«Extra 01»

Capítulo censurado



La imagen que refleja el espejo delante suyo, no le convencía del todo. Es más, se sentía inseguro y bastante avergonzado. Realmente no cree lograr el propósito que se supone, debe hacer que surga en su pareja.

Shinichi traía puesto un «baby doll» de encaje color blanco, que hacía parecer casi como un pequeño y cortísimo vestido de bodas debido a la tela. El cuál enseña justo lo necesario para volver loco a su Alpha, pronunciando con picardía sus espectaculares pezones que podían verse a través de la tela traslúcida, la cuál le marcaba todavía más su color de piel nivea. El modelo tiene un atrevido escote, en el cuál había una cobertura que pasaba por medio de su pecho. Debajo de esté, traía una panti traslúcida, la cuál le permite tener su trasero levantado por la cobertura de la prenda, y por delante se le marca bastante su mediano miembro. También usaba unas medias largas por encima de la rodilla del mismo color que el baby doll.

Aparte de quizás, las medias que le apretaban un poco debido a que últimamente ha comido de más, provocando que debajo de sus muslos se llenará esa zona de sus piernas, no tenía alguna otra molestia. Lo que le hacía sentir inseguro en si, apesar de verse realmente sexy con esa prenda, provocativo. Ya que, su pansa de tres meses de gestación ya es bastante notoria.
Incluso, no sólo su pareja, también su madre y suegra le dijeron "está muy grande para estar en el tercer mes". Lo cuál hizo adelantar su cita con su doctor para saber si todo iba en orden con su embarazo. No quería pasar algún riesgo por alto.

Su doctor, un Beta azabache de ojos azul verdosos llamado Rumpelstinski le hizo la revisión, indicando que todo iba perfectamente bien con su embarazo y que no se preocupara demasiado. Tampoco que no se preocupara tanto por él tamaño de su pansa. Diciéndole que quizás el bebé se esté desarrollando demasiado rápido, y que no debe olvidar que los Omegas sólo gestan seis meses, y no nueve como las Alphas u Betas mujeres.

Que su bebé podría nacer grande y saludable debido a la dieta que le recomendó. Aparte de ello, también le preguntó cómo pasaba los síntomas y si hacía algún ejercicio en particular.

Kudou le respondió más calmado, que sólo tenía mareos y de vez en cuando, vomitaba. Que iba mucho al baño hacer pipí. Que por el momento, no sentía los antojos pero si comía más de lo que acostumbra. El doctor le recordó de nuevo la dieta que debía seguir para que su embarazo sea lo más saludable posible, que aparte de carne y huevo, necesita comer cereales, vegetales y leguminosas. Que trate de no comer seguido mariscos. Ya que estos al venir del mar, el cuál ya está bastante contaminado puede traer varios problemas al embrión. Y aunque se supone que estos se limpian o desinfecten haciéndolos supuestamente puros, para los embarazos no es recomendable, es mejor no arriesgarse.

Shinichi escuchó atento cada una de las indicaciones del doctor Rumpelstinski. El cuál al recordar la profesión que ejerce el Omega sabiendo lo peligrosa que es, le preguntó si aún seguía con su trabajo de Detective.

Kudou respondió que sí pero, ya no iba directamente a las escenas de crimen. Resolvía los casos desde una oficina o iba al lugar si era seguro. Desde una oficina, resolvía los crimenes de robo, hackers, secuestros, atracos y que no sea relacionado directamente con el homicidio.

Otra cosa que sí tomó mucho en cuenta, es sobre su libido. Que se supone, viene hasta el quinto mes. Pero, según él doctor a veces se puede adelantar debido a su propia pareja. Su Alpha no resistirá en poseerlo nuevamente, y le será más gratificante al tener su Omega en cinta. Por eso le recomendó tener mucho cuidado a la hora de su actividad sexual. Que cuidara de sus posiciones y que al estar en cinta, es más probable que se cansé más rápido.

Shinichi se acarició su vientre abultado, imaginándose como sería su bebé que según, dará a luz dentro de tres meses más. Podría adelantarse o atrasarse un poco. Lo único que pedía, es que naciera saludable, sin correr algún riesgo.

