•17

Tokio, jueves 15 de abril.

El shock no sólo es visible en los resplandecientes ojos azules del Omega, también en su evidente olor. Cosa que confundía un poco a Heiji, ya que no podría de cifrar si su evidente sorpresa es de felicidad o enojo. Por lo que sólo atina a sentarse en la banca a un lado suyo, para proseguir a explicarle por lo que ha pasado.

—Se que tienes muchas preguntas y estás sorprendido por mi llegada. Incluso entiendo que estés enojado por qué te abandoné o desaparecí repentinamente durante tres meses sin darte alguna explicación.— empezó hablar teniendo la total atención de esos hermosos ojos azules sobre él, quien sólo se quedaba en silencio. Escuchando y analizando lo que el Alpha dice. Prosiguió mirándolo con una sonrisa nostálgica, por volver a ver a su Omega.— Pero todo ésto tiene una razón. Sólo necesito que me dejes explicarte. Te parece sí... ¿Vamos a otro lugar mejor, cariño?— preguntó apunto de tomar su mano para enlazarla con la suya. Siendo para su incertidumbre, rechazado.

Shinichi se apartó mirándolo con el ceño fruncido, incluso se puso de pie. Si bien le iba a dar la oportunidad de hablar por qué igual desea saber qué pasó exactamente, no muy seguro de creerle del todo a menos de que le dé pruebas. Pero tampoco iba a permitir que lo tratará con tanta familiaridad. Por qué para él Omega, Hattori dejó de ser su pareja desde hace varias semanas.

—¿Shinichi?— dudoso y dolido por el rechazo del nombrado, de igual manera se pone de pie para estar frente a él. Quién se mantuvo callado por unos segundos más, sólo para pensar en su respuesta. Llevándolo a acordarse, el porqué está en el parque.

—... Lo siento pero ahora, estoy ocupado. Si quieres podemos reunirnos en otro momento, ahora no puedo.

—¿Es enserio? ¿No te interesa saber que me pasó? ¿Qué estuve en peligro de muerte? — lanzó aquellas preguntas una tras la otra, recordando el amargo sabor de enterarse de los planes de ciertas personas, el estar en coma y pasar varios obstáculos antes de encontrar y reunirse con su Omega. Ya sea desde estar en el hospital, la propia Kazuha retrasando su viaje o Ran evitando que se reencontrarán.

—Lo que pasa es que...— sin entender bien con que se iba a justificar el más alto, sus palabras quedaron en el aire.

—¿Qué es más importante que yo?

—... Ahora realmente no puedo, estoy procesando tu llegada y me cuesta un poco tenerte enfrente mío.— se mordió levemente el labio inferior. Intentando ser sincero sin dar muchos detalles o profundizarse en el tema. Ahora mismo rogaba por qué su novio apareciera para que le sacará de aquella situación incómoda pero intrigante.—Es un tanto complicado. Ya no me duele pero...— se llevó una de sus manos al pecho, soltando un pesado suspiro. Por qué superó a Hattori, eso no significa que lo poco que le está informando no lo altere. ¿Cómo qué estuvo en peligro de muerte? ¿No estará exagerando? Recuerda que en varias ocasiones en muchos casos siempre sufría algún accidente, pero al final se recuperaba excelentemente.

—Entiendo que me extrañaras, de verdad lo siento mucho. Por eso quiero explicártelo todo y...— siguió explicando, acercándose en demasía a el Omega para tomar sus manos o sujetarlo de sus hombros. Para así, poder oler más de su fragancia que siempre lo tranquiliza, incluso antes de que fueran pareja hace más de tres años era así. Desde que se dio cuenta que estuvo enamorado de esos hermosos ojos azules, de aquella personalidad testaruda pero valiente, poco antes de confesarse, supo que quería que fuese el Omega que le dé hijos. Sólo él. Y se sentía realmente bien el poder por fin estar en su mismo espacio, hasta que pudo percibir otro aroma impregnado casi con demasiada fuerza en su cuerpo. Un aroma el cuál no le agradaba para nada.— ¿Por qué hueles así? Hueles a... A otro Alpha. — se respondió así mismo antes de que Kudou tan siquiera dijera algo.— Para que parte de su olor se quedará impregnado de esa forma en tu piel debieron...— murmuró dejando que su imaginación fluyera en lo que es evidente.

