capitulo 19

La primavera hace que salgas abrigado y que te den ganas de tomar bebidas calientes, Joe lleva una vestimenta bien abrigada. Se encuentra sentado en la silla de una cafetería. Esperado a Ted Jelly, han quedado de reunirse hoy.

—Hola, ¿espero mucho?—Tomo asiento.

—Deja de hablar con respeto, y no, hace poco llegué. Primero fui a dejar a Jenny al colegio.

—Esta es una invitación para la fiesta de hoy en mi casa, mi familia me presentara a la alta sociedad.

—Entonces vamos a salón a cambiarte esa imagen de niño bonito a una varonil como tú cuerpo grita masculinidad—Dio un último sorbo a su chocolate.

—Si, estoy listo para dejar está imagen atrás—Salieron del lugar, Subieron al Ferrari de Joe.

—Esa es la actitud—Fuimos a buscar un salón que fuera muy bueno en su trabajo, después irían al centro comercial a comprar ropa que no es para Omegas.

Ser Omega no significa que tienes que usar ropa bonita, o de los colores que usan las mujeres, jamás voy entender que un Omega no puede vestir de una manera varonil, este mundo es más raro que otras historias.

—Joe.

—¿Si?

—Gracias, gracias por ayudarme.

—Todavia no me des las gracias, esto todavía no comienza. ¿Por cierto donde entrenas?

Jenny me suplico que no fuera a nigún gimnasio, tenía miedo que algo como ese insidente volviera a pasar, y no quiero gastar en comprar pesas para entrenar en casa, más con la clase de padres que tengo.

—Es en el gimnasio llamado los hermanos Rey, esta a tres cuadras de la calle norte. La mayoría de personas que asistente son alfas que quieren probar la fuerza de los dos hermanos Omegas, y no por hacer ejercicio o entrar tu cuerpo.

—Uuh, eso suena interesante. Iré a estirar mis extremidades un día estos—Estacioné el auto en él parqueo frete a uno de los salones más prestigiosos de la ciudad.

Ted suspiró profundamente a la vez que se adentra al lugar junto a Joe.

—Buenos días tesoros, ¿Qué necesitan?—Los recibió una señora muy elegante, ella era una Omega.

—Quiero que le dé un corte varonil a este chico, y en el proceso puede darle sugerencias de como peinar ese nido que lleva por cabello.

—Entiendo, puede sentarse por ahí—Señalo una silla frente a un gran espejo, Ted fue asentarse.

—¿Qué pasa?—Esa mirada me causa escalofríos.

—¿Eres el joven maestro Joe River?—Todos los pares de ojos se fueron al rostro de Joe, incluídos los de Ted.

—Si, ¿Por qué?—No me correrá por eso ¿Verdad?

—Esa entrevista que dio mientras se defendía de las calumnias de su ex esposo, ¡Fueron geniales!—Toda su elegancia se esfumó, solo quedó una señora loca de fanatismo.

¿Soy una celebridad o que? No me digan que soy una imagen a seguir para los Omegas. Eso no sería bueno porque todos se volverán asesinos. De solo imaginarlo es horrible.

—Solo dije la verdad, no me iba quedar callado después de que es el quien dormía con otras personas—Sonrio diabólicamente, esa sonrisa es arte para las personas que lo están viendo—Pero bueno, puede atender a mi amigo, debemos de estar listos pronto.

Ted sonrió al escuchar mi amigo, aunque sabía que Joe no lo decía desde su corazón, pero era agradable ese gesto.

—Tengalo por seguro que lo dejaré hermoso—Ella comenzó hacer su trabajo, Joe se fue a sentar. Tomo una revistas para no aburrirse en lo que espera, pero no esperaba la sorpresa de ver la imagen de Aarón en la portada.

