•07

Hizo una reverencia al saludar a la madre de Kaito, quien ya estaba en el aeropuerto y no los acompañó en el taxi. Debido a que ella tenía las maletas a su cuidado. Y Kaito le ayudó con las suyas que tan solo eran dos.

Obviamente, Shinichi trajo su dinero aparte, tampoco quería que Kuroba le pagará más cosas de las necesarias.  Esta bien que le haya "invitado" a unas pequeñas vacaciones —aunque ahora seriamente está pensando en que no le ha notificado a Ran sobre las últimas cosas que le han pasado estos días—, pero no por ello debía dejar que le pagarán todo. Oh claro que no, él no era ése tipo de persona.

—Shin-chan, me alegro que haya aceptado nuestra invitación a Sapporo. — saludó amable y contenta la señora Kuroba quien apesar de estar a unos años cerca de la vejez no se ve para nada vieja. Más por la forma tan glamurosa y coqueta en cómo viste.

El Omega de ojos azules se le contagió parte del ánimo de la mayor, incluso hasta se sentía más en confianza y aliviado de que la mujer esté ahí conversando con él tan amistosamente. Le recuerda un poco —mucho— su madre.

—No podía negarme, Chikage-san. Agradezco la invitación.— respondió con amabilidad. Kaito interrumpió el pequeño momento aclarándose la garganta.

—Bueno, aún tenemos cuarenta minutos antes del vuelo. ¿Quieres comprar algo?— preguntó mirando específicamente al Omega.

—No gracias.— negó amablemente.

—Yo iré a compras unas galletas y refrescos, ¿Quieres algo mamá?

—Bizcochos de chocolate y café frío en botella.— contestó. — No, mejor capuchino. No olvides hecharme azúcar.— terminó por agregar.

—Claro. — dijo mientras se retiraba e iba a los pequeños locales que hay dentro de los aeropuertos.

La mayor y el joven universitario tomaron asiento, alrededor había casi mucha gente igual esperando su vuelo o el regreso de algún familiar, amigo o pareja.

—Shin-chan, ¿Te sientes mejor? — preguntó Chikage en cierto tono afectivo y preocupante tomando por sorpresa al pelinegro. Algo confundido al principio.

—Oh, si... Estoy un poco más animado. La verdad, no quiero hablar sobre eso.— sonrió algo incómodo. Sacando un libro de una de sus maletas que guardó especialmente para leer durante el viaje por si tenía alguna oportunidad. Realmente no entendió a que se debía la preocupación de la mujer, aunque también ya se hacía alguna evidente idea.

—Oh tranquilo querido, lo entiendo. Si algo te molesta, puedes hablar conmigo.— le comentó.—¿Que libros trajiste?

— Utopía, del escritor y doctor Jacob V. También tragué una obra de Stephen King que es el "Doctor de los sueños", hace unas semanas termine de leer "El Resplandor".— respondió sin abrir todavía el libro.

—Tu papá es un novelista, ¿Cierto?

—Si. Desde pequeño he leído sus libros, en especial de misterio y suspenso.

—Se nota que naciste para ésto. No quiero molestarte en tu lectura.

—Por supuesto que no Chikage-san, es entretenido y agradable hablar con usted. Dígame, ¿Cuál es su pasatiempo?— dijo con interés guardando su libro, la nombrado quedó encantada con la actitud tan amable del Omega. Aunque también le gustaría conocer otras facetas del joven Detective.

—Me gusta mucho viajar, aunque se deba a mi trabajo. También ir de compras. ¡Oh! A veces me gusta enseñar a los niños más pequeños a cocinar, en especial postres. — soltó con emoción, para surcar una sonrisa maliciosa.—¿Sabes cocinar, Shinichi?

—Se cocinar algunos platillos. Nada muy complejo. Pero los postres... Creo que en dos ocaciones preparé galletas de coco y chocolate. — respondió rascándose la nuca un poco nervioso, no se le da bien los postres.  Y fue mucha suerte y ayuda por parte de sus amigas Ran y Sonoko que le salieran medianamente comestibles y deliciosas.

—¿Prefieres las cosas dulces o amargas?

—Amargas, pero tampoco me desagrada las cosas que saben muy bien con azúcar. — le contestó, para formular otra pregunta.—¿Usted sabe en qué hotel nos hospedaremos?

