CAPITULO 46
Jungkook soltó de nuevo otro bufido al instante que escucho la risa del príncipe.
—¡No es para nada divertido, Jimin! —menciono el joven omega mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho—. Seguramente estarías de la misma forma que yo.
—Te aseguro que sería feliz si estuviera en tu lugar, Jungkook —unos pasos los distrajeron de su conversación.
—¡Allí estás! —y allí estaba el alfa que había marcado a su amigo, Kim Taehyung a paso seguro y dando una reverencia en forma de saludo al príncipe, miro a su omega
—¿Sigues de quejumbroso? —pregunto el alfa.
—Es mi naturaleza y ni creas que la cambiaré —respondió de inmediato Jungkook.
—Me gusta tu naturaleza de omega rebelde —le dedico una sonrisa—, ¿quieres algo de comer?
—¡Me encantaría! —respondió emocionado Jungkook incorporándose para acercarse a Taehyung.
El alfa coloco su mano sobre la cabeza del omega revolviendo sus cabellos haciendo que el omega frunciera el ceño y que sus mejillas mostraran un color carmín suave, Jimin sonrió al ver aquello.
Soltó un suspiro en cuanto vio cómo se alejaban, la marca de Jungkook sobresalía, era como si estuviera presumiendo al mundo que tenía un alfa por fin y que es feliz en sobremanera con eso, y a pesar de que el joven omega se quejaba por su marca, podía ver la felicidad en su rostro, no había ningún rastro de disgusto.
Jimin paso su mano por la unión de su cuello y hombro, como le gustaría tener la marca de su alfa sobre él, y así poder estar juntos por toda una vida, ni siquiera se percató cuando el alfa líder llego, tampoco de cómo había visto todas sus acciones anteriores.
A pesar de las explicaciones que le había dado la hechicera Dasom, Yoongi aún no se sentía seguro, creerle le estaba costando demasiado, y a su lobo igual, pero la confusión, podía llegar a ser más credibilidad, estaba seguro de eso, jamás había dudado de todo, y ahora que lo hacía, se sentía sumamente extraño, pero debía tomar en cuenta los recuerdos desaparecidos, además de las acciones de su omega.
—¿Se encuentra bien, príncipe? —pregunto Yoongi, haciendo que el príncipe de inmediato quitase su mano de la unión de su cuello y hombro y dirigiera su mirada hacia el alfa líder.
—S-sí —respondió—, es sólo... —soltó un pequeño suspiro—, estoy algo pensativo.
—No debe preocuparse por una marca, príncipe.
Jimin aparto la mirada de nueva cuenta, estaba seguro que Yoongi decía aquello solamente para que dejase de pensar en alguna posibilidad de que lo marcará, y eso en verdad dolía demasiado. Dolía profundamente dentro de su pecho, saber que la posibilidad de recuperar su lazo atado hacia aquel alfa, iba a ser casi una tarea imposible.
—Lo lamento, Yoongi —el alfa líder no comprendía el porqué de aquella tan repentina disculpa de parte del príncipe.
—¿Qué dice? —el alfa estaba sumamente confundido—. No me debe una disculpa.
—Claro que te la debo, por todo lo que me soportaste desde pequeños —el príncipe omega trago grueso y miro directamente a los ojos al alfa líder—, era un completo inmaduro, no sabía lo que iba a causar con mis acciones y mis palabras, en verdad lo lamento, alfa, jamás debí haberte rechazado, y sé que ahora no recuerdas nada, pero...
—Le he dicho que no me debe una disculpa —la voz de Yoongi era pesada, casi como la de mando, y eso asusto un poco al omega, sintió como sus sentidos se ponían alerta, Yoongi se enojaba con facilidad cuando le decía alfa, y lo había hecho, tenía que estar listo para lo que viniese a continuación—, será mejor que deje de pensar en esas tonterías.
—¿Y entonces qué fue aquel beso?
