capitulo 28
Todo empezó cuando cumplí 20 años, mis padres querían casarme con un hombre veinte años mayor que yo, pero yo ya tenía una relación de dos años con Nicolás, lo conocí por casualidad cuando el vino de vacaciones a esta ciudad.
Como era de esperarse yo no acepte ese acuerdo que mis padres hicieron con ese hombre, mi tercer hermano tampoco quería eso para mí, pero para mis padres nuestra opinión no importaba.
Me casaría quisiera o no, para ese tiempo Nicolás había regresado a Italia, tenía qué arreglar unos asuntos familiares, yo fui tan estúpido que no le dije sobre lo que sucedía en mi familia, sabía por lo que Nicolás estaba pensando no quería agregarle más inquietudes.
Creí que podría resolver todo yo solo, pero no fue así, no cuándo me enteré que estaba en espera de un bebé, en esa desesperación ese pequeño medio más fuerza para llevarle la contraria a mis padres.
Justo cuando iba a darle la noticia a Nicolás, mi segundo hermano Martín entro a mi habitación y logro ver la prueba de embarazo. Solo bastó eso para que fuera corriendo a decirle a nuestros padres.
Después de darme una paliza el me encerró como si de un gran criminal se tratará, me dijo que me quedaría allí en esa habitación hasta que diera a luz, luego me quitaría a mi niño y me casaría con ese hombre como estaba acordado.
Intenté de todo para escapar pero Martín, siempre lo impedía. En ese entonces mi hermano Eleazar, no estaba para poderme ayudarme. El se había ido de vacaciones donde nuestros abuelos. Eleazar solo era un año menor que Martín.
Para que nadie de mis conocidos sospechara, Martín les enviaba mensajes diciendo que me había ido a estudiar al extranjero.
Me obligaron a llamarle a Nicolás y decirle que nuestra relación se terminaba, si no lo hacia entonces en ese mismo momento harían que abortara, no quería hacerle eso a Nicolás pero tampoco quería perder a mi niño, así que le mentí con el dolor más grande en mi corazón, le grité que no lo amaba que me iba acasar con alguien más.
Nicolás no podía créeme, me preguntaba una y otra vez si era cierto, podía escuchar su voz quebrarse. Me tocó apretar mis dientes y decirle que lo odiaba que había arruinado mi vida.
Sabía que el no me iba a buscar, el respetaría mi decisión, siempre lo hacía. Después de romperle el corazón al amor de mi vida, los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando Eleazar volvió yo ya tenía tres meses de embarazo, ni bien había llegado a la casa cuando se enteró de lo que me había sucedido, el les obligó abrir la puerta de esa habitación que no tenía ni una ventana.
Me sacó de ahí al mismo tiempo que amenazaba a mis padres, le advirtió que si me hacían algo más sin importar qué fueran su familia los destruiría. Para ellos Eleazar era su pequeño niño y no les gustaba hacerlo enojar.
Es irónico, yo era el mayor pero no podía hacer nada solo por era un Omega, Martín también le tenía envidia a mi segundo hermano porque nuestros padres lo adoraban demasiado.
Perdí la cuenta de cuantas veces le llame a Nicolás pero siempre me enviaba al buzón de voz, era lógico despues de todo lo que le dije ese día, pero ni aún si no me rendí, yo seguía llamándole sin importar qué no respondiera.
Los meses pasaban y pasaban, mi estómago también crecía, el pequeño en mi vientre crecía muy saludable, cría que con la presencia de Eleazar, mis padres y Martín, no me harían nada, pero dio la desgracia que a un mes de dar a luz, nuestros abuelos murieron, mi padre me prohibió ir a su entierro.
Eleazar que era más cerco a ellos quedó devastado, me rogó de que fuéramos sin importar qué mi padre me haya amenazado.
Yo confiado de que mis padres no harían nada porque estaban advertidos, les dije que era mejor que no, porque las personas hablarían y eso manchara la santa sepultura de nuestros abuelos. No pensaba que se tardarían más de un mes o que mi embarazo se adelantará.
A la semana que Eleazar se marcharon, solo volvieron mis padres y Martín, escuché a Martín sugiriendo que sacarán a mi bebé antes de que el tercer hermano regresará.
