capitulo 39

—Aarón.

Susurra con una voz somnolienta, frota sus ojos con suavidad, para poder ver fijamente al hombre semidesnudo junto a él.

—Aarón—Vuelve a susurrar. Solo que no había respuesta del alfa.

Una vena verde apareció en la frente de Joe, lame su mano derecha. No quería recurrir a esto pero el alfa no le dejá otra opción.

—¡Aarón, despierta!

Abofetea la mejilla pero no de la manera que quería, fue suavemente, aún así le quedó figurada la palma en la mejilla de Aarón.

—¡Qué!..¡Qué!—Fue tan rápido para bajar de la cama y ponerse en guardia.

—Hasta que despiertas.

Su mirada con reproche es muy molesta, pero no podía ocultar la sonrisa en sus labios por la reacción de Aarón de hace unos segundos.

—¡¿Que pasa? ¿Te sientes mal?!—Sube a la cama.

Aarón toca el abultado estómago de Joe, parecía tener cinco meses de embarazo. El tiempo si que había pasado rápido. Cada vez más poco para conocer a sus tres cachorros.

—Tengo hambre—Bufa con molestia—Quiero comer helado de menta, costillas de cerdo con salsa picante.

Mis deseos comenzaron aumentar cada día, solo que niguna vez había despertado a estás horas de la mañana con ganas de comer.

El alfa se vistió a la velocidad de la luz, se puso los zapatos. Tomo la cartera, celular.

—Volvere en unos segundos—Besa los ojos de Joe.

—¿Estaran las tiendas abierta?

Tampoco quiero que le pase algo por cumplir uno de mis deseos, desde que estoy embarazado me he vuelto muy sensible, un maldito manejó de nervios.

—Si, esta uno a 15 minutos, 5 en auto. Volveré pronto.

—Llevar a Hansel, no vayas solo.

—Claro que lo despertaré.

—Me disculpó por golpearte—Solloza.

Aarón solo lo abraza con cariño, le dice que está bien, que no fue nada, que entendía.

Al principio cuando Joe presentó estos cambios hormonales, Aarón se asustó tanto que no sabía que hacer, pero Declan lo tranquilizó, diciéndole que eso es normal, parte del embarazo, solo así pudo tranquilizarlo.

—¿Quieres venir conmigo?—Besa todo el rostro del su esposa.

—No, solo darte prisa—Fruncio el ceño—Esto es tu culpa.

—Si, si, si, es mi culpa—Salio de la habitación.

Solo que antes pasaría a desperta a sus suegros. Tenía que dejar a su esposa al cuidado de alguien, no podía dejarlo sólo. Aarón tocó la puerta de manera desesperada.

—¡Ya escuché!

Nicolás traía una mirada furiosa, venía decidió a golpear a quien sea que esté tocado de esa manera ruidosa.

—¿Qué quieren?...¿Que te sucedió?—Mira la mejilla roja de Aarón—¿Qué le hiciste a mi pequeño?

—No importa que sucedió, puedes ir a cuidar de mi Joe, tengo que ir a comprar algo a la tienda.

—¿Deseos?—Aarón asintió—Vete. Iré ahora mismo...

—Ve con él—Declan ata los cordones de la bata—Ire yo, yo cuidaré de el—Sale de la habitación.

—¡Aún no te vas!—Joe le tiro la pantufla—Nuestros hijos tienen hambre. ¿Nos dejarás morir?

Joe tiene una mirada furiosa, Aarón podía sentir sus feromonas, era unas irritantes. Ellas te transmitían esas ganas de darte una paliza hasta que quedes medio muerto.

—Ya nos vamos— Nicolás jaló del cuello de la camisa a Aarón, antes de que su hijo también le lanzara algo a él.

Declan recoje la pantufla para ponerla en el pie de su hijo, entendía a la perfección a su hijo, el era algo similar a Joe. solo que Declan no tenía aquíen pedirle sus deseos o caprichos.

—Vamos adentro—Entraron a la habitación.

—Mamá, ¿Yo era así de inquieto?

La primera vez que sentí las pataditas, fue un momento tan emotivo, Aarón casi llorá por la alegría de poder sentir esos golpecitos. No había día que no colocará sus manos sobre mi estómago, mejor dicho aún lo hace antes de ir adormir.

—Si, más cuando dormía.

Declan se sienta en la cama, con cuidado Joe sube arriba de la cama, solo tiene cinco meses pero su estómago ya es muy grande, después de todo son tres.

—Me disculpo—Apoya su cabeza en las piernas de su madre—Debio ser muy duro para ti.

Encerrado sin que nadie le diera lo que quería, solo cuando mi tío Eleazar, estaba en casa le llevá lo que mamá quería comer. Me hubiera gustado conocerlo en persona. Jenny lloro tanto cuando mis padres le mostraron las fotos de sus verdaderos padre.

Más que un shock, fue un inmenso dolor el que sentido, porque ella pensaba que traicionó a sus verdaderos padres, llamado y dándoles amor a otras personas que ni siquiera la querían.

Mi madre le dijo en todo momento que mi tíos, la amaban, después de todo en ese accidente la protegieron con sus vidas, mi padre averiguó como fue ese accidente donde murieron. El plan era que los tres murieran.

El alcance de maldad de ese malnacido de Martín, es horrible, luego ver todos los días a esa niña, la cuál el dejo huérfana. Quizás esa es una de las tantas razones por las que nos odiaba, porqué le recordamos todas esas maldades que ha echó. Por algo siguen ese sótano, cada vez que quiero desahogarme voy Ahi, y saco mi frustración.

