Especial 1
Silver caminaba de un lado a otro en su habitación, completamente frustrado. Había intentado hablar con Shadow para convencerlo de salir en un pequeño picnic junto a Sonic y los demás, pero como siempre, había sido rechazado. Shadow no era el tipo de erizo que se entusiasmaba con la idea de pasar tiempo con los demás, mucho menos en algo tan informal como un picnic. No, Shadow siempre era distante, frío y extremadamente reservado. Pero Silver sabía que algo debía cambiar. Había visto la tensión entre Shadow y Sonic crecer día a día, como un volcán que estaba a punto de estallar. Siendo tan distintos de lo que eran antes o eso era lo que decia la mayoria, pero Silver podia ver algo que todos no, era ese brillo que tenian cuando se miraban antes, no podia estar loco como para imaginar cosas que no existian.
Silver había llegado a una conclusión simple: necesitaban hablar, enfrentarse de una vez a lo que fuera que ambos estaban sintiendo, y qué mejor manera que hacerlo en un ambiente relajado... o al menos eso pensaba hasta que Shadow lo había despachado con una simple frase: "No me interesan esas tonterías, Silver."
– Maldición – murmuró Silver para sí mismo mientras se dejaba caer en su cama, las manos cubriéndose la cara.
Sabía que no podía rendirse tan fácilmente. Si quería que Sonic y Shadow arreglaran sus diferencias, iba a necesitar ayuda, y había una sola persona que podía convencer a Shadow de hacer cualquier cosa: Rouge.
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Rouge observaba a Silver con una sonrisa divertida mientras él le explicaba su plan, omitiendo algunos detalles sobre la parte en la que pensaba encerrar a Sonic y Shadow para obligarlos a hablar.
– Entonces... quieres que haga que Shadow vaya a un picnic – repitió Rouge, mirándolo con una ceja levantada.
– Exactamente – respondió Silver, sintiendo que la determinación volvía a inundarlo. – Es la única forma de que podamos relajarnos un poco, y además, Sonic y él necesitan tiempo a solas.
Rouge se reclinó en su asiento, cruzando los brazos sobre el pecho mientras lo miraba con una expresión pensativa.
– Mmmm... Shadow no es alguien fácil de manipular, ¿sabes? Pero... – hizo una pausa dramática, dándole a Silver una sonrisa traviesa – puedo intentarlo. Lo haré, pero te advierto que no será gratis. Me debes una.
Silver no pudo evitar sonreír ante eso. Sabía que Rouge era su mejor oportunidad, y si alguien podía convencer a Shadow, era ella.
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El día del picnic llegó más rápido de lo que Sonic esperaba. El erizo azul miraba su reflejo en el espejo, con una extraña sensación de incomodidad en el pecho. Había algo en esta salida que lo ponía nervioso, aunque no lograba descifrar exactamente qué era. Quizás era la idea de pasar tiempo con Shadow. Desde hace un tiempo, la relación entre ellos había sido tensa. Había algo no dicho, algo que ambos parecían evitar cada vez que se veían. Sonic no podía dejar de sentir que debía haber una conversación pendiente entre los dos, pero no se atrevía a sacarla a relucir. Ignorando todo el tiempo que ha tenido que pasar sepultando todos estos sentimientos hacia Shadow, pero no podia compararlos, no era justo para el recuerdo de su esposo ni justo para el azabache actual.
– Solo relájate, Sonic – se dijo a sí mismo en voz alta mientras se echaba agua en la cara. – Es solo un día con los chicos. Nada más.
Con eso en mente, Sonic salió hacia el lugar acordado. El día era perfecto, el sol brillaba en lo alto y el clima era ideal para un día al aire libre. Silver ya estaba esperando con una gran sonrisa y una manta extendida en el suelo, junto a varias cestas con comida. Rouge se encontraba a su lado, mirando hacia la distancia, y cuando Sonic llegó, no pudo evitar notar a Shadow, de pie en un rincón, con los brazos cruzados y una expresión seria.
