Capítulo Final
- ¿Me puede alguien decir cuando se decidió eso?- Toshinori estaba bastante sorprendido ante lo escuchado, no se esperaba
-No te tengo que dar explicaciones, se llevaron a Deku y maté a la corte, el único que puede liderarlos ahora soy yo.- El alfa seguía tan impasible como el primer día, ya sin mencionar el apodo con el que se dirigía a su hijo, que no era digno de mención.
-¿Y la leyenda? Tú no eres portador de la marca, Izuku es quien ha de liderar.- Era bastante preocupante que la leyenda siguiera vigente, pero por lo visto al rey Bakugo le daba bastante igual las religiones y los mismísimos dioses lo tendrían que venir a buscar si tenían alguna queja.
-No sé de que marca habláis, pero yo no quiero gobernar nada, ayudaré a mi alfa a liderar el país si es eso, pero yo no lo voy a hacer solo.- El omega habló asomando su rostro del cuello de su alfa, todos ahí presentes se fijaron en él, por no mencionar el hecho de que su camisa se hallaba húmeda y sucia. Midoriya tenía algo muy claro, él no estaba listo para gobernar, y ni le agradaba la idea de hacerlo. Aun así, el alfa mayor todavía tenía quejas.
-Me niego a que mi país se una a este, en mi región hay muchos omegas, y sé que le hacen aquí a los omegas, sois escoria.- básicamente, solo le dio más motivos a Katsuki de deshacerse de la dichosa ley.
- ¿Esa era tu queja? hace tiempo que planeaba cambiar esa ley, antes de que nazca mi cachorro la ley ya no existirá más.- cada vez que la palabra cachorro salía de su garganta le daban ganas de saltar y correr aunque su rol de persona malhumorada siguiera con él.
-¿Como puedo confiar en tu palabra?-
-No confíes, me importa una mierda si me crees o no, tu país ya es mío.-
-Un poco más de respeto que tienes encima a mi hijo.- la omega peliverde sonaba molesta, el ojijade ya se había cansado de intentar mostrar una buena impresión, mientras que el resto de personas a su alrededor se mantenían callados por si alguna de las cabezas acababa rodando por el suelo.
- Podría decirse que no se si mi cachorro será alfa, si fuera omega no me lo van a quitar, tenlo por seguro.-
-¿No te dije la naturaleza del bebé? pensaba que te la dije ayer.- Izuku como siempre era un inoportuno en momentos como este.
-Izuku cariño, es imposible que lo sepas.- por lo visto, todo el mundo se dirigía amablemente ante la reina.
-Pero mi omega me habló y me lo afirmó, sino no me hubiera enterado de que esperaba un cachorro.-
-¿Queréis cerrar la puta boca ya? Se me acaba la paciencia joder, volvamos a lo importante Deku, ¿Qué género tiene el bebé?- lo dicho, el rey no era conocido por su buen temperamento ni por su buena paciencia.
-Es un alfa.- La sonrisa sobresalió por su rostro, una que se contagió al rey, quien puedo sonreír abiertamente delante de un grupo de personas después de años sin hacerlo.
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Los meses pasaron y como fue acordado, el reino Yagi desapareció uniéndose a la nación Bakugo, podría decirse que todo iba bien, puesto que la ley contra el género omega fue abolida, y la gente no podía ser más feliz.
El abuelo de Bakugo se disculpó, y Katsuki, aunque tardó su tiempo en perdonarle, pudo hacerlo, el mayor solo buscaba su felicidad y a la vez formarlo como rey, no quería que acabara muriendo como su preciada hija, era lo único familiar que le quedaba, aun así, aun no se fiaba de dejar a su pareja a solas con el cómo ya había hecho con otra gente.
Por otra parte, Deku conoció a mucha más gente, tuvo amigos como el omega de Kirishima, kaminari, quien estuvo a su lado prácticamente todo el tiempo que su alfa lo dejaba solo por resolver cargos reales. Aunque claro está, nadie podía entrar a su habitación por orden directa del rey. Ese lugar era privado para ellos dos.
A parte de toda la gente nueva que conoció, también cabe destacar todas las miradas que la reina se llevó, como ya portaba marca, no había necesidad de una boda, aunque la noche de bodas estaba claro que el rey no se la saltó, el palacio se llenó con mucha gente nueva que iba a llevar objetos de gran valor al rey por el futuro nacimiento su cachorro, y ninguno de estos no podía despegar la mirada del precioso omega que el palacio aguardaba. Sus ojos esmeraldas llamaban la atención de cualquiera y resaltaban el gran vientre abultado de este. Uno que no tardaría en desaparecer.
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-Alfa, el bebé se mueve mucho y no me deja dormir.- Aunque este estuviera medio adormido, no podíamos decir lo mismo del alfa, quien llevaba ya unos malos días sin dormir cómodo debido a que su lado instintivo le mantenía alerta.
Una mano se posó en el bajo vientre mientras el alfa soltaba su aroma para tranquilizar al cachorro como ya tenía la costumbre de hacer.- Cachorro deja dormir a tu madre o le vas a preocupar.- el suave tacto de su mano lo relajaba siempre, más esta vez el bebé no estaba de acuerdo en cooperar.
-Alfa no te ha hecho caso, ahora se está moviendo más.- no pudo seguir quejándose de los movimientos en su vientre cuando notó un extraño liquido bajar desde su entrada.- creo que está pasando algo raro, acabo de manchar el nido y no es lo que sale en mi celo.- se asustó un poco debido a ese líquido, no podía estar perdiendo al bebé, nunca se lo perdonaría, él no era un mal omega como para perderlo.