—No te disculpes—Peina el cabello de Joe—Eres el más bonito obsequio que medio la vida, solo me da tristeza que no pidiera verte crecer como lo había planeado.

—Puedes verlo.

Joe se levanta de la cama, va en buscá de algo en la gaveta del buró, hoy es sábado seis de agosto, el dia en qué nació su madre.

—Iba dártelo para tu cumpleaños, bueno, ya lo es—Entrega una videocámara—Feliz cumpleaños mamá—Abraza a Declan—Gracias por no rendirte conmigo.

No me gusta ponerme así de sentimental, pero no logró evitarlo, todo me causa ganas de llorar como molestía. ¿Todos los embarazos son así? O solo yo soy el bipolar.

—¿Qué esto?...¿Es lo que creo que es?—Tiene una mirada ansiosa, esperando que Joe le diga que sí, que son vídeos donde el aparece.

—Si, en ella se encuentran vídeos mío de cuando era bebé, también hay de Jenny pero mayoría son míos, mi tío Eleazar es el que los grabó.

En cada grabación, su voz es la que más suena, tenía una voz muy seductora. Debió ser un rompecorazones cuando aún estaba vivo. O no, ya qué en esos videos juraba y reafirma que el único amor se su vida, era su esposa.

—¿Dónde la encontraste?—Mira la videocámara como si fuera un gran tesoro.

—Aarón la encontró—Ese perro fue a la mansión antes que la vendieran.

Mi madre no quería nada de ese lugar al igual que Jenny, y yo, pero el olfato de perro de mi alfa, le indicó que podía encontrar algo importante, así que fue y encontró esta cosa.

Estaba tan feliz de ver ido. Comento que no podría dejar que algún desconocido viera mi adorable ser. No me quería decir que la tenía, por una sola razón, y esa es que sabía que se la daría a mis padres.

—¿Y ese milagro de que no la aguardo para él?—Dudo que la entregará así nada más—¿No se enojara que me la regales?

—No te preocupes.

Ese Rottweiler ya creo varías copias, las tiene en su caja de seguridad, una que se abre con las huellas de tus manos. Solo regresamos de nuestra luna de miel, cuando me mostró el pasillo secreto de está habitación. Mi huella fue agregada, expresó que lo había querido hacer desde hace mucho tiempo.

—Gracias, hijo—Sonrie—Lo veré cuándo regrese tu padre.

Hablando de diablo y el que se hace presente, ambos entraron a la habitación casi al mismo tiempo, estaban peleando para ver quién entraba primero.

—Esposa—Llego junto a Joe—Aqui está lo que pediste.

—Yo, traje esto por si no quieres lo que Aarón, compró.

—Quiero lo que le pedí a Aarón—Frota su rostro en el pecho del alfa—Comerlo con mamá, pueden irse.

Aarón sonrió con arrogancia, burla, Nicolás solo gruño con molestia, le irrita esa sonrisa triunfante de su yerno. Es como si no pudiera competir con el.

—Vamos, te mostraré algo—Empuja a Nicolás fuera de la habitación, se despidió con asentimiento de cabeza, cerró la puerta.

A solo unos segundos de acomodarse en la cama para que Joe disfrute más de su helado y las costillas agridulce con salsa picante, la puerta sonó.

—¿Quién?—¿Los suegros volvieron?

—Soy yo—Responde Jenny—¿Puedo entrar?

—Adelante.

Jennifer entro a la habitación, lleva puesta una pijama negra con dibujos de aves, con sus manos sostiene una golondrina de felpa, al porte de un niño de siete años.

—Esto es para ustedes—La entrega—La gane en tiro al blanco. Las clases de Holly son muy buenas—Pone sus manos en la cintura—Al primer intento derribe todos los soldaditos.

¿Holly que demonios le estás enseñando a mi hermanita? Tendré que hablar seriamente con ella, pero Jenny se ve muy feliz, solo por hoy lo dejaré pasar.

—Al verla me recordé de ustedes dos, por los tatuajes que llevan ambos.

—Gracias, me gusta mucho—Muy suavecita—No te hubieses levantó de está hora—Son las dos de la mañana—¿Podias traerla más tarde?

—Asi iba hacer pero...—Las mejillas de Jenny se sonrojan un poco.

—¿Quieres?—Apunto el recipiente con la comida, Jenny asintió con mucha vergüenza.

Salió de su habitación porque escuchó murmullos, cuando vio que era su tío y cuñado que venían peleando por ver quién llevaba primero. Ella entendió que Joe debió de tener deseos, estaba por entrar cuando ese fragante olor invadió su olfato, la saliva se volvió agua en su boca.

—Acercate, acompaña a Joe—Comenta Aarón—Yo iré por bebidas calientes, ¿Que les gustaría?

—¡Chocolate!—Expresan al unísono.

Tan considerado mi esposo, se ha vuelto bueno en controlar sus instintos territorial, los primeros meses ni siquiera quería que alguien se me acercará, era como un perro gruñendo a cualquiera que me viera.

—Sube—Joe palmea la parte de enfrente de la cama.

—No quería interrumpir.

—No te preocupes, solo disfruta de esta delicia.

Los dos hermanos comenzaron a deleitarse con las costillas agridulce, la carne era tan blandita que por poco se deshace en su boca.

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