– Oh, si vino... – murmuró Sonic para sí mismo, acercándose al grupo.
El picnic comenzó de manera relajada. Silver y Rouge hicieron la mayor parte de la conversación, mientras Sonic intentaba mantenerse al margen de cualquier tensión. Pero, por alguna razón, no podía evitar sentir que Shadow lo observaba de vez en cuando. Sin embargo, cada vez que lo miraba directamente, Shadow apartaba la vista, como si no tuviera interés alguno en lo que ocurría.
Finalmente, después de un rato de juegos y comida, Silver se levantó de golpe.
– Bien, es hora de que hagamos algo más emocionante – anunció con una sonrisa que parecía más traviesa de lo habitual.
Rouge lo miró con curiosidad, y Sonic levantó una ceja, pero fue Shadow quien habló primero.
– ¿Qué estás planeando ahora, Silver?
Silver sonrió ampliamente y señaló una pequeña cabaña a unos metros de distancia.
– Tengo una sorpresa para ustedes dos – dijo señalando a Sonic y a Shadow.
Sonic frunció el ceño, mientras Shadow lo miraba con aún más sospecha.
– ¿Una sorpresa? – preguntó Sonic, levantándose del suelo.
– Sí, pero... tendrán que ir los dos solos. Es parte del plan – respondió Silver, sin perder la sonrisa.
Shadow entrecerró los ojos, claramente incómodo con la idea, pero antes de que pudiera protestar, Rouge intervino.
– Vamos, Shadow. No seas aburrido. Puede ser divertido – dijo con su tono persuasivo, guiñándole un ojo.
Shadow suspiró con resignación. Algo en la actitud de Rouge le decía que no iba a poder escapar de esta, así que finalmente aceptó.
Sonic y Shadow caminaron hacia la cabaña, seguidos de cerca por Silver, quien, en cuanto ambos estuvieron dentro, cerró la puerta detrás de ellos y activó un dispositivo que bloqueaba cualquier intento de Chaos Control, ademas de levantar una barrera alrededor de la cabaña.
– ¡Silver! ¿Qué demonios estás haciendo? – exclamó Sonic, sorprendido.
Desde afuera, Silver respondió con voz firme.
– No los dejaré salir hasta que hablen. Sonic, tienes que decirle a Shadow lo que no te has atrevido a contarle. ¡Sobre tu vida pasada!
El aire se volvió más denso en la pequeña cabaña, mientras Sonic miraba a Shadow, quien ahora lo observaba con una mezcla de curiosidad e irritación.
– ¿De qué está hablando, Faker? – preguntó Shadow, su voz baja y peligrosa.
Sonic tragó saliva, su mente tratando de encontrar una salida a la situación, pero sabía que no había manera de evitar lo inevitable.
– Es complicado... – comenzó Sonic, sin saber exactamente por dónde empezar. – Silver no debió involucrarse, pero... es cierto. Hay algo que nunca te he contado, algo sobre... mi pasado. Antes de conocernos aquí.
Shadow frunció el ceño, dando un paso hacia él.
– Habla claro, Sonic. No soy de los que tienen paciencia para rodeos.
Sonic suspiró. Sabía que no podía escapar de esto. Había tratado de evitarlo durante demasiado tiempo.
– En una vida pasada, yo... – Sonic se detuvo, mirando hacia el suelo. – Fui un asesino. Fui creado para destruir, y... había un arreglo. Un matrimonio, entre tú y yo.
Las palabras quedaron suspendidas en el aire, y la mirada de Shadow se oscureció. No dijo nada durante un largo momento, lo que hizo que Sonic se sintiera aún más nervioso.
– ¿Nos casamos? – preguntó Shadow finalmente, su tono frío, como si no pudiera procesar la información.
Sonic asintió lentamente, evitando su mirada.
– No fue por amor al principio – explicó. – Era un arreglo político, una alianza. Pero con el tiempo... cambió. Y al final... morí. Morí protegiéndote a ti y a los demás.