Al percatarse de que ya se estaba tardando por recordar la cita de esa mañana, salió del baño pasando por una alfombra y el frío suelo que podía sentirse un poco debido a las medias que trae puestas. Se mordió levemente el labio inferior, preguntándose cómo es que Kuroba terminó por convencerlo de usar algo tan atrevido como un «baby doll». Aunque otra pequeña parte de si mismo, le gustaba y excitaba traer algo tan liviano que lo hacía sentir expuesto ante los ojos de su Alpha.

—Te ves precioso, mi Omega.— le dijo Kaito sentando en la orilla de la cama, depositando suaves besos en el abultadito vientre de su pareja. Shinichi acariciaba sus hebras castañas, soltando suspiros satisfactorio al sentir los labios de su futuro esposo sobre su piel, en especial en dicha zona.— No sólo es la lencería, te ves hermoso con un cachorro mío, aquí dentro.— agregó mirándolo con tanto amor, que derritió el corazón del azabache.

Kudou sólo se sonrojo, y soltó un suave gemido cuando sintió las grandes manos de su Alpha viajar a su parte trasera. Jugando con su panti traslúcida. Tocando por encima de esta, justo en su entrada que debido al ambiente y los aromas en la habitación, comenzaba a lubricar. Cómo el propio doctor había dicho, el libido se le puede adelantar debido a su propia pareja. Y no se había equivocado.

—Te queda hermoso esté encaje blanco, eres un bello ángel. Mi bello ángel— dijo, escurriendo unos traviesos dedos por debajo de la ropa interior. Amasando las rellenas nalgas de su pareja. La cuál sin duda, tienen carne de más por qué ha estado comiendo como se debe. — ¿Te gustaría sentarte aquí, Omega?— sonrió travieso indicando su entrepierna.

Shinichi se acomodó al igual que Kaito, quedando enmedio de la cama. Montándose encima del Alpha, restregando su gordo trasero en su entrepierna, la cuál comenzaba a marcarse cada vez más en esos ajustados pantalones oscuros.

—Alpha. . .— balbuceó Shinichi, al sentir las fuerza pero delicadeza con la que es tratado, como Kuroba siempre llegaba a su punto dulce a la vez que le devoraba sus labios. Impregnado no sólo su calor y fluidos, también su olor territorial. — Te amo, te amo tanto.— dijo mirándolo con cariño. Su Omega necesitaba más de su Alpha, más del padre de su cachorro.

—Yo soy quien lo hace más. — dijo, su voz sonó más ronca dando a entender que pronto estaría por venirse. — ¿Quieres sentirte lleno? Dime, ¿Quieres que vacíe mi semen en tu interior?

—¡Sí! — contestó acompañado de un gemido. — A-Alpha. . .— su vos tembló debido a las fuertes sensaciones que recorrían su cuerpo, sus piernas se enredaron en la cintura del contrario.

[...]

—Q-Quiero dormir, estoy cansado Kaito.

—Esta bien, yo me quedaré aquí hasta que terminé el nudo.— dijo para depositarle un beso en sus labios. Sonriendo tranquilamente.

—La última vez que me dijiste eso, amanecí con tu pene en mi. . . Interior. —le recordó con sus mejillas sonrosadas. Frunció el ceño al escuchar del contrario una risa, debía admitir que le gustaba sus risas, pero hablaba enserio con ese asunto.

—No pude evitarlo, cariño. Es erótico.— se movió, causando un gemido en el más bajo ya que aún seguía dentro y por lo tanto, muy sensible en su zona.

—Cuenda vuelva a despertar, te quiero fuera Kaito. —le advirtió, intentando sonar amenazante. Siendo imposible con su rostro colorado, y gimiendo cada vez que Kaito se movía brusco en su interior. Cómo si quisiera una segunda ronda.

—Descansa mi cielo.— le sonrió y depósito unos suaves besos en su vientre. Observando como su amado cerraba sus párpados confiando en él.

Sólo fueron cuestión de unos minutos más para que el nudo terminará y el saliera complacido, soltando un gruñido por el cambio de temperatura.

