Capítulo 8
Hace mucho tiempo, cuando los territorios, recién se habían separado en las conocidas naciones. El terreno principal, del cual estos territorios se habían independizado era gobernado por un alfa de sangre pura, considerado el más fuerte y capaz de todos. Era respetado y seguido sin miramiento alguno, y la gente creía en él sin necesidad de cuestionarse nada.
Cuando este ya cumplía los requisitos para emparejarse desde hace tiempo, fue comprometido por su familia con una persona por la cual nos sentía amor. No se acercaba a esa beta, y como mínimo, sólo tenían qué verse en las comidas reales. El alfa creía que al igual que él, ella no sentía nada hacía su persona, pero estaba equivocado, puesto que ésta estaba un tanto obsesionada con él.
Años más tarde, cuando la corte lo presionaba con tener un heredero, su destino lo ayudó y lo hizo encontrarse con su verdadero amor, la pareja predestinada por los sagrados dioses. Un enlace que si era aceptado por él mismo y a la vez era agradecido por sus deidades.
Fruto del amor de estos dos seres, nació un bebé heredero, que por derecho tenía sucesión al trono, un pequeño omega, más tierno y lindo como cualquier otro. Aunque sólo fuera un bebé, ya se llevaba las miradas de mucha gente. Por no decir la enorme marca que marcaba su cuerpo indicando que él sería por derecho el futuro nuevo líder de todo el territorio.
Todo era un camino de Bellas flores, hasta que se hizo pública la casta del bebé, mostrando cuál era su naturaleza, todo el mundo discriminaba a los omegas, y el pequeño bebé no iba a ser excepción.
La realeza decidió mover ficha en el asunto, y claro está, la pareja que supuestamente nunca había amado al Alfa y que solo estaba con él por compromiso real, anunció que esperaba un bebé del mismísimo rey y, por mucho que éste negara que fuera su hijo biológico, las altas cortes no le creían, ya que no aprobaban su enlace con su pareja bendecida ni el producto que surgió de su amor, puesto que estos habían dado a luz a un error.
El alfa enfureció, gritándoles a todos que su único hijo era el portador de una marca real. Una en forma de mariposa que solo se mostraba cuando encontrabas a tu destino.
La marca de la mariposa era conocida por todos en el Reino, es más, la marca era solo proveniente de la familia real, y daba a su portador habilidades especiales con las que podría controlar la nación. Todo el mundo sabía que esta, primero se mostraba como una enorme cicatriz, una que llegaba del hombro hasta la baja cintura. Y aun viendo al pequeño bebé con la marca nadie quería creer que el territorio acabaría en manos de un omega. ya que para ellos era el ser más débil e inestable de una manada.
la mujer con la que supuestamente estaba comprometido dio a luz meses después, dando una nueva vida, un alfa, todo el pueblo estaba encantado ya que según ellos ese era el verdadero heredero de la corona.
Por alguna razón el bebé parecía mostrar una marca parecida a la de una mariposa en la cadera, y aunque era visiblemente falsa ya que se podía afirmar que era un dibujo hecho por la misma beta. El pueblo con esperanza vitoreó por su futuro rey.
Meses más tarde el actual rey falleció y, aunque todo apuntaba a que había sido un asesinato, nadie se tomó la molestia de investigarlo, dejando el caso abierto y dejando en el poder a la madre del falso heredero. Claro está, hizo el intento de compadecerse por el bebé omega y su madre, aunque todo era un cruel engaño, ya que, sólo simulaba acogerlos para mostrar su bondad al pueblo, mientras los trataba cual criados.
Así, años después, cuando los dos bebés crecieron se podía observar desde las afueras del Castillo a un joven omega adulto, quién era discriminado por toda la corte, y a su vez seguía teniendo la cicatriz real, razón de más por la cual no podían dejarlo ir.
Antes de la coronación del nuevo alfa, los problemas aparecieron.
Se celebró una reunión para conocer a todos los diferentes reyes del continente. Mientras estos cenaban en la enorme mesa del comedor real, se podía divisar a las distintas familias reales. Con los jóvenes herederos de cada territorio, muchos de ellos ya contaban con sus parejas, aunque habían excepciones, tres de ellos se presentaron solo con sus escoltas.
Al momento del postre, este iba a ser servido por el omega que, años más tarde, solo pudo mejorar su belleza, dejando casi hechizados a todos los presentes cuando entro en la sala. Como había adquirido la capacidad de aislarse y no mostrar atención a nada, no había alzado la vista, y solo repartía el trozo de pastel a cada uno. Hasta que, por dicha del destino, un estruendo en su bajo vientre lo hizo caer. Dándose cuenta, que su tardío celo, acababa de aparecer por primera vez, en una sala repleta de alfas.