Esa misma noche me escape de la mansión, iba a tomar el primer vuelo a Italia, en busca de Nicolás. Lastimosamente no logre nisiquiera llegar al aeropuerto, Martín me interceptó en la carretera, golpeó tan fuerte mi auto que me sacó del camino.
Eso provocó que mi cabeza recibiera un gran impacto, la fuente se rompió, iba dar a luz allí mismos. Martín me sacó de una manera brusca del auto. Quería desmayarme pero no lo hice, aún con la menté un poco confundida puje lo más fuerte que podía, creí que Martín no me ayudaría pero lo hizo.
Creí que iba a morir por tanta perdida de sangre, Cuando por fin lo tuve, le supliqué a Martín que no lo diera en adopción, que se lo dirá a Eleazar. Sabía que Eleazar convencería a nuestros padres de criarlo.
Con una gran sonrisa me golpeó la cabeza nuevamente, no entendía el como podía dejar que un adolescente de catorce años fuera más fuerte que yo.
Me aferraba a su pantalón, estaba por darme el golpe final pero al ver a lo lejos qué alguien se acercaba, Martín tomó todos mis documentos, subió al auto y salió huyendo con mi niño en brazos.
No iba adarme por vencido, me arrastre en medio de la carretera sin importar nada, fue un alivio que el auto se detuvo. Por más que quisiera tener mis ojos despiertos no lo logré.
Cuando volví abrir mis ojos lo primero que vi fue un techo desconocido muy lujoso, me encontraba acostado en una gran cama. Mi mano era sostenida por un hombre desconocido pero que me causaba familiaridad, no reconocía al hombre que tanto amaba.
Los médicos dijeron que tenía pedida de memoria, que al estar en coma por durante siete años había causado que fuera más complicado el volver a recuperar mi memoria. Sin importar que había perdió mis recuerdos yo sentía que me faltaba algo, que había perdido parte de mi vida. Ese hueco en mi pecho era doloroso.
Nicolás tampoco me quiso decir nada aunque ya sabía quién era, los médicos le aconsejaron que no lo intentará porque podría ser contraproducente, Nicolás me dijo que estábamos en Italia, que solo éramos amigos. El no quería aprovecharse de la cintura y decir que habíamos sido paraje.
Ese mismo día que le llamaron ese mismo día vino por mi y me llevo a Italia, sin saber nada de lo que había pasado. Cuando ya estuve estable, Nicolás comezón a investigar cuando se enteró de lo que hicieron mis padres los castigo sin piedad sin importar qué cuando yo recordara lo odiara.
Buscó por todas partes a nuestro hijo porque el lo sabía ya qué los médicos le dijeron que yo había dado a luz, cuando creía que lo había encontrado no era el, ya qué según los registros la familia River lo había dado en adopción, Nicolás que no conocía a mi tercer hermano, creyó que era cierto que lo dieron en adopción.
Todo eso fue planeado por mis padres y Martín, al no recordar nada tampoco era de ayuda para Nicolás.
Después de casi doce largos años de desesperación de ese algo que había perdido, por fin logré recordar todo. Pero a las únicas personas a las cuáles podía pedirle información sobre mi niño, habían muerto. Eleazar y Susan la prometida de mi tercer hermano, la familia River habia comprometido a Eleazar ha la edad de tan solo 13 años.
Eran una familia que solo esperaban beneficios de ti, más de mi ya qué era el único Omega en esa familia. Esa es mi historia un tanto trágica y cliché, lamento el no a ver sido más fuerte.
—¿Soy tu hijo?—¿Cómo debo de sentirme? Joe vivió una mentira donde su padre solo era el tío malvado que lo alejó de su verdadera madre.
—Si—Declan, apretó la mano de su esposo—No te cuento esto solo para que sientas lastima y me perdones, no, solo quiero que sepas que sin importar nada tu padre y yo te buscamos siempre.
—Solo por favor no los alejes de ti—Suplico Nicolás.
Aarón sostiene mi mano, con suaves apretones me reconforta, siento una opresión en mi pecho, mi estómago se siente con náuseas, no se si esto que siento me pertenecen a mí o al verdadero Joe.
¿Tengo el derecho de hablar? Joe murió sin saber que al parecer sus padres si lo amaban, ¿Qué hago? Es la primera vez que tengo tanta frustrado.
Me siento sofocado, quiero salir de este lugar y estar solo. Quiero despejar mi mente, esto es demasiada información.
—¿Jenny no es mi hermana biológica?
