•11

Cómo si andar caminando tieso y temblar un poco no fuese suficientemente sospechoso, a pesar de admirar la belleza de Shinichi cuando la luz se refleja del tanque lleno de peces es algo que le encanta, siente mucho pavor de tan solo ver alguna de las sombras de estos animales marinos que se reflejan en el suelo ya que el no quiere mirar hacia atrás. Doliendo le en todo el alma el ignorar los señalamientos de Kudou cada vez que emocionado, le quiere mostrar los peces.

Ni siquiera puede ver la película de buscando a Nemo.

—Kaito, ¿Por qué no miras?¿Estás enojado? ¿Hice algo mal?— preguntó sintiéndose obviamente mal, haciendo un gesto lastimero al creer que está aburriendo a Kaito e incluso incomodando lo.

Kuroba supo entonces que el hecho de que el detective pensará que puede que esté enojado con él le pareció tierno, por qué puede que él nunca se enojé con el detective. ¿Podría tan siquiera intentarlo? Enojarse u odiar a Kudou Shinichi debería ser ilegal. Realmente no considera que haya un ser en la faz de la tierra que pueda odiar él o Omega, a lo mucho por razones desconocidas sentir celos de él o tenerle algo de rencor.

Entre un par de palabras pudo convencer al detective que no le sucedía nada, y Kudou le pidió si podían tomarse una foto juntos frente al estanque donde se encuentran peces mixtos de agua dulce. Obviamente Kuroba acepto, un poco extrañado por la inusual petición de Shinichi. Se tomaron una "selfie" donde la cámara los centros a ellos, pero se ve perfectamente el estanque detrás suyo. Claramente Kaito hizo un enorme esfuerzo para solo mirar a la cámara donde se reflejan ellos, intentando que el escenario de atrás quedará como punto ciego. Es un milagro que todavía no se haya desmayado, siente que son "las cosas que uno hace por amor."

Sin embargo, al final cuando Kudou se molestó un poco con él ya que no volteaba a ver el estanque y veía a otra dirección contraria, es que tuvo que confesarle su vergonzoso secreto que sólo muy pocas personas vivas saben. Sobre su zoofobia.

—¿Tienes ictiofobia? ¿Le temes a los peces?— arqueó una ceja el detective, todavía sin creer lo que le acaba de decir el Alpha. Sentando en el suelo y mirando al suelo. Ni al frente ni atrás ya que habían estanques llenos de estos animalitos marinos, a un lado letreros de advertencias.

—Si, es por un trauma que les agarre de pequeño.— comentó aún con cierta incertidumbre. Hablar de ello realmente no le agrada. Por no decir que le cuesta y siempre prefieren evitar tocar ese tema. No es algo que le guste alardear, nunca se presume los miedos de uno.

—Wow, realmente me sorprende. No pensé que le tuvieras miedo a los peces, quizás lo entendería si solo fuesen tiburones pero... Osea, ¿te da miedo el pescado? ¿El sushi que contiene este alimento crudo?— preguntó con gran curiosidad.

—Asco, pero tampoco no puedo evitar que me dé miedo.— soltó un suspiro. Shinichi internamente realmente le parecía curioso y chistoso.

El gran ladrón Kaito KID no sabe patinar y aparte le tiene miedo todo lo relacionado a los peces. Sin mencionar que literalmente a los lugares que él le lleva son horribles para el Alpha. Es terriblemente para planificar "citas". Maldiciendo se por dejar horribles recuerdos de sus salidas con Kaito. Quizás el Alpha ya no quiera vuelva a salir con él. No evita sentirse un poco mal.

—Lamento que me cause gracia, es que no me lo esperaba. Ahora me siento ridículo.— se disculpó apenado, pero al menos entendía mejor por qué Kaito había estado todo inquieto y nervioso. Era por su fobia y no por él.

—¿Por?

