El frío gel fue puesto sobre mi estómago, muy pegajoso y desagradable, al llegar a la casa tendré que bañarme, Aarón sostiene mi mano con más nerviosismo que yo, desde que salimos de nuestro hogar a estado inquieto. Debe de ser por la emoción que siente ya qué hoy podremos ver a nuestro pequeño.

—Miren hacia la pantalla—Comenta el médico, el par de esposo obedecieron.

En la pantalla se refleja algo que ellos no le encuentran forma, solo ven algo negro o gris.

—¿Dónde esta?—Pregunta Aarón.

—Es muy escurridizo—Responde el médico—¡Ahí está!

Ahora sí se podía ver la pequeña figura casi no visible, Aarón se acercó a la pantalla quería confirmar que no está viendo mal.

—¿Son tres?—Su mirada es incrédula a la vez dudosa.

—¡¿Qué?!—Se sobresalto Joe—Estas viendo de más Rottweiler.

Con uno ya es mucho, imposible que sean tres. ¿Que probabilidades hay que este perro tenga tan buena puntería? Sería demasiado, mi estómago crecería peor que un cerro.

—¿Doctor Bill?—Hablan al unísono.

—Esto es sorprendente, los tres están creciendo sin problemas, el útero de el señor Reshly es mucho más espacio, será el primer Omega que tenga tres bebés sin problemas. Podrá tenerlo tanto normal como por cesaría, como a usted le parezca mejor.

Los colores de ambos padres primerizos, se iban y venían. No podían creer que fuera cierto, tres hijos de una sola vez era un premio triple como cansado a la hora de cuidarlos cuando se despierten a media noche con hambre o porqué hicieron sus necesidades.

—¡Tres!

—Joe—Aarón se preocupó cuando vio a Joe más pálido que una hoja de papel blanco.

Es la primera vez que Joe siente terror, le es difícil creer que esto está pasado, no se imagino algo así ni por un momento.

—Estoy bien—Muerde con enojó el brazo de Aarón, este solo frunce un poco el ceño para no sacar un ruido obsceno enfrente del médico—¡Eres bueno en todo maldita sea!—Chasquea su lengua—Por poco y tengo los cinco hijos que querías—Expresa resignado.

Estás dos personas son muy raras, interactuan de una manera tan extraña pero a la vez envidiable, tengo 29 años, y es la primera vez que siento envidia de una pareja por como se complementa. Aunque no enviado el masoquismo que tiene el maestro Aarón.

Con solo una mirada el doctor Bill, ya había notado que tan masoquistas era Aarón Reshly, por más que ocultara su placer por ser mordido por su pareja, le fue imposible.

—¿Esta muy seguro que no abra riesgo?

Aarón mira a Joe, ama demasiado a su pequeña parca, no quiere perderlo ni ponerlo en riesgo, no está preparado para eso.

—No, como les comenté—Acomoda sus lentes de color plateado—Su útero es lo suficientemente espacio para que los tres crezcan sanos. En caso de trillizos el parto puede que sea uno dias o mes antes de lo requerido.

—Estare bien—Apreta la mano de Aarón—Estos serán los únicos hijos que te daré, no esperes más—Advierte.

—Estoy más que satisfecho—Besa los labios de Joe.

El tímido Bill mira hacia otro lado, sus mejillas están sonrojadas, para ser un alfa fornido con una expresión fría, es muy tímido cuando se trata de ver a una pareja mostrándose este tipo de afectó.

—Ahora diré el sexo del los bebés...

—¡NO!—Gritaron al unísono.

—No queremos saber—Aarón besa la mano de Joe—Queremos que sea sorpresa.

—Como gusten—Bill sonrió—Como ya dije ellos crecerán sin ningún inconveniente, la salud del señor Reshly esta excelente—Entrego unas servilletas para que se limpie el gel de su estómago.

Aarón comenzó a limpiarlo suavemente para no irritar la piel de Joe, se puede ver calmado pero hubo un gran problema cuando Bill, le indicó a Joe que subiera su camisa y se bajara un poco el pantalón. Ni había terminado de hablar cuando Aarón ya tenía los colmillos afuera con una mirada sanguinaria.

Ha Joe le tocó calmarlo como el perro que es para él, palmeó el cabello de Aarón al mismo tiempo que soltó sus feromonas para que su alfa las olería, Aarón lo marco con las suyas, eran tan fuentes que a Bill le tocó ponerse una mascarilla con doble filtro para poder soportarlas, el era alfa por lo que le era difícil no sentirse nauseabundo.

