capitulo 32
Estoy dándome unos últimos retoques, estamos a cinco minutos de salir al jardín las flores de cerezo, lugar donde se llevará acabo el festival de las linternas, quería ir vestido acordé a la ocasión, con ropa cómoda y abrigo porque hoy será una noche fría.
¿Pero dónde demonios está el Rottweiler? Desde que salimos de la piscina anda todo misterioso, me mira y luego sonríe.
Su estúpido comportamiento me está causando ganas de golpearlo, es estupido pero no a tal grado, creo que extraña mis pequeñas caricias, mis manos pican, tiene ganas de golpear a alguien.
Joe, acomodo su abrigo en los hombros, verificó que todo esté en su lugar, celular, billetera. Al ver qué todo está en sus respectivos lugares, el salió de la habitación. Caminaba hacia la Sala.
—¿Creen que le guste?—Tiene una sonrisa tonta—Lo tengo conmigo desde hace muchos años?
—Estamos seguras que le...—Se callaron al ver a Joe.
Su elegancia al bajar las escaleras es agradable de ver, se veía hermoso vistiendo ropa cómoda, su cabello ondulado había sido alisado, haciéndolo lucir más atractivo.
—¿Qué susurran?—Miro a, Aarón—Tengo la sensación que se callaron al verme—Arquea una ceja.
—Nada de eso—Aarón, se puso de pie—Solo hablamos sobre el lugar al que vamos ¿Verdad?—El alfa, vestía a juego con su Omega.
—¿Es así?—Miro a cada uno y el más nervioso era Aarón.
Cuando se trata de Joe, Aarón es pésimo en mentirle a Joe o en querer engañarlo para que no sospeche lo que planea, enfrete de su Omega es un libró abierto.
Joe, con su mirada le dijo a Jenny y a Holly que vayan al auto, ellas dos obedecieron. Le tienen más miedo a Joe, que al dueño de la mansión, llamado Aarón.
—Te atreves a mentirme.
—Mmm~—
Sin previo aviso Joe habían agarrado con fuerza la entre pierna de Aarón, y no de una manera agradable. El alfa en verdad está sintiendo un poco de dolor.
—¿No me dieras?—¿Qué oculta?—¿Me estás engañado?—Las feromonas con molestia, estremeció al alfa.
—Eso si que no—Manosea el trasero de Joe—Aparte de ti nadie es digno de mi, así mismos es para ti. Nadie es digno de ti, solamente yo—Olfate el cuello de Aarón.
—Lo estás disfrutando, ¿Verdad, perro masoquista?—Lo soltó, por poco y se excita solo porque Joe, lo toco de esa manera.
—Si—Susurra seductoramente—Sabes bien que me encanta los juegos sadomasoquismo,verte en ese estado con una mirada lujuriosa es lo más hermoso que puede existir—Morde el lóbulo de la oreja de Joe, causando que el Omega se estremezca con emoción.
—Bastardo, eres bueno para cambiar el tema.
—No sé de lo que hablas, ya era hora que bajarán—Expresó, al ver a los señores Grimaldi—Darse prisa, llegaremos tardé—Entrelaza su mano con la de Joe, ambos se dirigen a la salida para subir al auto.
Por más que intentes ocultar lo que escondes, eventualmente lo voy a descubrir, y si no me agrada lo que escondes, yo voy a darte más que una sola paliza. Ya verás perro desobediente, te castigaré de la peor manera.
—Ese mocoso sigue sin respetar a sus mayores—Bufó, Nicolás.
—Por lo que he podido notar, Aarón a la única persona que respeta, venera, es a nuestro hijo y Jennyfer. Si nada está relacionado con Joe, el no le presta atención a eso. Aparté cariño, el respeto se gana, trabajemos duro para poder abrazar por primera vez a nuestro hijo.
—Si, tienes razón.
Los dos subieron al auto junto a Holly y Jenny, Joe con su alfa van en un auto estilo limosina ya qué es espacioso, Aarón no quería compartir su tiempo con su Omega, y porque estando solos podía meter mano en el cuerpo de Joe.
—¿Tú también te irás aquí?—Aarón frunció el ceño al ver qué no podrá manosear a su Omega porque Hansel y Ted, iban en su mismo auto.
—Puedo bajar e ir en mi auto.
—No le hagas caso, por estar mucho tiempo en la piscina se le metió agua en el cerebro—Cruza sus brazos.
Aarón, se acercó al Omega. Puso sus labios en la oreja de Joe.
