-Entonces- sujetó al revoltoso peliverde que se hallaba ahora dormido, después de escuchar el comienzo de la historia de su madre. - ¿Lo que usted está tratando de decirme, es que mi omega es el heredero de un reino?- La historia aún no entraba en su cabeza, y menos cuando hacía ya bastante tiempo que no se metía en las religiones, ni nada relacionado con las deidades, al menos, no después de que su madre falleciera.

-Como ya he dicho, mi hijo es el legitimo heredero del reino Yagi, la nación central del continente. - Este solo procesaba la información de la beta.- Y como ya habrá notado en estos días, mi hijo ya no tiene una cicatriz en su cuerpo, sino una marca en forma de mariposa. Que se ha formado gracias a usted. Lo más probable es que en estos días empiecen a suceder unas cuantas cosas fuera de lo normal con mi hijo a causa de esta. - Suspiró- Y cuando eso comience, en el reino se sabrá, y vendrán a buscarlo, y no precisamente para darle la bienvenida. Hui del país para evitar eso, pero gracias a usted no ha podido ser.-

- Él no va a huir sin mí a ningún lugar. Ahora el me pertenece a mí, no a usted. - La mirada amenazante se clavó en la mujer, para cambiar a una un tanto más relajada.- No se hable más, usted vivirá con nosotros- Inko lo miraba incrédula ante las palabras del cenizo. - Mi ejercito estará listo para cualquier ataque, tenemos una de las mejores tropas del mundo. No dejaré que le hagan nada, puedo asegurárselo.

-Usted no está en sus cabales. - La mirada carmesí, un tanto enfadada, le asustó.-No tienen ni idea de cómo está el país contrario. No dudo que este país esté bien, militarmente hablando. Pero ellos cuentan con ases en la manga que harán a mi hijo moverse entre el peligro. Por mucho que diga que es su pertenencia, sigue siendo una persona. Y dudo que este de acuerdo en todo lo que le diga.-El alfa soltaba dominación por todos los poros de su piel, y ya sabía de antemano que su pareja no iba a estar de acuerdo con él siempre. Solo tendría que ponerle un ojo encima, y muy seguramente un guardia vigilándole cuando no estuviera con este.

-No se preocupe, lo mantendré a buen recaudo, ahora puede ir a hacer sus maletas, se mudará al ala este del palacio. - El cenizo solo movió un poco la muñeca y ya había una escolta para acompañar a la madre de su pareja.

-¿Y usted donde esta con mi hijo en este palacio? Si me permite saber- eso lo hizo sonreír.

-En el ala oeste, justo en la otra punta de donde estará usted, váyase tranquila, cuando me mi reina y yo estemos cogiendo cual conejos para dejar descendencia en el reino usted apenas podrá escuchar los gritos.- La peliverde puso una cara horrorizada con un tanto de asco, su pobre hijo, el cual apenas había tenido una charla decente sobre el sexo, seria violado por semejante animal.

- Si, lo que usted diga, si no le importa, podría dejar de mencionar a mi hijo como una mujer, no sé si lo has visto, pero no es una reina en absoluto.- Lo dijo remarcando la "a" en él una.- Cuando lo crie y bañé en mis propias manos se veía bastante bien que no era una mujer, no vaya a perder la vista antes de poder observarlo bien.- Sin más la omega se marchó junto al guardia, dejándolo petrificado junto a su omega dormido. No se esperaba la fría reacción de la omega, y más por discutir el género de su hijo, aunque claro está, se lo tenía merecido.

por lo menos las molestias ya no estaban alrededor suyo, y ahora solo tenía que esperar a ver a su pareja despertar. Pero claro, el mundo no estaba de su parte, y su amigo Kirishima estaba entrando por la puerta, y por la alegría con la que invadía en la sala, podía afirmar que no iba de paso.

-Hey, Bro. Me han dicho que ya has salido de tu habitación. - Momento incomodo, el pelirrojo se quedó paralizado ante la pirada furiosa del rey.- ¿Qué te pasa ahora?- Igualmente, después de tantos años a su lado, sabía que no iba a hacerle nada, así que no iba a parar, y menos cuando no había visto a su amigo en días.