—No, es tu prima. Ella es hija de Eleazar y Susan, es la viva imágen de Susan.
Joe se puso de pie, Aarón hizo lo mismo. El joven Omega quiere estar solo.
—Joe...
—Entiendan ha vivido toda su vida con el maltratado de personas que el creía que eran sus padres biológicos. No esperen una reacción diferente, darle su tiempo.
Aarón salió del despacho, fue tras de su Omega el que ya había entrado a la habitación.
—Pequeña parca, ¿Puedo entrar?
Aarón había enviando a Hansel hacerse cargo de la empresa.
—Si.
Entré a la habitación, Joe esta acostado en nuestra cama cubierto de pies a cabeza con la frazada. Me quité las zapatillas para subir a la cama y abrazar a mi Omega.
—Me siento mal—Descubrio su rostro, los zafiros están húmedos—Joe sufrió tanto por ese par de escorias, murió sin saber que sus padres si lo querían y no lo veían como simple mercancía.
¿Por qué duele? No me gusta este sentimiento, la esencia del anterior Joe debió de desaparecer hace mucho tiempo pero entonces porque siento algo incrustado en mi garganta que no me deja respirar bien.
Aarón apretó sus dientes, su expresión era negra por el enojó. Abrazo con más dulzura a Joe.
—Joe, tu eres Joe, este cuerpo que poses es tu reencarnación, algo debió estimular tu mente para que recordarás tu vida pasada.
—¡¿Cómo sabes eso?!—¿No estoy ocupado el cuerpo de otra persona? ¿Estimular? No recuerdo que Joe se golpeara la cabeza...
Ya me acorde fue un momento antes de entrar a la oficina de Zac, el día que me pidió el divorcio, esa secretaria me empujó bien fuerte logrado que mi cabeza se golpeara con la pared, al no sangrar pensé que no era nada grave.
—Asi pasó conmigo, cuando recordé mi vida pasada mi alma se funcionó con la de este cuerpo, al principio no quería aceptarlo pero con el tiempo lo entendí, soy el mismo solo tengo otro nombre y rostro. Pero tú sigues siendo el mismo Adam que conocí, tal vez por las cicatrices no recuerdes cómo era tu rostro pero yo sí lo recuerdo.
¿Soy Joe? Eso no me hace sentir mejor, solo hace que mi frustración se incremente. ¿Cómo pude ser tan estúpido en esta vida? Tan ingenuo, lo peor gustarme ese hijo de puta de Zac. Es asqueroso. Estoy molestó, quiero matar a todas esas personas.
—Es demasiada información que procesar, no quiero pensar en nada, no estoy contento con nada de esto. Estoy molestó, confundido—Se aferró a su alfa.
Aarón soltó sus feromonas, marcó a Joe con ellas, el podía oler cuan caóticas están las de su Omega, son un total desastre, se podía sentir el miedo, enojó, tristeza, dolor. Todo eso podía oler Aarón en la feromonas de Joe.
—Duerme un rato—Acaricio el cabello de su Omega—Lleva tu menté a un lugar donde solo existamos nosotros dos, un lugar donde vivimos sin preocuparse de nada.
Joe cerró sus ojos, le gustaba que Aáron lo comprendiera y que no preguntará ni le insistiera en seguir con el tema de conversación.
—Cuando despierte quiero es ese par de escorias encadenados a una oscura habitación.
—Asi será—Los ojos de Aarón brillan con frialdad.
Al ver qué Joe se había quedado dormido después de ordenarle que hiciera lo siguente, el dejo un beso en la frente de su Omega, volvió a ponerse las zapatillas.
Salió lío de la habitación con una expresión fría, llamó a David para que fuera a investigar si todo lo que decían era cierto, el iría a hacerles una visita a sus supuestos suegros.
—¿Cómo está?—Preguntó Declan.
—Confundido, no procesa nada de lo ocurrido, ahora mismo está descansando. No intenten a cercarse a Joe sin que el este descuerdo, si esperaron tanto tiempo para encontrarlo un poco más no sera un problema, dejen que el ordené sus pensamientos.
Aarón salió de la mansión con dos guardespaldas, le envío un mensaje a Holly de que tardará más, que lleve a Jenny a lugares bonitos, porque el irá a cazar unas desagradables cucharas para que su amada pareja desahogue toda esa frustración.
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