Capitulo 40
Por fin la noche había caído, y Yoongi se sentía mucho más tranquilo, más no quería despegarse del lado de Jimin, el alfa líder había aceptado quedarse unos minutos más con él para que pudiera seguir tranquilo, pero ciertamente quería irse, el príncipe lo tenía aprisionado en un abrazo, disfrutando de su aroma.
—¿Deseas algo de comer, alfa líder? —pregunto Hoseok viendo con una sonrisa a su amigo que prácticamente había sido aprisionado por el príncipe.
—No, estoy bien, he cenado un poco —menciono Jimin soltando un suspiro, sintió a Yoongi removerse un poco—, ¿quiere cenar algo, príncipe?
—Quiero que cenes conmigo, alfa —aquella respuesta había sido solamente para el alfa líder, Hoseok sonrió al escuchar aquello.
Le parecía interesante ver toda esa escena frente a él, después de todos los constantes rechazos de parte del omega hacia el alfa, y ahora ver que los papeles prácticamente se habían invertido, le parecía divertido, y a la vez triste, todos estaban enterados sobre lo que a Jimin le había pasado, pues que le hayan roto su lazo del destino es lo más duro que podría pasarle a cualquiera, y lo más doloroso de igual forma, se preguntaba si acaso Yoongi había logrado tratar de unirlo nuevamente.
—Hoseok —el beta los miro a ambos de nuevo—, ¿podrías traernos algo de comer? Creo que algo dulce estaría bien por el momento, supongo.
—Por supuesto, les traeré algo de té también.
—Gracias —Hoseok dio una pequeña reverencia—, ¿sabes si Taehyung ha regresado con las hierbas que le he encargado?
—Las trajo, pero no se las entrego por un pequeño percance que sufrió —menciono Hoseok.
—¿Percance? ¿Le ha pasado algo? —pregunto Jimin preocupado, y recibió un pequeño gruñido de parte de Yoongi, lo que lo dejo algo impresionado.
—Su celo se ha presentado, Jungkook se ofreció a llevarlo a casa —respondió Hoseok—, ¿quiere que le traiga las hierbas en té al príncipe?
Jimin miro a Yoongi, se percató de que esté no quería eso, lo que él quería era seguir en la misma posición con Jimin, no quería nada más.
—No —respondió Jimin—, está bien así, gracias.
Hoseok dio un asentimiento para por fin retirarse de la habitación, el alfa líder sintió como Yoongi se removía un poco separándose de él.
—¿Desea algo príncipe?
—Sólo... —miro al alfa a los ojos—, ¿por qué te has mostrado preocupado por Taehyung? —la pregunta del príncipe omega lo desconcertó, frunció el ceño confundido por aquel cuestionamiento tan repentino.
—Me preocupa su bienestar —respondió el alfa líder.
—¿Él te preocupa? —Yoongi no se escuchaba para nada contento—. ¿Por qué debes sentirte preocupado por otro omega? ¡Yo soy tu omega!
¿Jimin estaba escuchando correctamente?
El príncipe estaba celoso, y lo demostraba, su aroma lo decía a gritos se había vuelto levemente amargoso, y Jimin simplemente se sentía increíblemente sorprendido, no debía de estar así, además ni siquiera eran algo importante como para estar de esa forma.
—Príncipe —dijo Jiminen un suspiro—, debe entender que proteger a todos es un deber que tengo, me preocupo por todos, no solamente por Taehyung.
—Lo sé, pero yo debo estar en tus mayores prioridades, alfa —Jimin parpadeo un par de veces, a pesar de que el príncipe se mostraba serio ante sus palabras, no podía evitar pensar que no se veía para nada atemorizante, se veía tan tierno—. No sonrías, esto es serio.
Jimin soltó una risa ante eso, y es que ver al príncipe omega enojado no le causaba más que gracia, parecía como si un tierno cachorro se enojará porque no le dan lo que desea comer, a los ojos del alfa, Yoongi parecía todo un tierno cachorro enfurruñado, lo más adorable del momento.
—¡No te burles!
—No me estoy burlando, príncipe, se ve muy tierno de esa forma —esas palabras habían salido sin ser para nada contenidas por el alfa.
Jimin dejo de sonreír al percatarse de lo que había salido de sus labios, ¿qué le pasa? ¿Por qué había dicho algo como eso? Miro al príncipe, las mejillas del mismo estaban totalmente encendidas en un rojo intenso, y su mirada estaba apartada de la suya, mostrándose cohibido y avergonzado por lo que había dicho Jimin.
—Disculpé por lo que dije —menciono Jimin—, esas palabras no debieron salir de mis labios, lo lamento, príncipe.
—No... —Yoongi de inmediato negó con la cabeza—, no te disculpes, me ha gustado, ¿en verdad crees eso? —el brillo esperanzado podía verse en los ojos del omega.
—Por supuesto, príncipe.
Yoongi le regalo una sonrisa a su alfa, y Jimin no sabía que decir, o que hacer, sólo vio esa hermosa sonrisa que hacía que se sintiera tan extraño, tal vez le estaba afectando demasiado aquella convivencia, pero aun así no quería dejar de tenerla, era como si hubiera sentido eso mucho antes, pero no sabía cómo explicarlo mejor.
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