- ¿No ves que ando ocupado?- toda su atención la quería centrar en su omega, ya que, le habían dejado muy claro que iba a estar bastante ocupado en los próximos días, tanto por el idiota de su abuelo como por el tema de la supuesta leyenda que influía en su pareja.

-Si claro. - Rodo los ojos posando la mirada al propietario de les rizos rebeldes. - Entonces ¿Este omega peliverde es tu pareja?- Solo asintió dejándolo aún más curioso.- ¿Y porque lo de los ojos verdes de el otro día? ¿Tienes un fetiche con la hierba o algo? - Katsuki le gruño provocando que la persona en sus brazos se moviera un poco para acomodarse, no queriendo despertar.

-¿Estas demente? Voy a hacer como que no he escuchado eso, porque entre otras cosas tú no tienes que saber mis fetiches. Este de aquí es mi destinado. - El pelirrojo ahora si que no sabía que decir.

-Pero, eso es bueno ¿No? llevas toda la vida dándome la lata con que lo ibas a encontrar. - Solo le bastaba con relacionar las acciones ocurridas hace unos días para formular su siguiente pregunta, porque como ya todos sabían, no iba a quedarse satisfecho sin tener sus respuestas.-¿Entonces, él estaba en entre el bosque el otro día en el jardín?-

-Sí, al ser destinados entro en celo, y eso era lo que sentía, básicamente por eso casi me volví loco, pero unos graciosos se pensaban que me ayudaban y me retuvieron. - Obviamente eso era una clara regañina por parte del cenizo hacia él.

-Bueno, no puedo decir mucho, desde que marqué a Kaminari hace tiempo casi no capto las demás feromonas de otros omegas. - parecía recordar un buen momento al pensar en su pareja, si lo pensaba bien, podía pedirle que trajera más a su pareja para que se juntara con Deku.

-¡Y te consideras alfa con eso?- se reía de el en su cara, pero que le iba a hacer, la confianza y risas era lo único que quedaba.

-Bueno. - Carraspeó. - ¿Y qué vas a hacer con Kyoka? Que yo recuerde el compromiso que hizo tu abuelo aún sigue vigente. -Eso solo le traía dolores de cabeza con pensarlo.

-¿No está claro? Yo no le quiero, y ella a mí tampoco, además poco importará cuando anuncie mi compromiso, en cuanto despierte lo hablaremos y fijaremos una fecha. -quitó la mirada de su amigo hasta su regazo, encontrándose con la penetrante mirada de su pareja.

-¿Estas comprometido?- Eso lo hizo palidecer, todo iba bien ¿Por qué tenía que estropearse?

-No, eso lo decidió mi abuelo. - Con solo mencionar a ese hombre el omega se tensó apegándose al pecho de este por el miedo, tenía un trauma con este después de lo que causó y eso hacía rugir al lobo del rey. - Tranquilo, yo solo voy a estar contigo.- Le acarició el lugar donde se hallaba su marca mientras se relajaba y volteaba a ver al pelirrojo en la sala.

-¿Quién es él?- Iba a decirle que no importaba, que él solo podía saber de la existencia de el para vivir, pero su amigo idiota se le adelantó.

-Un placer conocerlo mi reina, me llamo Kirishima, y podría decirse que soy el mejor y único amigo de tu futuro marido. - Le habló demasiado formal para ser él, pero tampoco podía pasarse, menos al saber cómo era su amigo y lo que podría llegar a hacerle.

- Yo soy Izuku, no tienes por qué hablarme así, yo no soy una reina, soy un hombre.- Seguía cabezota con el tema y eso que se acababa de despertar.- Un placer conocerte a ti también, espero que no llevemos bien.- Una sonrisa adormilada se extendió por sus mejillas siendo adornada por sus pecas, dejando salir el lado celoso y posesivo del rubio, quien solo veía como esta faceta iba dirigida a su amigo, aunque claro, este mostraba total neutralidad al tener ya a su pareja, cosa que le hacía no saltar sobre su amigo.-¿Voy a conocer a más gente y hacer amigos? Nunca he tenido amigos aparte de ti. -¿AMIGOS?

-Yo no soy tu amigo, eres mi pareja, y a parte de quien se presentó sin consultarme, no necesitas tenerlos, me tienes a mí. -Antes de que el peliverde se quejara saltó Kirishima a rebatirle.

