Esposado a una silla y con una mirada oscura sedienta, está un Aarón, solo en ropa interior. En esos fuertes brazos, cuello, se muestran una atractivas venas. Esta resistiendo estar sentado en la espera de su esposa. Su garganta no aparado de tragar salida desde hace cinco minutos qué, llegaron a la suites.

—¿Te hice esperar?—Salio del baño vistiendo un uniforme super sexy de policía. En su mano traía un pequeño látigo de cuero negro.

Las cadenas de, Joe. Se han vuelto muy sexys despues de dar a luz, todo el se volvió más irresistible a los ojos del alfa. Verlo llevar ese uniforme logro que su creciente erección, se pusiera más dura de lo que ya estaba. Babea al ver las crecientes fresas de su esposa. El quería lamerlos, succionarlo sin dejar caer ninguna gota.

—Podria correrme ahora mismo—Traga grueso—Te vez sensualmente exquisito, quiero pasar mi lengua por todo tu cuerpo, morder tus rosados pezones—Jadea peor que un animal en celo.

¡Hermoso! Mi esposa es el ser más hermoso, ¿Acaso es mi cumpleaños? Esta sorpresa es más que agradable, puedo ver cuan excitado está mi esposa, lo que corre por sus piernas lo dice todo. El está tan emocionado como yo.

El solo pensar que me azote con ese látigo, mi sangre hierve de placer, quiero ser golpeado por mi esposa. Golpeado de la manera más placentera posible.

—¿Quién te dio permiso...—Le dejo ir un latigazo en las piernas desnudas, con su pie hizo presión en el miembro de Aarón.

—¡Ahg!—¡Joder, esos sentio también! Quisiera tener mis manos libres y embestirlo de una sola estocada, quiero hacerlo gritar mi nombre hasta que, se quede sin voz.

—No tienes permitido soltarte—Otro latigazo fue dado, pero está vez fue en la ancha espalda del alfa, Aarón solo podía gemir, no iba a portarse tímido, no cuando su esposa esta cumplido uno de sus tantos deseos.

—Como usted diga, señor oficial—Jadeo al mismo tiempo que se lame los labios, Joe lo estaba torturando de la manera mas grandiosa. Le hace recordar aquellos viejos tiempos, dos días de cada semana jugaban diferentes roles.

El Omega se había agachado enfrete del alfa, aquel lugar queda más que expuesto, flujos salían de su obscena cueva, eso era más que seductor para, Aarón.

El miembro palpita con dolor, quiere descargar su deseó en ese lugar, llenarlo sin piedad alguna. Quiere destrozar ese rosado e excitante cueva que le dará el mayor placer de la vida.

—¡En serio eres un pervertido! Solo te he golpeado dos veces y ya estás por venirte—Hace presión en la goteante punta del falo—¿Te gusta?—Frota con suavidad.

—S-Si... mucho.

Que bonita expresión, es la expresión de una persona que le encanta este tipo de juegos. Es idéntico a ese tiempo, sus mañas no pueden ser eliminadas sin importar el lugar o mundo.

—Vamos a evitar que esto se salga—Sonrio con maldad.

—¿Joe?—Mira a su esposa, sabía que esa sonrisa no traería nada bueno..—¡Uhg!—Mi esposa comenzó a meter muy lentamente en la uretra un Subreddit, era de un tamaño considerable, duele pero me gusta en la manera que el lo hace.

Aarón jadeo aún más fuerte, sus labios van en busca de los del Omega. Joe no lo complace en vez de eso, lo golpea más fuerte por desobediente, eso fue para que, Aarón se volviera más deseoso.

El olor a cítrico se descontroló, Joe solo sonrió al ver qué esta yendo como quiere, frota su trasero en el pecho desnudo de Aarón, este muere por tocarlo. Su miembro tiembla de emoción y sufrimiento porque quiere venirse, dejar salir toda su semilla en la cara de Joe.

—¡Por favor, besame. quiero besarte!—Suplica con desesperación—¿Si? Esposa—Esa mirada gris verdosa se tiño solo de verde.

Amo todo esto pero, amo más acariciar cada parte del ser, de mi esposa. No puedo aguantar más.

—No—Lanzo tres latigazos seguido.

—¡Mmgh!

Para ser un alfa, Aarón se estaba comportado como todo un sumiso, ¿Cómo no hacerlo cuando su esposa sabe lo que le gusta?. Anteriormente ambos se turnaban para ser el dominante.

—J-Joe...quiero tenerte—Estoy llegado a mi límite, no soporto más.

—Todavia falta el plato principal—Presino un boto del control, un tubo fue bajado despacio en medio de la suite.

Aarón abrió sus ojos en grande, no podía creer y no iba a resistir ver a Joe, bailado de la manera más caliente en ese tubo.

