Extra: El abuelo Bakugo
Antes de empezar, este extra va a tratar de como Katsuki y su abuelo se reconciliaron después de lo que ocurrió con Izuku, así que espero que os agrade y empecemos.
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Con un Izuku un tanto sensible a causa del embarazo y sus nauseas matutinas, las cuales empezaron un mes después de la batalla contra el reino Yagi, Katsuki se encontraba en la sala real, esperando a que su abuelo acudiera a verlo como dijo a sabiendas hace unos días a través del correo real.
No tuvo que esperar mucho cuando el mayor se presentó frente a él.- Hola.- el rubio habló primero
-Hola Katsuki.- Ninguno de los dos quería decir algo, su orgullo les impedía hablar aunque ambos supieran que tenían que arreglar las cosas, eran familia y no podían seguir así. - He oído que esperas un cachorro.-
-Si, mi omega esta gestando al heredero de la corona.-lo dijo tan impasible como siempre sin apartar la mirada de los ojos de su abuelo, Rojo contra rojo, una batalla casi imposible de ganar para ninguno de los dos.
-Por mucho que lo reconozcas como tu hijo, no puede heredar la corona ¿Y si acaba siendo omega?- Aunque Katsuki ya sabia de la naturaleza de su bebé por parte de su peliverde, no quería darle el placer a su abuelo de saberlo, al menos no por ahora, no quería que se volviera aún mas arrogante de lo que era, tenía que ponerlo en su lugar, el único arrogante que podía haber era él.
-Si es omega heredará la corona igual, el hecho de ser omega es insignificante, la ley contra omegas se deshizo en el momento que acabó la batalla contra el reino Yagi.- Eso en parte era cierto, lo tenía muy claro, un hijo suyo siempre seria bienvenido cual fuera su naturaleza, no le importaba en absoluto, no iba a negarse a su sangre.
-Pero tienes que dar ejemplo, no puedes cometer el mismo error que tu padre, acabaras pereciendo antes de tiempo.- Aunque la gente a estas alturas despreciara un poco a su antigua majestad, este lo hacia con intención de proteger a lo que quedaba de su familia, no quería volver a perder a otro integrante de esta, según su visión al respecto, los omegas eran un problema
-Que tu no encontraras a tu omega no es razón como para negarle ese derecho a otros.- Katsuki sabía que ese tema era delicado para su abuelo, siendo este unos de los únicos de la nobleza que no encontró a su pareja y tuvo que casarse políticamente sin rastro de amor en el matrimonio, eso sí, todo cambio ante la llegada de su cachorra al mundo, llenándole de una pizca de amor el mundo, lo que le hizo confiar un poco en los demás, grave error, ya no tenía a su hija.
-No te digo que no lo veas, pero políticamente podrías casarte con la general Kyoka Jiro, tu prometida, no hace falta que el pueblo se entere de que tu hijo es de un omega, podemos esconderlo como concubina- Por alguna razón, seguía remarcando su antiguo compromiso, uno que se encargó personalmente de eliminar su existencia y se lo iba a hacer saber al instante.
-¡SUFICIENTE!- el rugido de furia surgió junto con sus palabras y sus afilados colmillos, unos que no tardaron en esconderse a recobrar su compostura.- La general Jiro y yo rompimos el compromiso hace unas semanas antes de que tu vinieras, por lo visto ni ella estaba enterada de este, lo organizasteis tu y su abuelo a nuestras espaldas sin ni siquiera saber que Jiro esta viendo a alguien-El asombró de su abuelo era digno de mención.
-¿Como que veía a alguien? ¿Tenía un amante?- No podía creer que su única salvación ya no pudiera ayudarlo.
-Una- Remarcó la "a"-por lo visto esta encontrándose con una de nuestros soldados Mina Ashido.- Antes de que la conversación pudiera continuar, las puertas se abrieron dejando paso a un pecoso un tanto alterado, quien no tardó en correr hasta los brazos de rey ansioso, y a la vez demandando por ayuda.
-¿Que ocurre omega?- El pariente de Katsuki se mantuvo callado observando la escena, no podía negar que le traía nostalgia, podía ver reflejados en ellos a su hija y su omega. Más aún viendo la cara de felicidad que ponía su nieto al tener a ese omega entre sus brazos, cosa que le hacía pensar en todo lo ocurrido. Nunca les había dado la oportunidad de siquiera conocerlo, provocando un verdadero delito si recordaba las antiguas leyes.
-El bebe, ¡El bebé se movió! No me deja dormir alfa, haz algo, es tan revoltoso como tú.- El rubio escucho perfectamente a su abuelo carcajear delante de él, era asombroso verlo dejarse dominar por Izuku, era como un domador de bestias si se miraba bien, el domador de la bestia real.
-Pues claro que es como yo, es mi hijo.- No podía dejar de pronunciarlo, Mío, la primera pertenencia que si notaba como suya, no todo lo material que le fue heredado ni las amistades falsas hacía su persona.
