•12
— Entonces, no son novios.— dijo Yukiko, lanzando un pequeño bufido y cruzada de piernas.
Ella y su esposo Yusaku invitaron muy amablemente al acompañante de su hijo, Kuroba Kaito además que le ofreció algo que tomar. Kuroba sonreía con naturalidad. Aunque por dentro se esté muriendo de los nervios pensando que podía cagarla con tan solo parpadear. Recordando que la primera impresión siempre es muy importante.
Yukiko bebía té, mientras que su esposo un café cargado y Shinichi optó por un vaso frío de limonada, sorpresa ya que por lo usual él estaría tomando igual una taza de café cargado como su papá. Kaito por otro lado prefirió tomar un café por con azúcar y leche.
Ambos padres de Shinichi, Alpha y la Omega lo veían muy amable, sereno y no podían de cifrar con facilidad en que piensa el de ojos índigos.
Su hijo todavía no les contaba quien era su novio o que ya no tiene, por lo que fácilmente pudieron mal interpretarlo sacando conclusiones rápidamente. Creyendo que aquel joven era la pareja de su retoño.
—No, es mi amigo. Un AMIGO. Solamente eso. Kaito estudia en la misma universidad que yo, solo es un año menor. Pero tenemos la misma edad.— comentó un poco incómodo. No quería dar demasiado detalles sobre como conoció a Kuroba y su relación actual con él. Por qué a veces le daba la razón a Sonoko y Aoko pensando que Kaito puede ser más que un amigo.
—¿Qué facultad estudias, joven Kuroba?— preguntó Yusaku acomodando sus lentes y viéndolo con seriedad natural en él. Dejando en una mesita su taza de café ya casi terminada.
—Criminalogia, aunque también he pensando en estudiar manejo de empresas.— contestó con su relajada expresión, una sonrisa en forma de línea recta y tono lo suficientemente alto pero sin parecer demasiado autoritario para no molestar al señor Kudou. Kaito después se dirigió al Omega. —Cuantas veces me mandaste a la friendzone en esa frase, Shin-chan. — suspiró con fingida tristeza.
—Oh, y yo que quería conocer a mi yerno.— dijo decepcionada Yukiko, ignorado que su hijo la miraba extrañamente. Como queriendo decir "no me avergüencen, por favor." Achinando sus ojos de manera tierna pero suplicante.
—Shin-chan aún no me acepta como pareja. Pero será un gusto tenerla de suegra.— comentó Kaito de manera natural y sincera, sorprendiendo a ambos señores Kudou por su espontaneidad de admitir lo que siente, aunque para la Omega fue de total agrado. Lo cual casi hace escupir a Shinichi su limonada quien quería que la tierra se lo tragase hasta que acabase ese incómodo momento. Sin saber por qué le preocupaba lo que sus padres pudieran pensar del Alpha a lado suyo.
—Padres, se le hace muy tarde a Kaito.— dijo aclarándose la voz poniéndose de pie, sorprendiendo un poco a sus progenitores por el repentino movimiento, además que creyeron que iban a conversar un poco más con su supuesto amigo de la universidad.
—¿Así?— murmuró Kaito confundido, en realidad tiene bastante tiempo. Sólo sintió como Shinichi lo tomó del brazo, casi jalando lo. Lo más sutil posible para no ser grosero.
—¿En serio?— dijo esta vez Yukiko expectante, sin creerle mucho a su hijo y más por que su amigo Kaito parecía confundido.
—SI. Así que lo acompañaré a la salida.— contestó forzando una sonrisa dulce.
—Oh, entiendo... Regresa pronto, tenemos muchas cosas de que hablar.— dijo esta vez su padre, a lo cuál el Omega sintió sintiendo un escalofrío. ¿Es algo malo? ¿Sobre que quiere hablar con él?
Tiene dos posibilidades. Primera, sobre su "novio". Ya que ellos vinieron para que se los presentará, lástima que ahora está soltero. Segundo, querer indagar más sobre Kuroba Kaito ya que fue demasiado obvio con sus intenciones a pesar de haber hablado tan poco.
—Hasta luego.— se despidió el Alpha de cabellos castaños oscuros, haciendo una reverencia de sumo respeto. Para después retirarse detrás de Shinichi quién lo guió hasta la salida. Casi sentía que el Omega le arrancaría el brazo.
Y no sólo a la puerta de la salida de la mansión, sino atravesar todo el patio, hasta llegar a la reja para salir del territorio de la enorme casa o mejor dicho, mansión. Durante este pequeño recorrido en silencio, Kaito se quedó analizando las expresiones de Shinichi. Como éste se muestra pensativo, su olor delata lo ansioso y preocupado que está. Pero no se nota triste o melancólico, sólo reflexivo.