El silencio que siguió fue abrumador. Sonic podía sentir la tensión aumentar, pero sabía que no podía detenerse ahí.
– No quise decírtelo porque no sabía cómo ibas a reaccionar – continuó, su voz ahora más suave. – Y no quería que esto complicara las cosas entre nosotros. Ademas eso paso en otra vida y eres libre de sentirte hacia mi como quieras, odiarme... eso esta bien, no me molesta.
Shadow no respondió de inmediato. En su mente, las palabras de Sonic se mezclaban con fragmentos de recuerdos que habían comenzado a resurgir desde su última pelea junto a Silver. Imágenes vagas, sensaciones, todo apuntaba a algo que había estado enterrado en lo profundo de su subconsciente.
– He estado... recordando cosas – murmuró Shadow, como si hablara más para sí mismo que para Sonic. – Desde que peleamos junto a Silver, algo ha estado regresando. Pero es confuso. No estoy seguro de qué es real y qué no.
Sonic lo miró con tristeza, sabiendo que Shadow estaba comenzando a recordar fragmentos de su vida pasada, pero también entendiendo que esto no sería fácil para él.
– No estoy listo para hablar de ello – dijo finalmente Shadow, su voz más suave de lo habitual. – Pero no puedo ignorar que algo está mal, que algo en mí... reconoce lo que dices.
Sonic asintió, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza.
– Lo entiendo – respondió. – No tienes que hablar de ello hasta que estés listo.
En ese momento, la puerta se abrió y Silver asomó la cabeza con una sonrisa triunfal.
– ¿Todo bien? – preguntó, aunque ya sabía la respuesta.
Shadow lo fulminó con la mirada, pero no dijo nada. Sonic simplemente sonrió con cansancio.
– Vamos, Silver – dijo Sonic. – Sácanos de aquí.
Al día siguiente, Sonic había desaparecido. Sin decir una palabra, sin dejar rastro. Para quienes lo conocían, esto no era algo fuera de lo común. Sonic siempre había sido una criatura libre, el viento lo guiaba y su necesidad de estar en constante movimiento a veces lo llevaba a lugares lejanos sin previo aviso. Pero esta vez, no era lo mismo.
Se sentía como una sombra de lo que había sido el día anterior, con la mente nublada por pensamientos oscuros. Esa conversación en la cabaña, la revelación que había hecho a Shadow sobre su vida pasada, y el hecho de que no había podido frenar a Silver, lo atormentaban. Sonic sabía que había sido demasiado. No era solo que había hablado del pasado, era que había traicionado su propia decisión de dejarlo atrás, de abandonar todo lo que alguna vez había sentido por el erizo azabache.
Cada vez que intentaba convencerse de que lo mejor era dejar ir esos sentimientos, algo dentro de él lo desgarraba. Había decidido, por su propio bienestar y el de Shadow, que lo correcto era no forzar nada. Ya había sido demasiado pedirle a la vida una segunda oportunidad, después de haber sido una máquina de matar sin sentimientos. En su vida pasada, el único sentimiento verdadero que había experimentado antes de morir había sido "un amor pleno y verdadero", y ahora ese mismo amor le quemaba el pecho con una intensidad insoportable.
Sonic corrió por horas, alejándose de todo y de todos, tratando de dejar atrás esa sensación de impotencia, de pérdida, y sobre todo, de egoísmo. Sabía que Shadow no había nacido con aquellos sentimientos en esta vida, que su relación pasada no tenía cabida en el presente. Shadow era alguien nuevo ahora, alguien sin recuerdos claros de lo que habían compartido. Aunque Sonic podía intuir que Silver y Shadow comenzaron a recordar debido al uso de las Esmeraldas del Caos —como había ocurrido con él— no podía enfrentar esa realidad.