Shinichi frunció el ceño, no comprendía del todo por qué la decepción y molestia en la mirada verdosa del moreno. Recordando que aún debería tener algunos chupetones escondidos en algunas partes de su blanca piel. Él, no hizo nada malo. Así que, titubeando en cómo dirigirse a él, respondió:

—... Hattori, yo ya tengo novio. Apenas llevamos unos días. Así que no he hecho algo malo. — dijo por fin, por alguna razón se sentía demasiado nervioso. Ya que, para el Omega Heiji sí terminó con él. Todavía no le ha confirmado lo contrario. Y seguía pensando porque estaba de regreso en Tokio, queriendo arreglar las cosas con él, un tanto tarde. Otra cosa que le molestaba es que se estaban saliendo del tema principal.

—¿No?— soltó controlando se para no perder la poca paciencia que le ha quedado durante los viajes que ha hecho. Con un toque sarcástico arqueando su ceja. ¿No hizo algo malo?
Apretó sus nudillos al notar que se dirigió a él por su apellido. Shinichi supuso que estaba apunto de explotar conociendo el temperamento de Hattori cuando ha acumulado tantas cosas por varios días.— ¡Sólo desaparecí por unos meses, Shinichi! Debiste esperarme un poco más. Sabes que te adoro, te amo. Pero como fuiste capaz de... ¡¿Reemplazarme en poco tiempo!?— soltó con traición, dolor. Mera decepción del Omega.

¿Quién podía culparlo? Si estuvo en coma por unos meses por culpa de cierta situación que más adelante se explicará;  al despertar se entera que alguien le envío una carta escribiendo que, es Shinichi y que termina con él. Sin creerlo por completo. Además de descubrir los planes de Kazuha en colaboración de alguien más para que se quede con ella. Se sentía traicionado por los que pensó es su familia y amiga de la infancia. Lo único que quería al llegar a Tokio, es ver de nuevo a su amor. Besarlo, acariciarlo. Ya que sería su único soporte para poder continuar con su día a día que al menos, aún tiene amor y un verdadero hogar que formar. Pero enterarse que ahora, en la única persona que confiaba y le tenía un sumo amor, se haya ido con otro, es algo que realmente lo enfurecía demasiado.

—¡Él no es tu reemplazo!— respondió de inmediato Kudou, sacando de sus pensamientos a Hattori. El Omega sentía el áspero aroma que el Alpha moreno desprendía, cosa que no le gustaba. Le hacía sentir náuseas, es demasiado pesado para él.

—¿A no? No sé cuándo diste por terminado conmigo, por qué no me fío en esa carta que me llegó de parte tuya hace varios días. No ha pasado ni medio año y ya andas restregándote con otro.— lo miró duramente, sin bajarle a su enojo ni poder controlar sus palabras hirientes. Ya que de por sí, nadie podía comprender el dolor que él está sintiendo en ese momento. Al parecer, nadie se ponía en su lugar.

Planeando decir algo más, fue callado de una bofetada por el Omega quién ya no toleró la forma en cómo lo está ofendiendo tanto a él, como a Kuroba.

Heiji nunca pensó que alguno de los dos, se llegará alzar la mano. Siendo o no, pareja. Realmente le dolió, sentía el entumecimiento y ardor en esa parte. No permitió derramar alguna lágrima, pero ahora más que furioso, estaba triste. Cosa que el más bajo pudo percibir en poco tiempo. Más no sé arrepentía por haberle pegado en la cara.

—CÁLLATE.— le gritó, no se dio cuenta en que momento lo que había comenzado en  una charla civilizada o eso se pretendía, se convirtió en otra cosa, una fuerte discusión. Tampoco le importaba si llamaban la atención de algunos curiosos que pasaban cerca del parque y podían oír sus gritos. Más nadie se metía o los rodeaba, sencillamente de lejos los veían o escuchaban.

