¿Quién demonios es esa persona? ¿Por qué ese perro está sonriendo de esa manera? Esta deseando está noche dormir en el suelo. Hansel está como estatua, solo viendo como interactúan.

Joe estacionó el auto, cerró la puerta con fuerza, se acomodó el abrigo. Camino hacia esa dirección.

—¡Pequeña parca!—Aáron ni bien olió el aroma de Joe, dejó a la persona a media plática.

Corrió hacia Joe, lo levanto del suelo, sus brazos se contrajeron al sostenerlo así, las venas resaltan al ser esa fuerza.

Aarón por el amor a Dios, ten un poco de dignidad, estoy viendo tu cola de perro, ¿Como es que Joe pudo domar semejante hombre? Solo conozco la mitad de la historia de ambos.

—Eres como un perro al ver a su amo—Pero me gusta como se siente, si no fuera así, ya le hubiera pateado su trasero.

—Soy tu perro—Olio el cuello de Joe, la mirada del omega conectó con la del conocido.

Su olor es diferente, no me repugna, ¿por qué me mira de esa manera? Es triste y a la vez feliz.

¡Dios, ¿Dónde quedó el hombre semental, frío?! Que no le importa lo que pasaba a su alrededor, durante todo el tiempo que llevó trabajo y siendo amigo de Aarón, era un adolescente como cualquier otro, pero siempre con una expresión de no me importa nadie, cuando tuvo aquél accidente, el cambio por completo.

Logró lo que nadie de su familia había logrado a su edad, a su temprana edad, construyo su propia empresa, dijo que no quería el legado de su padre, no quería matar a todos sus hermanos por una compañía que no valía la pena.

Siempre fue frio, pero desde esa caída, era como estar viendo un cadáver viviente, en sus manos siempre andaba un dibujo que el mismo hizo, mejor dicho tiene una habitación con muchos retratos.

—Calmate, no ves que nos están viendo—Susurró.

—No me importa, no es la primera vez que hacemos...Mm—Joe le había apretado las mejillas—comprendo.

Aarón bajó a Joe, este se volvió a acomodar su abrigo, luego tomó la mano del alfa, las entrelazaron.

—Me disculpo por mi comportamiento—Volvio a su semblante frío—Joe, el es Nicolás Grimaldi. Nicolás el es Joe, mi vida—Sonrio como idiota.

Estúpido como puedes confesarle que soy tu más grande debilidad, eso es muy idiota de tu parte, a menos que confíes demasiado en esta persona.

—Un gusto conocerlo. No doy abrazos—Nicolás se detuvo de golpe—No se como es en el extranjero, pero a mi no me gusta abrazar a cualquier persona que acabo de conocer.

No me da la sensación de ser una mala persona, pero tiene una vibra de un sentimiento que no sé cómo describir. No me gusta sentirme de una manera que no pueda controlar.

—Oh, lo entiendo.

—Gracias—Abraze la cintura de Aarón—¿Están en una reunión?

¿Por qué demonios mi amigo Nicolás tiene un rostro que dice quiero matarte? ¿Acaso se enamoro de mi pequeña parca?

—No—Abracé más fuerte a mi omega__Nicolás ya se iba—Estoy marcando mi territorio.

—Entonces te esperó adentro, terminen de hablar, adiós señor Grimaldi.

—Hansel, acompañarlo—Hansel se fue con Joe—¿Por qué me miras de esa manera?

—¿Desde cuándo estan saliendo?—Interogo.

—Desde los 17 años, me enamoré de él desde el momento en que lo vi—Sonrio como estúpido—Me llevo tres años conquistarlo pero valió cada uno de sus desplantes.

Joe era encerio un hueso duro de roer, quizás pensó que por tener cicatrices, y por ser el hijo del jefe del grupo demonio rojo, solo estaba jugando con el. Pero nunca haría tal cosa.

—¿Cómo es eso? Si estuvo casado con el Ceo Zac.

—Nadie entendería lo que sucede con nosotros, solo Joe y yo sabemos lo que pasó, Zac es daño colateral con el que obligaron a mi Joe a casarse con ese malnacido. No quería que Jennifer, su hermana, sufriera, por eso se sacrificó a si mismo..¡porque demonios te estoy explicado esto!—Aarón peinó su cabello hacia atrás.

—Porque soy como tú segundo padre—Arqueo una ceja.

