capitulo 5
Ya me estoy cansado, ¿cuánto más tendré qué esperar para que salga mi hermana? Mi estómago esta empezando a tener hambre.
Joe salió del auto tenía que estirar su cuerpo antes de que se entumiera por completo, camino en dirección al guardia de seguridad, su caminar era elegante su espalda estaba recta.
-Hola, buenas tardes-Sonrio, a la vez se quitaba las gafas dejado al descubierto sus hermosos ojos, el guardia se sonrojó-¿Me podría decir la qué de salida?-Joe apunto al colegio.
El guardia de seguridad le hecho un vistazo a su reloj, el que marcaba pasada de las 12:50 PM. luego vio a Joe.-Solo faltan cinco minutos.
-Muchas gracias-Joe regreso a su auto, se apoyo en el a la vez se cruzó de brazos. Su mirada estaba en el auto de enfrente el sabía que lo estaba observando.
El movió sus labios-¿Te gusta lo que vez?-Una sonrisa coqueta se formó en sus labios.
El desconocido iba a bajar la ventanilla pero en ese momento los alumnos ya venían saliendo, Joe dejo coquetear con quién sea que estuviera ahí. Se volvió a poner sus gafas, con su mirada buscaba a su dulce hermana.
Según los recuerdos ella se llama Jennifer, tiene un rostro Ovalado, cabello azabache ondulado que le llega por sus hombros, cejas delgadas y rectas, su pestañas largas. Una mirada azul, tan hermosos como el océano. De una estatura de 1.68 metros de altura, justo venía saliendo, le iba agritar pero algo llamo mi atención, una chicas la estaban molestado enfrente de todos y nadie hacia nada.
Ella solo bajaba su rostro, mordía su labio por la impotencia, segundos después estaba en el suelo. Los demás se reían.
¡Malditos engendros, ¿como se atreven a ponerle una mano encima a mi hermana?! crucé la calle para llegar donde estaban. Cuando estuve cerca empuje a la persona responsable, ella cayó de culo al suelo.
-¡Auch..! ¿Quién fue el valiente?-Ella se volvió a poner de pie.
-¡Fui yo, algún problema rubia teñida!-Podia ver el tono negro de la raíz.
-¡Hermano!-Joe ayudó a su hermana a ponerse de pie, poniéndola detrás de él para protegerla.
-¡Miren nada más, otro Omega asqueroso!
Estas familias que diablos les inculcan a sus hijos, y los profesores también son una mierda, Jennifer apretó mi camisa, ella se sentía con miedo.
-Este colegió dice ser uno de los mejores de la ciudad, pero veo que los maestros no saben cómo enseñar la palabra respetó. Y tu niña pubertad-Le apunte con el dedo.
-¡¡Deja de creerte la gran cosa solo porqué "eres una alfa" eso solo es un género de mierda, sin sus apestosas feromonas las cuáles obligan a someter a los omegas o betas no serían nada, solo son seres que ven a los omegas de menos para aumentar su maldito ego!!
Todos los alumnos veían el espectáculo con mucho interés, nadie decía nada solo estaban escuchado muy atentamente. Los maestro se sentían avergonzados.
-Deja de hablar idioteces, ¡LOS OMEGAS SOLO SIRVEN PARA SEDUCIR A LOS ALFAS CON SUS CUERPOS LACIV...!!-Plaf, Joe abofeteó a la rubia sin importar qué fuera siete años menor qué el.
-Si tus padres o maestros no te enseñaron el respecto, yo si te lo enseñaré niñita mimada.
-¡Como te atreves! ¿sabes quién es mi tío? El es el hombre más poderoso de todo el país. Y tu te atreviste a golpearme.
-¡No sabía qué el presidente tuviera una sobrina tan fea!
-Jajajaj-Todos se reían, ya estaban hartos por como ella se la creía solo por tener un tío asi.
-¡Tú...!
-¿Yo que? Llámale, estaré aquí esperando qué me golpe como yo lo hice contigo-Joe se cruzó de brazos-No te preocupes Jennifer, tu hermano te protegerá a partir de ahora, quién vuelva a tocarte. Le cortaré las manos-Todos tragaron grueso, no había mentirá en su rostro, sonaba y se veía muy serio.
La rubia saco su celular marco el número de su tío. El sonido se escuchaba cerca.
Joe giro su rostro en esa dirección. Solo para ver a un hombre elegante de 1.90, su piel es exquisitamente clara, el gris verdoso de sus ojos resalta con su cortó cabello plateado dándole un toque único. Su fino rostro tiene cejas pobladas en forma de espada, una naríz bien definida llegado casi a la perfección. Sus pómulos perfectamente marcados, se podía observar sus carnoso labios como dos jugosas fresas.
Su figura era una cosa agradable de ver, hombros anchos, aún con ese traje se podía ver cómo sus pectorales se marcaban, su cintura de sirena y esas piernas largas,. Ese cuerpo gritaba ven pequemos juntos.