—La próxima cita será en un mes—Entrego el ultrasonido—Preocure no hacer esfuerzos que requieran fuerza, si se siente mal no duden en llamar, iré de inmediato a la mansión Reshly.

—¿Con fuerza se refiere a golpear a alguien?—Soy corto de paciencia así que, a lo que me molesta lo golpeó.

—Algo así pero para ser más específico, levantar pesas en el gimnasio—Bill si que es muy observador—Mejor trotar un poco por las mañanas.

—Entiendo—Bajo de la camilla.

Aarón Entrelazo su mano rapidamente con la de su esposo, está más territorial de lo normal, parece un animal.

—Adios—Bill solo asintió.

Suspirar, comencé a rociar ambientador en el consultorio, tenía que borrar las feromonas del maestro Reshly, por poco y me mareo. Son las más fuertes que haya inhalado, frente a uno es un animal feroz pero enfrente de su esposo un perro con las orejas agachadas. Admirable el señor Reshly, si que sabe cómo dominar a ese hombre.

A fuera del consultorio los estaban esperando su familia, más el padre de Aarón que había venido.

—¿Todo está bien?—Pregunta Declan—¿No hay problemas?

—Todo está muy bien, mamá—Le entrega el ultrasonido.

Todos se reúnen al rededor de ellos para ver ese pequeño que es un poco difícil de encontrar o diferenciar, bueno, ellos creían que solo era uno.

—¡Uh!

Jennifer fue la primera en darse cuenta de la situación, sus ojos azules casi se le salen de las cuencas, mira al par de esposos y estos dos asiente en afirmación.

—¡En serio!

Gritó emocionada y conmocionada a la vez, abraza a los dos al mismos tiempo, ellos la envuelven en sus brazos como una pequeña ave.

—¡¿Qué?!

Solo así reaccionaron los demás, estaba en shock. Ellos esperaban uno o dos pero jamas imaginaron que podrían ser tres.

—Asi como lo están viendo—Levanta tres dedos—Son tres.

—¿Estarás bien?—Preguntó Nicolás con preocupación, tiene miedo que sea un parto riesgoso, no quiere perder a su hijo.

—Si, estaré bien. El médico nos aseguró que no habrá riesgo.

—Espero que así sea—Su mirada se volvió afilada—Si sale después de que abran problema, no volverá a ejercer su carrera que tanto le costó realizar.

El pobre Bill sintió tremendos escalofríos, el pensó que debía de tener más cuidado ya qué alguien podía estar maldiciendolo.

—Padre, no exageres.

El anciano Reshly abre y cierra la boca, quería decir algo pero no sabía por donde empezar, Joe estaba cansado de verlo tan lamentable en un momento de felicidad y conmoción como este, empuja a Aarón hacia adelanté para que hablé con él.

—¿No me vas a felicitar?—Pregunta secamente.

Joe le indica a todos que vayan a la cafetería a comer algo Porqué tiene hambre, Aarón necesita un momento a solas con su padre.

—¿Eres feliz?—Pregunta al mismo tiempo que se sienta, Aarón también hizo lo mismo—Se que es una pregunta más que estúpida, pero quiero escucharlo de tu boca.

—Nunca he sido tan feliz como lo soy ahora, padre. Joe es el hombre aquíen más amo en este mundo, él es la única persona que puede hacerme sentir feliz.

—¿Que pasa con la persona de los retratos?—Mira a Aarón—¿Te olvidaste de él?

—No, como podría olvidar al amor de mi vida, es con él con quién me casé.

El anciano se sorprendió, para otra persona eso seria absurdo pero para el fue sorpréndete, sus ojos se cristalizan un poco. Tomando desprevenido a Aarón.

—¡Padre!

¿Que le sucede? ¿Por qué se vuelve asentimiento de pronto? ¿Es la vejez? Puede que eso sea, solo que es la primera vez que lo veo así.

—Tendre que disculparme con la parca por verlo tratado de esa manera—Solto sin más.

—Hasta que dices algo...¡¿Qué?!—Mira a su padre asustado al mismo tiempo que se pone en guardia—¿De que hablas?—Intenta no mostrar nerviosismo.

—Deja de hacerte el chistosito—Golpeo la nuca de Aarón.

—¡Papá! ¿Eh?.