—Por llevarte a un acuario, quería sorprenderte. — contestó haciendo una breve pausa sonriendo levemente. Kuroba se sorprendió por su comentario, y espero a que continuará.—Debí haberte preguntado primero si te gustaba éste lugar. También debo preguntar tus alergias, no vaya hacer que algún día te invite algo y luego me enteré que eras alérgico cuando estés en la ambulancia camino al hospital.— agregó con un toque de ironía y bastante pensativo al imaginarse dicha situación.

—¿Podemos irnos ya de aquí, a otro lado?— inquirió ansioso, sentía que en cualquier momento entraría en un ataque de ansiedad lo cuál no es para nada bonito. El contrario sólo asintió.

—Te ves tan tierno cuando estás encogido de esa manera. — se agachó para quedar a la altura del Alpha quien lo observaba extrañado por su comentario.—Dan ganas de...

—¿De?— inquirió quedando perdido en esos hermosos zafiros del Omega.

—N-Nada, está bien, ya vámonos.— respondió rascando su nuca nervioso levantándose siendo seguido por el contrario quien evitaba a toda costa mirar los estanques llenos de agua con peces dorados u otras especies.

¿Por qué no podía parar de pensar en que le habían dado ganas de besar le su mejilla por lo tierno que se ve? Agh, ver un Alpha de esa forma le es inrresistible y no sólo su lado Omega desea acurrucarse en él ante tal imagen.

Saber que puede protegerlo le hizo sentir demasiado bien.

X

Ha pasado una semana desde lo del acuario, donde luego fueron a un parque de diversiones. Hasta que claro para no sorpresa de ellos hubo un asesinato. Y bueno, ya saben cómo es Shinichi.

Él nunca admitirá que todas las noches dormía abrazado al muñeco Chibi de Kaito KID. Se excusaba mentalmente que no es su culpa que esté tan suave, grande y cómodo. Además de oler bien.

Sin embargo, gracias a su nota mental que apenas recordaba — muy difícilmente— al estar recordando su viaje a Sapporo con los Kuroba, que Kaito había comentado sobre querer comprar un peluche del detective Kudou Shinichi, ósea él. Pero para su desgracia no lo vendían. Por lo que decidió entonces darle una sorpresa y no podía esperar hasta el cumpleaños del mago para dárselo. Ya que apenas van a entrar al mes de abril.

Pensar en ello también le hizo plantearse, ¿Cuándo es el cumpleaños de Kaito?

No, no lo recordaba. Debía preguntarle. Pero, si lo hacía sonaría muy... Raro, más bien como una colegiala enamorada. Ósea, realmente se la está pasando bien junto a Kaito pero, aún es pronto para aceptar a alguien en su corazón que se está recuperando de la grieta que dejó Hatorri. ¿Cuánto ha pasado? Apenas se cumplirá un mes desde su rompimiento con el detective de Osaka. O quizás un poco más.

Suspiró, tenía que aclarar dudas y sentimientos. Pero por mientras sólo seguiría estudiando, adelantando unos proyectos. También llamó a su amiga Ran pidiendo que lo ayudará en algo "secreto".

Decidieron reunirse ése domingo, para ayudarlo en una sorpresa que quería organizar. Nada realmente grande.

Pero cuando fue el día, diciéndole a Kaito que no podía salir con él a la biblioteca para estudiar para unas pruebas, se encontró en el café donde se iba a reunir con Ran a la persona menos inesperada que esperó ver acompañando a la Alpha.

A Aoko. La amiga de Kaito.

Ahora se sentía como mal tercio. ¿Por qué ella? Sonoko se lo esperaba, ¿Pero su novia? ¿La amiga de la infancia del mago? No evitó ponerse muy nervioso.

—Entonces, Shinichi-kun. ¿Con qué te podemos ayudar?— preguntó la Omega de cabellos revueltos al detective, quién apenas reaccionó y sólo atinó a sonreir incómodo. Después miró a Ran. Cómo si le pidiera una explicación.

—Ran...