—Que agradables sujetos, Shin-chan no es por presumir pero creo que les agrade a tus padres.— alardeó Kuroba para aligerar el ambiente y romper ese silencio que si bien no es incómodo, prefiere aprovecharlo charlando con el Omega. Su comentario causó un gran efecto en Kudou ya que de inmediato tuvo su total de atención, de esos hermosos ojos azules que son la joya más bonita que ha visto en sus años siendo Kid.
—¿Por qué supones eso? ¿Qué quieres decir?— preguntó confundido, frunciendo ligeramente el ceño.
—Imagínate que—
—Oh perdón. Es una llamada de una amiga.— lo interrumpió cuando sonó el timbre de tono de llamada de su móvil. Kaito alcanzó a ver el identificador o como tenía agendado aquel número.
Desde hace rato que Shinichi soltó su brazo.
Después de escuchar un poco de la sospechosa y rara conversación que tuvo con esa persona, decidido preguntarle lo que lo inquietaba.
—¿Por qué tienes el número de Aoko?— preguntó intrigado. Apenas saliendo a fuera de ahora sí, todo lo que conlleva la mansión Kudou.
—A-Ah es que, Ran me lo paso.— respondió un poco nervioso. Guardando su móvil.— Por qué ya sabes es su novia, y hacer amigos. Je-je.
—¿Me estás ocultando algo?— preguntó entre cerrando sus ojos con notable desconfianza, Shinichi sintió algo de dolor por aquello tan evidente. Incluso parecía que se iba a molestar el más alto.
—¿Q-Qué? Claro que no. Es decir... ¿Ocultar algo cómo que?— dijo intentando desviar cualquier sospecha por parte del más alto.
—No se, dímelo tu.
—... ¿Desconfias de mi?— preguntó con cierto dolor en su mirada, causando que su aroma cambiará delatando como se siente. Kaito al notar ésto suspiró con cierta pizca de decepción.
No podía enojarse con él y mucho menos si lo miraba así, además quizás no sea algo tan malo lo que sea que le éste ocultando.
—La pregunta aquí es, si tú lo haces conmigo.— respondió Kaito relajando su expresión, sin dejar su tono de duda impregnado en él.
—Perdón. — se disculpó confundiendo al Alpha, Shinichi se mordió levemente el labio pensativo.—Te juro que no es algo malo. Sólo me habló para saber que hacía y si tú estabas conmigo.
Kaito meditó un poco su respuesta, sentía que había algo más que Shinichi no pensaba en decirle quizás por alguna buena razón. Decidió entonces restarle importancia al asunto.
—¿Sabes? La verdad no es para tanto. Después de todo, ¿Quién soy yo para pedirte explicaciones, no?— le sonrió de manera que hizo sentir bastante mal a Kudou. Después de todo, reconocía cuando Kaito usaba su pokerface.
—Kaito...— murmuró frunciendo el ceño, no enojado, sino algo triste. Mirando como el mencionado se despedía de él.
—Nos veremos luego, Shin-chan.
—Hasta luego, Kaito. — prefería mil veces el tono dulce y amistoso que Kaito le daba cuando decía su nombre con aquel mote. Esa vez sonaba diferente, más forzado y por obligación. No fluido.
Por qué derepente, le sentó horrible pensar que Kaito pueda ser indiferente con él? El ambiente tensó y cero divertido. ¿Por qué duele pensar que no tener más la compañía de aquel Alpha es doloroso? Quizás sólo quizás esté exagerando. Sólo no quiere perder la amistad de un buen amigo como él.
X
Ocho días después, Shinichi se encontraba en su habitación con sus amigas Ran y Aoko.
—¡Terminé! — dijo con éxito viendo el resultado de su esfuerzo que según él, al fin salió medianamente perfecto. No como los otros que fueron un desastre. Las pinchadas en sus dedos con la aguja valieron la pena. Suspiró lleno de satisfacción.
—De seguro a Kaito le gustará demasiado.— dijo Ran animando a su amigo.
—Al fin lo terminé y no tarde tanto. Entre la universidad y los casos, el tiempo se me agota. Sin mencionar que estos últimos días estuve evitando a Kaito. — comentó un poco desolado, aunque Kaito actuará natural con él, Shinichi seguía sintiendo que no se encontraba del todo bien.
—Ni que lo digas, se queja peor que nosotras por qué lo evitaste.— comentó Aoko recordando ciertas escenas. A pesar de no estudiar la misma carrera, se lo ha topado varias veces y se han reunido para comer o estudiar juntos.
—¿En serio?— preguntó con cierto interés el Omega, haciendo sonreír a Nakamori.
—Si. Si tan solo vieras.