-Vamos tío, no le vas a decir eso, si va a ser la reina va a tener que conocer gente, no lo vas a encerrar. - Pues no era mala idea a decir verdad.- Además ahora que tú también tienes omega, yo puedo traer al mío y que se conozcan, así no tendrás que ponerte todo celoso.-

-Di que sí alfa, nunca he tenido amigos. - El puchero y el tono con los que le llamaba su pareja eran demasiado poderosos contra él. Imposible resistirse a él.

Y así, siguiendo su conversación, llegó la hora de la comida, dónde conocería al omega del amigo de su alfa, a quien ya podía considerar su amigo, claro está, sin decirle a su alfa.

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En un lugar lejano a nuestra recién pareja de amantes, se observa el comité de nobleza del país vecino, dónde están por coronar al próximo nuevo monarca, o al menos, lo intentaban.

-Pueblo Yagi, estamos hoy aquí para coronar al nuevo rey, después de la traición del antiguo. Como ya todos sabrán, hasta ahora el pueblo ha sido dirigido por la reina Toga, desde que el rey Toshinori le negó el puesto al trono del legitimo heredero, reclamando por su supuesto heredero, un vil y asqueroso omega.- Las risas de la corte junto con las familias de alto prestigio y el clérigo se reían, mientras el orador seguía con su discurso.- Ahora después de dieciséis años, por fin podremos seguir a nuestro único y verdadero rey, el elegido por los dioses, el portador de la mariposa, el que tendrá el valor para luchar junto con el pueblo.-Antes de que pudiera seguir, la multitud frente a el balcón de palacio, dónde yacía el pueblo, y los miembros de la nobleza quienes envolvían al albino ya empezaron con sus vitoreo.-

-¡Larga vida al rey Tomura!- El albino sonreía de lado a lado mientras la corona solo estaba a dos centímetros de su cabeza.

-Aquí y ahora, yo te declaro el séptimo rey de la familia Yagi, guíanos sabiamente por tu camino.- La corona, fue depositada en su respectivo lugar por el cabeza de la iglesia, quien según muchos, afirmaba poder hablar con los dioses. 

Cuando El albino se enderezó, e intentó alcanzar el borde de la barandilla para saludar al pueblo y empezar la celebración, no se esperaba en más mínimo el fuerte dolor en todo el rostro, la corona resbaló a suelo mientras un hilo rojo descendía por su rostro, como si la areola del metal tuviera espinas y estas le hubieran agujereado la cabeza. 

cayó al suelo en el mismo instante en el que se levantó, y aunque su sufrimiento en la parte superior del cuerpo era notorio por todos, le preocupaba más su costado, el cual empezaba a arder febrilmente, como si faltara algo en el lugar, como si la corona hubiese buscado algo  y al no encontrarlo atacara a su portador, le faltaba algo y no sabía el que.

El capellán, asustado al ver tal reliquia sagrada y otorgada por los dioses, en el suelo a causa de su supuesto portador corrió a agarrarla antes de que la ira cayera de nuevo sobre el reino.

 La vista de todo ser ahí presente se postro en el joven el cual se retorcía agarrando su costado, Quien arrancó su ropa de encima suyo en poco tiempo, como si quemara, eso no se veía nunca, y menos en un alfa, ellos no estaban destinados a sufrir. Pero ahí estaban, con un falso heredero postrado en el suelo, retorciéndose debido a la falta de la sagrada marca, todos ahí presentes la vieron en su cuerpo apenas nacer, creyendo que esta vez la ira no caería en sus hombros, ¿Qué hicieron mal entonces?

-¡Impostor!- Quien apenas unos minutos le había otorgado la bendición para guiar al pueblo, como ya había planeado ahora lo señalaba como si fuera un asqueroso insecto al cual todos debieran ahorcar.- ¡Tú no eres portador de la sagrada mariposa! ¡El reino volverá a la miseria por vuestras dichas!- El pueblo escandalizado empezó a gritar por el castigo del supuesto futuro rey quien aún no podía ni levantarse de la alfombra.

-¿Que están diciendo?- Una mujer rubia, con ya una edad pronunciada se acercó a su hijo.- ¿Qué le están haciendo al rey?¿Acaso no ven que este es el único hijo de su antigua majestad? Esto tiene que haber sido un error por parte de los dioses.- Toga, la reina, intentaba salvar a su hijo de la opresión del momento, ayudándolo a sostenerse en su hombro, como una buena madre haría.

