capítulo 12
- Muy bonito y todo, ¿Puedes alejarte un poco de mi hijo ya hombre?- lo que le faltaba, ahora después de tener a la madre en contra de él, ahora aparecía un hombre delante de él pidiéndole que se alejara, y si no había n escuchado mal, este decía ser el suegro.
-Tú no eres nadie para decirme que hacer o que no hacer con mi omega, gracias.- Estaba dispuesto a salir de ese horripilante lugar con el peliverde con el hasta que este mismo habló.
- Kacchan hay que dejarlo salir, el me hizo compañía y creo que puede ser mi padre.- genial, vaya primera experiencia que acababa de darle a su suegro. Bueno, este ya estaba marcado, así que poco podían hacer. Pero no se libraría del odio hacía él en las comidas familiares.
-Está bien, que Kirishima lo saque de ese sitio y nosotros mientras tanto nos vamos a casa.- El pelirrojo, bajo la atemorizante mirada de su amigo, hizo lo dicho y sacó, con un poco de complicación, al adulto de entre las rejas. Cuando el pecoso vio que este estaba libre, solo se dedicó a seguir a su alfa con total obediencia,
El alfa, con un brazo puesto en la cintura de su omega, salió de tan horrible lugar, para guiar al propietario de ojos esmeraldas hasta su caballo. En el trayecto a su hogar, el omega no pudo hacer otra cosa más que quedarse dormido en los brazos de su alfa, rodeado de su imponente aroma, resguardándose del frío, sintiéndose calentito y protegido, justo como un omega tenía que estar.
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Al llegar al castillo, todas las miradas curiosas se centraron en su majestad, quien, sin dirigirse hacia nadie, avanzaba a pasos agigantados hasta llegar a su habitación. No obstante, tuvo que detenerse debido a una omega peliverde quien lo detuvo con total descaro frente a todas las miradas.
-¡Deténgase ahí ahora mismo alfa de pacotilla!- jadeos ahogados de las sirvientas sonaron al pensar en el cruel destino de esa mujer, aunque claro, ella tenía su comodín para estos casos, y este estaba en brazos del alfa.
-¿Como em ha llamado?¿Usted sabe que soy el rey o aun no lo ha captado?- el enfado era notorio, aunque no había que preocuparse mucho, solo era el cabezota de Katsuki como siempre, el instinto animal de este no le permitía dañar a la madre de su pareja, puesto que conociendo al peliverde, si eso sucedía nunca lo personaría.
-Eso de da exactamente igual.- tomó un respiro para continuar, bajo aquella atemorizante mirada. -ahora su majestad, ¿podría explicarme porque no ha estado aquí en dos días enteros? Y aún más importante, ¿Dónde ha estado mi hijo en ese momento?- depende de lo que dijera el rubio, se estaba jugando la posibilidad de tener a la peliverde de su lado, aunque, como ya todos sabemos, Katsuki es simplemente katsuki, por lo tanto eso no iba a pasar.
-Si es por eso no va a tener que preocuparse, he matado a toda la corte del territorio Yagi, su hijo ya es libre de cualquier maldición o lo que sea eso, ahora apártate de mi camino.- Hizo el típico gesto de apartarla, mas esta no se apartó.
-¿Como que ha matado a toda la corte?-la incredulidad no cabía en su voz
-Lo que ha escuchado, se llevaron a su hijo pero ya está de vuelta, tranquilícese que cuando se despierte seguro la buscará.- De todas maneras, la peliverde no tenía intención de dejarlo escapar a estas alturas, lo más probable es que Izuku se despertara en esos momentos.
- Y... por, por casualidad... ha visto al padre de Izuku...- su voz era débil en este momento, preguntando por su alfa, el cual los ayudó a huir de su hogar hacia tanto tiempo.
- Si que lo vi mamá.- El pequeño omega despertó y se separó de su alfa para mantenerse el mismo de pie. - Creo que viene con kirishima.- afirmó ante la mirada de su pareja.
-¿Tu padre viene aquí?- antes de que el pecosos respondiera siquiera, el alfa se adelantó para que estos terminaran su conversación.
-Mañana después de que todas las tropas lleguen de nuevo al reino se hará una reunión en la sala del trono, allí estará su alfa si es el mismo que nosotros decimos, ahora me llevo a mi omega a la habitación.- empezó a dar pasos apresurados para perderla de vista.
-¡Que insistencia con llevarlo a su habitación! ¡Cómprese algo para masturbarse y deje a mi hijo en paz!- Le chilló de vuelta haciéndolo enfadar.
-Una persona embarazada tiene que estar en su nido, y voy a hacer como que no escuche eso.- le chilló cuando esta vez desaparecía de su vista entrando en la alcoba.