-Si bueno, si fuera omega como yo seguro que no daba tantos golpes, esto me pasa por ir de caliente.-El alfa se rio ante el sonrojo del pecoso sin darse cuenta de la información que acababa de soltar ante su abuelo.
Hace relativamente días, Izuku le dijo en broma a su alfa que su hijo tenía la misma naturaleza que el padre porque lo hicieron demasiado "bien" por ir de calientes, y por lo visto la broma progresaba sin desaparecer.
-¿El bebé no será un omega?¿Como podéis saber la naturaleza de un bebé que aún no nace.- Obviamente ese pequeño detalle no iba a pasar desapercibido.
-Mi omega me lo contó- Izuku sonó satisfecho ante el hecho, al estar en brazos de Katsuki el temor de tener a la persona que le puso en peligro frente de él desapareció. Dejándolo hablar tranquilamente sobre su parte instintiva como si nada.
-¿Entonces el bebé es alfa?- El abuelo no cabía en la sorpresa.
-Si, ¿Kacchan no te dijo?-
-¿Kacchan?- Quien se avergonzó ahora fue el supuesto "alfa violento y sin corazón" según el pueblo.
-Solo mi omega puede llamarme así.- aclaró para que se le olvidara la idea de llamarlo así de ahora en adelante, conociendo sus intenciones a este ritmo el apodo que le puso Deku acabaría en la historia real. iba a evitarlo a toda costa.
-Ya veo, creo que te juzgué mal Izuku.- El omega tenía sus puntos buenos, uno de ellos principalmente era que tenía a su nieto bien amaestrado como un cachorro doméstico.
-No tengo nada que decirle- No iba a perdonarle así como así viendo sus intenciones, el estar espiando detrás de la puerta desde el inicio de la reunión era por algo, y el hombre frente a él planeaba hace unos segundos casar a su alfa, Su alfa, con otra persona.
-¿Podéis no dejarme fuera de la conversación?- Katsuki ahora habló un tanto desconcertado al haberse visto excluido de la discusión.
-A lo que me refería chicos es que me gustaría disculparme, os acabo de ver en estos pocos minutos y creo que merecéis un voto de confianza de mi parte, lamento muchísimo lo que pasó.- Aunque sonara loco, había perdido, tenía que reconocerlo, solo le quedaba confiar en ellos, y tener esperanza en no perder más a su familia.
-Intentaste que otro me quitara lo que me pertenecía por derecho.- Katsuki sonó como un niño pequeño al mencionar aquello, como si estuviera reclamándole por haberle quitado su caramelo favorito hace tiempo.
-Tampoco soy un objeto, que lo sepas.- Izuku seguía siendo obstinado según el alfa, su posesividad era a veces así y no podía evitarlo, aún así el peliverde se quejaría.
-Pero eres mío igual.-Sentenció
-Acepto sus disculpas señor Bakugo.- Al querer vengarse de el rubio Izuku ahora hizo un movimiento con el mayor, para que su alfa se detuviera.
-¿Como?- El rey parecía indignado ante ello.
-Déjame acabar, pero la herida que creó no sanará tan rápido, tiene que mostrarnos a Katsuki y a mi que se arrepiente de verdad, no quiero que gente con comportamientos como el que tuvo usted se acerquen a mi hijo.- Izuku era demasiado amable y bondadoso para el mundo.
-Lo comprendo, intentare compensarte.- El mayor sonrió complacido ante lo que veía, recuperaría a su familia tras mucho tiempo de espera.
-¿Y yo no tengo nada que decir?- De nuevo el alfa era excluido, aunque esta vez Izuku era totalmente consciente de ello, sacándole brevemente la lengua formando una burla en su rostro.
-Tu te aguantas- Su abuelo se adelantó a su omega al hablar.
-¿Que te parece si empiezo ya a mostrarte mis disculpas?- el mayor se acordó rápidamente del plan inicial del por qué se presentaba en el castillo de su nieto y el por qué portaba regalos.
-¿Ahora?¿Cómo?- Izuku sonaba sorprendido y dudoso de creerle tan rápido, en fin, las hormonas, podía culparlas a ellas.
-En la cocina ha de estar los dulces que traje de mi castillo, son muy famosos por la ciudad.- Al pecoso se le iluminó el rostro al hablar de dulces, y aún mejor, el apetito se abrió, dándole puntos a favor al Bakugo mayor.
-¿A que estamos esperando? Vamos alfa, te estas tardando.- No obstante, siéndole fiel a sus instintos, no iba a separarse de su alfa estando a su lado.
Como todo el mundo sabía, los omegas no eran fáciles de convencer ya que eran astutos de nacimiento al mantenerse alerta por si los atacaban, solo podían fiarse de su alfa. Aún así, todo esto cambiaba cuando uno quedaba en estado, dándole prioridad a su futuro cachorro y a sus propios deseos, la comida iba a estar bien recibida viniera de quien viniera.
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