—Royton. ¿Trajiste algún abrigo?

—Claro, sé que habrá mucho frío ahí. Por algo es el festival de invierno.— contestó soltando una ligera risa, entonces se acordó de Kaito. De seguro ha de estar algo lleno el local donde fue comprar o se está tardando pensando en que más comprar durante el viaje no tan largo como otros a los que ha ido.

Y como si la señora Kuroba quisiera indagar sutilmente más sobre su vida, sin ser inrrespetuosa pero muy curiosa, hizo la siguiente pregunta que lo descolocó un poco. Aunque por otro lado es normal que quiera chismear sobre ese tema en particular.

—¿Has pensando en tener hijos?

—Si. Pero todavía tengo 22 años. Siento que soy muy joven.— le contestó con nerviosismo. Si, en definitiva le recordaba a su querida madre que desde que cumplió dieciocho años le preguntaba si pensaba tener hijos.

—¿Cuando cumples años?

—Este año, en mayo. El día cuatro.

—Eres un mes mayor que mi hijo.— opinó curiosa.— Él quiere ser padre joven, además ya ha hecho espectáculos de magia en grandes lugares pero debido a la Universidad no muy seguido. Por lo que piensa que una vez terminé la Universidad no lo vendría mal tener un hijo. Kaito se parece tanto a su padre.— comentó con nostalgia y cierto toque amoroso, además de insinuar a su propio hijo al contrario. Como si en realidad quisiera decirle a Kudou "Mi hijo sería un excelente padre para tus hijos, ¿no te parece?"

Aunque Shinichi no lo veía de esa forma, quizás por ser algo despistado.

—¿A que casta pertenecía su padre?

—Era un Beta al igual que yo. Murió joven. Pero sabes, al menos se qué murió en paz por qué sabe que nosotros íbamos a estar bien aunque lo extrañaremos mucho. Quizás por eso Kaito quiera ser padre joven, no quiere desperdiciar tiempo.— explicó, Shinichi asintió reflexivo y comprensivo.

—Entiendo... Tal vez tenga razón.— finalizó, ya que antes de que pudieran hablar de alguna otra cosa, el Alpha de ojos violetas llegó para presumir de su presencia y las cosas que compró. Incluso sabiendo que Shinichi no pidió algo compró varias barras de avena nutritivas con chocolate y leche aparte del pedido de su propia mano.

El Omega no lo admitiría en voz alta, pero realmente se le antojó probar esas barritas.

Más tarde en el vuelo, Shinichi se sentó en el asiento a lado de la ventanilla, mientras que la señora Kuroba cerca del pasillo quedando así Kaito en medio de estos dos.

—¿Estás cómodo? Mi madre parece que está más entretenida viendo un dorama que descargó en su iPad. — comentó mirando de reojo a su madre, quien cargaba el aparato frente suyo, con unos auriculares conectados a éste. La pantalla se veía el título del Dorama que está viendo "Boys Over Flowers".

—Si, gracias Kaito. ¿Tu qué harás?— se encogió de hombros, un tanto curioso saber por cómo se iba a entretener durante la hora y poco más del vuelo el amante de la magia. Ya que por su parte, pensaba leer alguno de sus libros.

—Admirar la belleza de éste vuelo.

—En ese caso, debiste sentarse cerca de la ventanilla.— respondió arqueando su ceja.

—Me refiero a que tú eres la belleza, Shinichi. — le sonrió sincero, con un leve rubor en su rostro y observando al Omega como el enamorado que es.

Pum Pum Pum. Sintió escuchar los latinos de su corazón pero acelerados, no quería ni imaginar cómo estaría su rostro. Realmente no se esperaba aquel comentario del Alpha. Es más, realmente no sabía cómo responderle o actuar. Simplemente se lo quedó mirando por un rato totalmente aturdido, incluso se preguntó así mismo por qué no desvío la mirada, se sentía muy avergonzado.

Esperaba que el resto del vuelo, al menos no fuese llenos de coqueteos e insinuaciones del Alpha. Aunque tampoco podía pedir mucho, después de todo estamos hablando de Kuroba Kaito, ¿No es así?

X


Un par de hora después, la familia Kuroba y el Omega Kudou ya se habían instalado en el hotel Royton por el cuál se alojarían solo algunos días.