—De seguro se ve tierno y gracioso. — pensó con un rubor en sus mejillas imaginándose la escena. Después decidió preguntar:—¿Tú crees que le guste?
—Por su puesto.— dijo afirmativa Aoko.
—¿No es muy infantil?
—Conociéndolo, no.
—Además te regalo uno también.— dijo esta vez la única Alpha del grupito. Había visto el esfuerzo que su amigo le dio en hacer aquel peluche Chibi que es un poco más chico que el peluche de Kaito KID. Y aún así se veía muy feliz, esperaba que Kuroba no fuese un mal agradecido.
—¿Estás muy emocionado, Kudo-kun?— preguntó Aoko notando lo radiante que se ve el Omega. Quien les ofreció Pau de queso con frambuesas y malteada de fresa para tomar. No sabían si todo era comprado o los padres se los preparaba, pero saben deliciosos.
—No es para tanto. Sólo creo que merece un regalo por todo lo que hecho por mí. Admito que estoy nervioso de que quizás no sea lo que esperé.— se sinceró Kudou, mirando los grandes ojos del peluche de color azul. Después de pensarlo un poco, ya se estaba arrepintiendo. Todo lo que hizo parecía muy infantil y de colegial enamorado.
—Bueno, el regalo no está mal. — opinó terminando su pedazo de pay de queso, mirando con detenimiento el peluche y luego a Shinichi.—Pero si quieres que sea aún más especial, quizás puedas agregarle algo más. Si quieres hacer que Kaito reciba tus sentimientos. Digo, agradecimientos.— se corrigió Aoko riendo nerviosa.
—¿Como qué?
—Tu, confía en nosotras. No te arrepentirás.— agregó orgullosa abrazando a su novia con una sonrisa de oreja a oreja.
Shinichi sólo asintió preguntándose desde cuándo hacia ese tipo de cosas "cursis" o infantiles. Pero no evitaba estar en cierto modo, emocionado.
X
Aoko le pasó el número de Kaito para que así pudiese invitarlo a su casa el domingo. Ya que prefería avisarle con tiempo y no ir a su casa así de la nada si es que no está ocupado.
—Shin-chan tu casa es gigantesca. ¿Sabes? Estos días me sentí algo solo sin tí. Temí que haya hecho algo malo que te alejará de mí.— confesó mirando con más detenimiento el lugar. Varias veces solo veía el exterior, o la otra vez con sus padres solo la sala y el jardín.
Hablando de los padres, ellos ahora mismo se encontraban fuera de la mansión lo cuál para Shinichi facilitaba las cosas.
—¿En serio pensaste aquello? No es nada de eso. Yo jamás me alejaría de ti.— dijo sincero sonriendo le. Hasta darse cuenta lo último que dijo. Sintiendo sus mejillas ruborizarse.
—¿Así?— arqueó la ceja sonriendo sugerente.
—Q-Quiero decir que... No seas tonto, ah mira. — suspiró nervioso, guiándole hasta la sala secundaria y así bajar su rubor.—¿Vemos algo en la televisión? Mientras lo vemos podemos comer pastel.— ofreció yendo a la cocina que se encontraba cerca, sacando del refrigerador un pequeño pastel de tres leches, con glaciado de chocolate, encima nueces y almendras.
—¿Lo hiciste tú?— preguntó ansioso y hambriento. Derritiéndose por lo delicioso que se ve, ayudando al Omega a sacar unos platos y cubiertos para comerlo.
—Lo compré. No se me da cocinar postres.
—Hm, entiendo.— dijo anotándose ese dato mentalmente. Al servirse un pedazo mientras prendía la televisión se ponían a ver una película paranormal, Kaito notó en el otro sofá que una manta cubría algo, haciéndose un bulto.— Shin-chan, ¿Qué eso?— preguntó señalando con la mirada aquello ocultó entre la manta.
—¿Esto? — dijo dejando su plato a un lado con medio pedazo de pastel comido.
—Si.
—¿Por que no lo averiguas? — sonrió, aunque por otra parte sería vergüenza y quería decirle a Kaito que no lo viera. Sin dejar de pensar lo muy infantil que es. O quizás muy romántico.
Kaito llenó de curiosidad dejó su plato con su segunda rebanada de pastel a medio comer para ir a ver, llevándose una linda sorpresa.
—Oh mi dios... ¡Es un Chibi del detective!— exclamó encantando tomando al peluche, inspeccionando lo mientras se preguntaba cómo Shinichi consiguió algo así. Su expresión era todo un poema para el Omega quién se animó al ver que a Kuroba realmente le gustaba su regalo.
—¿Te gusta?