—Aoko es la amiga de Kaito, pensé que sería de buena ayuda. — aclaró la Alpha de cabellos oscuros y ojos violetas.—
Además no es como si Aoko le dijera sobre tu sorpresa a su amigo.

—Esta bien.— suspiró, supone que no tiene otra opción más que confiar en ella. Además quizás de verdad lo pueda ayudar, después de todo ha de saber los gustos del mago.

—Entonces...— hizo una pausa dramática haciendo un gesto serio, integrando a Shinichi.—¿Si te gusta Kaito?— preguntó moviendo sus cejas picarona.

—¿Q-Qué? Claro que no. Sólo somos amigos.— respondió intentando verse lo más natural y calmado posible. ¿Por qué Aoko sospecho aquello del él? ¿Realmente eso da a entender con sus intenciones? Si solo quiere darle un regalo a Kaito por lo buen amigo que ha sido. ¿Qué tiene de malo eso?

Del otro lado, muy lejos de la cafetería donde están, Kaito que está en la biblioteca estudiando con Hakuba, estornuda con fuerza. Sintiendo como si hablaran de él.

De regreso con los Omegas y la Alpha:

—Los amigos no salen a solas tan seguido como si fuesen citas de parejas. Además de que le quieres regalar algo sin ser su cumpleaños con tus propias manos.— recordó con simpleza, viendo a su novia coquetamente quien le daba un beso en la mejilla como respuesta.

Es más que obvio que apenas Kaito regresó del viaje fue de chismoso o quizás por qué tenía ganas de contarle a alguien —obvio no sería ni a Hakuba o Akako, está última que no veía en un buen tiempo por la misma Universidad—, sobre sus avances con cierto Omega detective.

—Shinichi, nosotras jamás te juzgariamos por qué salgas con alguien poco después de un rompimiento. Aunque tampoco es tan poco tiempo, ya ha pasado un mes, ¿No?— dijo Ran haciendo una mueca pensativa, para después tomar de su malteada. Aoko solo le dio unas cucharadas a su pay de queso con frambuesa, asintiendo a lo que su Alpha decía. Adora pasar tiempo con ella, e interactuar con el Omega del que tanto Kaito le ha hablado.

Ran es tan diferente a su ex novia con la que salía en preparatoria, solo duraron un año. Una Alpha de cabellos rojizos muy posesiva, hermosa pero con una manera de pensar que da miedo. Pero eso es un tema del que no se hablará. Al menos no por el momento.

—P-Pero... De verdad, no me gusta Kaito. No de esa manera.— volvió a repetir, haciendo un mohín adorable en sus labios. No entendía, ¿Por qué ellas seguían insistiendo con eso?

—¿Seguro?— dijeron al unísono las mujeres. Y aunque Shinichi está vez se tardó un poco en responder, siguió con su fiel respuesta.

—Si.

—¿No quieres estar en cuatro con Kaito dándote por el anastacio?— interrogó la Omega guiñando y sin vergüenza. Pensando orgullosamente que hizo un buen uso de rima. Claro, aquella pregunta causó conflicto interno en las otras personas.

—¡Aoko!— reclamó su novia en forma de regaño.

—...— Kudou por otro lado seguía mudo al haber tardado en procesar y entender la referencia de la Omega, con sus mejillas totalmente rojas como manzanitas, intentando buscar una respuesta coherente aunque fácilmente pudo haber negado la declaración de Aoko.

—Perdón, sólo jugaba. Pero piénsalo.— dijo riendo juguetona. Le dio otro bocado a su pay.— El caso es que, te ayudaremos, así hasta que admitas lo que sientes por mí amigo.

—Como sea, solo por favor manténgalo en secreto.— suspiró cansado. Y él pensaba que Sonoko es la loca, aunque sólo seguía siendo igual de agradable y dulce, no quería pensar en que cosas oscuras estaría pasando por su retorcida mente.