Ver a su futuro esposo durmiendo, indefenso, esperando su bebé, con un provocativo baby doll blanco, más su pantis traslúcida descubriendo su ano que estaba contrayendo se y que poco a poco expulsaba su semilla blanca. Aparte esos pezones punzantes y rosados sobre saliendo del pecho de él, le era inrresistible no seguir tocando lo. No querer volver hacer el amor con él, porque su Shinichi es tan precioso.

Es el hombre más feliz sin duda, desde hace años que lo vio en un atraco lo supo. Sintió esa punzada en su corazón, lo cuál nunca le sucedió con alguien más. Su fresco y dulce aroma fue una de las razones por la que lo motivo a acosarlo y averiguar todo de él. Porque de alguna u otra forma, podía afirmar que su vida junto a aquel detective podría ser maravillosa.

—Lo siento, Shinichi. . .— murmuró, para volver a introducir su miembro en un bello Omega durmiente.


X

Otra mañana más de otro día; finalizando el mes de octubre y con otoño más presente que nunca. Acostado a lado de aquel Alpha que no sólo es el padre de su cachorro, también cree ciegamente, ser el amor de su vida. Shinichi nunca pensó, que podía enamorarse de esa forma. Sentir cosquillas en su pecho y vientre —no necesariamente por el embarazo—, y también ser celoso y posesivo con Kuroba. Aunque sabía disimularlo bastante bien.

El más bajo se acurrucó en el cuerpo del mayor, acariciando su tersa piel en el pecho y observando fijamente las facciones de su pareja. Un perfecto mentón, sus pestañas castañas como aquel cabello desordenado que tiene tantos estilos. Pero por lo común, esté lo lleva siempre despeinado que le da también su propio toque atractivo. Pero debía admitir, que le gustaría verlo peinado.

Kudou vio la hora desde donde estaba en un reloj en la mesita de noche. Se percató entonces  de la hora y recordó algo importante que tenía que hacer.

—Kaito, amor.— dijo moviéndolo de su lugar. El mencionado perezosamente abrió sus ojos mirándolo con esos intensos violetas que tanto le gustan a Kudou. Esperaba que su cachorro heredera ese espectacular rasgo de su padre.

—Amor, apenas son las siete de la mañana. — se restregó sus ojos, Shinichi sonrió enternecido mientras que Kuroba terminaba por abrazarlo.

—Si, pero tenemos cita con mi doctor a las nueve de la mañana. Todavía no hemos desayunado. Y sabes que me tardó en bañar, últimamente.— respondió haciendo círculos en el pecho del contrario.

—Uhm. . . Esta bien, está bien.— dio un largo bostezó para después ponerse de pie. Shinichi quien estaba apunto de seguirlo, volvió a recostarse al sentir un dolor en su vientre.

—Ogh. — se quejó adolorido con una mueca en su rostro. Aquello alertó a su Alpha.

—¿Qué pasa? ¿Te dio otro mareo? ¿Quieres vomitar?— le preguntó sentándose a un lado, rodeando su espalda alta para ayudarlo a levantarse.

—N-Nada eso, sólo que. . . Ughm, me explicó mejor si acaricias, Kaito.— contestó, tomando la otra mano libre del contrario y llevándolo a su abultado vientre, justo en cierta zona.

—Oh Dios, s-se está moviendo, Shinichi. ¡Nuestro bebé se mueve!— soltó con emoción, acercando su rostro en esa zona queriendo escuchar como se mueve su cachorro. También se detuvo a oler y seguir acariciando esa parte baja. — Papá está aquí, bebé.— le dijo, admirando los movimientos de su pequeño en el vientre de su amado. El cuál es más notorio que cuando apenas tenía tres meses de gestación.

Con apenas cinco meses, Shinichi y Kaito por fin podían sentir las pataditas que llevaba semanas ansiando poder sentirlas o escucharlas.

—E-Esta pateando muy fuerte, pero. . . Es hermoso sentirlo. — admitió Kudou, igual posando su mano en su vientre bajo, esperando que el dolor disminuyera o que su bebé dejará de moverse. No pensaba que dolería tanto.

—Si, debemos apurarnos. Ya quiero saber cómo se encuentra nuestro bebé y su sexo. ¿Sabes? Es la primera vez que te veo tan gordito, y me gusta.— admitió ensachando una gran sonrisa, ayudando a su pareja a ponerse de pie y que sus pies gorditos alcancen sus pantuflas.