-¡Los dioses no se equivocan!- el pueblo no creía las palabras de su gobernante , era obvio que solo quería sacara a su hijo de ese malentendido, al menos todo el hombre ahí presente necesitaba una explicación. Excepto algunos otros quien solo reclamaban por tener su verdadero rey entre ellos. Por dicha del destino, hubo un momento de silencio donde una voz del público se hizo sonar junto con sus seguidores.

-¡No deberíamos haberle  creído! El rey Toshinori tenía razón, ¡Expulsaron a la verdadera reina y el verdadero heredero huyó junto con ella hace dieciséis años.- Esa información solo era conocida por un pequeño grupo de la familia real, y por razones desconocidas, había estado circulando por el pueblo hace unos meses, como si la mala suerte estuviera de su lado. Y por mucho que hubieran intentado apaciguar a las masas antes, ahora ya no podían, puesto que su hijo no era portador de la mariposa y todo el mundo acababa de presenciarlo.

-¡Escúchenme reino Yagi!- el sacerdote - A partir de hoy el reino estará a cargo de los dioses- esa era una buena idea para infiltrar que la iglesia se haría cargo a sus anchas.- Este impostor lo pagará, y a su vez, se iniciara la búsqueda del verdadero portador de la mariposa y será traído para gobernar con justicia el reino, aún tenemos una oportunidad antes de que los dioses empiecen con su castigo, nos están dando un margen de tiempo, podemos evitar el desastre. 

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-¿Y ahora qué hacemos? No podemos permitir que el reino acabe en manos de un omega. todos los de la familia real sabemos que  la omega de Toshinori dio a luz a un omega varón.- Un miembro distinguido de la familia real habló en la reunión que habían establecido hace apenas unos minutos atrás.

-¿Pero Tomura no era el heredero y portador de la mariposa ?¿Cómo ha ocurrido esto?- Preguntaba otro  de los ahí presentes.

-Fácil, solo la familia real sabe que la marca de la mariposa solo se muestra cuando se encuentra a su pareja, antes de eso el bebé nace con una marca enorme del omoplato hasta la cadera.- El hermano de Toshinori, quien solo se dedicaba a pensar en cómo solucionar el problema que tenían, habló por primera vez aclarando el tema de la marca. - En mi hermano apareció cuando se encontró con  la omega peliverde hija del panadero del pueblo, como la conoció antes de la coronación nadie notó la falta de la marca, aunque si es el verdadero heredero no habría problema.- Su mirada se posó en la rubia quien permanecía callada, limpiando la sangre reseca en el rostro de su hijo.

-A mí no me mires, todos vosotros estuvieseis de acuerdo en quitarle el trono a Toshinori para que gobernara tu hijo.- Eso no sorprendió a nadie en la sala, el pequeño grupo de la familia real ahí reunido ya sabía que Tomura no era hijo de Toshinori, era de su hermano y no era una teoría, era un hecho.

-¿Y qué quieres que diga? Si, es mi hijo ¿Y qué?- el mayor ya sabía de eso, por eso al ver que su hijo tenía oportunidad de gobernar no se lo pensó dos veces, no iba a dejarlo vivir con un simple título y en un segundo lugar como lo hizo el solo por  ser el segundo, aunque claro, este no era ni su hijo, aunque la gente no debía saber aquello. -Nadie sabía que la corona reaccionaría así, no lo hizo con mi hermano y las personas que en todo caso han podido ver esa reacción en la corona años atrás ya deben de estar muertas.- 

-¿Y ahora qué hacemos? El pueblo va a reclamar por un rey, y nosotros no tenemos a un heredero.- El hermano de la reina, quien había asumido un gran cargo después de su subida al trono, era parte del plan, como no, el era uno de los principales sujetos que quería que su sangre estuviera en la realeza, debía ayudar a su hermana.

-Hay que matarlo.- Tomura habló por primera vez, dejando mudos a todos en la sala.- Si no hay heredero vivo no habrá más remedio que cederme el trono a mí por ser el supuesto hijo del antiguo rey.-

-¿Y cómo planeas encontrarlo, genio?- Dabi, el amigo de la infancia de Tomura, estaba en este plan también, aunque él no fuera heredero al trono por elección de su padre. No quería que su amigo fuera por el mismo camino, así que iba a ayudarle. 