—Por supuesto. Confía en nosotras.— dijo Aoko llevando su mano a su pecho totalmente decidida y con una mirada determinada. Poniéndose de pie por la emoción.

—Cariño, te manchaste.— le murmuró Ran avergonzada.

—¿¡Qué!? ¿En dónde?— preguntó con sorpresa, mirando el lugar donde su novia le señalaba.

Shinichi recordó aquel sentimiento donde extraña pasar esa clase de momentos divertidos y vergonzosos con ese alguien especial.

X

Pocos días después; al terminar la facultad, Kaito convenció o se las arregló para seguir a Shinichi y acompañarlo hasta su casa o más bien a su mansión. En el camino varios se los quedaban viendo, al ser una pareja bastante llamativa o atractiva.

—Shin-chan~ ¿Entonces si irás conmigo al festival de la fertelidad?— preguntó ansioso y emocionado Kuroba, apenas dándose cuenta de unas benditas en los dedos de Kudou.

—¿Tengo opción?— dijo como si no quisiera ir. Aunque sabía que realmente podía pasarla bien a lado del mago. Ya no tenía como excusa el no relacionarse con un ladrón por qué Kaito dejó eso de ser KID, aunque aún divagaba por su mente donde escondió Pandora y el peluche chibi del mismo ladrón tampoco lo ayudaba.

—Shin-chan, ¿Y estas curitas en tus deditos?— preguntó preocupado haciendo reaccionar al detective quién no pensó que Kaito realmente se fijará demasiado en ello.—¿Te lastimaste al masturbarte mucho? ¡Debiste decírmelo! Con gusto te hubiese ayudado, sin intereses.— agregó mirándolo con determinación. Ante sus palabras Kudou quedó boquiabierto y avergonzado por lo que el Alpha dijo.

—ERES un pervertido. ¿Cómo llegaste a esa conclusión? — preguntó realmente perturbado por la mente de Kaito.—Y no, no fue por nada de eso. Simplemente fue por... Qué me le pasé costurando algo y me lastimé. Nada importante. ¿Qué estás haciendo?— respondió tratando de evadir con naturalidad el tema sin sonar sospechoso. Además que se sorprendió por qué Kaito se acercó a su cuello demasiado y lo empezó a olfatear como perro.

Ambos seguían caminando hasta la casa del Omega que quedaba no tan lejos de la universidad.

—Hueles muy bien. Digo, siempre hueles bien pero hoy... Es como si cambiará algo. — contestó alejándose de su cuello. Con la vista al frente admirando el cielo y pensando en el estado de ánimo del Omega.

—¿Cambiar algo?— preguntó curioso.

—Me refiero a que, tu aroma delataba lo triste o desolado que estabas en ocasiones. O simplemente serio. Pero ahora pareces más... ¿Dulce? ¿Emocionado? ¿Estás emocionado?— le preguntó insistente, a lo cuál el contrario sólo se quedó pasmado por unos segundos antes lo que Kuroba mencionó.

Puede que sí esté mejor de ánimo a comparación de hace un mes, pero no cree que sea algo significativo. Además, ¿Emocionado? Por lo único que realmente se emociona es cuando hay algún caso difícil e increíble en que utilice al máximo sus dotes de detective.

Y cuando sale con Kaito, pero aquello es algo que prefiere guardarse para el mismo. Además que ni él mismo se ha dado cuenta de aquel hecho.

—Deja de decir tonterías. No noto algún cambio.— respondió con naturalidad mirando enfrente el camino por donde van a su casa.

Después de algunos cinco minutos en silencio donde ya estaban muy cerca de la residencia Kudou, Kaito decidió hablar.

—Sabes, Shin-chan.

—¿Qué cosa?

—Eres el Omega que siempre tendrá mi atención. La persona de la que estoy enamorado, eres la melodía que suena en mi cabeza desde que te conocí y me gustaría formar una familia a tu lado.— aquella confesión sincera y bonita hizo voltear al detective quién quedó un poco cautivado ya que lo agarró totalmente desprevenido. ¿Por qué Kaito dice todo eso tan naturalmente y sin vergüenza alguna?