Era bueno que aún traía mis gafas puestas, así no podían ver lo sorprendió que estaba, sus zafiros se cruzaron con los mios. Sentí mis piernas un poco flácidas si no fuera por Jennifer hubiera caído al suelo. Esa mirada era demasiado caliente, ese es el poder de un verdadero alfa hacerte sentir vulnerable.
Joe qué diablos te sucede ya olvidates lo duro que eras en tu mundo-Se dijo a si mismo, el volvió a poner su cara de poke parándose derecho.
-Hermano-Susurró-Agarré la mano de mi hermana, para qué ella se sientiera más segura.
-Ahora estas temblando de miedo-Se burló la rubia.
Estos niños de hoy en día-El rodó sus ojos-En mi anterior vida no había niño o persona que se atreviera a verme a los ojos sin temblar por el miedo.
-¡Tío Aarón!-Ella enredó su brazo con la de su tío, era tan pitufa a la par de el.
-Ese tipo me abofeteó, yo no le hice nada. fue doloroso, puedes ver cómo quedó mi mejilla-Ella los vía con superioridad.
Jennifer apretó muy fuerte la mano de su hermano, ella estaba culpandose por meter a su querido Joe, en sus problemas, ella no quería que el se volviera a sacrificar.
Todo el lugar se tenso, ellos estaban viendo al mismísimo Aarón Relish. El cuál solo podían ver por la televisión, entonces hay si los maestros se acercaron para dar una explicación.
-¡Maestro Relish!-Una maestra beta quería hablarle.
-¿Eso fue lo que sucedió?-Aarón la interrumpió antes de qué siguiera hablando. Sus ojos estaba en el rostro de Joe, este sintió que le harían un hueco en su cara.
-¡Si, maestro Relish. Eso fue lo que pasó!-Afirmo la beta.
¡Está vieja hija de la comadreja, como se atreve a mentír enfrente de todos! Era obvio qué los demás tampoco iban a desafiar a alguien de una familia más prestigiosa que ellos. La rubia Alfa, solo sonría toda engreída.
Se podían ver venas qué resaltaban en el hermoso rostro de Joe, el estaba muy molesto quería matar a esa mujer beta.
-Mejor deberías trabajar en la política, esas mentiras serían muy buenas en las propuestas de campaña.
-Joe cubrió los oídos de su hermanita.-Se nota que te gusta lamer el culo de las personas para quedar bien.
Me vale el como me vean estás personas, mi lado malo y vocabulario no se puede olvidar de la noche a la mañana.
-Jennifer, desde ahora dejarás de venir a esté colegió. Aquí solo asisten personas mentirosas y descriminatorias, solo por ser alfas, ja qué chiste.-Joe miro a Aarón y este estaba haciendo lo mismo-Deberías educar mejor a su sobrina, porqué la próxima vez no será solo una abofetada-Joe sonreía con maldad.
Todos los presentes estaban en shock, no podían creer lo que esté había dicho al mismísimo Aarón Relish.
-¿Es una amenaza?-Preguntó con un toque de diversión, Joe caminó hacia el, lo jaló de la corbata. Cuándo ya tuvo su oído cerca de sus labios, le susurró lo siguiente.
-Es una advertencia. No solo tú sabes cómo matar y desaparecer cosas-Solto la corbata-vámonos Jenny, estás personas estúpidas no merecen nuestra atención.
-¡Quien te dio el permiso de irte, disculparte!
Esta maldita rubia estás buscando la muerte, algún día la mandaré en una bolsa.
Joe siguió caminado no iba a prestar atención a esa niña.
-¡Tío!
-¡Esperen!-Esta vez fue Aarón, Joe ya estaba a punto de reventar.
-¡SI ESTAS BUSCANDO UNA DISCULPA POR MI PARTE DÉJAME DECIRTE QUÉ ESO NO SUCEDERÁ!-El había explotado sus ojos se estaban tornado carmesí.-Asi fueras la sobrina del mismísimo presidente, no me disculparé-Suspirar, ya me siento mejor.
Todos abrieron sus ojos en grande, ese gritó había ha sido con la voz de un Omega dominante.
-No era para eso, Magaly les debe una disculpa-Aarón se soltó del agarré de su sobrina, está lo vio con asombro. No podía creer que su tío, el qué siempre la mima se este comportando de esta manera.
Joe y Jennifer también estaban igual, no esperaban qué un alfa de tan alta calidad Fuera tan justo.
-¡No pienso disculparme, ellos fueron los que me agredieron, ¿verdad, maestra?
-¡Ah, si así es!
-Ya vez.
-¡Deja de mentir! Te he visto con mis propios ojos cuando la empujaste y luego los insultastes. ¿Eso es lo que la familia Relish te ha enseñado?
La maestra estaba con miedo, ella había mentido sin titubear y Aarón ya lo sabía todo. Solo estaba esperando qué hablara con la verdad.
-No necesitamos una disculpa de dientes para afuera, además el dañó causado no desaparecerá-Joe y Jennifer se fueron a su auto. Ignorando la conmoción de los demás..
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