—Sólo lo hice para que dejase de estar triste, eso es todo, sé que ha dicho que se comportó como un inmaduro, y aunque los recuerdos se hayan ido por completo de mí, créame que aunque los tuviera, ni siquiera estaría con usted —Yoongi dio unos pasos hacia el frente y tomo al príncipe del antebrazo—, escúcheme bien, deje de decir que somos predestinados, no lo somos, y será mejor que deje esas falsas expresiones suyas solamente para que me acerque a usted, tal vez esto tenía que pasar para que dejemos de estar juntos, porque siempre saldré lastimado por culpa suya, príncipe Park.
Y lo soltó, Jimin se agarró el antebrazo, la fuerza que el alfa había aplicado sobre él había sido mucha.
—¿Por qué no puedes admitirlo?
—Porque el destino nos preparó ahora caminos distintos, príncipe Park, y esos son los caminos que tomaré.
—¡Prometiste que no te separarías de mí! —Yoongi retuvo un gruñido al escuchar al omega.
—¿Quién dijo que debo obedecerle?
Y allí Jimin lo vio, ese brillo rojizo en los ojos del alfa, no era Yoongi, ese no era Yoongi.
—Yoongi —el alfa gruño ante aquel llamado—, no eres tú, ese no eres tú.
—Soy yo —menciono el alfa líder.
Jimin debía tomar un riesgo, del cual tal vez podría salir lastimado de por medio, pero aun así, tomo valor y a pasos lentos se acercó a él, el alfa líder gruño al ver que el príncipe omega se aproximaba cada vez más cerca de él.
—Ni siquiera piense dar un paso más, príncipe —amenazo el alfa.
El omega ignoro por completo aquella advertencia, debía hacerlo, ese brillo no es normal, no en un alfa, y cuando por fin estuvo cerca, su mano fue a dar con la mejilla de Yoongi, el alfa siguió gruñendo, casi mostrando por completo sus colmillos al omega, y Jimin se estiro solamente un poco para poder brindarle un beso en los labios al alfa, Yoongi coloco su mano en la unión del cuello y hombro del omega, sus garras afiladas se encajaron en la piel del omega, provocando que el omega soltara un chillido adolorido pero a pesar del dolor, Jimin no estaba dispuesto a tomar distancia.
De nueva cuenta el color en los ojos del alfa se esfumo poco a poco y la presión ejercida hacia la zona de la unión del hombro y cuello del omega disminuyo hasta que por fin lo soltó, Jimin separo sus labios de los de Yoongi y coloco su mano en la zona afectada por las garras del alfa líder, el dolor y el ardor de la herida eran ignorados por el afectado.
—Estás devuelta —menciono Jimin sonriendo hacia el alfa líder.
Yoongi miro la mano que cubría aquella zona de unión del cuello y hombro del príncipe, y miro como la mano del príncipe tenía algo de sangre. Sus ojos se abrieron en demasía al percatarse de aquello, y cuando levanto su mano para poder quitar la de Jimin, se detuvo, se percató que él también tenía la sangre del príncipe entre sus dedos.
—Y-yo... —su pulso tembló—, ¿yo te hice eso? —miro al omega quien le dedicaba una tenue sonrisa.
—Yoongi —el omega dio un paso al frente, pero el alfa retrocedió—, deja de preocuparte, es sólo una herida, me recuperaré.
—No, no es solamente una herida, te he lastimado —él no es esa clase de alfa, no puede seguir allí—, debo irme.
—No, Yoongi... —Jimin intento detenerlo—, quiero que estés conmigo...
—No, ves eso —miro la herida del príncipe omega—, no quiero hacerte daño, o peor, podría... —trago saliva con pesadez ante su pensamiento—, podría matarte, y no quiero eso, no quiero hacerte daño, lo lamento.
—¡Yoongi!
Pero el alfa líder ignoro aquel llamado, debía irse de allí lo antes posible, o si no podría descontrolarse, no sabe lo que le está pasando, su lobo lo felicita, pero también lo reprende, es extraño, definitivamente tenía que escapar de allí, no quería volver a lastimar al príncipe.
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