Dónde estoy?

—Te caíste.

—Vaya —regresó lentamente a la realidad, Jungkook le dio su mano para ayudarlo a levantarse—. Gracias.

—¿Cómo te sientes? —imitó al castaño que se sentaba en el sofá.

—Bien, no es nada —sonrió. Jungkook le revolvió el cabello con cariño y se marchó hacia la cocina, dejando al castaño conmocionado.

—Espera.

—¿sí?

—¿Vas a cocinar? Si es así puedo ayudarte —sugirió con timidez, su fuerte no era cocinar pero quería ayudar o simplemente quería pasar más tiempo con el pelinegro, pero claro, él jamás lo aceptaría.

Después de una media hora entre hacer el desayuno para todos y tener una amena conversación, el azabache tuvo que irse a la universidad.

—Adiós, y tengan cuidado. —El castaño lo observó dirigirse hacia la salida, sin embargo regresó—, olvide mi mochila. —Taehyung rió por lo bajo y antes de irse pasó junto al castaño para revolver su cabello una vez más.

—Adiós. —Susurró cuando el azabache ya se había ido, una pequeña sonrisa apareció en su rostro. Se quedó hipnotizado mirando la puerta.

Por otro lado Jimin bajaba las escaleras con rapidez. A pesar de que hace unos minutos se había despertado, en su cara no había señales de sueño sino todo lo contrario, se le notaba alterado, un tanto sonrojado.

—¡Tae, Tae, Tae! —hizo sobresaltar al nombrado.

—¿Qué sucede?

—YoestabaconYoongiyluego...

—No hables tan rápido que no te entiendo, Jimin, tranquilo —dijo preocupado ya que su amigo hablaba más rápido que la velocidad de la luz.

—Sí, si, lo siento —Jimin lo tomó del brazo y lo llevó a un rincón de la cocina, miraba hacia todos lados con temor como si fuese un ladrón al que podrían delatar—. Desperté, me sentía tan cómodo pero.

—Pero...

—Sentí que alguien me abrazaba, era Yoongi y todo fue muy extraño porque estábamos tan cerca y me abrazaba con todo su cuerpo—. El castaño hizo una mueca pícara moviendo las cejas de arriba hacia abajo.

—Oye, no pongas esa cara, odio cuando la haces y lo sabes —amenazó con un leve sonrojo—, además no creo que recuerde, aún no despierta y me duele mucho la cabeza.

—Claro, ustedes dos terminaron como todos unos borrachos.

—¿Qué?

—En la fiesta, los dos no se separaron en toda la noche.

—¡La fiesta! —exclamó Jimin—, lo había olvidado por completo, si, ahora recuerdo algunas cosas —pequeños fragmentos de recuerdos se unían como un rompecabezas.

—No es para tanto, ¿ayer le declaraste tus sentimientos?

—¡No! Espera, no sé, no creo y espero que no. —Dijo rápidamente, miró hacia las escaleras, Yoongi venía bajando por estás y Jimin entró en pánico—. Ahí viene, ¡escóndeme, escóndeme!

—Jimin, no te reconozco. —Rió por lo bajó mientras su mejor amigo se refugiaba en su espalda cómo si fuese el mejor escondite del mundo.

—Buenos dí —Yoongi dejó sus palabras a medias —¿Jimin que haces ahí? —el menor se aferró a su mejor amigo abrazándolo por la espalda.

—Nada, ¿no puedo demostrarle afecto a mi mejor amigo?

—Claro, esta bien solo que me dio la impresión de que intentabas esconderte de mi —entrecerró los ojos.

—Vamos a comer —el castaño decidió cambiar de tema y recibió un beso en la mejilla por parte del menor.

Eran las tres de la tarde. El castaño estaba en el baño lavándose los dientes con uno de los cuatro cepillos recién salidos de una caja sellada. Sus amigos ya habían hecho lo mismo y ahora era su turno.

Estaba molesto ya que el menor volvió a convencerlos de Jugar video juegos y el había accedido y se sentía mal por ello, no estaba bien. Terminó de enjuagarse la boca y se dirigió al cuarto de Jungkook donde estarían sus amigos. No dejaba de pensar en el azabache y qué pasaría si se enterara de su fechoría. Abrió la puerta sin hacer ruido y la dejó entré abierta. Pronto visualizo a los chicos que no estaban jugando.

Los dos estaban tan cerca, demasiado para dos amigos. El castaño quedó paralizado ¿se iban a besar? Fue lo primero que pensó, él no debía de ver eso, le era tan incómodo. Fue dando silenciosos pasos hacia atrás para salir. Jimin y yoongi estaban de espaldas a él pero era evidente lo que pretendían hacer. Retrocedía olvidando que la puerta no estaba abierta así que accidentalmente chocó contra ésta logrando que sus amigos se sobresaltaran. Yoongi se separó del menor que rápidamente se sonrojó. Todo era tan embarazoso y más para el pobre Taehyung.

—Hola, ¿Qué hacían? —soltó una risa nerviosa, no sabía que decir.

—Nada —respondieron al unísono, el mayor fingió rascarse la cabeza para ocultar sus orejas que se tornaron de un color rojo.

—¡vamos a Jugar! —Jimin exclamó con intención de olvidar aquel suceso.

Y así fue, llevaban jugando una hora, Taehyung ya no pensaba en Jungkook sino en sus amigos, no quería volver a presenciar eso, había arruinado su beso. ¿Qué sentiría su mejor amigo al respecto? ¿Estaría enojado? Si era así el no tenía la culpa, esta vez no. Aun así estaba agradecido ya que el tema fue olvidado rápidamente, nada había pasado.