Bañarse y bajar a desayunar, para después ir al hospital por la cita que tienen con el doctor.

—¿Te gusta?— arqueó su ceja, a la vez que sonreía encantando por la atención que le da su Alpha. Últimamente le dolía su espalda, y su pecho.

—Se que comes demás, y es entendible por tu estado. Pero, antes de ser pareja, no comías como debía ser. Y de verdad me preocupabas. — dijo suspirando al recordar aquellos tiempos. Siempre acosando a su detective, pero debía hacerlo. Es deber de él vigilarlo ya que, después de todo es su futuro esposo, ¿No?—Me alegra que el bebé te haga comer más.— sonrió gustoso.

Llegaron por fin al baño, Kudou se quitó su ropa de una manera lenta y sensual para los ojos de Kaito, que ahí mismo le daban ganas de embestirlo. Pero siempre se repetía así mismo que debía alejar ese impulso de idiotez.

—Lo malo son las estrías, y mi trasero está más, — carraspeo un poco avergonzado, aunque sabía que ya no debía sentirlo con su Alpha. — Gordo.

—Debo embarazarte más seguido, amor~— agregó tomando uno de sus regordetes cachetes (nalga) y apretarla entre su mano. Causando un chillido en el Omega.

—¡Kaito! Lo pervertido no se te quita ni siendo padre, tonto.— le regañó apartando la mano del mencionado de su trasero. Para después abrir el grifo y dejar que el agua caliente saliera para llenar la gran tina.

—No sabes cuántas posiciones he querido hacer, o en qué situaciones.

—Calmate Alpha, es muy temprano para eso.— le dijo divertido, escuchar las ocurrencias de su pareja no siempre es malo.

—No para una mamada.— aprovechando que su Omega se inclinaba un poco para sentir el agua que salía, restregó su hombría en su trasero, causando un claro estímulo en ambos. Recibiendo un pequeño golpe en su mejilla, cortesía de Kudou.

—Idiota.

—Auch, yo solo digo que no soy el único que parece excitarse.— comentó restregando se su mejilla, para luego arrodillarse a la altura del trasero del Omega y abrir sus nalgas, donde efectivamente comenzaban a lubricarse por lo que escurría en su interior.

—T-Tu sabes que es por mi libido.— se excuso para apartarlo, y entrar a la tina esperando que el agua caliente lo calmase.

Kuroba se quitó su prenda de dormir, que solo es un boxer dejando ver su miembro justo frente el rostro del Omega, para después meterse en el agua caliente con su pareja.

—Esta bien, ¿Qué te gustaría para desayunar entonces?— preguntó para cambiar de tema. Tenían una hora inmedia.

—Waffles. — respondió de inmediato. Le gusta mucho cuando es Kaito quien cocina, y más en las mañanas.—Se me antoja eso y, una malteada de tres sabores. Esas que preparas y son nutritivas porque contienen no se que cosa. Fresa, vainilla y chocolate.

Kaito logró posicionarse detrás suyo, golpeando su pecho con la espalda del oji azul. Él cual no se incómodo por ésto, pero si se estremeció al sentir el tacto de las manos de su pareja en su pansa.

—Si, entiendo. Shinichi, ¿Cuántos bebés quieres?— se acomodó entre su cuello para olfatear esa zona.

—N-No lo sé. . . Por el momento estoy bien con éste que viene en camino. ¿Y tú?

—Yo quiero tener muchos cachorros. Para que recuerdes cuánto te amo y que eres mío, Omega. — sonrió para depositar húmedos besos en su cuello, haciendo suspirar el detective.

—Eres un Alpha posesivo, y me gustas así.

X

Ya en el consultorio del doctor Rumpelstinski, estaba la pareja escuchando atentos lo que el mayor les decía después de la revisión de ese día.

—¿Q-Qué dice, doctor?

—El señorito Kudou, está esperando dos bebés. Su sexo aún no estoy seguro, pueden ser gemelas, gemelos o mellizos. Pero tengan por seguro, que son dos.— respondió con una sonrisa, entregándoles algo.