—¡Tonto Omega! De verdad haces que diga estas cosas que no quiero decir...— apretó su mandíbula, intentando pensar y que sus emociones se calmaran aunque sea un poco. Cosa que parecía lo más difícil de su vida, no podía parar que le hierva la sangre del enojo ni las ganas de llorar de la tristeza y dolor por la bofetada y la discusión que está teniendo con Shinichi. ¿A que punto han llegado?— ¿Crees que ésto solucionará todo? — hizo una breve pausa, refiriéndose a la cachetada que le dio.—
¿Sabes qué? Vendrás conmigo, quieras o no.— dijo tomándolo de su muñeca y forzándolo a que lo siguiera. No sabe aún como exactamente, pero arreglaría las cosas con el Omega. No por un gran malentendido, un descontrol de emociones por palabras mal empleadas sus sueños de casarse con él se arruinaran. Sus tres años de relación no se irán a la deriva por culpa de terceras personas.

No había volteado hacia atrás, hasta que sintió un fuerte y brusco movimiento. La mano de Shinichi siendo apartada de la suya, y cuando volteó para encarar al Omega, rápidamente asimiló que no fue él, sino, más bien aquel otro Alpha de cabellos castaños oscuros que salió de la nada, según el moreno. No había sentido su presencia, ni su aroma ni algún ruido. Y Shinichi estaba casi igual de sorprendido que él por la presencia de otro Alpha.

—¿Tienes algún problema con él?— cuestionó, apartándolo otro metro lejos del moreno. Envolviendo su mano con la de Kudou para hacerlo sentir más seguro. Shinichi también estaba reprimiendo algún pequeño llanto, y las ganas de acurrucarse en el pecho de su novio. Avergonzado, por no poder defenderse más de lo que le hubiese gustado contra Hattori y de qué Kaito tenga que ir a su rescate.— Él viene conmigo.— agregó con un aura de lo más natural, relajado pero a la vez, raramente intimidante. Al fin su presencia haciéndose más notable.

De lejos, Kaito había escuchado lo suficiente. Había ido a paso rápido para estar junto a su Omega. Sintiéndose orgulloso por la bofetada que le dio al otro, por qué si Kudou no lo hacía, es por seguro que él sí lo haría. Pero le daría más que una cachetada.

—Kaito. — murmuró, tan bajito que apenas fue débilmente escuchado por el nombrado.

—¿Y tú eres? — preguntó irritado, por qué terceros se metan en un problema de él y Shinichi. Sin mencionar el ensamble tan tranquilo y sonriente del otro Alpha. Pero a la vez, le parecía tan descarado. Cómo parecía no perder la calma, o lo disimulaba bastante bien.

—Kuroba Kaito, mago extraordinario.— se presentó dando su tarjeta de presentación que apareció por un truco de manos. La cuál Heiji por inercia la guardó en su bolsillo pensando en tirarla después.— Soy el novio de Shinichi, y él tiene una cita conmigo en esté momento. Disculpa por llegar un poco tarde, mi detective.— agregó dirigiéndose al Omega.  Luego le diría el porqué de su retraso, ahora sólo ignoraba olímpicamente el odio que el Alpha moreno le enviaba por medio de la mirada al escuchar que es el novio de Shinichi.

—¿Por un mago de pacotilla me olvidaste tan rápido?— preguntó ofendido y herido. Lo cuál Kaito se lo tomó bastante a mal, a pesar de estar algo acostumbrado. Y decidió sólo escucharlo por el momento.— Sabes Shinichi, la verdad te creí más listo. Qué al menos si de verdad te importaba, averiguarás que me pasó a más profundidad. Se de tu capacidad y estoy seguro que en pocas semanas hubieses consigo ir por mí. Pero en vez de eso sólo... Te rendiste. Qué decepción.— hizo una mueca inconforme. Estaba tan malditamente molesto que sentía que podría golpear a alguien, descargar toda su ira en algo. Y aún así, no se sentiría satisfecho. Se sentía realmente indignado y traicionado por todos.