—Mi pequeña parca, no fue al revés. Por lo que puedo recordar eras tú al que casi se le mete agua otra cosa por ese delicioso lugar—Susurra a la vez que sonríe con descaro.
Las mejillas de Joe se tiñen de rojo, Aarón al ver eso solo sonríe más ampliamente, besa con su cariño esa piel rojiza.
—¿De quien iba hacer la culpa?—Lo mira con reproche.
—Tuya—Frota su mejilla izquierda contra la de Joe.
—¿Mia?—Tenia escritorio incredulidad en su rostro.
—Si, sin importar lo que lleves puesto asi sea un trapo roto, a mis ojos sigues viéndote sexi. Tan sexi que causa unas profundas ganas de despojarte de la ropa que traes puesta y hacerte el amor.
—Eres peor que un perro enceló—Lo golpeó para luego besarlo, en verdad eran un tanto especiales.
Los dos presentes solo los escuchan susurrar pero están concientes que no deben de ser palabras dulces. Se estaban arrepintiendo de ver ser subido al mismo auto. Querían llagar rápidamente al jardín de flores de cerezo, no querían seguir viéndolos coquetear.
¿Cuando estaré yo así con Hansel? Ellos dos son tan invidiarles, deseo una relación así de bonita. Pero creo que Joe y Aarón son dos personas un tanto especiales, ambos se complementa de diferente manera pero eso es lo que causa enviado, esa confianza y seguridad irrompible que tienen es hermosa.
Con el revés del ojo, Hansel ve a un pensativo Ted, también está absorto viendo los pequeños gesto de el Omega, que va desde fruncir la nariz a lamerse sus labios.
¿No debería prestarle atención a este niño? Es muy joven para intentar algo con el, pero no sé que me pasa. Mi yo está muy interesado en conócelo más.
—Llegamos—Infoma el guardespaldas designado a manejar.
—Ya era hora—Expresón ambos, tanto Hansel como Ted.
Todos bajaron de los autos, observan el lugar, es hermoso. Por un lado se encuentra muchos árboles de flores de cerezo en pleno floración, puedes verlos con claridad porque todo el lugar esta encendido por las linternas que están en el cielo pero sujetadas con una cuerda de las ramas mas pequeñas.
Enfrete hay una pasarela donde puedes ver sostenerte y ver hacia el lago, ahí también se encuentran lámparas pero con estilo de canasta. Muy hermoso.
Pero no había nadie en ese lugar más que ellos que acaban de llegar, eso no debería ser así. Esta noche las personas se van tarde, y a penas son las nueve de la noche.
—¿Por qué no hay más personas?—Se pregunta los señores Grimaldi.
—Estoy seguro que Aarón es el culpable de tal cosa—Joe, mira al alfa esperando una afirmación.
—Si, reserve todo el lugar apartir de estás horas—No quiera tener personas metiche estirando su cuello en nuestra dirección.
—Es más cómodo así—Comento, Jenny—Despues de todo mi cuñado al igual mis tíos son figuras importantes, sin habían personas en este lugar no se disfrutaría el momento.
—¿Eso quiere decir que no soy importante?—Joe, fingió sentirse herido
—No me refería—Intenta explicar las cosas—A lo que me refiero es que..
—Solo bromeaba.
—Hermano—Hizo un puchero.
Adorable, muy adorable mi hermanita. Al parecer todos piensan lo mismo ya qué la miran de manera linda.
—Encendamos nuestras linternas—Comento, Joe.
—¡Si!—Respodieron todos.
Ellos se dividen en parejas, Joe con Aarón. Los señores Grimaldi, Holly con Jennyfer y por último Hansel con Ted. Cada pareja caminan hacia el lago.
Solo Aarón y Joe fueron a la pasarela, ahí ellos dos encienden la linterna. En cada esquina los dos escribieron algo sin espiarse.
—¡La lanzaremos a la cuenta de tres!—Expresó, Jenny. Todos solo asisten—3.2.1, fuera—Las soltaron.
Aarón, metió su mano al bolsillo para tomar algo cuando ya lo tuvo, puso un semblante serio.
—Joe amor de mi vida, he esperado este momento por muchos año. No sabes cuánto e prácticado para este momento—Se arrodilla en el piso—Agarrado a Joe con la guardia baja, no esperaba esto.
El Omega lo mira fijamente, su corazón late como un desquiciado, sus ojos se cristalizan.