Y luego estaba el recuerdo. Ese devastador recuerdo de la muerte de Shadow. La primera vez que Sonic lo había perdido, la agonía de verlo caer hacia la tierra y no poder hacer nada. Y despues, verlo de nuevo, con vida, junto a Rouge y Omega, como si esa vida anterior nunca hubiera existido... era demasiado para él. No podía manejarlo, no podía enfrentar la confusión y el dolor adecuadamente, todo lo que rodeaba al azabache era un impacto fuerte en su vida aunque quisiera ignorarlo.
En esta vida, Shadow era diferente, y Sonic sabía que no podía aferrarse al pasado.
"No puedo obligar las cosas..." pensaba una y otra vez. Era su mantra, su consuelo inútil. Había decidido abandonar sus sentimientos, incluso si eso le causaba un dolor insoportable. No podía ser egoísta, no podía exigirle a Shadow recordar algo que ya no era suyo. El erizo azabache no se merecía su egoísmo, no merecía que Sonic intentara revivir un pasado que, para Shadow, no tenía ningún significado.
Ver a Shadow en Tokio por primera vez en esta vida prácticamente le había robado el aliento. Durante unos instantes, había sentido que el mundo dejaba de girar, que todos esos años de dolor, de vacío, se desvanecían solo con ver esos ojos rojos nuevamente. Pero no era lo mismo. Shadow no lo había mirado con los mismos ojos. No había el rastro de reconocimiento, ni la chispa de aquel amor que los había unido una vez. "No es justo...", pensó Sonic con amargura. "No es justo que él no recuerde... y yo sí."
Sonic se detuvo finalmente, su cuerpo exhausto, su mente aún más. Se dejó caer en la hierba de una colina, mirando el cielo despejado. Era hermosa la paz del amanecer, pero dentro de él, no había calma. Sabía que tenía que irse, que debía calmar su mente, por su bien... y por el de Shadow. No podía quedarse, no cuando cada segundo que pasaba junto a él solo le recordaba lo que ya no tenían. Shadow no merecía llevar la carga de su dolor, de su pasado, ni de sus sentimientos no correspondidos. Sonic había decidido en lo profundo de su ser que no lo forzaría, que no lo obligaría a recordar o a amar.
Con ese pensamiento, cerró los ojos, deseando, al menos por un momento, poder escapar de todo.
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Mientras tanto, en otro lugar, Rouge y Silver comenzaban a notar la ausencia de Sonic. Silver, en particular, estaba preocupado, sintiendo que tal vez había ido demasiado lejos con su plan. Había forzado a Sonic y a Shadow a enfrentar algo que, evidentemente, ambos no estaban listos para discutir. No podía evitar sentir la culpa aplastándolo. Sabía que Sonic era fuerte, que siempre encontraba la manera de seguir adelante, pero había algo en la forma en que había reaccionado después del picnic que no le daba buena espina.
– ¿Crees que Sonic está bien? – preguntó Silver en voz baja, mirando a Rouge, quien estaba sentada tranquilamente, aunque su mirada también reflejaba preocupación.
Rouge suspiró, cruzando las piernas y mirando al cielo.
– Sonic siempre ha sido difícil de entender. Pero... – hizo una pausa, reflexionando. – Esta vez, parece diferente. Tal vez deberíamos haberlo dejado a su tiempo, no se que debian de hablar, pero creo que no era el momento aun.
Silver asintió en silencio, sintiendo el peso de sus acciones. Había pensado que obligar a Sonic y a Shadow a hablar sería lo mejor para ambos, pero ahora se daba cuenta de que algunas heridas eran más profundas de lo que él había imaginado.
El problema no era solo recordar el pasado. El problema era cargar con él.
Un gusto de tenerlos en esta historia, estoy muy feliz escribiendo los especiales, y espero que sean de su agrado.
Hoy les vengo con una sesion que ya saben que soy fan, de mis comerciales...
Recien saque una historia que espero tambien les guste, asi que si pueden darle un poco de amor estaria muy agradecida.
Gracias por todo su apoyo, nos vemos en el siguiente especial !!!
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