—Eres más un amigo viejo, padre solo tengo uno—Y ese se quedó en el otro mundo, aún no le preguntado a Joe, sobre que sucedió después de mi muerte.

Tenemos que hablar seriamente de esto, se que dijimos que dejaríamos esa vida atrás, pero solo una última vez, quiero saber de mí padre.

—Soy mayor que tu, porque sería tu amigo.

—Porque te salve de hacer asesinado, como sea, hablamos después, no puedo hacer esperar a mi pareja. Y voy a querer una explicación del porqué llegaste justo aquí, cuando solo lo sabía mi secretaria.

—Solo quería hablar contigo, y preguntar si puedo quedarme en tu mansión, recién llegó con mi esposa, no queremos quedarnos en un hotel.

—Me disculpo por no asistir, espero te haya gustado mi obsequio.

Aarón le envío un mensaje a Hansel de que regrese al estacionamiento del restaurante, era algo bueno no hubiera gente, los guardespaldas de Aarón, también están haciendo guardia para que nadie interrumpa.

—¿Si? Maestro—Afuera de la empresa y mansión, Hansel le habla con respecto.

—Ayudarle a Nicolás, el se quedará en la mansión.

—Comprendo.

—Nos vemos más tardé—Aarón caminó a paso elegante.

—¿Nos vamos?

—Tu maestro a cambiado mucho, ¿Dónde quedó ese niño con ojos vacíos?

—Bueno, encontró lo que estaba buscaba, ¿como no estar feliz?—Abrio la puerta del auto—Entre por favor.

—Si, pero es un gran cambió, ¿Que era lo que buscaba?—Subi al auto.

—Lo conoció hace un momento, buscaba a Joe River—Cerro la puerta, subió al copiloto.

Me preguntó cómo reaccionara el joven River Cuando vea esa habitación con varios retratos de su persona.

—¿Estás bien?—Aarón lo vio con preocupación.

—Me voy enferma o alguien está hablado de mi—Joe había estornudado.

—Cuando lleguemos a casa, le diré al médico que te revise—beso la mejilla de Joe.

—Deja de exagerar—Corto el pedazo de carne, llevándolo a su boca.

—Es mejor prevenir, quiero que esté bien cuando vayamos al festival de las linternas—Llevo la copa a su boca, le dio un gran sorbo, le sonrió a Joe con picardía.

—Tu ganas, solo porque quiero ir al festival de las linternas—Acerco sus labios cerca de la oreja de Aarón—¿Que te parece hacer lo de aquella vez?—Susurró con una voz caliente.

Aarón tragó saliva, su cuerpo se está calentando, quiere sostener a Joe ahí mismo, en esa mesa dónde ya casi la comida está terminada.

—Puedo rentar todo el lugar.

—Estaba bromeando, crees que voy hacer eso de nuevo, ni loco, aún estoy avergonzado de que por poco y nos encuentran—Esa pareja casi quedan traumados por el restó de sus vida.

—Tks—Vacio su copa con un poco de decepción.

Joe solo negó con la cabeza, extrañaba mucho estás pequeñas charlas medio raras, pero asi son ellos, raros, locos, tienen un poco de todo.

—Y se algo si consultarte.

—¿Que cosa?—Limpie mi boca, la comedia había estado muy deliciosa.

—Nicolás me dijo que si podía quedarse en la mansión, yo dije que sí—Beso la mano de Joe.

—Crei que era algo más, ya estaba preparándome para darte una paliza, no es como si fuera mi casa.

—¡¿Qué?!—Aáron se asustó—¿No te quedarás en la mansion?

—Tengo que regresar a la recidencia River, antes que esos padres míos hagan un escándalo.

—Mudarte conmigo—Entrelazaron sus manos—Ya deja esa familia, puedo ayudarte a tener la custodia de mi cuñada.

Lo que dice Aarón es cierto, ¿Que hago en esa casa? Esos señores que dicen ser mis padres no nos quieren, si me descuido puede que intente amenazarme con Jenny.

La fortuna de la familia River está todo a mi nombre, entonces es hora que comience a meterme en los asuntos de los dos resort, contruir mi propia empresa, pero que fastidio, no quiero trabajar. No me queda de otra, podren en renta a casa que le quite a Zac como compensación por el divorcio.

Ya tengo mi propia fortuna, ¿para que hacerla más grande? Si quiero estar a la altura de Aarón, tengo que estar arriba de la cadena alimenticia, si, tengo que estar igual a igual con mi hombre.