Después de pensarlo un poco, en cierto aspecto Shinichi estaba algo emocionado y nervioso —sin saber exactamente por qué— de tener unas pequeñas vacaciones en Sapporo. Quizás así alejaría sus problemas emocionales, el estrés de la Universidad y su oficio como detective. Aunque conociendo su 'maldición' quizás le llueva uno que otro cadáver en su travesía. Y aunque no es algo que celebre, siempre le gusta resolver casos de ese rango.

En el octavo piso, les tocó la habitación 315 a él y Kaito.

Así es, ambos compartirían recámara aunque en camas separadas. Mientras que a la Beta que está cerca de la tercera edad le tocó la habitación de enfrente que es la 323. En el pasillo había un total de 16 habitaciones, 8 en cada lado. Y precisamente las habitaciones 323 y 315 tocó cerca del balcón del edificio, donde estaban más cerca de ver la vista desde ese punto y ángulo.

Lo primero que hicieron fue acomodarse, dentro de poco deben descansar. Quedando de acuerdo con Chikage para desayunar los tres. Como la mujer es muy lista, se alejaría de ambos jóvenes para darles espacio y no ser mal tercio en el intento de conquista que su hijo quería conseguir con Kudou. Le recuerda tanto a su padre.

—Descanse señora Chikage, buenas noches.— se despidió el oji azul a la mayor, con una pequeña reverencia. Después de asegurarse ver cómo la nombrada cerraba la puerta frente de su habitación, él hizo lo mismo.

—¡Preciosa cama!— escuchó a Kaito decir lanzado se a la cama feliz y contento, dejando su maleta aún lado.

—Creo que yo debí dormir en la habitación aparte.— pensó en voz alta llamando la atención del Alpha. Mientras acomodaba solo algunas cosas en el armario y guardaba la maleta pequeña debajo de sus prendas que colgó en las hombreras.— Me refiero a que, ¿Sabes lo peligroso que es un Alpha y un Omega que no son pareja ni familiares estar en una habitación solo ellos dos?— cuestionó quitándose sus zapatos para acomodarlos en el lugar correcto.

Kaito imitó la acción, solo que dejándolos enfrente de la cama.

—Ambos somos moderados. No perderemos el control, el celo no me llegará hasta dentro de unos días y aún así traje mis supresores por si acaso.— argumentó con tranquilidad.— ¿Tu celo está cerca?

—Tampoco, pero igual los traje.

—¿Ves? Ningún problema. Confía en mí, no me aprovecharé de la situación. Además te sabes defender, ¿No?

—Si, pero tampoco soy experto en artes marciales. Entre una batalla seria entre tú y yo, no sé quién ganaría. La fuerza bruta o la inteligencia.

—Oie, Oie... No soy fuerza bruta solamente.— comentó un tanto ofendido. El Omega sólo sonrió para buscar el baño, llevándose una prenda de ropa para dormir. Sólo se cambiaría debido a que no tenía muchas ganas para tomarse ni una ducha, solo quería dormir.

Cuándo terminó minutos después, salió con una pijama color celeste conformada por una blusa de manga corta y un pantalón. Se dio cuenta que ahora Kuroba vestía una camisa negra con mangas cortas y de abajo solo usaba un boxer blanco.

—¿Qué? Y eso que no me desnudé.— le dijo Kuroba al notar la extraña mirada del detective. —¿O acaso quieres hacerme compañía~?— sonrió como felino, travieso.

Kudou viro los ojos para meterse entre las cobijas. Apagando la lámpara que alumbraba un espacio del cuarto. Específicamente su lado de la habitación.

— Ya acomode mis cosas. Es hora de dormir...— avisó. Su cama quedaba a lado de la de Kuroba, separadas solo por un metro de distancia.

—Descansa Shin-chan. — deseó, tomando una almohada para abrazarla.

—Descansa, Kaito.

Sus sueños no suelen ser tan extraños o significativos para él, si es que luego no los recuerda. Pero el que tuvo aquella noche fue diferente a los otros.

Tenía dos grandes alas de cuervo, con una vestimenta tradicional que no reconocía o había visto. Estaba en una clase de templo, donde habían más personas con alas de distinto plumaje.

Caminaban en distintas direcciones, aunque los colores del ambiente eran opacos y todo era casi borroso. Por lo cuál no podía ver bien los rostros de las personas.