-Omega no te estreses, todo va a salir bien, ahora nuestro cachorro quiere venir con nosotros.- A simple vista, se podía ver que quien iba a entrar en pánico antes era el, no el peliverde.
-¿Ahora? pero no estoy preparado alfa.- Iba a decir una lista de razones del porque no podía tenerlo ahora, pero una fuerte contracción le vino.-mi vientre duele, llama a Uraraka-
Mierda y mas mierda- Omega no te muevas intenta respirar, voy a por la beta.- Como un rayo, el alfa salió de la habitación dando chillidos, en estos momentos lamentaba que su habitación estuviera alejada de las demás. por suerte, la beta se estaba quedando en el castillo como precaución.
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Cuando ya consiguió a la beta consigo y a otros curiosos detrás suyo, entro a su habitación con ella mientras los demás esperaban afuera. Lo que le esperaba ahí no fue nada agradable de ver, El dolor a través del enlace era inmenso.
Su omega inconsciente con un bebé entre sus brazos, un bebé tan rubio como él que lloraba mientras captaba las feromonas de su madre.
-Mierda- La beta médico procedió al momento, al ver al bebé prefirió revisar primero al pecoso, con mucho temor de que el alfa la atacara, cogió al bebé entre sus brazos, lo envolvió con prisa en una manta y se lo entregó al rey, ordenándole que saliera de la habitación en ese mismo momento.
Por primera vez, el alfa hizo caso como si fuera un cachorro amaestrado, sus ojos no se despegaban del bebé en sus brazos y su mente divagaba en su pareja. Fue un simple momento, pero logró ver los ojos de su hijo, Un alfa de cabellos rubios, cubierto de pecas y ojos esmeralda, una mezcla perfecta de ambos, solo podía rezar para que su omega estuviera bien.
Fuera de su habitación estaban los padres de su pareja y su abuelo, Kirishima, Kaminari y algunos guardias, al ver salir al rey con ese aspecto solo la omega se atrevió a preguntarle.
-Katsuki, ¿Qué le pasó a Izuku?- El rey no contestó solo miraba al bebé en sus brazos, no podía pensar en otra cosa o acabaría rompiéndose en un mar de lágrimas. -¡Contéstame por favor!- la manita del bebé se alzó, dejándolo a la vista de todos. Pensaban que solo cargaba una manta en la mano debido al parto, pero el bebé se descubrió a sí mismo.-¿Por qué el bebé está contigo?- Inko intentó acariciarlo pero el alfa se lo impidió
-¡No toquéis al bebé!¡ Mi omega es el único que tiene que cargarlo primero!- el bebé ahora en el pecho del alfa se durmió con el aroma de su padre, reconociéndolo como tal.- tendría que haberlo cargado en brazos hasta el médico, no tendría que haberle hecho caso, tener el bebé en el nido es peligroso, se lo dije, aun así no quería decirle que no.-
-Katsuki.- Solo la voz de su abuelo le hizo levantar la cabeza.- Esa beta está haciendo todo lo posible, no estás solo ahora dinos que ha pasado y no dejes que tu parte instintiva te guie.-
-Izuku ha tenido al cachorro solo, cuando he entrado el cachorro estaba en el nido llorando e Izuku estaba inconsciente.- las lágrimas amenazaban con salir.
-Me cago en la puta. ¿Cómo se te ocurre dejarle hacer tremenda estupidez, para algo tienes un hospital dentro del castillo.- ahora era Toshinori quien no podía callarse. Kirishima poco podía decir, se dedicaba a consolar a su omega.
-Cariño no te alteres, nadie tiene la culpa, no alces la voz que hay un bebé durmiendo.- Inko quería ser razonable aunque le doliera.
-¿Quieres que me calle cuando mi bebé, uno que no he podido ver crecer, está apunto de morir?- La puerta de la habitación se abrió dejando ver a una beta un tanto cansada y apurada.
-Su majestad, ya puede entrar.- No lo tuvo que decir dos veces, la puerta se volvió a cerrar.
-Ochako ¿Cómo está mi hijo?- Inko tenía miedo de preguntar.
-Tranquila Inko, está fuera de peligro, ha sido más bien el susto de haberlo visto inconsciente, ha tenido el parto el solo, es un omega muy fuerte y sano-
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-Alfa- Katsuki pudo respirar tranquilo al ver a su omega despierto, aunque cansado, sobre su nido.- Siento haberte preocupado.-
-Ya está omega, no pasó nada- rozó su mejilla para acariciarlo mientras tenía al bebé en el otro brazo.
-Pásame al cachorro alfa, túmbate en el nido con nosotros.- demandó mientras cogía al bebé en sus brazos y se volvía a recostar, el bebé gimoteó gustoso al percibir el aroma de su madre. Katsuki se metió en el nido con el omega y el bebé entre ambos.- Alfa ¿Puedes soltar tus feromonas?- Izuku se enrojeció. Quería que su alfa los marcara como familia, y no iba a negárselo. Sus feromonas empezaron a salir dejando al bebé y al peliverde embelesados mientras se miraban y relajaban.
El sol empezaba a salir por el horizonte, marcando un nuevo día, uno que ya había empezado de una manera un tanto rápida. Después de todo, su cachorro tenía que ser recordado como especial. Era el futuro rey, el heredero a la corona.
~Izumi Bakugo, nacido el 7 de agosto~
FIN
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Muchas gracias por llegar hasta aquí.
Espero que os haya gustado la novela en conjunto ya que es mi primera novela Katsudeku.
Esto no acaba aquí ya que aún quedan unos extras. Así que ser pacientes porque vendrán en muy poco.
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