—Estoy tan nervioso como aquella primera vez—Sonrio—Te amo, quiero pasar está nueva vida contigo, no hay lugar en el que no quiera estar si es a tu lado, mi alma y cuerpo te pertenece desde el momento en que te vi, desde ese momento juré que no iba amar a nadie que no fueras tu, eres mi vida. Quieres casarte conmigo, Joe.
Su mano sostenie con nerviosismo una sortija de oro con cinco golondrinas al rededor y una en el centro.
Estoy desbordado de felicidad, es tanta la felicidad que me es difícil decir algo, todo mi ser se regocija de emoción tan profundas. No puedo evitar que mis lágrimas salgan a la superficie.
Para Joe entre menos ostentosa sea la declaración, más romántica y dulce se vuelve porque para el no es importante que el mundo entero se enteré sobre su relación, para el lo único que importa es que ellos dos tengan siempre en cuentan que se aman con devoción.
—Si, si quiero. Contigo hasta el infierno, amor mío.
—Hasta el infierno, mi pequeña parca—Deslizo la sortija en dedo anular.
Joe, le ayudó a ponerse de pie. Aarón lo toma de la cintura, bajo un poco su rostro para poder besar los labios de su amado.
Los demás que ataban absorto viendo esa romántica y rara declaración, aplauden por el bello momento. El cielo se llenó de linternas, las que habían sido amarradas a los árboles de flores de cerezo, también fueron liberas para que fueran explicará cielo.
—Muchas Felicidades, hermano, cuñado—Jenny, abrazo a uno por uno.
Así fue con Ted, pero este no abrazo ha Aarón, solo estrecharon sus manos. Hansel si los felicito con un abrazo lo mismo hizo Holly. Hoy solo quedaban los señores Grimaldi, felicitaron ha Aarón pero no sabían cómo acercarse a Joe, si que su hijo se sienta incómodo.
—Pueden abrázarme solo por hoy, lo permito porque estoy feliz—Extiende sus brazos a los lados.
Sus padres lo abrazan al mismo tiempo, trasmitiendo una calidez y sentimiento muy diferente a lo que siente cuando abraza a Jenny.
¿Qué es este sentimiento? Es muy cálido y reconfortante, ¿Así siente recibir cariño por parte de tus verdaderos padres? No lo sé pero se siente agradable.
Joe, cerró sus ojos. Hundió su rostro en ese capullo que sus padres habían hecho, correspondio el abrazo. Los señores Grimaldi querían llorar de felicidad pero se contuvieron, solo se veían a los ojos con una gran sonrisa.
—Bueno creo que ya fue suficiente—Se escabulló entre ambos para llagar junto a su alfa—Gracias por sus buenos deseos.
El Joe de siempre volvió, pero sus padres estaban muy felices por ese pequeño momento junto a su hijo, por el momento ese abrazo es más que suficiente.
—Si, vamos a celebrar, en el centro de los árboles de flores de cerezo, fue arreglado para sentarnos y disfrutar de la velada—Aarón, tomo la mano de su prometido.
—¿Esto es lo que estabas ocultando de mí?—Al caminar apoya su cuerpo en Aarón.
—Si—Besa la mano de Joe.
—La verdad no me lo esperaba—Tampoco lo pensaba—Me sorprendiste tanto como ese día que en el que me confesaste tus sentimientos—No logré dormir toda la noche por esa repentina confesión.
—Esa era la idea.
—Pero yo, ya estaba planeado como castigarte por ser un perro desobediente.
—¿Es así?—Sonrio con picardía—¿Cuál sería mi castigo?
Joe, miro hacia atrás, los demás venían un poco lejos no escucharán la conversación por más fuerte que hablen.
—Despues de golpetear te iba esposar a la cama, vestiría ropa super sexy sin dejar nada a la imaginación. Me daría amor a mi mismo mientras tú miras con impotencia por no poder hacer nada, y si te llegaras a excitar sin mi permiso, te daría barios azotes.
—¡Mierda!—Se lamenta—¡De lo que me pedir, joder. Creo que mejor hubiera pospuesto está propuesta por unos días más! ¿Aún puedes castigarme?—Puso una mirada de perrito herido.
—Tu maldito bastardo pervertido, es obvio que es mentira, ¿Cres que te daría semejante recompensa?—Comenzo a golpearlo con una gran sonrisa en sus rostro.
Los demás solo los ven con curiosidad por sus raras acciones o la manera en la que se muestran afectó.
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