Caminó por el pasillo, hasta darse cuenta de que no tenía zapatos. Más bien una clase de sandalias de maderas, con calcetas blancas. Casi se caía hasta ser sujetado por alguien en la cintura dejándolo atónito.

De un momento a otro, en la siguiente escena del sueño ya estaba besándose con alguien. El cuál vio el rostro pero al despertar ya no lo recordó, a pesar de ser lo último que vio.

Aunque el sueño parecía corto, en realidad fue muy largo. Por qué cuando despertó, y abrió un poco sus párpados miró la hora en su celular a un costado  de la cama. Que indicaba que son las 07:58 am cuando el se fue a dormir a la una de la madrugada.

Entonces notó un peso extra en su cama, antes de que se dignara de voltear alguien lo rodeó con sus brazos dejándolo mudo, nervioso.

—¿Despertaste bien, Shin-chan?— preguntó el amante de la magia en un tono meloso y reconfortante, demasiado calmado. O eso delataba su olor.

—¿N-No querrás decir, si dormí o descanse bien?— Shinichi se preguntaba mentalmente si Kaito seguía en boxer.

—Si, cierto.— admitió su error sin darle tanta importancia. Una de sus manos llegaba abrazar pasando por su vientre plano.

El detective no sabía si sentir cosquillas, si sonrojarse o si darle una patada en su herencia.

—Si no quieres que te golpeé Kaito, aléjate de mí. ¿Desde cuándo estás durmiendo en esta cama?

—Apenas hace una hora. Es que... No me resistí. Lo lamento.— se acercó a su cuello para olerlo, haciendo sentir un cosquilleo en el Omega que realmente sentía un poco de miedo.— No me pasaré de listo, solo quiero quedarme un rato más así. ¿Puedo?— dijo un poco somnoliento.

No. Fue lo que pensó Shinichi que le respondería. Seco e indiferente. No iba a ilusionar lo y menos tenía ganas de aprovecharse de la situación usando a Kaito como alguna clase de consolación.

—Eres un pervertido. —fue lo que realmente le dijo. Y no sonó ni la mitad de seco e indiferente como lo pensó. Sonó como un regaño medio balbuceado.—¿Qué tanto me abrazas?

—Siento que lo necesitas.— admitió, Kudou se imaginó alguna clase de sonrisa en el rostro de Kaito.

—¿Qué te hace pensar ello?— arqueó la ceja confundido y con cierta estupefacción.

—Tal vez por que creí que necesitabas un abrazo de alguien por lo que pasó con el otro detective de Osaka, y si, sé que tampoco quieres que te lo recuerde.— se apresuró a decir antes que Shinichi se lo recordará. Continuó.— Dicen que el aroma de un Alpha puede calmar en ocasiones al de un Omega cercano a él. Aunque usualmente suele ser al revés.— explicó totalmente sincero y sin alguna doble intención, o eso pudo sentir el Omega.

—No es que no aprecié el gesto, pero literalmente el abrazo no debería ser de esa forma, acostados en la cama. Oliendo me el cuello. ¿Acaso quieres morir?— dijo en un tono amenazante pero un poco gracioso. Cómo si no sonará tan serio.

—Si es por que seas feliz, correré el riesgo.— respondió dejando a Kudou confundido.

—... Un abrazo no me hará feliz.

—¿Qué te haría feliz?

—¿Cómo dices?

—Pregunté, que te haría feliz.

El Omega se volteó completamente, mala idea. Literalmente quedaban frente a frente el uno al otro. Viéndose en el reflejo de los ojos del otro. Sus respiraciones chocando con su piel. La mano que rodeaba su vientre ahora tocaba su cintura por encima del muslo.

—Me haría feliz que... No te acercaras tanto a mí. — respondió hasta darse cuenta que quizás eso sonó demasiado frío por no decir hiriente.— Es decir... Todavía sigo algo, ya sabes...— intento explicarse, queriendo desviar su mirada en aquellos ojos violetas más no podía.

—¿Sensible?— a completo el Alpha siendo lo único que se le ocurrió rápidamente.

—No me gusta esa palabra. Pero digamos que sí con lo de Heiji...  Estoy consiente de tus sentimientos a mí, y qué vas ¿En serio?

—Muy enserio contigo.

—Si, lo que trato de decir que es que al menos quiero que pase el tiempo antes de que deseé o me interese salir con alguien más. ¿Comprendes?

