✨ Capítulo 12 ✨
Había silencio, ninguno había dicho ni una sola palabra ante lo sucedido, los tres chicos se encontraban sentados en la orilla de la gran fuente de la plaza que quedaba bastante cerca de la estación de metro. Jimin fue el primero en hablar de los tres.
—Lo siento —se disculpó con evidente sinceridad—, no te enojes conmigo.
—Es verdad, Jimin no lo hizo con intención —El pelinegro no contestaba.
—Sí y lo siento tanto.
—Sí, además no es para tanto —dijo Taehyung animando a sus dos amigos.
Yoongi se levantó rápidamente de su lugar y les dedicó una mirada de enojo.
—¿No es para tanto? ¿Eres idiota o qué? —exclamó yoongi no obstante bajó rápidamente la voz al darse cuenta de que algunas personas lo miraban por el escándalo.
—¿Ahora qué haremos? —murmuraba dando vueltas—, no tenemos dinero y seguro nos estarán buscando ya. ¡Jin! claro cómo no se me ocurrió —balbuceaba para sí mismo. Sus amigos lo miraban preocupados. Yoongi sacó su descuidado celular y comenzó a marcar. Al parecer contestaron enseguida.
—¡Jin! Gracias, lo siento por.. —se detuvo para escuchar la voz de su amigo—. Sí, espera tenemos un problema. Sí, sí
Volvió a dejar de hablar unos pocos segundos, y camino de un lado a otro frente a sus amigos que lo observaban con curiosidad.
—Verás, un chico con el que vine perdió el dinero y arruinó todo —dijo Yoongi dedicándole una mirada molesta a Jimin.
El menor se levantó indignado, se acercó a yoongi quien seguía echando le toda la culpa.
—¿por qué dices que todo es mi culpa? —preguntó a la defensiva.
—Espera un momento Jin, por favor —pidió Yoongi alejando su celular de su oreja—. Porque es verdad tu echaste a perder todo.
—No solo fue mi culpa, tú tampoco recordaste —aclaró enojado.
—Maldita sea ¿ahora yo tengo la culpa? —Dijo rodando los ojos—. Nunca debí dejar que vinieras.
Jimin guardó silencio al escuchar las últimas palabras de Yoongi, realmente le dolió saber eso. El pelinegro retomó la llamada.
—Sí está todo bien, Jin no te preocupes, así, Jin te decía...
—Eres un idiota. Jin esto Jin lo otro..
—¿Qué te pasa? —soltó una carcajada.
Taehyung que había contemplando en silencio todo este tiempo hablo:
—Chicos, deberían dejar de-e
—¡Qué eres un idiota! —gritó el menor interrumpiendo a su mejor amigo y causando que las pocas personas que pasaban por ahí fijaran la vista en él.
—Jimin, cállate —susurró Yoongi percatándose de las personas a su alrededor—. vas a delatarnos.
—¡No me voy a callar!
Yoongi lo ignoró y se alejó de Jimin. Comenzó a retomar la llamada con Jin mientras le contaba el alboroto que había sucedido.
Jimin lo siguió y le arrebató el celular, sin previo aviso levantó su mano en la que tenía el celular y lo aventó con todas sus fuerzas al suelo. El celular provocó un fuerte ruido al estrellarse.
Todos los presentes quedaron asombrados y expectantes, todas las miradas estaban sobre Jimin. El menor razonó dándose cuenta de lo que hizo y se fue corriendo de aquel lugar a dirección desconocida. Taehyung se levantó rápidamente y fue tras él. Yoongi recogió su celular, se lo metió en el bolsillo sin verlo y fue tras sus dos amigos.
Cuándo el pálido llegó se encontró a los chicos abrazados, Jimin estaba llorando y eso al mayor le causó tristeza, no debió de ser tan duro con él. Se acercó a ellos, el castaño se dio cuenta de ello y se separó de su mejor amigo.
—Lo siento —Declaró Yoongi mirándolo seriamente, verlo así le afectaba de alguna manera también.
—Tienes razón, lo arruiné todo. —Dijo el menor entre sollozos.
Yoongi se acercó a él y lo abrazo fuerte como nunca lo había hecho ya que él no era de abrazos.
—Tranquilo —Susurró mientras acariciaba el cabello de su amigo—, a veces soy un idiota —murmuró.
...
Las horas pasaban y los intentos de prender el celular de Yoongi fueron en vano, el pequeño celular era inútil ahora.
El sol se ocultaba mientras que los chicos estaban descansando en un callejón mientras pensaban alguna solución para el desastre.
—Estoy hambriento —mencionó Taehyung sin ánimos.
—Todos lo estamos —suspiró el mayor.
—Tenemos que comer algo o moriremos —Dijo Jimin sobando su estómago y haciendo un puchero.
Pasaron cinco largos minutos de silencio hasta que uno de ellos habló.
—Arriba, iremos por comida —ordenó Yoongi.
—¿Cómo? —preguntó el menor con ceño fruncido.
—¿Debo ser más directo? —gruñó.
—No, no podemos. —Dijo Taehyung, su rostro de asombro y en sus ojos algo de terror.
—Está vez estoy con Taehyung —le dedicó una mirada rápida a su mejor amigo—, no podemos robar.
—¿no podemos o no debemos? —inclinó su cabeza hacia un lado—, al diablo, yo lo haré y si ustedes cobardes se rehúsan solo recuerden que no fui yo el que los dejó sin comida si no sus propias decisiones.