Era catalogado como el hombre más destacado en los negocios que va desde vienes raíces, hotelería, entre otros. ¿Qué tan rica era la familia Reshly? Nadie podía contar la suma exacta del patrimonio familiar, Aáron es el tercer hijo del viejo Reshly, y el favorito de todos.

Este perro consiguió la surte de nacer en una cucharada de oro, justo como en su vida anterior. Solo que cuando era Erick, su padre lo ponía a trabajar como uno de sus tantos empleados, no tenía preferencias.

Erick quería salir del negocio familiar pero si salía tenía que pagar el precio, los dos comenzamos hacer los peores trabajos para poder salir de eso, cuando el murió. El viejo me dio mi libertad en honor a Erick.

Pero esa libertad no era lo que quería, quería a Erick. Luche por mantenerme vivió, pero solo ansiaba morir y encontrarme con Erick. Fue asi por un largo tiempo hasta que un día llegaron visitas inesperadas, luche a más no poder. Los mate a todos pero yo también estaba demasiado herido. Así es como llegué a este lugar.

—Joe, ¿Cómo me veo?—Ted sacó a Joe de su mar de pensamientos.

El nuevo corte de cabello para Ted es Undercut, le quedaba muy bien. Hace que ese rostro bonito tenga unos rasgos más fuertes, más varoniles.

Hansel es el tipo de hombre que prefieren una persona con rasgos bellos a de niños bonitos, como lo sé, bueno, sé lo que un hombre quiere.

—Ese corte te queda excelente—Hizo un gestó con sus manos.

—Ahora paga y nos vamos—Ya pasaron más de 30 minutos en este lugar, está señora es muy minuciosa como perfeccionistas.

Ted le entrego la tarjeta a la que cobra, ella la paso y se la volvió a entregar.

—Muchas gracias, Adiós—Se despidieron, subieron de nuevo al auto.

Hoy tocaba ir por la ropa en el proceso Joe también iba a comprarse algo para el.

—Te daré tres consejos para que Hansel se interese en ti—Ted, pone toda su tención en Joe—Numero uno, no muestres ni la más mínima intención de que pones toda tu atención a él. Eso le hara creer que vas detrás de él, por algo que el tiene. Número dos, No te muestres tímido a la hora de hablar con él, siempre míralo fijamente.

Los hombres como Hansel les gusta ser dominados no dominar en la relación.

—Numero tres y la más importante, no le vayas a dar tu culo a la primera frase dulce que te llegue a susurrar al odio.

Ted se puso rojo al escuchar ese último consejo, a pesar de tener ese explendido cuerpo, Ted ninguna vez a tenido relaciones con alguien, el es muy puro.

—¿Tienes experiencia en cosas así?

—Si, tengo un perro en celo que me costó mucho el domar, aveces es un poco desobediente, pero es parte de sus encantos.

—¿Perro?

—Si, es un Rottweiler —Volvi a estacionar el auto en el parqueo del centro comercial, podía ver la confusión en el rostro de Ted—Es una persona, pero lo a pode así—Explico, solo así, a Ted le cayó el veinte sobre a lo que se refería.

Este niño ingenuo, tendré que darle unas cuantas lecciones de supervivencia en el camino que recorrerá para hacer mierda a Sean Fornell.

Fueron directo al puesto de ropa fina para hombre, desde que entraron los trataron super especiales, después de todo dejaran mucho dinero.

Joe le indicó a Ted que se probará tres trajes elegantes, y tres casuales. El Omega obedeció a todo lo que Joe le escogía, también era de su agrado, tenía algo en común.

—¿Como me veo?—Vestia un traje elegante de tres piezas color vino.

—Muy bien, siguiente—Asi fue durante los otros Cinco trajes, todos le quedaba muy bien. Eso era lo que la belleza podía lograr, que todo la quedé excelente.

—Ahora es tu turno—Sugirió Ted, el venía arreglando su camisa roja que traía desde un principio.

—Solo me probaré uno, el que usaré hoy en tu fiesta—Tomo el traje azul negro casual, y se fue al probador.