—Tu no sabes cuánto...— intento defenderse. Si bien lo que piensa Hattori de él no debe importarle, pero tampoco quiere quedarse callado sin defenderse. Pero analizando mejor las palabras del moreno, realmente no evitaba darle la razón hasta cierto punto.

—Vámonos Shin-chan. A un mejor lugar.— sugirió, soltando su mano para rodearle la cintura. Incitándolo a que lo siguiera.

—¡No lo abraces! Tú no puedes tocarlo.— dijo el de Osaka, celoso. Porque no podía aceptar o permitir alguna muestra de afecto entre ambos. Por qué él todavía no se ha rendido y rechaza rotundamente que el Omega ya esté con otro.

—¿Con qué derecho lo dices tú?— le respondió apenas mirándolo de reojo, con un tono autoritario y firme. Con cierta ironía en su voz. Su ensamble cambio drásticamente a uno indiferente y juzgador, dirigido hacia el de Osaka.

—Tsk. — se quejó el moreno, ya sin saber si seguirlos o esperar a que Kudou esté solo.

—Vámonos Kaito, por favor.— pidió Shinichi, a lo cuál el contrario le sonrió amable para proseguir a su caminata.

El sol por sin se ocultó por completo, el cielo cambió a colares más oscuros donde reinan las estrellas.

—Shinichi, sólo te digo que, mañana te esperaré en la fuente, frente a la Universidad para hablar sobre lo que pasó. Si aún te interesa escucharme, te esperó ahí a las cuatro de la tarde.— dijo en voz alta, Shinichi nunca se volteó pero si escuchó atento lo que el moreno dijo. No hizo alguna señal a Heiji de si iba o no a ir.

Pero Hattori esperaría, o si no él mismo se presentaría ya sea saliendo de la universidad o fuera de la mansión Kudou. Por qué sabía que por el momento no podría entrar a la universidad ni como estudiante, debido a su falta comprobante por haber faltado tanto tiempo. Debía hacer llamadas y ver unos papeles para que pudiera tal vez, reanudar sus clases. Ya que la facultad es muy estricta con quiénes están dentro de está. Tanto estudiantes, profesores, vigilantes y personal de servicio como los que limpian el gran lugar o los que trabajan en la cafetería o biblioteca, tienen una credencial especial que cada cierto tiempo cambia su código de ingreso. En resumen.

Él se había prometido, jamás rendirse de algo en la vida. Mucho menos con Shinichi.

X


Por estado de ánimo y conveniencia, Kaito decidió cancelar la salida. Prefirió mejor llevar a la casa unos helados y quedarse con su Omega el resto de la noche que queda.

—Shinichi, entiendo si te pone triste lo que acaba de pasar.— habló mientras acariciaba la espalda del mencionado, observando como éste comía su helado de choco menta.

—¿Quién? ¿Triste yo? Pf, yo no lo estoy.— negó rotundamente. Y le hubiese salido creíble si no fuese por el olor que esté desprende, y que ahora Kaito podía sentir más que nunca. Ya que siente y tiene una íntima conexión con el Omega, a pesar de no haberlo marcado todavía.

—¿No te dan ganas de llorar? Shinichi, aquí estoy yo para tí.— le sonrió reconfortante.

El de cabellos azabaches no resistió, y se abrazó a su Alpha sin evitar desahogarse.

—K-Kaito, ¡Me dijo tonto Omega! Me habló muy feo Kai... — el mayor tomó su mentón mirando como sus ojos se cristalizan, señal de que está apunto de llorar. O más bien, se sentía tan frustrado por todo lo que pasó.—¿Tú me dirás tonto también si te enojas conmigo?— preguntó haciendo un mohín en sus rosados labios

—¡Jamás! Si no es de forma linda como tontito, no tendría por qué. Tú no eres ningún tonto. ¿Cómo sería capaz de decirle así a la persona que amo, con ése horrible tono? Si lo único que quiero y busco, es protegerte.— acarició sus oscuros cabellos, en especial aquel remolino que sobre sale de un extremo de su cabeza. Despeinado lo. Siempre le pareció tierno aquella parte de su cabello.