—¿P-Por que dices eso tan derepente?

—Para que te sientas amado.— respondió sonriendo con cariño. Ambos se detuvieron al estar ya en la entrada de la casa.

—¿A-Amado?— tartamudeó incrédulo. Él no necesita sentirse amado. O eso cree.

—¡Hijo!— gritó una mujer alertando lo.

Ambos jóvenes miraron al frente aturdidos por el gritó de sorpresa y alegría de una mujer Omega de cabellos claros y largos. Shinichi sólo se permitió tragar seco, nervioso y con sus mejillas rojas, por qué todavía no se le ha ido ese sentimiento que fue provocado por aquella bonita confesión del Alpha segundos atrás.

Por qué de todos los benditos días, ¿Por qué sus padres decidieron venir justo cuándo está acompañado de Kaito y esté le acaba de decir algo que lo tiene apenado? Y conociendo a sus padres, específicamente a su madre lo avergonzaría enfrente del Alpha como si no existiera el mañana.

—¿¡Mamá!?¿¡Papá!?— se permitió gritar abriendo la boca enormemente, una mueca de estupefacción que sólo hizo reír levemente a su acompañante quien en el fondo se sentía ansioso por conocer a los progenitores del Omega y bendecir el bendito árbol de dónde sacaron la madera para la base de la cama donde hicieron sus amoríos y así la señora quedó embarazada dando a luz al precioso Omega que tiene por hijo.

Ambos señores parecían ya haberse instalado en su casa hace una hora, y que iban de salida.

—¡Shinichi!— respondió la mujer Omega.

—¿Quién es el Alpha?— preguntó el papá de Shinichi saliendo por detrás, que también es un Alpha como Kaito. Analizando al chico que se sintió inquietante.

El padre de Shinichi parecía querer leer su mente, buscarlo algún defecto o saber si es buena compañía para su querido hijo.

—¿Suegros?— fue lo único que dijo Kaito casi sin pensarlo por la presión del momento. La estricta aura del señor lo hacía sentir mucho miedo, casi tanto como cuando fue al acuario con Shinichi.

—Ay no...— murmuró el Omega dándose un golpe mental. Queriendo golpear a Kaito. ¿¡Por qué demonios dijo eso!? ¡Sus padres seguramente ya sacaron conclusiones que no son!

Oh, ¿Quién podrá salvarlo?

Palabras: 2,827.
Fecha de publicación: jueves 25 julio del 2019.
Autor: JaquiiAleWorld
Fandom: Crossover de Detective Conan & Magic Kaito.
Historia: "El Omega"
Au: Omegaverse.
Nota del autor:
¿

Cuánto ha pasado? ¿Trece días y ya me extrañan? XD. O al menos está historia:v

Hay casi tantas cosas que quiero decir...

Primero, curiosamente yo igual poseo una zoofobia. Osea una fobia hacia cierto tipo de animal. Digamos que lo que siente Kaito me inspiré en gran parte por mí. Y no, no es el miedo a los peces. Es diferente. Algo "inofensivo" a lo que le agarré trauma de pequeño, algunos ya lo sabrán.

Segundo punto, me siento como Jeremy Zack (Ladybug). Ya que les diré un pequeño Spoiler.

Tengo escrito parte del capítulo o parte 14, y es muy Wow. O al menos yo lo siento así. Sólo diré que al fin hay amor entre la parejita, mucho sin llegar al Lemon. Perooooo el capítulo 13, al inicio hay una escena donde sale cierto morenito que ha estado desaparecido. Aunque he pensado cambiar esa pequeña escena del principio y ponerla al final del capítulo 12 que sería el siguiente. Bueno, ahí veré.

Creo que ésto es todo, hasta la próxima actualización!

Fin de la onceava parte.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top