Mientras el estaba en el probador alguien inesperado entro a la tienda.

—Buenos días, joven maestro Fornell—Saludo educadamente, el cuerpo de Ted se tensó. Pero su mirada aún sigue enfrete.

Tiene miedo que Sean Fornell lo llegué a reconocer, y sus planes se arruinen.

—Me veo bien fascinante, ¿Verdad?—Sali lo más rápido posible porque escuché la voz de ese malnacido.

—Si, tienes buena figura.

—Lo sé—Ignoraron la presencia de ese indeseable.

—Miren a quien tenemos aquí, no es nada menos que Joe River—Se burló—Pero su mirada esta en Ted, presentía que lo había conocido antes.

—¿Te conozco? No me acuerdo de a ver visto ha alguien tan feo en todo mi vida, y con olor a estiércol—Joe veía sus uñas como toda una diva.

Las feromonas de Sean Fornell, tienen un olor a tierra mojada, que para muchos es agradable. Pero Joe le dijo que olía estiércol para hacerlo enojar.

—No será que tú lo traes y quieres culpar a alguien más—No era tan estúpido como Zac.

—Si la trajera la mia olería a rosas no a gato, o será que también fuistes una de las conquistas de el gatuno de mi ex esposo, igual no me importa—Volvio a entrar al probador y quitarse el traje.

Sean Fornell se quedó con las palabras en la boca, quería poner en ridículo a Joe. Pero fue el quien salió perdiendo.

—¿Nos conocemos?—Preguntó.

—No, ¿Debería?—Respondió de una manera monótono y con una expresión de cero interés. Algo que no le gustó mucho a ese alfa desagradable.

__Señoritas, empaquen todo esto, por favor. Las de el un lado y los míos en otro.

Ellas asientieron, comenzaron acomodar la ropa en las bolsas.

—Asi es como te gastas el dinero que le quitastes a Zac.—No iba a dejarlo ir tranquilo.

—Como lo gaste no te importa—Los dos guardespaldas de Sean Fornell, quería irse encima de Joe. Pero su amo los detuvo—Ese dinero no es nada en comparación a lo que me hizo pasar, si tanto te gusta porque no se lo dices, y dejas de estar molestado.

—¡Estas loco, Zac es mi amigo!—Se exaltó.

—Los amigos también pueden hacerse cosas, y fingir que fue por la borrachera—Sonrio.

—Despues del divorcio te volviste más revoltoso—Su mirada esta en Ted, pero este está más concentrado en Joe. Quiere aprender ser más como el omega—Zac fue muy indulgente contigo.

¿Indulgente? ¡Así se le llama ahora el ser una mierda de persona!

Joe le dio la tarjeta a Ted para que pagara las cosas que compro el, ya qué lo que haría acontinuación era un poco feo y tenían que salir corriendo.

—Entonces le puedes decir a Zac, algo de mi parte—Sonrio tímidamente.

Lo sabía, detrás de esa fachada de duró esta un Omega frágil con ganas de llamar la atención de Zac.

—¿Qué cosa?—Sonrio con burla.

—Acércate más, no quiero que nadie escuché—Con su mirada le indicó a Ted que saliera del lugar.

—¿Qué es?—Se acercó, Joe también hizo lo mismo. Le indicó que bajara más su cabeza.

—Dile esto—Le metió un puñetazo en el estómago, se lo dejó ir con toda su fuerza, los guardaespaldas creían que solo esta medio agachado para llegar a la altura de Joe—Que este alerta al dormir por las noches, puede que pierda su fea cosa mientras duerme.

Salio del lugar, Sean Fornell está sostenido su estómago. Sentía que si llega enderezar su espalda, dolería aún más.

Los dos Omegas subieron al auto con una gran sonrisa, el día se estaba poniendo mucho mejor después de golpear a personas que lo merecen.

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