La emoción invadió a ambos padres por igual.

—E-Es increíble.— musitó Kaito, su alegría rebosaba en todo su cuerpo, que ni siquiera usando su pokerface podría ocultarla. Ahora tenía sentido porque desde el tercer mes, la pansa de Shinichi estaba bastante abultada. Y más teniendo en cuenta que es primerizo.

—Lo es, tendré dos cachorritos. Estoy tan feliz. Y a-asustado.— admitió el Omega, tocando su vientre. Ahora debía mantener a salvo a dos bebés. Y no es que la idea no le gustase, sólo temía no conseguirlo.

Su Alpha lo abrazo en muestra de apoyo, para hacerle saber que no está solo y que son dos en esta nueva etapa de sus vidas.

—Forzosamente será cesárea. — comenzó el doctor.—Y también es increíble porque, ya que es muy inusual que haya gemelos japoneses. No imposible, pero enserio muy poco común.

—Soy grandioso, lo sé. — sonrió Kuroba, presumiendo su poder fértil. Apostaba que tendrán unos cachorros saludables.—Si esto es todo, debemos irnos.— habló para así retirarse del consultorio del doctor, despidiéndose claro antes de marcharse. Y ya afuera, le dio varios besos a su Omega que lo miró un poco confundido.— Shinichi, te ganaste un postre.

—Espera Alpha, ahora debemos comprar más ropa y cosas para dos. ¡Y los nombres! Nuestros bebés deben tener nombres hermosos, ¿Entendiste? Deben ser especiales.— dijo hablando con total convicción y determinación. Ahora haría una exhausta búsqueda para escoger los nombres de sus bebés, y sabía que el nombre lo decía todo.

—Eres adorable en tu faceta maternal. Me encanta~— lo abrazo con más fuerza de los hombros. Admirando como se veía su Omega determinado y obviamente haría todo por sus retoños, por protegerlos y hacerlos feliz apenas nazcan.

—Uhm, pueden ser gemelas, gemelos o incluso mellizos, Kaito. Y dentro de un mes, se supone que deben nacer. — suspiró con un toque nervioso.

—A menos que tengas un pequeño adelanto o atraso.

—Kaito, debemos hacer una lista de nombres. Da igual si son para niño o niña, deben tener un bonito significado.— pidió el Omega, sus ojos azules brillaron dando a entender a Kaito lo importante que es para su Omega el asunto de los nombres de sus bebés.

—Claro que sí, mi Omega. — respondió glorioso al ver la sonrisa agradecida de Shinichi. El cuál también pensaba en el otro asunto de, como contarle a Kaito sobre la oferta de trabajo que le llegó.

Meses después de que nazcan sus crías, tenía una entrevista con el FBI para un trabajo ahí. Y estaba muy emocionado por eso. Pero por el momento, ahora solo se preocupaba por una cosa.

¿Qué nombres quedarían perfecto para sus cachorros?


Palabras: 3,938.
Fecha de publicación: jueves 14 de noviembre del 2019.
Escritor: JaquiiAleWorld
Au: Omegaverse
Historia: "El Omega"- Extra 01.
Nota del escritor:

Lo terminé antes de lo que creí. Y lo revise/corregí tres veces antes de publicarlo. Aún así puede que alguna o dos faltas de ortografía se me hayan escapado por ahí.

Bueno, debo decir que el siguiente y probablemente el último extra si me tarde más en publicar. Puede que incluso lo publiqué hasta el 24 de diciembre. O no, ahí veré.

No saben desde hace cuántas historias he querido hacer que Shinichi y Kaito tengan dos bebés.
Dato curioso:
•Mi primer rol que hice en la vida fue hace como dos años, o poco más y fue de Kaishin.
Lo hice con una chica llamada Paulina, e hicimos que tuviesen mellizos. Sus nombres eran Shani y Kairo.
Obviamente en esta historia sera diferente, si tendrán dos bebés. Pero sus nombres serán diferentes. Más Japoneses.

En fin, ojalá hayan disfrutado

¿Le gustó el extra? uwu

Lo de la lencería se me ocurrió de la anda xd,

¿Conocen a Rumpelstinski?

Nos vemos en la siguiente actualización.

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