—¡Me encanta! Es tan tierno, le hará compañía al Chibi que te regalé.— dijo sin dejar de sonreír. Su aroma a menta parecía más fresco y agradable para el Omega. Acogedor. Se sentía especial en cierto modo, sin tener en cuenta como Kaito se siente en esos momentos por el detalle tan lindo. Siendo totalmente inesperado de su parte. Nunca pensó que Shinichi le regalaría algo así.
—Me parece divertido, digo esto es demasiado infantil para nosotros.— agregó entre dulces risas que para Kuroba era como coros de ángeles.
—Gracias Shinichi, es estupendo.— dijo para regresar a su asiento con el Chibi en manos y tomarse varias fotos con él, incluso selfies subiéndolas a su Facebook etiquetando al Omega.
—No es la gran cosa en realidad.— comentó apenado.
—Tu lo hiciste con tus propias manos, ¿no? Eso explicaría las benditas de tus dedos. Hiciste mucho esfuerzo.— dejó un momento su móvil y el peluche a un costado suyo, tomando las manos del detective para mirar sus dedos.
—En realidad recibí ayuda de unas amigas.
—Eso explica muchas cosas. Bueno, ¿entonces vemos la película?
—Por supuesto que sí, Kaito. Esto... ¿Cuando es que iremos al festival de la fertelidad?— recordó acomodándose mejor en el sofá, con evidente interés en volver a salir con Kaito.
—El festival inicia el primer domingo de abril. Y aún falta algunas semanas para ese día. Será en el sur de Tokio. — informó ya que desde hace tiempo había investigado sobre ello.
—¿Kawasaki?— mencionó Shinichi.
—Correcto. Y si mi calendario no me falla, el primer domingo sería el... Cuatro de abril. — dijo Kaito haciendo memoria.
—Oh... Me parece bien, aún tengo tiempo para prepararme. Será lindo ir contigo. ¿Podrán venir amigos con nosotros?— preguntó con cierto entusiasmo. Quizás más adelante le gustaría volver a salir de viaje con Kaito pero en esa futura ocasión a solas, por el momento aún no se sentía preparado para ello.
—Supongo que no habrá problema. Hay que avisarles con tiempo.
—Oye Kaito. — lo llamó después de un pequeño silencio, acostando su cabeza en el hombro del contrario.
—¿Si?
—Gracias por todo. — sonrió con cariño y agradecimiento.
El Alpha lo miró expectante, después de unos segundos le devolvió el gesto sonriendo con más cariño.
—Gracias a ti, Shinichi.
—¿Por?— dijo con curiosidad el Omega.
—Por abrirte a mí y estar conmigo.
Palabras: 2,548.
Fecha de publicación: martes 30 de julio del 2019.
Autor: JaquiiAleWorld
Au: Omegaverse.
Historia: "El Omega"
Fandom: Crossover de los animes Detective Conan & Magic Kaito.
Nota del autor:
Aparte de que no tardé en publicar tengo otra buena noticia para ustedes.
Y es que la siguiente actualización será esté sábado 03 de agosto, en la noche. Cómo verán no tardaré en actualizar. La razón de ésto es por qué estoy emocionado:v ah, un dato que les quiero revelar es que mi Capítulo favorito de esta misma historia es el número 14 que ya he tengo escrito.
Exacto, capítulo que todavía no se ha publicado pero ya lo tengo listo en borradores al igual que parte del capítulo 15. ¿Por qué es mi favorito? Lo verán cuando esté se estrene.
Curiosidad: Este capítulo se desarrolla a finales de (en el año ficticio de esta obra) febrero. Algo que quiero revelar es que siempre investigo mucho sobre las festevidades de Japón u alguna otra cosa que necesite para la historia para que sea más apegada a lo que es Japón o sea más realista. A excepción claro de lo del ciclo escolar, pero en alguna próxima Historia me aseguraré también que ésto cambie.
Hace semanas hice un meme que se me olvidó compartir, algunos ya lo han visto por qué me tiene por WhatsApp y necesitaba subirlo en Wattpad por qué no todos mis lectores me tienen en WhatsApp:v:
Literalmente lo hice después de una larga noche de andar viendo vídeos de este YouTuber.
Yo veo vídeos de terror o miedo cuando:
Estoy súper aburrido y no tengo otra cosa interesante que hacer o por qué estoy muy molesto y necesito que descargar mi furia en algo. Ver vídeos de terror como que me relaja y hace que olvide un poco mi enojó al igual que leer cosas gays.
Los únicos vídeos que me hacen desvanecer mi molestia son o vídeos de Cid Vela, Tía Tila Sesto o ver anime.
En fin, ya para no alargar más ésto, me despido aquí. Ojalá dejen su voto y bonitos comentarios que me animan a seguir escribiendo.
Fin de la doceava parte.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top