—Acepto, ayudarme con la custodia de Jenny, pero sobre mudarme a tu mansión...debo de pedir la opinión de ella.

—Si dice que no, pues no queda de otra que mudarme—Sonrio con descaro.

—Eso también es una buena idea.

—Entonces, ¿Te quedarás está noche en la mansión?

—De pende de lo que decida Jenny.

Tendré que traer a Holly para que mi cuñada diga que si, son muy buenas amigas, aunque sus consejos no son nada ortodoxo.

—Ojala diga que sí, no quiero dormir en una cama vacía, ya no quiero eso_
—Beso los labios de Joe.

El Omega se aferró del cuello de Aarón, Saborío ese sabor a vino, era dulce, más dulce de lo normal. Muy embriagador.

Una foto fue tomada, pudieron verlo tan claramente porque ni el Flash le pudieron apagar, podía ser más discretos, pero solo salí la espalda ancha de Aarón, el había cubrido a Joe.

—¿Debería ir a decirle que borre esa foto?—Preguntó Aarón.

—No me importa—Deje un casto beso en esos labios rojos—No hay mentira en esa foto, pero mi divorcio fue no hace mucho, no quiero darle la satisfacción a Zac de verme en los tabloides, y que quiera arruinar tu imágen.

—Entiendo—Aarón chasquio sus dedos.

—¿Si? Maestro—Aparecio el guardespaldas que cuida de Joe, un hombre de medía edad, cabello marrón, ojos claros.

—Confisca esa cámara, celular, lo que sea. Paga por ella.

—Enseguida—Se fue directo a esa mesa que no está muy lejos de ellos, los separa un vidrio de por medió—Aqui está—Entrego la cámara.

—Nos servirá para el festival—La entrego a Joe.

—Nos vamos—Se puso de pie—Tienes que regresar a tu trabajo.

—Ya quiero que pasen las horas.

Los dos salieron de restaurantes, se dirigen al estacionamiento, vuelven a darse un apasionado besó, uno que logro ponerlos un poco calientes.

—Maneja con cuidado—Joe Subió al auto.

—Tu también—Se inclinó para darle un casto beso en la frente del Omega—Te amo.

—Te amo—Se puso en marcha.

Antes de ir por Jenny, iré a la mansión River, necesito encontrar los papeles de nacimiento de Jenny, los míos, deseguro están en la caja fuerte de mis padres, ahora que ellos están fuera iré por ellos. No quiero pelear con esas personas, es perdida de tiempo.

No puedo ir a dejarlos al desierto, porque se que Jenny aún tiene afecto por esas dos personas.

El portón de la mansión se abrió, Joe de adentro al lugar, estacionó el Ferrari, bajo de prisa.

—Bienvenido jovén maestro.

—¿Mis padres?

—Aún no vuelven—Comento Cristin.

—Ya veo, me avisas cuando su coche este por entrar.

—Como órdene.

Joe subió a la habitación de los señores River, abrió la puerta.

—Que asco, esto hiede a feromonas y semen. Esos padres míos si que pasan ocupado, hagamos esto rápido.

Joe busco a la caja fuerte, pero no la encontraba, levantó todo los marcos de fotos y nada. Comenzó a tocar el piso, cuando escucho una parte hueca, Joe hizo presión en el piso, las tablas se levantaron.

Aquí vamos, que clave será la correcta. Probemos con su fecha de nacimiento—La caja se abrió—¡qué mierda de clavé más bárbara!

Joe comenzó a sacar los papeles más importante, las escrituras de los resort, actas de nacimiento, propiedades. Todo lo que esté relacionado con ellos.

¿Por qué mi abuelo dejo todo a mi nombre? No hay nada a nombre de Jenny, o mi padre. ¿Por qué no dejarle nada? Esto es muy sospechoso, bueno, ya abra tiempo para averiguar que es lo que pasa aquí.

Joe volvió a posicionar las tablas en su lugar, como si nunca estuvo ahí, salió de la habitación. Fue a la de el, se dió una rápida ducha, se visto con ropa casual.

Aguardo todo los papeles en un maletín de negocios, volvió a bajar a la sala.

—¿No volverá?

—Creo que no, cuida de tu salud, Cristin. Si algún día renuncias, ve a buscarme a mansión de Aarón Reshly.

Joe salió rápidamente hacia el colegio, ya era hora que su hermana saliera, tiene que estar mucho antes que salga.