—Comprendo perfectamente. —sonrió. Pero Shinichi no sabía si realmente Kaito sonreía de verdad. Sabe sobre que el mago usa mucho la pokerface.

—Gracias.

—Shin-chan, realmente eres muy tentador estando así de cerca.— se pegó más chocando su nariz con la del menor. Poniendo más nervioso al Omega pensando si podía apuñalar lo con alguna almohada cercana, literalmente sus labios están a casi nada de rozarse.— Realmente me gustaría besarte, pero...

—¿Pero?— trafo duro, apostaba que sus ojos estaban dilatados y reflejan sorpresa.

—Te daré tu espacio, respeto tu decisión.
— entonces se apartó, poniéndose de pie.—Si quiero que confíes en mí, debo demostrarlo.— le sonrió haciendo sonrojar al Omega por un instante.

—Oh... Claro... Si, buena idea, ja,ja,ja.— río nervioso, en el fondo tal vez si quería ser besado por Kaito. Quería comprobar que podía o puede sentir por aquel Alpha. Pero por otra parte, le parecía estúpido el querer ser besado cuando hace unos segundos dijo que no quería nada por al menos un tiempo, literalmente se estaría contradiciendo. Ni él mismo se entiende.

—Oh casi lo olvido. Toma.—dijo sacando algo que estaba escondido en alguna parte su cama, a un costado de esta encima de la alfombra. Lanzado lo al detective que seguía sentado en la cabecera de su cama aún pensativo.—
Es un regalo.

—¿Un peluche de KID? ¿En serio?— preguntó incrédulo. Inspeccionando el objeto inanimado.

El famoso peluche media al menos cerca de medio metro de largo. Era una copia exacta de Kaito KID pero en versión chibi.

—¿No es adorable? Venden mucho y de diferente tamaño. Es increíble. También quería un peluche de Shinichi pero no los venden.— suspiró decepcionado, aquel último dato no paso de oídos sordos por el Detective, pero hizo como si no le importará.

—Lo que me sorprende es, ¿Dónde lo tenías escondido? Osea, está grande para acabar en tus maletas llenas o las de tu madre. Y nunca vi que lo trajeras en las manos. — añadió, mirando más al peluche. Que aparte del traje blanco, el sombrerito y el monóculo, le llamó la atención el color de cabello y ojos que le pusieron al peluche. Después de todo nadie sabe la identidad del mago ladrón fantasma. O al menos no la gente que hicieron y llevaron al mercado.

El color del cabello es castaño oscuro y ojos azules. Tenía grabado una sonrisa coqueta pero en el peluche parecía más bien chistosa y hasta un poco adorable.

—Un mago jamás revela sus trucos.— le contestó guiñándole.

—¿No crees que ya soy grande para estos regalos? Todavía si fuese un adolescente sería más aceptable...— agregó, recordaba que las parejas jóvenes antes de los 20 se daban ositos de peluche, o de algun personaje de serie de Disney. Pero él ya tiene veintidós. —No lo estoy rechazando, sólo que me sorprendió.— se apresuró decir para no ser grosero por el regalo.

—Si te ves monísimo abrazando al Kaito KID chibi.— río enternecido. Causando que el Omega hiciera un gesto de estupefacción más no enojado.

Kaito tomó una nota mental de tomarle una foto a Kudou sujetando al peluche cuando éste esté desprevenido y lo pondría de fondo de pantalla en su móvil y iPad.

—No lo estoy abrazando.— alejó al peluche respectivamente, dejándolo al otro extremo de la cama.

—Uy, ajá. — dijo Kaito mientras tomaba una muda de ropa de una de sus maletas.

Luego de eso fue al cuarto de baño para darse uno mismo, mientras que Kudou se quedó pensativo y se acostó junto al peluche abrazándolo. Pensando en que primero irían a desayunar, ver algunas tiendas de ropa, joyas y postres hasta terminar en el festival. Pero primero debía esperar a que el Alpha terminará de bañarse para luego ir él.

Pensar en joyas le hizo recordar por unos momentos sobre Pandora. ¿A dónde la habrá guardado Kaito?

Miró el pequeño KID, con curiosidad entrecerrando sus ojos con recelo haciendo un gesto sospechoso.