—Kaito, te quiero.— dejó el helado a un costado para abrazarse más a su novio.

—Pero te confieso que tengo miedo y nervios.— sonrió un tanto triste, llamando la atención del Omega quién se encontraba confundido por la repentina confesión del Alpha.

—¿Por qué?

—Si Hattori, sea lo que diga es verdad y es inocente de todo esté lío que me has contado,¿Regresarías con él? En cierto modo entiendo que se enojé y desquite un poco por lo que sea que pasó. Y si enserio estuvo en peligro de muerte e hizo de todo por estar contigo... ¿Romperías conmigo para regresar con él, Shinichi?

Aquello dejó inquieto al Omega, por qué no había pensando mucho en esa posibilidad. Sintiéndose mal, por la tristeza y miedo de su Alpha. Pero agradecido de que le contará como se siente todo esté asunto.

—... No, Kaito. — respondió, siendo él ahora el que lo reconforta. Sus manos las estampó en las mejillas del más alto, acariciando el puente de su nariz y sus labios con sus dedos pulgares.—Nunca te abandonaría. Sí Hattori resulta ser "inocente", si realmente lo prueba y dudó que así sea, no terminaría contigo. Por qué al final de cuentas, del que estoy enamorado ahora es de tí y no de él. Y no quiero hablar aún del futuro. Pero si te hace sentir más seguro... Seguiría contigo, porqué el que tiene mi corazón ahora, eres tú, mi Alpha. — respondió, para proseguir a unir sus labios e iniciar un lento vaivén. Algo cargado de sentimientos, tierno y cariñoso. Nada lujurioso. Pero si con mucho amor que es lo que tanto necesitan ambos.

—¿Cómo puedo creerte? Me carcome él pensar que podrías irte con él.— admitió al terminar aquel bonito beso y la confesión de su amado que lo maravilló. No es su culpa sentir algo de inseguridad con todo este asunto.

No desconfía de su Omega, pero teme por lo que pueda pasar al final. Que Shinichi cambié de opinión y lo dejé.

—No debes temer. Además... Yo ya me vi estando en tus brazos y teniendo tus hijos.— confesó con un intenso rubor en sus mejillas, apartando la mirada lleno vergüenza. Preguntándose mentalmente por qué dijo eso. Por otro lado,  Kaito le parecía sumamente lindo e inrresistible. Además muy adorable por lo que dijo.

—Shin-chan... ¡Eres tan hermoso y adorable! — le llenó de besos toda su cara a lo que el contrario sólo río por la actitud de su novio.—¿Cómo no enamorarme cada vez más de tí? Ya quiero que me des pequeños shin-chan's. Ya anhelo que te conviertas en mi esposo. Kuroba Shinichi. ¿Suena lindo, no? — dijo haciendo una importante y especial entonación al recitar el nombre. Rodeando le de la cintura al Omega que sólo podía reírse por las cosas tan lindas y vergonzosas de su novio. Lo cuál le resulta demasiado cursi y sincero.

Kaito se permitió sonreír internamente, ya que consiguió que Shinichi olvidase por un momento sus tristezas y enojos.

—Hum... Suenas más lindo Kudou Kaito. — pensó en voz alta. Sin dejar de sonreír de manera natural y cómoda, ya que así se siente estando con su pareja.

—Solo, prométeme que estarás bien mañana. Te acompañaría pero sé que quieres estar a solas con él.— dijo, ya que desde hace rato mientras apenas empezaban a comer helado, Kudou de choco menta y el napolitano, le contó con sumo detalle todo, desde que vio a Hattori acercándose a él hasta lo que pensaba de la salida que dijo en voz alta el moreno.

—Aun así, apuesto que a lo lejos estarán espíandome o encubierto Ran, Sonoko y Aoko. Hace poco me enviaron unos mensajes sobre lo que más o menos ocurrió. Ellas ya sabían que Hattori estaba aquí desde hace un par de días.— contestó encogido de hombros al recordar parte de la rápida conversación que tuvo con las chicas.