Aarón inconscientemente mostró su lado de niño llorón que solo le mostraba a su padre y ahora su esposo. Solo había dos personaa que podía golpearlo sin que el pudiera defenderse, uno era Joe, el otro su padre.

—¡Papá!—Volvio a repetir.

—Si, soy yo—Volvio a golpear repetidamente en ese mismo lugar—Te has vuelto demasiado irrespetuoso, necesitas un poco de castigo.

—¿Desde cuándo?—Frota su adolorida nuca, hombros—¿Desde cuándo sabes que soy yo?

—Lo sé desde que el momento en que te vi—Mira hacia al frente—¿Como no podría conocerte? Te crié desde que eras un niño, conozco todo sobre ti. Termine de confírmalo cuando vi los retratos de Adam.

—¿Por qué no me dijistes nada?—Reclama.

—No sabía por dónde empezar, aparté ya estábamos lo suficiente alejados para entablar una conversación sin que estuvieras a la defensiva, no podías ver me como tú padre porque pensabas que estarías traicionandome.

—Si—Baja su mirada hacia el suelo—No le tenía apegó a nada de este lugar, hasta que encontré a Joe—Sonrie—El es el único que le da sentido a todo.

—Deberia estar molesto—Vuelve golpear la cabeza de Aarón—Reconoces más rápido a tu esposa que a tu propio padre, que hijo más filial—Iba a darle otro golpeé pero detuvo su mano en el aire.

Aarón lo había abrazado con emociones de disculpa, lamentos y sobre todo mucha alegría de saber que es su padre que siempre había conocido.

—Me disculpó, papá. Lamentó tratarte tan fríamente—Su mirada es triste.

—Me lo merecía—Corresponde el abrazo.

Me castigue a mi mismo por no ver dado su libertad en aquel entonces, si lo hubiera hecho no hubieses muerto. Ese era y seguirá siendo mi mayor arrepentimiento por eso no le dije nada, quería que me siguiera viendo de esa manera, solo así sentía que podía sentirme menos culpable.

—¿Entonces es por eso que no aceptabas a Joe?—Se aleja de su padre.

—No. Solo que sentía que si aceptaba tu nueva relación...de alguna manera estaba aceptado que Adam no volvería.

—Deberias saber que no estaría con nadie más que no fuera mi pequeña parca. Puede que no recuerdes su verdadero rostro sin las cicatrices, pero yo sí. Joe es mi Adam

—Ahora lo entiendo, esto agradecido porque no me golpeó aquella vez que lo mire feo o cuando le intente dar celos el día de su boda.

—Ganas no me faltaron—Aparecio de la nada.

—¡Joe!—Ambos saltaron en su asiento por el susto.

—¿No fuistes a la cafetería?—Pregunta Aarón.

—Si, solo que no me causó apetito esa comida, quiero comer algo más delicioso como carne asada—Mi saliva se volvió más que agua.

—Entonces vamos a comprar todo para hacer una parrillada en la mansión—Aarón se puso de pie—¿Vienes?

—Claro que voy—Joe le ayudó a levantarse—Gracias...me disculpo por todo—Comenta avergonzado.

—Eso ya pasó, no nos concentremos en el pasado.

—¿Por qué no te sorprende que esté aquí?

—Desde que llegue aquí nada puede sorprenderme excepto que estoy cargando tres niños en mi estómago, eso sí que me sorprendió y me asustó.

—Eso a cualquiera asusta, es sorprendente...muchas felicidades—Casi solloza—Estoy muy feliz por ambos.

—Gracias padre—Responden al unísono.

—¿Ya le distes su merecido?—Pregunta el anciano Reshly.

—Si, lo mordí fuertemente pero como sabe, su hijo es muy masoquista—Ambos caminan juntos dejado a Aarón en el olvidó.

—Eso no fue un castigo, eso fue más una recompensa. Pero descuida, yo lo golpee lo suficiente.

—Creo que por tantos golpes en la cabeza se volvió asi de idiota.

—Intentare no hacerlo más.

—Estoy escuchado—Bufa molesto.

—Puede seguir haciéndolo, hay otras apartes del cuerpo más duras.

—Si hablamos de partes duras....

—¡Ni te atrevas a decirlo!—Advierten al unísono.

Aarón solo sonrió, esto le recuerda a esos viejos tiempos en su anterior mundo, extrañaba ser regañado por las dos personas importantes en su vida, ahora su felicidad está más que completa.