—¿Quieres que baile para ti?

—¡Si!—Asintio rápidamente, sus manos ya empezaron a moverse, está intentado liberarse.

—Bien—Sube a la pequeña tarima.

Seductoramente comenzó a bailar, la manera en que mueve sus piernas o las separa es justo en la dirección de, Aarón. Dándole así, la vista más obscena que pueda ver a su alfa. Cada vez que abría sus piernas, ese húmedo lugar se contraria y palpitaba por el deseó de ser tomado por su esposo.

Joe también está llegando a su límite, ese lugar íntimo no puede más con la espera, pica mucha. Necesita el falo grueso, largo y caliente de Aarón.

Que lo destroce de una manera hermosa y placentera. Gritar tan fuerte que sus pulmones necesitaran darle el aire necesario para no cansarse.

—No puedo más—Aarón se levantó de la silla, se quitó esa cosa que le impedía venirse, ¿Cómo se quieto las esposas? Bueno, las destrozo. Su lujuria le hizo tener más fuerza de lo normal—Voy hacerte mío.

—No te dí permiso...¡Ah!—Fui lanzado a la cama, Aarón es como un perro hambriento.—Perro desobediente—Mordio con rudeza el hombro de Aarón, este solo sonrió para después capturar los labios que a deseado besar.

—Esposa—Abofeto la tierna carne de las caderas de Joe.

El Omega solo gime al sentir las palmadas de esas grades manos, al principio arde un poco. Pero después eso se convierte en placer que recorre cada molécula de su ser. Joe se estremece al sentir como el miembro de, Aarón. Se frota pero no entra en el.

—N-No te pongas nada—Jadea—Ya tome una pastilla para prevenir cualquier situación, también puedo tomar una mañana nuevamente, pero ahora quiero sentirte.

—¿Seguro?—Besa las mejillas sonrojadas de Joe—Mejor me podré uno, no quiero que la mala suerte nos jugué sucio....!Uhg!

Joe había empujado su trasero hacia adelante, logrado que el duro falo entrará por completo. Al sentir esa dura y caliente carne, Joe tuvo dos grandes espamos.

El alfa siento que algo cálido salía de ese dulce lugar, Joe se había venido por atrás con solo tenerlo adentro.

—No fui yo, si no qué tú—Empunja con fuerza.

—¡Aah!—Arquea su espalda por la repentina embestida, su cuerpo aún está sensible—N-No te muevas...Aah!!—Joder.

Joe lo araña, lo muerde para que, Aarón obedezca. Pero este no le hace casó y lo sigue embistiendo.

—No voy a detenerme—Besa los labios de su Omega, sigue empujado cada vez más profundo. Joe solo gritaba "Más, más fuerte"

Cómo un buen esposo, Aarón complace a su amado esposa. Siguió embistiendo hasta que los dos llegaron al Clímax. Aarón soltó todo en lo más profundo de ese lugar. A los segundos, el alfa estaba nuevamente duró.

Volteo el cuerpo de, Joe. Poniéndolo en cuatro, volvió entrar muy bruscamente, Joe solo gimió. Su entrada se contrae, apreta el falo del mayor. Aarón abofetea esos redondos y seductores glúteos.

—¡Uhg!—Saliva sale de las esquinas de sus labios, al igual que lágrimas de sus ojos. Ese marrón se volvió rojizo, el olor a manzana verde volvió más loco a, Aarón.

Se sentó en sus plantillas, giro una vez más el cuerpo de Joe. Para quedar frente a frente, devoro los pezones del Omega. la leche se estaba desperdiciando.

—¡¡¡Aaah!!!—Se está volviendo más grande—¿Esposo?...¡Uhg!—Se sostiene de los anchos hombros de Aarón—¡Deja de crecer!...¡Aah! Duele...Maldito perro, ¡¿Me estás anudado?!—Lo ve con reproche.

—No...No pude controlarme. Tú, me vuelves así—Besa los labios de Joe—Lo siento.

—Por lo menos tienes conciencia para disculparte—Lo muerde en el cuello. Aarón sólo sonríe complaciente.

—Te amo mi pequeña parca—Lame la marca en el cuello de Joe.

—Te amo maldito Rottweiler en celo.—Introduce la lengua en el oído de Aarón—¡Aah... Mierda, ¿Cuánto más seguirá creciendo?!

—Entonces no me provoques—Muerde los pezones de su esposa.

El Omega tiró su cabeza hacia atrás, los delicados dedos de sus pies, se encorva. Aarón sabía cómo hacer que pierda la razón.

Después de que pasó el nudo, ellos siguieron dándose mucho amor, hasta que sus cuerpos ya no lograron responderles más. Fue una noche muy intensa.