Los mejores amigos estaban reflexionando sobre las palabras del mayor. Durante unos cinco minutos de miradas y pensamientos Jimin rompió el silencio.
—Tienes razón. —Dijo dedicándole una mirada a yoongi.
—¿Están locos? —cuestionó el castaño—. Me rehúso. No somos criminales.
—¿A caso ves otra opción? —sonrió sarcástico el mayor.
—yo —titubeó y comenzó a dar vueltas por todo el callejón tratando de encontrar una manera sin embargo fue inútil. Odiaba que Yoongi tuviese razón.
—¿Qué haremos? —preguntó Taehyung sentándose a un lado de yoongi y observándolo con mucha atención.
Yoongi sonrió.
Jimin tomó un sorbo de agua y volvió a meter la botella media llena en su mochila y se la tendió a su mayor.
Los chicos observaban una pequeña tienda de grandes ventanales. Yoongi estaba preocupado sin embargo siempre trataba de ocultarlo, Jimin estaba nervioso y Taehyung era una mezcla de nervios y temor.
Los primeros en entrar fueron los mayores. Yoongi tenía la mochila de Jimin, caminó por los pequeños pasillos mientras que Taehyung fingía observar los artículos que estaban en las estanterías.
A lo lejos los dos amigos escucharon a Jimin hablar con el empleado de la tienda.
Yoongi rápidamente abrió la mochila y comenzó a meter en ella lo primero que miraba que fuese comida sin pararse a pensar si le gustase o no.
Siguió por un pasillo que conducía a la salida y miró hacia todos lados sin encontrar a Taeyhung ¿en dónde diablos se había metido ese chico? Esto no era un juego y cuándo salieran no tardaría en reñirlo.
Yoongi cerró la mochila y se la colgó nuevamente en la espalda. Estaba decidido a salir sin embargo se detuvo a ver un pequeño panque de chocolate y sin dudarlo lo tomó entre sus manos y se dirigió a la puerta.
El chico comenzaba a sentirse más nervioso, sus manos sudaban y su corazón latía fuerte. ¿A caso sería delatado por sus fuertes latidos? Rápidamente se deshizo de esos pensamientos.
Llegó a la puerta, tomó la agarradera de ésta, sin embargo al momento de agarrarla sintió que algo resbalaba de su mano sudorosa; y después un pequeño ruido que fue suficiente para que él empleado girara su cabeza.
El panque había caído, maldición ¿por qué? ¿Por qué había cometido esa estupidez de arriesgarse por un panque de chocolate? Se preguntaba Yoongi y se sentía estúpido
Salió corriendo al igual que el empleado que gritaba "ladrón"
El menor salió tras el empleado y tras Jimin unos minutos después su mejor amigo Taehyung.
Lamentablemente Yoongi no era tan veloz y el señor que iba tras el contaba con unos 30 años pero corría bastante rápido que alcanzó a tomar a Yoongi por la mochila y se la arrebato.
El empleado lo miró con desdén, mientras amenazaba al chico de llamar a la policía si no se iba antes.
Cuándo vio a Jimin acercarse a Yoongi comenzó a insultarlos a ambos sin embargo no duró mucho y volvió por donde vino.
—¿Estás bien? —preguntó el menor con preocupación.
—Perdimos las pocas cosas que nos quedaban —murmuró tratando de reprimir las ganas de llorar y lo logró.
A lo lejos Taehyung venía corriendo hacia ellos.
—Lo siento, chicos —Dijo Taehyung mirando a ambos.
—¿Por qué te fuiste? —preguntó entre dientes.
—Estaba viendo algo. —Tragó saliva.
—¡Sabías que debías cubrirme! —Taehyung quedó en silencio.
—Lo único que te pedí fue eso y no te importó —soltó una risa falsa—. ¡Eres tan cobarde!
—Basta, chicos —interrumpió Jimin— podemos arreglar las cosas.
—¿Cómo? —preguntó Yoongi deslizando las manos de su frente hasta su cabello con desesperación.
—Chicos —mencionó el castaño tímidamente.
Los dos amigos posaron su mirada en él. Taehyung sacó algunas cosas de sus bolsas del pantalón y luego metió su mano entre su camisa. Los otros chicos quedaron boquiabiertos.
Jimin abrazó a su amigo y soltó una risa de felicidad mientras que yoongi soltó un suspiro de alivio.
Los chicos caminaron durante una hora más hasta llegar a un puente ya que habían acordado dormir bajo éste.
—Lo siento —susurró Yoongi apenado— yo sólo me siento perdido y abrumado.
—Lo entiendo —Taehyung repartió unos cuantos sandwiches embolsados.
—No te preocupes, Yoongi. —Dijo Jimin dedicándole una hermosa sonrisa que hizo curvar la boca del mayor.
—Tomen —ofreció un pequeño pedazo de pan a sus Amigos—, no es mucho pero..
—Es perfecto —interrumpió Yoongi.
—¿y qué haremos mañana? —preguntó el castaño, los nervios y el temor amenazaban con volver.
—No te preocupes por eso hoy, Tae —Dijo el menor frotando sus ojos con las manos —verdad Yoongi —bostezó.
—Pero...
—Jimin tiene toda la razón —afrimó el mayor—, nuestra única preocupación por ahora es intentar dormir en este asqueroso puente.
—Bien.
La noche llegó y el primero que cayó dormido fue Jimin, los dos amigos no entendían como podía dormir con tanta facilidad en un lugar como ese dónde hacía frío, estaba sucio y corrían peligro. Donde la suerte era la única que decidía pero así era él.
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