—Ya me aburrí, ¿por qué no vamos a fuera? —habló el menor después de un largo rato de video juegos.

—Es peligroso, Jimin —dijo Taehyung molestó, a veces su amigo parecía no tener límites, ya lo habían hecho con el video juego y ahora quería salir. Para él ya era suficiente.

—En realidad yo quiero salir  —comentó Yoongi encogiéndose de hombros.

—¡Qué! —exclamó Taehyung, quizá llegaría un día que sus dos amigos lo matarían con sus ideas absurdas.

—Sólo daremos la vuelta, no te preocupes Taehyung —abrazó a su amigo por la espalda.

—Eso hice yo y mira lo que sucedió —señaló el castaño.

—Tendremos cuidado esta vez.

—Por favor no, no lo hagan y tú Yoongi ¿Cómo que también quieres salir?

—Vamos, será un rato, no soporto estar encerrado —dijo Yoongi despreocupado.

—Vayan ustedes, me quedaré a cuidar la casa —se excusó ya que el prefería estar a salvo, pensar en repetir aquel suceso del día anterior le revolvía el estómago.

Pronto Jimin y Yoongi se despidieron de su amigo y salieron del departamento, el castaño los vio alejarse por el pequeño balcón del edificio. No todo era malo, y ahora que podía pensar a solas, quizá era mejor así, ellos tendrían cosas de que hablar. ¿Qué pasó con la situación de hace unas horas? ¿Ya eran algo más? y si era así ¿por qué no le habían dicho nada? eso le molestaba un poco.

El siencio frío y desconsolador, sus pensamientos dirigidos a esos dos chicos que vagaban por una ciudad desconocida. ¿Dónde están? ¿Estarán bien? ¿Habrá ocurrido algún imprevisto?. Necesitaba hacer algo, sus amigos se habían ido hace diez minutos, ¿debería salir a buscarlos? Estaba preocupado, su mente no dejaba de pensar en ellos y eso perturbaba su tranquilidad.

El castaño comenzó a caminar por la estancia, prendió el televisor, buscaba algo interesante, quizá una película o lo que fuese para distraer su mente, sin embargo, encontró algo mejor. ¿Y, Qué haces cuándo estas completamente solo con el ritmo de la música que anhela que formes parte de ella? Al principio un poco tímido comenzó a balancearse con lentitud, soltaba pequeñas carcajadas, sin duda sería una buena tarde. Bailaría (si a sus extraños movimientos podrían llamarse así) hasta olvidar todo, hasta que sus amigos regresaran a salvo, no tenía de que preocuparse. pensar demasiado no era bueno para su paranoica cabeza.

Por la habitación sonaba "Friday i'm in love" el castaño no sabía antes de su existencia (ya que en el orfanato casi no ponían música y cuando era así no era americana) sin embargo, disfrutaba el ritmo, corría de un lado a otro y aunque no sabía la letra de la canción intentaba imitarla. Tomó el control como si fuese un micrófono, tarareaba, comenzó a dar vueltas en su lugar con las manos extendidas y unidas las cuales sujetaban el control. Hace tiempo que no hacía algo tal como dar vueltas como un niño, pero se sentía bastante bien hacerlo. Reía de vez en cuando, solo le interesaba el presente.

Inesperadamente escucho una voz, o mejor dicho una tos que se abrió paso entre la canción para llegar a los oídos de él. Se detuvo y se giró hacia la voz llevándose una sorpresa pues el dueño del departamento lo observaba, Taehyung se sintió avergonzado cómo jamás en su vida lo había estado. ¿Por qué? Se preguntaba, se quedó pasmado mirando al chico, pronto se tiró al sillón y se tapó la cara con un almohadón.

—¿Cuánto tiempo llevas aquí? —cuestionó tímido sin quitar el cojín de su cara.

—No te preocupes, solo unos segundos —mintió.

—¿De verdad?

—Bien, fue toda la canción —Taehyung dio un grito ahogado.
—Lo siento, lo siento tanto.

—¿Por qué te disculpas?

—Fue horrible, que vergüenza —se quejó por lo bajo.

—No te preocupes, no fue nada.

—Si fue, tú me viste bailar como, como —hizo una pausa para pensar—, como tonto. —Retiró el almohadón de su cara y lo puso en su regazo afrontando la mirada del mayor.

—Pues a mi me agradó —lo miró estupefacto—, me pareció lindo —El castaño siento un pequeño vuelco en el corazón, sintió su cara sonrojarse así que volvió a cubrirse el rostro con el cojín. Jungkook rió. —Oye ¿ y, dónde están los demás?

—Salieron.

—¿Cómo? —Exclamó, ¿en que pensaban esos chicos? Siempre hacia un esfuerzo para comprenderlos, sin embargo ya le era imposible.

—Lo sé, se que esta mal, yo se los advertí —se dejó ver la cara.

—Hoy es martes, tan solo faltan 3 días, tus amigos son tan... —decidió mantener los insultos lejos de su boca, no obstante le indignaba mucho.

—Lo sé, pero no creo que tarden, Salieron hace media hora, ya deben regresar.

Jungkook negó y colocó sus manos en su cara ocultando lo estresado que estaba, el jamás debió de entrometerse en la vida de esos jóvenes. El siendo una persona adulta, siendo un estudiante de periodismo y siendo una persona con principios sólidos ¿Cómo pudo permitir eso? Ni siquiera el mismo tenía la respuesta pero lo que estaba seguro era que ya no podía retractarse ¿o sí?

—¿Cómo te fue en la universidad? —La voz tímida del menor lo sacó de sus pensamientos.

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