—Por eso te cité, por qué ellas apenas ayer me contaron de que posiblemente pronto, te ibas a encontrar a Hattori. Pensaba hablar contigo de ello para que te prepararas, pero fue demasiado tarde.— soltó decepcionado de si mismo. Continuó.— Confío en ti, Shin-chan. Sólo tengo miedo de que igual te lastime. Ya sea verbal o físicamente. — agregó, abrazando con más fuerza al menor quien sólo correspondió el abrazo dándole unas palmadas en su espalda alta con una mano, mientras con la otra despeino más su oscuro cabello castaño que tanto le gusta. Haciendo sentir más cómodo y relajado a su Alpha por las agradables caricias que Shinichi proporciona.

El Omega se le cruzó un fugaz pensamiento al acariciar sus cabellos. Si cuando se casen, Kuroba lo tendrá peinado hacia atrás o al menos, no tan desordenado como nido de pájaros. Cosa que ansia ver un nuevo look de cabello por parte del contrario.

—No soy un Omega sumiso, se defenderme. — contestó para separarse un poco y mirarlo a los ojos.—Sólo espero que no use su voz de Alpha. Ahí por desgracia, ni con toda mi fuerza de voluntad puedo resistirme, aunque eso sería caer muy bajo por parte de él.  Pero fuera de los insultos, sigo estando nervioso por lo que sea que me pueda platicar.— confesó lanzando un suspiro.

—Se que lo harás bien, mi lindo Omega. — respondió acompañado de un sonrojo, deseándole suerte.

Luego de ello, Kaito pensó mejor, posponer una plática de la cual quería charlar con Shinichi hace apenas unos días. Relacionado con Pandora, pero por todo lo que está pasando, prefiere dejar ese tema para después. De todas maneras, todavía no es muy urgente.

El Alpha se permitió seguir comiendo helado acompañado de su Omega, mientras ambos veían un Dorama en la televisión. Disfrutando del momento juntos, intentando alejar sus preocupaciones.


Palabras: 3,600.
Fecha de publicación: jueves 29 de agosto del 2019.
Escritor: JaquiiAleWorld.
Historia:  "El Omega".
Au: Omegaverse.
Nota de escritor:

No dormí temprano por preferir publicar esté capitulo justo a la media noche de jueves. Esté capítulo lo tenía en borrador desde el 15 de agosto. No mucho en realidad.

El capítulo tenía escena más. Donde Shinichi se encuentra con Hattori y hablan. Pero como el capítulo ya de por sí me quedó bastante largo, decidí mejor correrlo para el siguiente capítulo. La escena es del principio de su plática, que es bastante larga. Digamos que era (en fracción) 1/3.

Otra cosa, estoy pensando seriamente en la secuela de "Shinichi". Ya tengo casi la historia planeada y adelantado un poco en borrador. Pero no estoy muy seguro. ¿Ustedes qué dicen? Si llegase hacerse o publicarse al final, sería hasta octubre a mas temprano.

Confirmo, si habrá Lemon. Pero será hasta un capítulo mucho más adelante, por ahí del veinte algo.

Si ven que los personajes desde capítulos anteriores tienen errores o son torpes, o impulsivos, es por qué yo trato de que sean lo más realista posibles. Meditó muy bien que harán, no los hago perfecto en sus decisiones (a veces). Ya que son humanos y cometen errores.

Si todo sale bien, el siguiente capítulo será publicado esté martes 03 de septiembre. Esa fecha se supone que sale un capítulo nuevo de la tercera temporada de Ladybug, y estoy esperando eso >:v. Si no es el martes, serías hasta el viernes 06.

Neta, el capítulo me salió más largo de lo que creí.  Y me sorprendió de sus comentarios de que temían que la historia no terminase en kaishin. En fin, es hora de que duden:

¿De verdad Shinichi no dejaría a Kaito al saber la verdad?

Hasta la próxima, amados lectores.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top