-Tenemos toda la guardia real para ello y si hace falta empezar una guerra está el ejército, para algo los entrenamos, no están de decoración.- Toga comprendió lo que su hijo quería hacer, enorgulleciéndose de su sangre.

-Pero algo no encaja ¿Hace años no ocurrió algo similar? ¿El pueblo no caerá sobre la ira de  los dioses o algo así? Porque el sacerdote se veía muy convencido.- El  tío de Tomura aún no sonaba muy convencido con el plan.

-Eso no son más que locuras que suelta para tener seguidores, es imposible que los dioses castiguen a los alfas, solo castigaron a los omegas creándolos con sus asquerosos periodos de celo.- Por mucho que se intentara creer eso, una omega estuvo por delante de ella en la vida de su esposo, despojándola de una vida feliz y tranquila como tenía previsto. Y ese rencor permanecía vigente aunque hubiera ocurrido hace años.

-Te estas yendo del tema madre, hay que avisar a la guardia real para que busquen a mi supuesto hermanito. ¿Alguien tiene alguna idea de donde puede estar?-

-La omega de Toshinori huyó con él bebe apenas nació, solo lo vimos en una reunión, tenía la marca de nacimiento real, puede que ahora tenga la mariposa.- El hermano de Toshinori aún seguía furioso por no haber notado su huida, de haberlo hecho podría haberlo evitado mucho antes encargándose de la criatura por sí mismo.

-Yo si llegue a verla más de una vez, a mí me quedaba un mes para dar a luz y ella ya cargaba a su bebé, era como una copia de ella misma, gracias a eso fue fácil engañar a la corte, no tenía casi nada en común con Toshinori, al menos no físicamente.- se rio recordando su gran hazaña.

-¿Como era físicamente para decirle a las tropas? no tienes que enrollarte con viejos tiempos- Tomura solo quería empezar con su plan para olvidarse del tema y conseguir su ansiado liderazgo, uno que no le iba a ceder a un omega.

-Que sí, que sí, será bastante fácil de encontrar, es un omega varón, no quedan muchos en el mundo, sus ojos y cabello eran de color jade, la gente al mirarlo quedaba flechada, los guardias lo encontraran en seguida, es una aberración que eso este aún con vida.-

-Haber espera un momento, ¿Qué es lo que vas a hacer? ¿Mandarlo a traer aquí para matarlo?¿Estás loco? Como hagas eso y la gente se entere nadie va a darte la corona.- Dabi usaba la lógica ante todo.

-Eso ya lo sé, pero si lo traemos sin que nadie se entere podemos encerrarlo en las mazmorras de castillo para que se pudra, con suerte el omega no durará ni un mes ahí abajo, por piedad, hasta podríamos alimentarlo con un penecillo a la semana.- la sonrisa no desaparecía de su rostro

-¿hay alguien en las mazmorras?- 

-Toshinori, ese alfa aún se agarra a la vida, creo que aún tiene la esperanza de escapar y buscar a su familia. Aunque ya no es el mismo, lleva siendo dominado por su animal desde hace dos años cuando perdió por completo la cabeza por alguna razón.- Toga se molestaba al pronunciar si quiera su nombre

-Mira por donde me parece hasta buena idea, morirá de hambre frente a su padre. ¿No es gracioso?- 

-Vale,  pero te falta algo ¿no? ¿Qué le dirás al pueblo para que te den la corona, porque ahora se supone que la iglesia también va a buscarlo.- Dabi y sus preguntas con lógica lo abrumaban

- Podemos decir que lo encontramos muerto en el lugar de donde lo recojamos, iniciamos una guerra con ese país, ganamos y conseguimos expandirnos, matamos dos pájaros de un tiro ¿Alguien en contra?- nadie habló dando por aclarado el plan.- Pues no se diga más, Kazuya avisa a la guardia para buscar a mi hermanito.- Y así el hermano de Toshinori se levantó para avisar a la guardia real, marcando el inicio de una guerra, una brutal y sangrienta etapa que en volverá a todo el país y sus reinos vecinos.