El omega fue directo a su nido con las mejillas acaloradas.- No tienes permiso para entrar aquí alfa.- dijo firme con un puchero en el rostro que no tardó en ser reclamado por el alfa.
-¿Porque no omega?- había que admitir que este estaba un tanto asustado por las represalias que podría tomar su pareja contra el, por muy alfa dominante que fuera, no quería dormir solo y sin su Deku entre sus brazos.
-Le acabas de decir a mi madre algo muy vergonzoso, ¡Ahora no me dejará en paz!- le reclamó cual niño pequeño mientras se acurrucaba, solo, entre las mantas del nido.
-¿Como que vergonzoso?- El alfa solo parecía haber entrado en una escena chistosa siguiéndole el juego, sabía cómo acabaría aquello y el no iba a perder.
-Mi madre ahora sabrá que hicimos "eso"- la timidez del pecoso era digna de admiración, y eso lo volvía loco, ¿Cómo era posible que después de pasar todo su celo junto a el siguiera tan tímido respecto al sexo? definitivamente ese omega sería su perdición.
-Creo que tu madre ya sabe desde hace un tiempo que tú y yo tuvimos sexo en tu celo.- no podía evitar reiré ante el rostro pálido que puso el contario al escucharlo.
-No lo digas así.-ahora por lo visto, follar tenía otro nombre en las mentes inocentes.
-¿Porque?- se carcajeó después de aguantarlo un tanto demasiado, para luego proseguir-es algo natural entre parejas, y más si te llegó el celo.-
-Si pero es vergonzoso tener un bebe la primera vez.- Izuku no sabía dónde ir a esconderse cada vez que notaba su rostro arder.
-Eso no es vergonzoso, es simplemente que tu alfa es muy bueno en lo que hace.- si no podía soportar su vergüenza, ver al alfa regodearse por ello ya era la punta del iceberg, Katsuki estaba feliz con la noticia, no iba a negarlo y lo estaba disfrutando
-Eres un engreído- se cruzó de brazos, remarcando aún más su puchero
-¿Yo?- hacerse el inocente no era su fuerte
-Si tu- cerró los ojos para simular que se quedaba dormido y que este lo dejara en paz- Por eso no tienes permiso para entrar-
-¿Me vas a dejar aquí solito? Mira que luego cuando quieras mi aroma no te lo voy a dar.- eso era caer bajo, y se arrepintió un poco después de ver la reacción del pecoso.
-Bien, pues cuando tu andes de caliente tampoco me llames.- esto le cayó como un balde de agua fría al rubio. No iba a soportarlo, solo lo hicieron durante el celo y la otra vez los interrumpieron muy a su pesar, no iba a dejar que lo que dijo el pecosos se volviera realidad.
-¿A dónde vas ahora?- Para su suerte el omega salió del nido en dirección a la puerta, ¿Qué era lo bueno de esto? era fácil detenerlo y llevárselo al lecho si no estaba en el nido, no invadiría ningún espacio ni le causaría ningún trauma, mala elección, salvo que por el omega.
-Con mi madre, al menos ella si quiere envolverme en su aroma- del enfado que traía no se dio cuenta del alfa que tenía a escasos centímetros de su cuerpo -¿Pero qué haces?¡Suéltame!- Este fue depositado suavemente entre las sabanas del abandonado colchón.
-Eso no va a pasar, quedan menos de cinco horas para que nos reunamos con los generales en la sala del trono, vamos a dormir, y si no me dejas estar en el nido vamos a dormir en la cama.- esta vez, el omega sintió un peso a su costado, su cintura era rodeada por su alfa.
-Bueno, vale, puedes entrar al nido, pero solo si sueltas feromonas, sino te vas fuera.-
-caprichoso.-
-Eso es mentira.-
-Si,si-
Ahora, estando los dos en el nido, se abrazaron tiernamente esperando a despertar, definitivamente, les había costado llegar aquí, pero valía la pena
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Verlo dormir le fascinaba de sobremanera, tenerlo que despertar no le gustaba para nada, le daban unas inmensas ganas de mandar a todo dios a la mierda y dejar a su omega embarazado dormir tranquilo en su nido junto con el. Más sabía que había cosas imposibles y que tenía que levantarse.
-Deku, despierta.- lo tocó ligeramente para que este solo abriera los ojos ante el repentino movimiento.
-Kachan~- se quejó volteando su cuerpo para darle la espalda a la persona que interrumpía su sueño
-No empieces, despiértate ya.-
-El cachorro dice que no quiere levantarse.- quería jugar sucio por lo visto, pero el alfa también tenía puntos a su favor.
-Que el cachorro siga durmiendo, tú eres el que se tiene que levantar.- Izuku se levantó perezosamente de su sitio
-Eres malo alfa.-
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Entrando a la sala del trono, Katsuki se sentó en el sillón central de la sala, pero Izuku se quedó inmóvil en el costado de la puerta donde entró.