Su camisa fue arrancada de su cuerpo por su hermano, el cual había perdido la razón de su lobo, mostrando que no eran hermanos de sangre, ya que, si lo fueran, este no podría captar sus feromonas en un celo, ni le afectarían.
Cuando ya se estaba dando por vencido, viendo que, en su futuro, acabaría por vender su cuerpo, cuando la mismísima reina lo vendiera al prostíbulo por culpa de su casta. Alzó su vista encontrándose al ser más hermoso que sus ojos tenían la dicha de ver.
Un alfa se postraba delante suyo, el mismo que le estaba propinando golpes a su supuesto hermano. Fue agarrado por este cual presa, y llevado hasta una habitación, donde no había que ser muy listo como para saber lo que estaba sucediendo ahí dentro.
Días mas tarde se enteró que ese alfa era su compañero destinado y que, gracias a este, su cicatriz encogió dejando ver la verdadera mariposa real, y no el simple tatuaje de su falso hermano.
La corte se revolucionó con el hecho de haber dos portadores de la sagrada mariposa, pero claro está, la reina metió hincapié en su hijo, postrándose fuerte y demandante ante los hechos. Después de las discusiones en la corte, la reina sabía que tenia que hacer algo, y no fue otra cosa que mandar a asesinar al omega, ahora embarazado, junto al alfa, con ello, no solo conseguiría dejarle a su hijo el trono, sino que, también conseguiría expandir su territorio juntándolo con el de la pareja del omega.
Lo único que consiguió, considerando al otro país débil, fue empezar una guerra.
Esta duró un total de tres años, acabando con más de la mitad de todos los guerreros en ambos lados. Y con el triste final para el verdadero heredero, quien murió a los brazos de su alfa, jurando por su vida, que volverían a verse y entonces ganarían la futura batalla para poder vivir felices para siempre.
Su ultimo respiro, fue para hacerlo prometer que cuidaría de su cachorro aunque no estuviera con él, para que, minutos más tarde, erradicaran a todo el clan de su compañero junto con él y su hijo.
Diez años después de la increíble masacre, los sabios de la capilla real, mostraron la profecía de sus dioses, quienes, enfurecidos por sus actos, maldijeron al falso rey, condenándole a morir en un año.
Este, después de su muerte, dejó el reino a manos de su primo, un verdadero descendiente real. Quien se dedicó a borrar los pecados de la guerra y a borrar los recuerdos del pueblo, borrando cualquier existencia de esta a todo ser viviente. Excepto para la familia real. Quienes, no volvieron a tener la marca de la mariposa ni habilidades que esta les daba.
Después de haber sido borrada la existencia de la guerra. Una profecía se marcó en lo alto de las escrituras de palacio, las cuales podían comunicar los mandatos de los dioses desde hace décadas, aunque esta no volvió a mostrar nada a lo largo de los años.
~ Lo sucedido hace más de cien años volverá a suceder, con un final diferente, el verdadero heredero renacerá, ostentando la legendaria mariposa junto a sus poderes. Solo así podrán volver a reencontrarse las almas perdidas, para tener la oportunidad de vivir una nueva vida, y amarse nuevamente. ~
Justo un año después, podemos observar que la historia se repite, Un alfa puro nació, y aunque todo el mundo sabía sobre la profecía, la realeza no podía permitir que este tuviera un hijo ilegitimo con una omega.
Volviendo a cometer el mismo error, y comprometiéndolo con Una beta cualquiera, persona la cual estaba obsesionada con la corona.
Nuevamente, el alfa Toshinori, rey de la región Yagi, encontró a su omega, teniendo así su más puro romance, entregándose completamente. Cuando se disponía a romper el compromiso, la corte lo acusó por adulterio, e Inko, la verdadera omega del rey, solo pudo huir junto a una pequeña mata peliverde entre sus brazos, un cachorro quien, era bendecido y a la vez maldecido por los dioses, viendo la cicatriz de su cuerpo.
De por sí la omega tenía que huir del territorio, ya que la realeza buscaba a su cachorro para matarlo y así no volver a tener que preocuparse por la leyenda, ni tener que obedecer los mandatos de un asqueroso omega.
Con ese pensamiento en mente, no solo tenía que huir de su propio país, sino que tenía que alejar a su hijo de la gente, para no correr el riesgo de iniciar su destino. Tenía que aislarlo del mundo, y así, podría vivir feliz, al menos, eso creía.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top