—No, Kaito no sería tan idiota y obvio como para guardar Pandora dentro de éste pequeño chibi.— pensó soltando un suspiro más tranquilo. Si alguien lo viera u oyera habría opinado lo adorable que sonó al decir eso. A veces le sorprendían y daban miedo las locas y originales ideas que podían pasar por la mente de Kuroba. Aunque por otro lado, algunas de ellas a pesar de ser descabelladas le han parecido increíbles.

Recordando las misiones que hacía junto a Kaito KID cuando estaba en su cuerpo de Conan. Fue algo, divertido.

No evitó pensar también, con nerviosismo las cosas que podrían pasar. Aunque extrañamente, han pasado días desde el último caso en el que ha estado. Sabe que son unas pequeñas vacaciones, pero siempre ha disfrutado de resolverlos para agilizar su mente, además que es su propia diversión y entretenimiento.

No supo cómo o por qué exactamente, cerró sus párpados para descansar unos minutos, oliendo el olor a "nuevo" del peluche de algodón de Kaito KID.


Palabras: 3,555.
Fecha de publicación: viernes 14 junio 2019.
Autor/Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: Detective Conan & Magic Kaito.
Historia: "El Omega".
Au: Omegaverse.
Nota del Escritor:
Alerta, nota de autor larguísima, mierda.
Después de dos semanas de no actualizar, apenas estoy terminando de editar este capítulo siendo apenas media noche. Un dato curioso es que este capítulo (07) ya lo tenía escrito desde el 13 mayo. Osea un mes entero guardado en borrador y apenas es publicado.

Sinceramente esperaba publicar esté capítulo el domingo pasado, pero por cuestiones privadas no pude.

Saben que los capítulos los hago largo para compensar el tiempo que no actualizó, cosa que tampoco es mucho y no es tan largo. Considerando que he escrito capítulos de 7000 y 8000 palabras.

Oh, ¿no les pasa que cuando escriben y lo guardan en borrador, y ven en "Vista Previa" se ve cuántos lo han leído? Yo al principio pensé que eran vistas mías, pero no. Por qué cuando son las vistas de uno mismo ni siquiera se cuentan.

Osea hay como dos o más usuarios que ya leyeron los capítulos adelantados que están en borrador (sin editar). ¿Qué mierda? Yo pensé que era el único pero a mucha gente ya le pasó. Y yo aquí inocentemente creyendo que eran vistas mías. Qué pedo con la privacidad en Wattpad.
#DejenDeHacerEso.

Por eso pensé en escribir los capítulos a Word y Editarlos como tal para poco antes de publicarlos pegarlo en una parte de la historia. Pero no tengo memoria para descargar Word en el teléfono y en la computadora es una pinche flojera por qué no me siento cómodo escribiendo en dicha posición además que no estoy acostumbrado a escribir en teclado. Además que yo escribo en el celular cuando viene la inspiración que puede ser a cualquier momento. No pudo levantarme y bajar hasta el primer piso dónde está el ordenador, prenderlo y escribir. Durante este proceso ya se me fue la inspiración y ganas.

En fin, contándoles mis problemas no resolverá nada pero en serio, si alguien sabe por qué pasa ésto y como evitarlo que me comenté. Aunque ya en otras historias (varías) mías me han pasado, creo que lo máximo de vista han sido 7 osea de capítulo aún no publicados.

Ahora lo segundo importante:

Ayer iba a dar o mencionar o escribir en esta sección de nota de autor una noticia que ahora que lo pienso tampoco es la gran cosa. Sólo que se me olvidó decirlo en el capítulo anterior.

El próximo viernes que cae 21 publicaré una nueva historia Kaishin. Qué llevó planeando desde marzo y apenas a finales de abril me digne a escribir. Su portada la terminé hace un par de días.
Mi objetivo era publicarlo hasta el 21 de junio que suerte mía cae viernes, pero luego pensaba que incluso iba a publicarla antes, pero luego otra vez me di cuenta que mejor espero. Por qué cada capítulo me tardaba mucho en escribir para que regresara la inspiración. Y eso que todavía tengo que revisarlos y Editarlos.

Por lo que recuerden.

21 Junio Nueva historia Kaishin. La cuál tampoco he terminado, solo adelantado un poco. Y sobre la siguiente actualización de esta obra, todo depende de ustedes.

Fin de la séptima parte.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top