-¿Qué estás haciendo? Ven aquí.- Al pecoso no le quedó de otra que sentarse en el sillón que, supuestamente, era para la reina. -Bueno, ahora a lo que íbamos, dejar de mirarnos y empezar con la mierda que tenías que decir.- Todos los ahí presentes se preparaban mentalmente para lo que venía ahora.
-Bueno, primero de todo, ¿Por qué mi hijo esta sentado en el sillón donde se supone que va una reina?- El primero en hablar fue el alfa rubio, quien había sido rescatado en las mazmorras del reino vecino, y quien estaba fuertemente abrazado a una omega peliverde, quien, parecía en trance al no quejarse por lo mismo que el alfa, cosa que Katsuki sabía que haría.
-Su hijo es la reina de la nación Bakugo.- Estaba cansado de aclarar aquello cada vez que alguien le daba por preguntar, ya se estaba impacientando y apenas empezaban.
-Pero mi hijo no es una hembra.- iba a contestar, pero su pareja se le adelantó.
-¡Yo también le he dicho lo mismo, pero no para de decirme que soy la reina! Lo ves alfa, estas equivocado, yo soy un chico no tengo pe..- se cortó a el mismo cuando sus manos se dirigieron a su pecho para mostrarle, y se encontró con un líquido extraño saliendo de estos.-¿pero qué es esto?-
-Mierda, esto no me lo esperaba ¿Tan temprano tío?- Esta vez fue Kirishima, el rubio solo torció su vista hacia la pareja mayor para empezar a hablar.
-Se perfectamente que su hijo no es una hembra, lo he comprobado perfectamente cuando nos enlazamos.- Aunque el hablara, todas las miradas se desviaban a la persona postrada en su lado, su omega, quien se hallaba levantándose la camisa ligeramente para ver que le ocurría a su cuerpo.-¿Pero qué mierda estás haciendo?- los celos eran visibles, y más si el pequeño pezón rosado de su pareja estaba al descubierto y para colmo, en una sala con muchos alfas de alto rango del país. El respingo que se llevó el omega fue digno de admiración.
-¡Pues ver lo que le pasa a mi cuerpo alfa tonto! ¿Qué pasa si me estoy muriendo? ¡Eres un alfa insensible!- Las personas ahí presentes no sabían que hacer, nunca habían visto a alguien hablar así de confiadamente con el rey, y menos llamarlo tonto que, aunque no fuera un insulto muy creativo, seguia siendo un insulto.
-Bájate eso- Consiguió volver a cubrir el pecho del omega para seguir regañándolo.- No vuelvas a hacer eso cuando haya gente delante, lo tienes prohibido.- El peliverde no parecía pensar igual.
-¿Pero que más te da? ¡Si tú vas con el pecho al aire todo el día! me vas a decir tú lo que tengo que hacer.- Por lo visto, el haberlo despertado temprano en la mañana no le había sentado bien.
-No es lo mismo-
-pues dime tú qué es lo diferente, no se ilumíname.- Estaba cruzando la raya roja y lo sabía de antemano.
-Al ser omega tu cuerpo se está preparando para dar a luz al cachorro, así que no vayas de curioso y mira antes quién te está viendo para mirar tu cuerpo, no me creo que este explicando esto.- Miro directamente a la omega en brazos de Toshinori.-¿Porque narices no le explicaste nada de su naturaleza?- esto de explicárselo el mismo no le gustaba.
-tenía planeado vivir con él para siempre en el bosque, Izuku era muy lindo e inocente como para enseñarle eso, Además, yo no lo crie para que a la primera apareciera un alfa y se lo llevara, menos que le hiciera un cachorro a la primera.- Los colores aparecieron rápido el rostro pecoso, avergonzándolo
-vale ya me ha quedado claro podemos dejar de hablar sobre mí por favor.- se incorporó de golpe dejando a todos pasmados, mientras dejaba el asiento real y se dejaba caer entre las piernas del rubio para esconder su rostro de las miradas curiosas ante su reacción, el alfa no podía estar más satisfecho, rodeando a su omega y su mano en el vientre del contrario, hasta que Lida intervino sacandolo de su ensoñación-
- Bueno, ¿Qué haremos con el reino Yagi?-El general de la guardia real como siempre, se preocupaba más del reino que el mismo rey en estos momentos.
-¿Como que qué haremos? Hemos expandido el territorio, ya no hay más reino Yagi.- Comentó sin fijarse en lo que decía mientras acariciaba aún más a su omega quien aún se estaba tranquilizando por el suceso anterior.
-¿Perdón?- Uf, las feromonas de suegro molesto ya las odiaba
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